CAPÍTULO 2: UN MAL DÍA.

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Disfrútenlo muchas gracias!!.

Ahora nos vamos a ver de nuevo a nuestra amiga y chica emo favorita Maggie, la cuál, se encuentra caminando rumbo a su escuela sin ánimos, y una vez que llegó, ingresó dando un largo y pesado suspiro.

Y así comenzó lo que ella llama un horrible día, mientras Maggie caminaba por los pasillos del lugar, algunas chicas y chicos la observaban y se burlaban de ella diciendo cosas como...

"¡Miren ahí va la rarita de la escuela".

"No puedo creer que aún siga estudiando aquí".

"¿Será que algún día alguien se fijará en ella"

"Me da pena esa chica, sin amigos, sin nadie que la quiera, que triste".

Maggie mientras caminaba, podía escuchar con claridad las cosas que decían sobre ella, y cada palabra, cada frase, cada insulto, cada apodo que decían de ella, solo la lastima ban mucho, sintiendo más miserable de lo que ya se sentía de por medio.

Ser el centro de las burlas y apodos día a día la deprimía mucho, pero esto solo sería el comienzo de los problemas cuando al avanzar por los pasillos de topo con un grupo de chicas que obviamente iban a molestar a Maggie.

Cuando Maggie pasó a lado de ella una de las chicas, la !más abusiva le dijo...

-¡Oigan! pero miren quien va a ahí, la rarita de la escuela, Maggie Jhonson -dijo una chica, mirando a Maggie pasar a su lado y burlándose de ella. Esta chica, se llamaba Katty, una de las más populares de la secundaria.

Pero Maggie solo la miró y no le dijo nada, así que Katty se le adelantó y se puso delante de ella para seguir molestando la.

-¿Qué sucede Maggie? -preguntó burlonamente-. ¿Acaso no quieres hablar con nosotras? -siguió molestando Katty, parándose delante de Maggie, e impidiéndole seguir avanzando.

-Déjame en paz, por favor -dijo Maggie, mirando a esta chica con algo de molestia porque sabía cuáles eran sus intenciones.

-Ho pero no te molestes, solo estamos, ¡Jugando Maggie! -dijo Katty, la cual le arrebató a la fuerza la mochila a Maggie, y se la tiró a otra chica delante de ella, empezando así un juego y una burla muy cruel.

-¡Devuélveme mi mochila ahora! -dijo Maggie, tratando de recuperar su mochila pero sin éxito alguno porque la arrojaban de un lado a otro.

Así tenían a Maggie, de aquí para allá arrojando su mochila de aquí para allá mientras la molestaban y le decían cosas feas y apodos muy hirientes.

Los demás estudiantes que miraban la escena no hacían más que reírse de lo que estaba pasando, se reían de como se burlaban de Maggie y de como la trataban. Continuaron y continuaron hasta que Maggie estaba ya sintiéndose mal por las burlas que le decían mientras unas cuantas lágrimas salían de ella, a ellas no les importó como se sentía la chica emo.

-¡Jaja mírenla, quiere llorar jajaja! -dijo una de las compañeras de Katty, riéndose de como Maggie quería llorar.

-¡La rarita quiere llorar jajaja! -mencionó otro chica, burlándose igualmente.

Así duraron unos cuantos segundos más hasta que Finalmente arrojaron la mochila de Maggie lejos de ella mientras se reían y burlaban cruelmente de la pobre. Maggie caminó hasta su mochila y se agachó a recojerla pero una de las chicas, la más abusiva también se acercó a ella y la empujó haciéndola caer al suelo.

-¡Pero qué tonta eres! ¡Fíjate por dónde caminas rarita!, ahora tendré que ir a lavarme las manos por tu culpa! -dijo Katty, parándose en frente de Maggie que aún seguía en el piso.

-¡Ya déjame en paz por favor! -suplicó Maggie-. ¿Por qué me molestas todos los días? ¿Acaso verme siendo infeliz todos los días, te hace felíz a tí? -preguntó la emo tirada en el suelo con su mochila en sus manos.

-Totalmente -respondió-, y te aseguro que todos los días que te vea te seguiré molestando sin parar estúpida, así que si no quieres que ser molestada, será mejor que te alejes de nosotras lo más que puedas y de ser posible, desaparece para siempre, tonta -continuó explicando Katty con una sonrisa malvada burlándose aún de pobre emo.

-Katty tiene razón, nadie quiere estar a lado de una inútil y rara como tú, ¡Mírate! ¡Das pena y vergüenza!. Yo de ti mejor me suicido y acabo con todo esto -mencionó una de las amigas de Katty.

-Dudo que exista un chico que se fije en tí, se razonable, mejor acaba con tu vida de una buena vez, total nadie te quiere -dijo otra, cruzándose de brazos delante de Maggie.

Así Continuaron las risas y burlas hasta que se cansaron de ella y la dejaron sola siendo observada por los demás estudiantes. Maggie se paró del suelo entre lágrimas y sollozos y se dirigió a su salón.

Al ingresar nada cambió, miradas raras por aquí, apodos por acá, y risas pequeñas por allá. Hasta que Maggie se sentó en su asiento y los pocos minutos más llegó el profesor de la clase de matemáticas, materia que Maggie odiaba y por mucho.

Y empezó la clase, mientras el profesor explicaba la clase todos los estudiantes atendían con normalidad, ya que se trataba de un tema importante, pero solo había una persona que no estaba atendiendo y esa persona era Maggie, la cual solo miraba hacia afuera, a través de la ventana del salón mientras pensaba.

Maggie observaba cualquier cosa que le llamaba la atención, pensaba en lo que le ocurrió al ingresar a la escuela, las miradas y apodos que le decían y sobre todo las frases que le decían...

"Nadie se va a fijar en tí"

"Das pena y vergüenza"

"Mejor suicídate"

Era las cosas que Maggie pensaba y gracias a eso, se sintió mal de nuevo. Miraba el cielo, las aves pasar, las hojas de los árboles moverse mientras pensaba...

-La vida apesta, no sé porque tuve que nacer y sufrir de esta manera -pensaba Maggie, mirando hacia afuera y sin mirar nada más, ni siquiera prestaba atención a la clase.

Esto hubiera continuado así de no ser porque el profesor al ver a Maggie mirar afuera y no estar atendiendo su clase, se acercó a ella y alzando su voz le dijo..

-¡Señorita Jhonson si acaso hay algo más interesante allá afuera, ¿Por qué mejor no viene usted misma a terminar de resolver el ejercicio que está en el pizarrón ahora mismo?! -dijo molesto el profesor, llamando la atención de Maggie con enojo y alzando su voz.

- ¡¿Eh?! -ella levantó la ceja-. Yo no sé cómo resolver ese ejercicio, además creo que Isaac Newton puede terminar por si mismo su propio problema! -respondió la emo.

-Muy graciosa ¿Verdad? ¡Al pizarrón ahora! -el profesor enojado señaló el pizarrón.

-¡Tsk! -se quejó-, cómo usted quiera, iré a resolver eso -Maggie se puso de pie y fué al pizarrón.

Maggie se puso de pie, tomó la tiza que el profesor le estaba dando y caminó hasta el pizarrón de la clase. Maggie empezó a resolver el ejercicio, o al menos eso era lo que ella creía; ya que lo estaba haciendo mal, y eso se dió cuenta el profesor a penas la jóven emo empezó, pero esperó a que ella termine para decirle su error en la cara. Maggie desde que empezó estaba haciendo mal el ejercicio, pero ella no lo sabía, puesto que no prestaba atención.

Cuando Maggie terminó de "resolver" el ejercicio que estaba en el pizarrón, se dió la media vuelta para mirar al profesor y decirle que ya estaba.

-Listo, ahí tiene su ejercicio resuelto -ella dejó la tiza en su lugar, pero antes de regresar a su asiento el profesor la detuvo diciéndole calmadamente...

-¿Resuelto? ¡¿A eso le llama Resuelto?! ¡Pero que vergüenza con usted por favor señorita jhonson!. Todo eso está mal, créame que usted es la peor estudiante de esta clase!, No solo no presta atención, sino que ni siquiera muestra las ganas de aprender.

-¡Y usted es el peor profesor de todo el mundo!, ¡Su clase apesta! -dijo muy enojada Maggie.

-Si eso es lo que piensa de mi clase, ¡Perfecto! La quiero fuera de mi salón ahora! ¡Salga de mi clase! -dijo el profesor sacando a Maggie de su clase.

-Uff que bueno... -sonó irrespetuosa-. No quiero estar en la clase de un viejo lesbiano como usted, adiós -dijo Maggie, regresando a su asiento, tomó su mochila y salió del salón muy enojada mientras los compañeros la observaban y se reían sutilmente de ella.

-¡Aprenda a respetar, muchacha malcriada! -exclamó el profesor.

-Jódase -susurró la emo, chistando y dirigiéndose a la puerta.

-¡Huuuuuu!... -dijeron todos los estudiantes del salón mirando la escena.

Mientras Maggie caminaba hacia la puerta del salón, todos los estudiantes la miraban y se reían entre dientes de ella.

-Su mamá me da mucha pena, que vergüenza, definitivamente usted no tiene ningún futuro señorita Jhonson -dijo el profesor mirando como Maggie salía de su clase enojada.

Maggie salió del salón de su profesor y se quedó en el pasillo, Maggie estaba soltando lágrimas, sentía mucho dolor dentro de ella. Escuchar esas palabras la herían bastante.

-Odio mi vida, la odio la odio -susurraba la emo entre lágrimas.

Así pasó el día Maggie, y en recreo la situación fue igual de mala, algunos estudiantes la miraban con burla y otros con ganas de molestarla pero Maggie trató de no hacer caso aunque eso era imposible para ella.

Al pasar las horas clase, Maggie Finalmente había salido de la escuela a paso rápido para poder alejarse del lugar lo más pronto posible. Así al estar lejos de la escuela redujo su velocidad hasta caminar más despacio, así Maggie caminaba y caminaba mientras seguía recordando lo horrible que fué ese día.

Así continúo hasta que llegó a un puente que conectaba dos calles y que por debajo pasaban autos a gran velocidad.

Maggie se quedó ahí quieta mirando el vacío y empezando a llorar porque simplemente ya no aguantaba sus problemas.

-¿Y si ellas tienen razón? -preguntó-.¿ Y lo mejor sería que acabe con todo esto de una vez? Al fin y al cabo, ¿Quien me va a extrañar?. Lo siento mamá, pero ya no puedo seguir con esto, perdóname -entre lágrimas Maggie se cuestionaba sobre su vida.

Maggie miró a todas partes, y no vió a nadie, colocó sus mano en la baranda del puente y comenzó a elevarse, estaba dispuesta a tirarse y quitarse la vida, tomar el camino fácil y acabar con su sufrimiento y problemas. En verdad se iba a quitar la vida, pero, eso no ocurrió, debido a que una voz la detuvo.

-Hola Maggie. ¿Qué estás haciendo? -preguntó cierto chico de cabellos blancos, el cual, inesperadamente, salió de la nada, puesto que Maggie no vió a nadie pasar cerca.

Maggie soltó sus manos quedándose en el puente, y después, miró al albino a su lado..

-¿Tu otra vez? -preguntó Maggie, mirando extrañada, y aún llorando.

Fin del capitulo...

Continuará....


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