UNO

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Caminaba de un lado a otro por la oficina peinando su cabello castaño con sus manos, según él, estaba seguro de haber dejado las invitaciones de la boda en su escritorio, pero por más que buscaba y movía papeles, archivos, los contratos de los trabajadores, el portarretratos y cualquier otra cosa que estuviera en su camino no lograba dar con ellas.

—Hoseok— Jungkook entro a la oficina, vestía un elegante traje azul rey y su cabello azabache estaba pulcramente peinado, su vista se posó en el hombre mayor —¿Qué haces? — le preguntó frunciendo el entrecejo mirando la pose de su jefe, agachado en cuatro tal cual canino buscando aparentemente algo en el piso.

—Creo que perdí las invitaciones de la boda— dijo sin dejar de buscar aun debajo del escritorio.

—¿De qué hablas? están ahí, debajo de tu agenda— dijo el menor mientras acomodaba sus gafas negras y moviendo los papeles para tomar las invitaciones.

Hoseok rápidamente se levantó del piso golpeándose la cabeza contra el escritorio en el acto, terminó mirando apenado al pelinegro —pero que idiota— se dijo así mismo y se abofeteo mentalmente, había pasado más de una hora buscándolas y siempre estuvieron en sus narices.

—No te culpes debes estar demasiado nervioso, en dos semanas te casas, eso no pasa todos los días.

—Sí— admitió —estoy demasiado nervioso y lleno de estrés estos días.

—No se nota— dijo sarcásticamente el pelinegro —tranquilízate amigo, Taehyung no se va a ir a ningún lado.

—Tienes razón, no sé qué me pasa— Hoseok sonrió ligeramente, agarró las invitaciones y le entrego a Jungkook la suya. —Iré a repartir las demás.

La lista de invitados no era grande, Hoseok no tenía muchos amigos y Taehyung tampoco al menos no tan cercanos, iba a hacer una ceremonia pequeña y familiar con un juez que habían contratado, simplemente un acto legal, pues ellos ya vivían juntos y habían adoptado la vida marital hace poco más de medio año, no era algo de un día a otro, habían empezado a conocerse hace más de tres años y empezado una relación formal poco más de un año, que poco a poco termino con ellos viviendo juntos, la ceremonia era simplemente formalidad y aun así Hoseok no podía evitar estar nervioso.

Caminó por las demás oficinas hasta llegar a la de su primo, abrió sin tocar y se arrepintió de ello. —Dios Namjoon deja de traer amantes a la oficina.

Él aludido rápidamente alejo a la señorita que hasta hace unos segundos estaba ahorcadas sobre sus piernas y comiéndose las bocas.
—¿Qué lo trae por aquí querido jefe? — dijo en un tono burlón mientras despedía a la señorita con una nalgada —es mi nueva secretaria— aclaró.

Hoseok aún cruzado de brazos y mirando desaprobatoriamente a su menor se sentó frente al escritorio. —Te traje la invitación a mi boda.

Namjoon recibió el sobre entre sus manos sin abrirlo. —Es oficial, el pequeño Hobi se casa.

Hoseok suspiro afligido. —Ojalá papá estuviera aquí.

Namjoon bajo la mirada apenado. El padre de Hoseok había sido asesinado hace más de tres años a manos de un asaltante, aquellos tiempos fueron los más duros para la empresa y para toda la familia Jung; Hoseok aun inexperto en el tema había tomado las riendas de la empresa y si no hubiera sido por Taehyung quien ya conocía el manejo de todo y sirvió como asesor esta se hubiera ido a la ruina.

—Tu padre fue un gran hombre, él debe estar muy orgulloso de ti, pero sobre todo feliz de que vayas a casarte.

—Lo extraño mucho.

—Yo también— Namjoon no mentía, él era huérfano de padres y fue recogido por la familia Jung cuando tenía diez años, él era también un miembro más de la familia, como hermano, como hijo.

—Estoy muy nervioso, no entiendo por qué, siento como si algo fuera a pasar.

—Claro que va a pasar algo, te vas a casar. ¿No me digas que te quieres echar para atrás cuando faltan dos semanas?

—Claro que no— Respondió el castaño molesto por el comentario, él amaba a Taehyung como un idiota sólo la muerte impediría que no se casará con el mayor.

—Entonces, no hay nada de qué preocuparse, todo saldrá bien— le dijo Namjoon dándole un masaje en los hombros. —Sólo relájate

—Tratare, iré a entregar las demás invitaciones y por favor deja de seducir a las secretarias.

—Como diga mi capitán— dijo Namjoon adoptando de nuevo un tono burlón y saludando como lo hace un soldado.

.-.

El día había sido realmente cansado para Taehyung, viajó hasta Daegu para entregar algunas invitaciones de su boda, entre ellos a algunos familiares a los que no veía desde muchos, pero muchos años atrás y ex amigos de la Universidad que no podían creer que se fuera a casar después de su antiguo divorcio y su matrimonio "exprés" como algunos le llamaban con Jimin.

Pero así era, se casaría de nuevo, con un chico hermoso, trabajador, amable y dedicado.

Pasó por la sala hasta llegar a la habitación, cuando entro pudo ver a Hoseok durmiendo en la cama, se acercó y le dio un beso en la frente tratando de no despertarlo.

—Buenas noches mi amor.



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