Capítulo Nueve ／ Vals

IVY Y HARLOW SE DIRIGIERON HACIA LA PARTE DE ATRÁS DE LA CLASE. Esperaban que cuanto más lejos estuvieran de su directora, menos probable sería que las invitaran a bailar. Los Ravenclaw se sentaron a la derecha de la habitación, mientras que los Gryffindor se sentaron lo más lejos posible hacia la izquierda. Las dos casas no se llevaban muy bien después de que Ravenclaw ganara el partido que hizo que el equipo de Gryffindor perdiera la copa de Quidditch el año anterior. Desafortunadamente para las dos casas, no había forma de escapar de esta lección.

⎯No puedo creer que esté gastando mi tiempo libre haciendo esto, ⎯Harlow gimió⎯, no tomé mi sueño reparador.

⎯Si no apruebo mis TIMOs este año, le echaré la culpa a este estúpido baile. ⎯Ivy respondió.

Las dos continuaron conversando hasta que escucharon que las puertas se abrían. Su directora entró con una gran sonrisa en su rostro. No era fanática del torneo, pero le encantaba enseñarles a los estudiantes el vals anual y, aunque no lo admitiría, le encantaba avergonzar a algunos de los niños para su propia diversión.

⎯Hola a todos. ⎯McGonagall saludó al entrar en la habitación⎯. Espero que todos estén tan emocionados como yo. ⎯Ella bromeó.

Pronto se dio cuenta de las miradas que se enviaban desde cada casa. La directora no era de las que creían en la supremacía de las casa, de hecho, odiaba que algunos estudiantes no hablaran entre ellos por su casa. Una idea espléndida, pero terrible para los estudiantes, apareció en su cabeza. Rápidamente tomó en cuenta cuántos estudiantes había y creó una larga lista de parejas.

La sonrisa creciente en el rostro de la directora pronto captó la atención de Ivy. Tenía la esperanza de que Harlow y ella pudieran formar pareja para aprender el vals, pero pronto se dio cuenta de que su deseo no se cumpliría hoy. De hecho, su pesadilla sería concedida en su lugar.

⎯No me gusta la expresión de su rostro. ⎯Ivy susurró hacia Harlow⎯. Ella es astuta, quién sabe lo que tiene bajo la manga.

Harlow miró a McGonagall al darse cuenta de la sonrisa que tenía⎯. Mataré a alguien si me empareja con un chico, ⎯se quejó Harlow⎯, ella conoce mi odio por los hombres, espero que lo tome en consideración.

⎯Escuchen, ⎯McGonagall llamó a los estudiantes⎯, saben cuánto amo cuando las casas se llevan bien entre sí, ¿no?

Diferentes estudiantes dejaron escapar un par de gemidos sabiendo a dónde se dirigía esto. Algunos estudiantes incluso intentaron salir hacia las puertas laterales, pero no tuvieron éxito tan pronto como vieron su mirada.

⎯¡Directora! ⎯Fred gritó levantando la mano fingiendo tener buenos modales.

⎯No, Fred, no habrá excepciones. ⎯McGonagall respondió sin molestarse en dejar que dijera su pregunta.

⎯Directora, creo que soy alérgico a las plumas, por lo tanto, no podré ser emparejado con un Ravenclaw, ⎯dijo Fred⎯, odiaría perderme el vals debido a mis alergias.

⎯Te das cuenta de que no somos pájaros, ⎯una Ravenclaw llamó⎯, eso es como decir que eres un león, y seamos honestos, no estás ni cerca de un león.

⎯¡Retira eso! ⎯Fred llamó⎯. quiero que sepas que soy muy majestuoso, fuerte y valiente.

McGonagall puso los ojos en blanco molesta por la discusión⎯. Fred y Lila, suficiente, ⎯Dijo mirando entre los dos⎯, pueden continuar con esta discusión como compañeros.

⎯¡Minnie!

⎯¡Directora!

⎯No cambiaré de opinión. ⎯Dijo mirando hacia su tablero⎯. También qué te he dicho sobre ese apodo.

⎯Creo que le queda bien.

⎯Ve a la pista de baile, Weasley.

El Gryffindor y la Ravenclaw se dirigieron hacia el centro de la sala esperando que llamaran al resto de los estudiantes. James levantó el pulgar hacia Fred, pero todo lo que recibió fue un dedo medio.

⎯Supongo que el resto de ustedes conocen el patrón, ⎯comenzó McGonagall⎯. Luego tenemos a Roxanne Weasley y Kaleb Doorsmith.

Harlow e Ivy esperaron pacientemente a que sus nombres fueran llamados. Ivy pensó en muchas cosas que podría hacer para salir de esta situación, pero sabía que no seguiría adelante con ninguna de ellas.

⎯Sra. Nyxx ⎯llamó la directora llamando la atención de Harlow⎯. Eres muy persistente en hacerme saber tu odio por los hombres, y como no quiero que un chico sea maldecido hoy, puedes emparejarte con la Sra. McKeen.

⎯Al menos es una chica. ⎯Harlow le dijo a Ivy antes de dirigirse hacia donde estaba parada la chica de Gryffindor. Ivy observó cómo empezaban a entablar una conversación sencilla. Sus pensamientos pronto fueron interrumpidos una vez que escuchó a la directora gritar cierto nombre.

⎯Señor Potter. ⎯McGonagall gritó.

⎯Su estudiante favorito está aquí. ⎯James dijo arrodillándose sobre una rodilla besando la mano de la directora.

⎯No bromees James, ya tuve suficiente con tu primo, ⎯McGonagall dijo apartando su mano⎯, adelante, besa la mano de la Sra. Blane, ella será tu pareja por hoy.

Los ojos de Ivy se agrandaron al escuchar lo que acababa de decir la directora. Aunque no estaba encantada, lo había visto venir. Solo quedaban unos pocos estudiantes, y ella prefería tener a James que a uno de los otros chicos de Gryffindor.

James se dirigió hacia Ivy poniéndose de rodillas. Sabía cuánto odiaba ella la atención, y pensó que sería divertido montar una escena. Temía tener que bailar con ella, así que ¿por qué no aprovecharlo al máximo?

⎯Lennon Blane, ¿quieres tomar mi mano en matrimonio? ⎯James dijo deslizando un trozo de cuerda suelta de su uniforme alrededor de su dedo anular.

Ivy puso los ojos en blanco ante sus acciones⎯. Deja de intentar ser gracioso y levanta el culo. ⎯Ella respondió apartando su mano.

⎯Dos chicas te rechazaron en el lapso de cinco minutos, James, estás perdiendo el toque. ⎯Fred llamó desde el otro lado de la habitación.

James puso los ojos en blanco antes de ponerse de pie. Observó cómo Ivy se hurgaba las uñas, un hábito que la había visto adoptar.

James comenzó a notar que todos agarraban a sus compañeros por la cintura⎯. Vamos, mi señora. ⎯James le dijo a Ivy mientras extendía su mano.

⎯No ⎯gruñó Ivy⎯. pero parece que no tengo otra opción. ⎯Terminó de colocar sus brazos alrededor de James.

—Eso salió mejor de lo que esperaba. —Harlow dijo mientras salían de la habitación.

—Habla por ti misma. —Ivy se burló.

Ivy había pasado la última hora bailando con James, al principio pensó que estaría bien teniendo en cuenta que James sabía bailar, pero estaba muy equivocada. El chico fingía no tener idea de lo que estaba haciendo, constantemente le pisaba los dedos de los pies y la hacía caer no solo una, sino dos veces. Discutieron todo el tiempo e Ivy envió una maldición hacia sus pies y lo hizo perder el control. Era un milagro que los dos no hubieran terminado en detención.

—Lennon, me debes un par de zapatos nuevos, —James gritó mientras se dirigía hacia la pareja, Fred lo seguía no muy lejos—. los arruinaste con esa maldición que enviaste.

—No habría maldición si no me hubieras dejado caer dos veces, —argumentó Ivy—, también sé que esos son tu par favorito, ¿por qué crees que estuve aún más tentada de enviar la maldición? Fue bastante divertido, ¿no crees, Harlow?

—Estoy de acuerdo, Ivy, ver a James humillarse es realmente lo mejor de mi día. —Harlow respondió.

—Ustedes dos piensan que son graciosas, ¿no? —preguntó James.

—Tenemos nuestros momentos. —Harlow se rió.

—Cuida tu espalda Lennon, tengo una broma con tu nombre escrito en ella, —dijo James—, ¿cómo te sientes acerca del cabello azul?

—Creo que me encantaría, ¿verdad Harlow? —Ivy respondió sin querer alimentarse de los trucos de James.

—Te verías genial con cualquier cosa. —Harlow dijo envolviendo un brazo alrededor de su mejor amiga.

—Ustedes dos me están dando dolor de cabeza, —James dijo masajeando su sien—. Fred, ¿tienes whisky de fuego en el dormitorio?

—Siempre.

—Esa es nuestra señal, —dijo Ivy—. dejaremos que los dos adolescentes con hormonas alteradas actúen con calma y se emborrachen a la mitad del día. —Ivy terminó de darles la espalda a los dos Gryffindors.

—Cuida tu espalda, Lennon.