CAPÍTULO XXI

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A la mañana siguiente, Harry intentaba tomar su desayuno en el comedor real. Decir que tenía hambre era mentir, su tenedor solo picaba y picaba la comida en el plato sin llevarla a su boca.

Afortunadamente sus padres no estaban ahí, era día de cacería y se habían ido desde muy temprano. Así no podían regañarle por no comer como es debido.

No había visto a Niall, y se sentía tan mal por ello. El rubio siempre le acompañaba en esos ratos, incluso le invitaba a la mesa y ambos comían tranquilamente mientras recordaban sus anécdotas de la niñez o sus planes a futuro, cualquier tema era bienvenido cuando estaban juntos.

Por el momento, su única compañía eran los mosqueteros que escoltaban la puerta.

Louis no había querido preguntar nada. La noche anterior el príncipe no le dio acceso a su habitación cuando este se dispuso a darle las buenas noches, y claramente se sintió muy triste.

Quizá Harry había descubierto que no era lo suficiente para él, o lo había asustado. Diablos, ¿por qué se habían dejado llevar ante el deseo?

Él se encontraba en el mismo estado que el rizado, y aunque este lo observaba desde la puerta y le dedicaba pequeñas miradas acompañadas de sonrisas fugaces, eso no ayudaba en nada.

Sin embargo, Zayn los observaba discretamente a ambos, notaba la lejanía y la incomodidad que había en el comedor, no podía percibir el ambiente tan dulce que existía cuando esos dos se veían. Algo estaba pasando.

Esperaba que no fuese nada malo y solo especulaciones.

Minutos más tarde, la puerta del comedor se abrió con lentitud y los mosqueteros colocaron las manos en el mango de sus espadas. Hasta que vieron que se trataba de Niall, dejaron caer nuevamente sus brazos al costado.

El rubio les saludó con un débil susurro, y luego miró al príncipe, el cuál le observaba con melancolía. Avanzó lo necesario, hasta quedar frente a la gran mesa, sus manos las escondió en su espalda y denotó su incomodidad al tragar saliva.

"¿Podemos hablar?" Consultó, bajando la mirada al suelo.

"Si... con gusto." Respondió el príncipe, mostrándole el asiento vacío a un lado suyo.

Niall rodeo con rapidez el mesón, y cuando estuvo a un lado de Harry, este siguió observándolo de la misma forma. Tomó la silla, jalándola hacia afuera para poder sentarse.

"Uhm..." El consejero llevó sus ojos del rizado a los mosqueteros, y viceversa.

"Oh, claro." Murmuró Harry, está vez dirigiéndose a Louis y Zayn, ellos solo observaban la escena en completo silencio. "Caballeros, ¿podrían esperarnos fuera del comedor? Solo será un rato."

"Claro, su alteza." Se apresuró a contestar el pelinegro, buscando la mirada de Niall. En el instante en que ambas se toparon, Zayn le sonrió de lado y le guiñó un ojo, intentando hacerle saber que todo estaría bien.

A la par, Louis y Harry se miraron sin ningún gesto, el castaño no sabía que estaba pasando y su corazón se estaba haciendo chiquito ante la notable indiferencia de su príncipe. O ya no sabía si podía continuar llamándolo de esa forma.

Acataron la orden, y sin más, cruzaron la puerta hacia afuera, cerrándola detrás suyo.

Al final, Niall y Harry estaban solos, los dos se mantuvieron en silencio un rato. El príncipe seguía jugando con sus alimentos, y el consejero solo miraba el plato del menor.

"No has comido nada." Niall quería no preocuparse pero era imposible. "¿Por qué?"

"No tengo mucha hambre." Harry empujó con delicadeza su plato un poco lejos de él, y giró su cara hacia su mejor amigo. "¿Qué ocurre? ¿De qué querías hablar?"

El rubio también lo volteó a ver. "De manera directa y si rodeos... quiero pedirte una disculpa Harry. Mi actitud de ayer no fue la mejor y... creo que me meto demasiado en tu vida."

Los hombros del menor se relajaron, y su frente se arrugó cuando frunció el ceño.

"Tú vida se va a basar en eso Harold, en la toma de decisiones porque serás el rey de aquí, y como gobernante, tendrás que hacerlo de la mejor manera para garantizar el bienestar el pueblo y todos tendrán que confiar en ti..." Continuó, rascando su nuca mientras buscaba las palabras correctas. "Así como yo tengo que confiar en ti y en lo que haces, sé que ya no eres un niño, y que todos a veces te tratamos como tal. Pero solo quiero que sepas que todo lo que hago es porque me preocupas mucho, y te quiero cuidar siempre."

Los ojos verdes del rizado se cristalizaron, el cariño que le tenía a Niall era imposible de romper por una simple discusión o desacuerdo. Y ahora tenía mucha culpa, porque su mejor amigo también la estaba pasando mal por él.

"Perdóname Niall, yo no quise decir lo que dije..." Exclamó el ojiverde, tallando su propia nariz con su dedo índice. "Eres una gran persona y agradezco mucho que siempre estés conmigo... reaccionaste como cualquier persona lo habría hecho y tienes razón. Quizá no debo entregarlo todo sin ver más allá... pero me sentía muy débil, muy extraño tras la idea de perder a Louis... no debí de haber visto los expedientes contigo."

"Puede ser que haya influenciado un poco eso, quizá te sentiste vulnerable... pero lo hecho, hecho está, y si dices que todo está bien y no te arrepientes, supongo que es porque estás seguro de que lo quieres a él."

"Lo sé, pero aún así, quizá me aventuré mucho, no lo sé Ni... ¿Y si Louis no me quiere?" Bufó, tomando un poco del pollo en su platón y lo llevó a su boca. Niall ladeó una sonrisa ante eso.

"No puedes saberlo si no le preguntas, y como consejo, deberías hablar con él." Era gracioso estar repitiendo las palabras que Zayn le había dicho el día anterior. "Podrías comentarle como te sientes al respecto, la comunicación es importante."

"¿De verdad crees que estuvo mal lo que hicimos?" Susurró el príncipe, antes de tomar un sorbo de su vaso de jugo.

"No lo sé, es la primera vez que te gusta alguien." Bromeó, tomando un poco de la fruta fresca que Harry tenía en un tazón. "Yo tampoco sé de eso, pero me queda claro que ya no eres un bebé, mi querido amigo."

"¡Basta! Me dejé llevar... pero no, no me arrepiento, además, no fue más allá." Mencionó, sintiendo su rostro caliente por la vergüenza. "Además, yo sé que es él Ni, y no es que me aferre, pero si es él. Es mi persona, él indicado."

El consejero tenía que aceptarlo, hasta él pudo notar la tremenda conexión que ese par tuvo desde la primera vez, no creía mucho en el destino ni tampoco en la suerte pero sabía que por algo pasaban las cosas. Desde aquel día, el príncipe se veía más feliz, se notaba completo, protegido y tranquilo, tenía una chispa diferente.

"Te adoro Harold, de verdad... tú familia y tú son la mía también, agradezco mucho haberme colado aquí, aquel día." Sonrió, mostrando su dentadura y acomodando sus anteojos. "Discúlpame, siempre te apoyaré en lo que sea que decidas y te prometo solo cumplir con mi trabajo... a menos que tú me pidas una ayuda mayor."

Harry esbozó una sonrisa nostálgica. "Discúlpame tú también Ni, no debí decir esas cosas tan horribles que dije, no eres un maniático del control..." Hizo una pausa. "Bueno, no todo el tiempo."

Ambos amigos rieron por primera vez en el día, y se observaron por unos segundos. El príncipe se acercó al rubio y le abrazó con fuerza, sellando el pacto de amistad que por tantos años se había mantenido vigente.

Niall comprendió que Harry tenía derecho a experimentar, a equivocarse también y levantarse de esos errores. Pero de igual forma a disfrutar, a conocer y a vivir cosas que nunca había vivido. Y si era el momento, lo dejaría ser y se mantendría al pie del cañón por cualquier cosa.

Y Harry también entendió que su mejor amigo actuó como cualquier persona que lo aprecia, se preocupaba por él y estaba muy agradecido de tener una amistad como esa. Sabía que su consejero siempre estaría para él, pasara lo que pasara, que nunca lo dejaría solo y él tampoco le iba a abandonar.

Porque el rizado se imaginaba siendo el rey, con su rubio consejero a un lado suyo, toda la vida.

Luego de la plática y de un desayuno completo por parte de ambos, salieron del comedor, encontrándose con los mosqueteros. Estos se mantenían en postura firme, cerca de los guardias.

El príncipe carraspeó, llamando la atención de ambos. "Mhn, ya podemos irnos." Codeó en secreto al consejero.

"Claro, si. Eh... Zayn, ¿puedes acompañarme a... a..." El nerviosismo empezó a apoderarse del rubio, no se le ocurría nada.

"Con mis padres, si, tienen que ir con mamá." Completó el rizado, notando el alivio de Niall.

"¡Si! Tengo que ir con el rey y la reina a decirles algo importante, ¿podrías acompañarme?"

Zayn contuvo que las comisuras de sus labios se alzaran ante la mala coordinación de ambos chicos.

"Claro, Louis, acompaña a su majestad." Ordenó el pelinegro, para después empujar a su amigo hacia Harry. "En un momento nos vemos en la estancia, su alteza."

Harry inclinó su cabeza en agradecimiento y el castaño no opinó nada, solo aceptó, viendo a los otros dos muchachos alejarse por el pasillo. Ahora estaban solos, y de nuevo, la incomodidad de apoderó del momento.

"Vamos al jardín, Lou." Pidió, evitando verle mientras fingía buscar algo en el bolsillo de su bonita cazadora.

"Como desees."

Louis no quería sonar frío, era lo que menos estaba buscando, pero tenía que admitir que la actitud del príncipe le estaba sacando canas, sus pensamientos eran totalmente negativos y no sabía lo que iba a pasar de ahora en adelante.

Se lamentaba a cada paso que daba rumbo al jardín, lo más probable es que si lo hubiese asustado, que ya no quisiera saber nada de él, que lo mandara tres reinos lejos, o que le pidiera que lo cambiaran con sus padres o su hermana.

Quizá por eso Niall había ido con los reyes.

Cuando llegaron al jardín, permitió que Harry continuara su camino, y él, como la última vez que estuvieron ahí, se mantuvo unos pasos atrás.

Sintió la brisa del viento pegar en sus mejillas, y por un momento sintió paz y serenidad, estar ahí era sinónimo de tranquilidad.

El príncipe se agachó a tomar una margarita, y cuando la tuvo, caminó de regreso a Louis. Este trato de mantenerse calmado cuando notó que el rizado venía hacia él.

Estando frente a frente, se miraron. Y todo lo demás desapareció.

"Me quiere..." Murmuró Harry, arrancando uno de los pétalos de la flor. Acto seguido, la extendió hacia el mosquetero.

"Me quiere aún más." Susurró Louis, quitando otro de los pétalos.

"Me quiere." Y uno más fue retirado por el ojiverde.

Así continuaron, uno a uno, hasta dejar la flor completamente limpia, con un solo pétalo en ella, esperando ser removido del cáliz. Era turno de Louis.

"Me quiere aún más..." El castaño por fin lo había quitado, y sonrió enternecido. "¿Es cierto?"

"No puedo mentirte." Harry dejó caer el resto de la flor al suelo, e infló su pecho antes de continuar. "La flor no miente."

"¿Por qué no me dejaste verte ayer?" El ojiazul quería conocer la razón.

"Discutí con Niall... y no tenía ganas de hablar con nadie, lo siento." El príncipe mordió su labio con delicadeza. "Louis, sobre lo que pasó..."

"Perdóname Harry, si te hice sentir incómodo, si te hice sentir mal, si no te gustó, antes de que digas algo, perdóname. Prometo no volver a tocarte, me dejé llevar y yo no quiero que pienses que... que solo me interesa eso." No había permitido hablar al príncipe, Louis sintió todo su mundo removerse ante la idea del rechazo.

"Cálmate Louis, no es nada de eso." El menor, colocó su mano en la mejilla ajena, dejando una suave caricia ahí. "¿Te arrepientes?"

"Nunca lo haría."

"Entonces no hay de que preocuparse... solo, quiero hablar contigo de algo importante." Suspiró, antes de mirar alrededor de ellos, asegurándose que nadie estuviera a cerca.

"Dime lo que sea, yo estoy aquí para escucharte."

El corazón del príncipe se emocionó, bombeando con rapidez ante la actitud tan cálida de su mosquetero.

"Espero no te molestes con Niall o conmigo... no planeaba decirte, pero dadas las circunstancias, es mejor que lo sepas. Ese día, yo me sentía extraño por una razón, me sentía vulnerable y quizá por eso... bueno, quizá por eso me volví tan descarado." Se río con pena, ante la mirada divertida de Louis. "Bueno, el caso es, que mi consejero tuvo la osadía de pedir s-sus expedientes como mosqueteros..."

El rostro del mayor palideció al instante, eliminando todo rastro de felicidad.

"¿Por qué hizo eso?"

"Ehm, Niall es un poco exagerado y quería saber quienes estaban sirviendo a la familia real. Te pido una disculpa por eso, no fue con mala intención, te lo prometo."

Louis ahora estaba preocupado, no enojado, ni decepcionado... si no preocupado en demasía.

"¿Y qué viste que te tenía así?" Interrogó, tratando de sonar lo más normal posible, no planeaba exponerse él solo.

"Uhm, sus fichas estaban completas, pero me inquietó algo que venía al final de la tuya. Me dio miedo, y Niall estaba igual de intranquilo que yo."

"¿A-a qué te refieres?"

"Pues... ¿Por qué firmaste una responsiva ante cualquier suceso... desafortunado? Y peor aún, ¿por qué aceptaste hacerte cargo de Liam y Zayn en caso de algún problema?"

Los ojos del mosquetero casi se salen de sus cuencas por la manera en que los abrió, al oír lo que su príncipe estaba diciendo.

¿Qué?

¡Hola!♡

Acá les dejo el capítulo 21, llegamos a 1k de votos. 😭 Muchas gracias por el apoyo, en serio, no tengo palabras.♡

Nos vemos mañanaaa, no me odien por dejarles así, jiji. Les amo.

-María Tommo.

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