Quizás esperaba demasiado, porque lejos del drama divertido como las novelas que veía Alfred solo vio cómo (...) se quedaba callada, sin decir nada a nadie, mucho menos a Conner quien era su persona de interés.

Zatanna y él habían terminado hace un tiempo ya, diferentes puntos de vista, qué deciros, lo mejor era quedarse solo con los recuerdos de su historia juntos, en esos momentos, se estaba viendo más con Bárbara, no pudiendo olvidar el gran beso que le dio el mismo día de su cumpleaños número 15.

Antes de darse cuenta, ya estaba frecuentando aun más a (...), ya no por simple recuerdo de sus escasos días juntos durante la infancia entre sus 8 o 9 años, ahora estaba más que divertido de verla avergonzada.

-Te lo digo, me sorprende que con 15 años apenas cumplidos tengas más vida sexual que yo -ni abría bien la boca para hablar, pero su cuello estaba rojizo- digo, ¿es que acaso no es ilegal meterse con un menor?

-Tú ya tienes 17, ¿Qué te avergüenza? -lo decía con toda la intención de molestarla, sabiendo que ella, por evidencias demasiado notorias, que ella nunca había estado con un hombre, guiándose por sus reacciones ante ciertos relatos de su intimidad, parecidas a los chicos de la academia de gótica que veían una revista por no por primera vez; pero debía admitir que a ella nunca le contó los verdaderos actos en sí, más bien eran historias fabricadas por su loca mente adolescente.

Se reía con soltura cada vez que iniciaba a hablar y luego se callaba antes de llegar al punto clave, rompiendo la burbuja de expectación que había creado en (...), burlándose cuando ella, roja de vergüenza, despertaba de aquel sueño húmedo en plena conciencia.

-¡Maldito loco! -le gritaba mientras le lanzaba una de sus almohadas a la cara, tenía la suficiente experiencia como para esquivar esos ataques pero prefería recibirlos para que ella sintiera su venganza completada y no llegará al plan de privarlo de su increíble compañía o de sus increíbles manjares como ya había hecho con anterioridad, aunque al final le solía robar una o dos galletas sin que ella se diera cuenta y terminaba por hacerla hablar pinchando un poco su paciencia, recibiendo respuesta a partir de gritos exasperados.

(...) se había dejado caer en su cama, diciendo que ya se estaba cansando de sus tomadas de pelo, su mirada se dirigió casi sin notarlo a su silueta mientras estaba echada, lejos de los cánones de belleza establecidos, también de los propios.

Era una chica exageradamente normal, lejos de la bella y esbelta figura de todas las mujeres que se había rodeado a lo largo de su vida que iban desde mujeres millonarias con cuerpos pagados hasta las mismas heroínas, se preguntaba si ella sintiese si cabía en ese mundo o no, Dick sabía que a pesar de no tener poderes al igual que su mentor aun podía hacerse camino por las fuertes corrientes de la vida, (...), si no hubiese sido por Tornado Rojo, sería una persona más en el montón de personas que ellos tanto se esmeraban en proteger.

Cuando salía de su habitación una vez notó que se quedó dormida sin ningún anuncio anterior antes de quedar frita sobre su cama, en el camino se cruzó con Superboy, no se sorprendió y tampoco pensó en decirle que (...) estaba dormida, porque, lejos de darle diversión el imaginársela despertar asustada por la aparición de su compañero, ella casi sentiría su presencia antes de llegar a la puerta o Superboy la despertaría con unas cuantas palabras para que ella se estire con toda calma.

¿Cómo lo sabía? Lo había visto muchas veces, porque en muchas de esas veces (...) se quedaba dormida, por la mala costumbre de jugar hasta tarde con sus robots o con diferentes videojuegos, en esos momentos el chico con la S en el pecho aparecía y se sentaba en el colchón a un lado de ella siendo ese su señal para irse, siendo completamente extraño a ese ambiente que ese par se creaba en cuanto ella decía "SB" con voz adormilada.

Aun se preguntaba cómo es que esos dos no terminaron juntos, pero luego se auto contestaba que era porque Superboy quería mucho a Megan, y (...) quería mucho a estos dos como para querer meterse entre ellos.

Tiempo después de su pelea con Batman y de haber terminado su corta relación con Bárbara, porque decidieron que ya no podían seguir como pareja siendo que eran prácticamente alumna y maestro; su vista volvió a concentrarse en (...) cuando la notó tan extrañamente cercana a su arisco nuevo hermano menor, claro, primero era porque Richard estaba prácticamente a cargo del menor, perdiendo su rastro por un minuto y reencontrando su presencia en el laboratorio que (...) se había montado en el Monte Justicia, casi rompiendo todo lo que estaba a su paso de adolescente destructivo con problemas paternos, siendo seguido de (...) que le pedía que se detuviera.

Fue un gran problema, hasta le prometió a su amiga darle partes de las empresas Wayne para tratar de pagar los desastres.

-Tantas noches en vela y manos rostizadas por el fundidor de entradas y salidas de circuitos por nada -se lamentaba, haciendo memo de darle un castigo a Jason ni bien regresen a casa.

Curiosamente, después de ese altercado, ese par empezó a llevarse increíblemente bien, entonces vio que si es que Superboy estaba en el primer lugar de la lista de "chicos importantes en mi vida" de (...), ahora Jason lo había prácticamente pateado fuera del segundo lugar en el que se consideraba, casi pisando los talones de Superboy por el primer lugar, pero ni siquiera él aspiraba a tanto.

Estaba más que seguro que nadie podría superar a su "SB".

Entonces, un día, a pesar de sus propias convicciones, trató de llegar a ese primer puesto con un movimiento quizás demasiado osado, iba enviado por Batman en un reconocimiento del área neutral a la que podía llevar el teletransportador, siendo él el primero en poner pie antes de que lo hiciera un robot de reconocimiento de (...), dirigiéndose a toda velocidad entre los arbustos de raro aspecto para revisar si no había ningún peligro para ella.

Era la primera vez que la sacaban del monte justicia para una misión, casi sin nada de acción u otra cosa de gran relevancia de super héroes, pero era una misión al fin y al cabo y eso parecía bastarle para mirar de un lado a otro, emocionada, haciéndole recordar que en su primer día como Robin estaba igual, pero ahora era Nightwing, se recordaba, mientras la veía ir de un lado a otro y él hacia el trabajo de marcar la zona como visitada y registrada para un futuro cercano.

-Esto es tan curioso, ¿Cómo es que podemos respirar este aire?

-Este aire es parecido al de la tierra, aunque una exposición mayor podría crear mareos -le explicó calmada mente, viéndola tomar una planta que parecía ser algún tipo de fruto- ¿de dónde sacaste eso? -rió al ver que en menos de dos segundos ella, tan emocionada como estaba, ya se había hecho con cosas diferentes para verlas.

-No lo sé, solo acaba de caer aquí y-

Ella no lo vio, pero él sí, el fruto se abrió cómo una flor y saltó sobre ella, (...), de espaldas a la cosa por haberle respondido, no vio lo que acontecía, pero en cuanto volteó, a pesar de no ver su expresión, supo por la forma que trató de ir para atrás que ella estuvo por gritar y lanzarse de ser necesario pero no reaccionó a tiempo.

No fue lo suficientemente rápido para actuar a tiempo en cuanto vio que esa cosa saltaba, mucho menos lo más fuerte para quitárselo de encima mientras ella gritaba sofocada debajo de la masa negra y roja de esa cosa que se había situado en su

Antes de darse cuenta, ya estaba dentro de ella, pasando por su piel, mientras le gritaba por ayuda, por piedad, que le quemaba, que le dolía, que por favor lo detuviera, mientras sus huesos sonaban y la sangre brotaba por donde la masa negra se abría camino, apenas pudo dar la alerta de ataque y solo pudo esperar por ayuda mientras ella casi le destruye los brazos con esas uñas anormales.

Kaldur fue el primero en aparecer, ayudando a que lo suelte, diciendo cosas en Atlante, quizás maldecir a la situación, teniendo que electrocutar la para que perdiese la conciencia.

-¡¿Qué es lo que ocurrió aquí?! -quiso saber en cuanto la masa de carne y hueso que aún se movía cayó al suelo, siendo que era (...) pero Nightwing se negaba a creerlo.

-No lo sé, ¡no lo sé! - fue lo que pudo decir de su parte.

-¡(...)! ¡dime que puedes entenderme! -dejó ver de nuevo su rostro, reconstruyendo lo roto- eso es, mírame, no te alejes de nosotros -poco a poco volvió a la normalidad hasta que de nuevo empezó su frenesí.

Uno por uno fueron llegando, uno por uno la tuvieron que sujetar, uno por uno tuvieron que esperar por el veredicto de los miembros de la liga para saber qué harían con ella.

Y aun cuando la dejaron regresar, sabía que tenía que hablar con Batman, porque algo ahí no le cuadraba.

-¿Qué es esa cosa?

-Los linternas creen que es un parásito de un sector aledaño que fue recientemente infectado -su voz, sin emociones como siempre, no le causa una buena idea de lo que está ocurriendo- es joven, no causará ningún problema.

-¿Y cuándo crezca? -no quería oírlo, pero sabía que tenía que saberlo.

-Todo dependerá de (...), si puede, se mantendrán así, si no, se la comerá.

¿Qué clase de resolución era esa? Eso quiso preguntarle, pero no pudo, por un momento, lo entendió mientras veía a Tornado Rojo abrazar a (...) cuando ella ya se hubo levantado, por más que ellos fueron los grandes protectores no podían decidir tan libremente sobre la vida de alguien, menos cuando era alguien que conocían desde que era una niña, no cuando era la hija de uno de ellos.

Solo quedaba esperar y ver si ella lo lograba, no queriendo decirle porque podría terminar en el peor de los escenarios por el rechazo al parásito.

-¿Acaso no es cool? -le preguntó mientras los músculos de su brazo se transformaban en una cuchilla gigante en el término de los mismo, lo movió de un lado a otro, mirando lo fácil que le era manipular de a pocos sus nuevos poderes.

-Perturbador, en cierto grado, pero sí, es muy cool -admitió mientras tomaba un bastón de escrima, calculando como buscar algún punto ciego en el mejorado cuerpo de la chica.

Ya iban algunos días entrenando juntos, quizás no fue lo más sensato pedirle que practique solo con él y que dejase de lado a Superboy, que ahora tenía el nombre de Conner, pero ya se había hartado de verlos vagando tanto en lo que esos dos sentían y en lo que no se decían, entonces, como el buen amigo que era, iba a hacer que se tomasen un descanso uno del otro, quizás no era la mejor opción de ofrecerse como ofrenda humana ya que Conner podía recibir los ataques nuevos de (...) sin ningún daño y también podía aguantar los deslices de sus habilidades, se sentía lo suficientemente confiado cada que lograba esquivar las cuchillas dentadas y eso trataba de hacer él también, aprendiendo poco a poco cual era el tiempo de respuesta y ataque, con un conocimiento cada vez mayor de sus habilidades como que se demoraba unos 7 segundos en regenerar una nueva cuchilla o miembro extra.

Hace algunos meses, cuando Jason había muerto ejerciendo como Robin, (...) quedó devastada al igual que él, Dick se esforzó bastante por salir del hoyo de la pérdida y pudo sobrellevarlo mas no olvidarlo, tomando el cargo y la elección de quedarse con (...) en lo que ella también se mantenía en su luto, fue algo increíble que aunque él se quedó con ella todo ese tiempo, hablando y sanando heridas entre ambos, solo bastaba que Conner se apareciera con una excusa ridícula para sacarla del mismo hoyo en el cual se mantuvieron ambos.

Conner siempre iba a estar adelante y el recuerdo de Jason había sido guardado con cariño entre sus memorias, estaba seguro de eso.

Pero de ahí a saber como es que terminó besándose con (...) entre su práctica de entrenamiento, pues, vaya uno a saber, mientras la tomaba de atrás de su cabeza para acercarla más, sintiendo que se había quedado prácticamente tiesa después de su primer contacto visual a menos de unos centímetros, prácticamente tenía los labios hacia adentro, no sabía si eran por los nervios o una técnica de auto preservación de su castidad, pero se las arregló para que despierte de su ataque de nervios yle regrese el beso después de una buena insistencia; para cuando la dejó ir dio un gran suspiró y tuvo que moverla de un hombro cuando ella volvió a quedarse tiesa.

-Vamos, respira princesa -hizo caso a medias, generando algo parecido a agallas en su cuello que se movieron y justo después ella dejó ir una gran exhalación a la par que él se reía mientras tomaba asiento a un lado de (...), que al haberle fallado las piernas terminó en el suelo porque estas prácticamente parecía que no tenían huesos.

No había mejor descripción gráfica para su expresión y condición de "pez fuera del agua".

-Eso fue, ¡eso fue! -exageró su sentir con sus manos, haciendo movimientos casi frenéticos mientras su cara se hacía cada vez más roja.

-Fue sorprendente, ¿no? -apoyó su frente contra su hombro, sonriendo en cuanto se escondió por completo y la sintió llevar su mano a sus cabellos, quizás en un intento de aliviar tantas emociones en tan pocos minutos- estoy pensando en una cena en ese restaurante de comida fusión que tanto te gusta -hizo memoria de sus conversaciones, recordando lo fascinada que se veía cuando hablaba de ese nuevo lugar al que había ido- ¿Qué dices?

-No creo que, es decir, Nightwing, ¿Cómo es que nos veremos si ni siquiera sé...? -era obvio lo que quería decir, se dejó ver, sonriendo.

-Verás, no iremos como Nightwing y Fury -ante su obvia expresión de "me estas jodiendo" casi se le sale una carcajada- iremos como Richard y (...), ¿Qué te parece eso? -esa era su manera de decirle entre líneas si quería ir a una cita y posteriormente a decirle si quería ser su novia.

Ella tuvo un ataque de furia, gritando incontables veces que sabía que era él y recriminándole por no haberle dicho antes cuando él ya la conocía a ella como (...), mas no se negó a ir y menos se negó a aceptar ser su pareja diciendo ese supestamente calmado "claro" como quien no quiere la cosa.

Trataba de ir en serio con ella, se lo había comentado a Wally después de que este no lo dejase tranquilo tras verlo abrazar a (...) por detrás mientras ella trataba de no volarse una mano mientras cortaba frutas para decorar un pastel que estaba haciendo, de eso ya se había tenido que remarcar que cero muestras de afecto frente al equipo, o arreglárselas para ser más discreto, pero ya era obvio saber que le había hecho algo a (...) porque no había forma de parar su enrojecimiento masivo y sus nervios que la dejaban hecha piedra.

Su relación iba bien, le gustaba su manera de ser y de ver el mundo, y, antes de pensarlo dos veces y con poco tiempo de novios, pero con el calor del momento después de que ella lo besó por iniciativa propia, dejó ir la bomba.

-¿Quieres mudarte conmigo?