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Aún recuerda ese día, el como ambos durmieron por su lado en cuanto la noche llegó, por primera vez no habían llamadas, no habían emergencias ni ataques de ningún tipo.

Pudieron haberlo pasado de lo lindo, y aunque (...) trataba de llevar las cosas como si volviesen a ser amigos, a Dick le costó un poco más.

El cambio, al final, les dio más duro de lo que hubieran esperado, y al poco tiempo ese "tomemos un descanso" se convirtió en un "terminemos por lo sano".

Y ambos quisieron aparentar que lo llevaban de lo mejor.

Aunque Dick sí se sentía bien.

Perfectamente, no era la primera vez que terminaba con alguien por mutuo acuerdo y por el bien de ambas partes.

Se sentía completamente bien y sabía que ella también lo estaba.

Vale, por fin aceptaba que el rompimiento con (...) le había dado más duro de lo que imaginaba cuando un maldito lunático de ciudad gótica casi le vuela la cabeza de un balazo por perder su enfoque, pensando en que en cuanto regresase a su apartamento no podría pedir una cena para dos para cuando ella llegase del final de sus clases nocturnas en los jueves, tal como ese día.

Porque ya hace tres días ella había empacado sus cosas y se había ido, dándole un abrazo y diciéndole que obtendría algo mucho mejor, ¿Qué tan descorazonada podía ser para decirle eso? No sólo con él, sino que también consigo misma, por un momento casi se olvidaron que hace dos días habían terminado y por poco se dieron un beso en la puerta después de ese abrazo, rememorando las veces que ella o él viajaban, confundiéndose con imágenes del pasado desentrañadas por las maletas, ambos se dieron cuenta de su metida de pata casi al mismo tiempo, (...) sonrió incómoda, roja en las orejas.

-Disculpa -mencionó mientras tomaba el asa de la maleta, mirando a cualquier parte tratando de distraerse y casi buscando una ruta de escape rápido.

-No, esta bien -era curioso que aún tuvieran esa cercanía, trabajaron tanto en ella, pero ahora debían simplemente matarla de un solo tajo- no te preocupes -así como no se dieron cuenta que se iban a besar hasta hace unos segundos, tampoco se dieron cuenta que la mano de (...) estaba siendo sujetada por la mano de Dick.

Habían avanzado tanto y ahora sólo debían dejar ir todo.

Dejó al loco atado con unas esposas en el sendero regular de la patrulla para que lo encontrasen, luego se hizo camino a su propio lugar.

Antes, al menos, tenía un aire de familiaridad mayor al recordado.

Fueron días antes de volver a encontrarse de nuevo, en Puerto feliz, en sus ropas de civil, (...) salía de una tienda del pueblo y con una bolsa de tela colgando de su hombro llena de alimentos y otra de papel entre sus brazos.

- Hey -fue lo que dijo ella al por fin notarlo en su campo de visión, parecía verse bien, quizás demasiado bien, con esa linda capucha sobre su cabeza.

Era obvio decir que no esperaba, ni quería, verla como esas chicas que piensan que es el fin del mundo cuando terminan con sus parejas, lo más probable es que no supiera cómo tratar con ella si es que llegaban a ese punto.

Iniciaron la conversación de una manera algo mecánica, como si fuera un libro de texto.

El típico "hola, ¿cómo te va?", o "yo muy bien, ¿y tú?".

Quizás hubieran seguido así hasta que no pudo soportarlo más y terminó por reírse a carcajadas, (...) se le quedó mirando, quizás no entendía su repentino arrebato o puede que se sintiese burlada, pero luego solo le sonrió antes de colgarse de su brazo.

- No te había escuchado reír así desde hace mucho -ahora entendía que su sonrisa era una muy relajada, bastante tranquila, lejos de una risa fingida que trataba de bajar la tensión del momento en su pequeño arrebato, tomando impulso para llegar a su cuello y enlazar sus brazos ahí, le quitó balance pero se las arregló para llevarla así por un rato antes de que ella se reacomodase sobre su espalda.

La había acompañado de nuevo a ese lugar, a esa habitación que ya se conocía como palma de su mano, aún faltaban unos detalles de la decoración que se mantenían en las cajas sin abrir, se hubiese quedado a ayudarla a ordenar, pero quien ya estaba ahí era Conner, no se sorprendió en realidad, Conner seguía viviendo ahí más tiempo del que pasaba con la familia Kent en su granja, de paso, casi todos sabían que las cosas entre él y Megan estaban raras.

Y de nuevo volvió a pensar que esos dos se veían bien juntos mientras sacaban libros de la caja más grande, se movían en equipo y cuando buscaban algo el otro se lo daba, fueron apenas unos minutos y aunque (...) le dijo que se quedase para cenar con ellos tuvo que rechazar la propuesta, quizás por fin le hizo entender lo que pensaba porque la vio poner una cara confundida antes de voltear a donde miraba y ver a Conner, regresando su mirada a él sin comprender hasta llegar a verse exaltada tras entender la situación que su ex pareja se había hecho, sin embargo decidió que lo mejor era no tocar el tema de momento, siendo que el hecho de que su ruptura aun permanecía reciente y sabía que debían tener su espacio.

Aun si ella quería hablar de ello en ese mismo momento, no iba a presionarlo para que él también quisiera hacerlo.

Y Dick agradecía que le diera su tiempo para penar antes de decirle que su relación, que iba tan, tan bien, se fue a la basura porque él no pudo encontrar la forma de poner sobre la mesa el hecho que él sabía que ella gustó de Conner y, de paso, que pudiera seguir sintiéndose así porque temía que le abriría los ojos y volvería a pensar en ello.

Irónica la vida es, porque terminaron de la misma forma.

- Lo comprendo -había dicho cuando lo acompañó al transportador, dándole una ligera sonrisa que devolvió aun sin decir nada, sintiéndose algo mal porque no se despidió de su amigo, aunque en ese momento de verdad que no tenía las ganas de verlo.

Querían darse tiempo, tener cada uno su espacio hasta que estuvieran listos para hablar de los problemas, pero en una vida como la de ellos, las cosas más terribles pasan aunque no lo quieras así.

Cuando (...) había llegado al lugar de los hechos se encontró con lo inevitable, la imagen de Garth llorando con el cuerpo inerte de Tula en brazos era suficiente para saber que habían perdido, no ayudó el hecho de que poco después Kaldur dejase el equipo con destino desconocido, siendo aún peor al verlo regresar como un enemigo.

Quizá fue parte del plan, y mente maestra al fin y al cabo, pero fue difícil el tolerar verla tan devastada enfrente de la imagen de Artemisa, llorando junto a Megan hasta que estuvieron cansadas, sintiendo la pérdida de su amiga al igual que pareció volver a abrirse la herida que dejó la pérdida de Jason y Tula una vez más, sabía como era (...), fan de los héroes que en su niñez aseguraba que los veía como deidades, teniéndolos en un pedestal de oro sin que se le cruzase por la cabeza que sufrieran agravios o que murieran jóvenes, parecía que esto había tocado una fibra sensible en ella, quien ahora se negaba a alejarse del Monte Justicia más de unos metros, se mantenía cerca de los nuevos, haciendo un énfasis en tratar de encargarse de Bart y Garfield junto a sus nuevas habilidades, tomando distancia de Jaime para evitar problemas con sus parásitos, él juraba que, durante el ataque planeado, ella estaría con Conner, Garfield o Bart, pero en esa ocasión él estaba con el último y con Jaime en el mismo lugar.

El plan salía mal, casi al borde el desastre cuando se dio cuenta que (...) no había sido atrapada por el equipo por Kaldur, para cuando recobró la conciencia estaba siendo llevado por Duncan a la orilla, la esfera lo había salvado a él, Conner y Lobo tal y como iba el plan, pero allí faltaba (...), a quien no vio cerca.

El Monte Justicia fue destruido, él sabía por qué, recuerda que la sensación tibia de su sangre abandonó su cuerpo cuando no vio a (...) donde se suponía debía estar, apenas llegando a la costa la vio salir, cubierta en la materia oscura que parecían rocas, haciéndose su camino fuera de la destrucción apenas y arrastrándose, sufrió gran daño físico y supo que algo no estaba bien en ella cuando sólo se sentó a ver el desastre tratando de recuperar el aliento al igual que la masa del parásito parecía haber duplicado su tamaño exponencialmente, no tuvo el valor para ir a alejarla de la zona de la explosión, quien lo hizo fue Conner, diciéndole que debían irse mientras él agradecía en silencio que el parásito pudo aguantar la explosión y tener la fuerza para sacarla de entre los escombros mientras seguía con su mirada ida y asustada, totalmente en shock y sin la fuerza para moverse, sus manos, transformadas en garras, temblando del miedo de casi haber muerto, la garras en u brazo izquierdo cayendo como pedazos de piedra.

En ese momento, dudó en seguir, pero se dijo que era por el bien de la misión, aun cuando ella casi termina muerta, pero no lo hizo, fue todo lo que necesitó para tratar de continuar, diciéndose que todo eso era necesario, aun con los reclamos de Wally sobre la seguridad de Artemisa, también repetía en su cabeza que ese mismo día (...) pudo terminar muerta por todo esto, que también pudo haberla perdido, que se pusiera a pensar que así como el temía perder a Artemisa, él ya había sufrido el miedo de la pérdida en un grado aún mayor y como espectador en primera fila, pero no le dijo palabra, decidió quedarse callado porque si hubiera otra persona más orquestando esto también se hubiera puesto histérico tras escuchar que (...) casi muere, hubiera golpeado a esa persona sin dudarlo un segundo tras regresar en onde ella se estaba recuperando y recibir la noticia que tuvieron que retirar el brazo derecho de (...) por el daño del tejido tras la explosión, importándole poco que el parásito pudiese reconstruir su brazo.

- ¿Sabes? -le había preguntado en esa ocasión, (...) había volteado a verlo con curiosidad, estaban en la cale, en plena tarde, ella pudo salir temprano debido a que su clase fue cancelada, la tenía para él por lo que quedase del día o hasta que los contacten- hay unos puestos de venta nocturna cerca, deberían abrir pronto.

Si bien no le entendió al inicio, pudo entenderlo cuando notaron lo pequeños puestos dispersos en una zona comercial de un parque, las luces amarillas de lo faroles y la vivacidad daban un punto vivo en Gotham por una vez al menos; puestos de comida, de bisutería, de adornos y entre otros, (...) fue rápida para ir a los puestos de venta de verduras y lo e comida, comprando vegetales frescos de esa mañana para la semana entera, hablando sobre hacer una receta que conocía hace mucho pero por falta de tiempo nunca podía encontrar todos los ingredientes, impresionando a alguno transeúntes que salieran con tantas bolsas de tela llenas en brazos, recuerda haber dicho que podría llevarlas por ella, supo que se iba a negar, pero igualmente quería intentarlo, sólo recibiendo las que tenías en su brazo derecho para luego colgarse a su brazo, manteniéndolo cerca y refugiándose ambos del frío que ya empezaba a sentirse.

Pero no sabía cómo podía recordar eso en el momento en que estaba frente a la puerta en donde (...) se estaba recuperando, terminando por dar un paso atrás mientras aún miraba consternado la puerta, lo único que le separaba, pero implemente no podía dar más antes de dar media vuelta y marcharse. 

Trató de acercarse a ella tras ello, pero sería lo mismo que seguir mintiéndole en la cara, (...) ya no era como antes, sus sentidos se habían hecho aún más agudos, ella se daría cuenta y no se sorprendería si trataba de matarlo en cuanto se enterase.

Tal y como predijo, cuando la verdad salió a la luz, ella lo mandó a volar de un buen puñetazo.

Poco faltaba para que quisiera destriparlo vivo si no fuera por la situación en manos o porque Conner la atrapó a tiempo antes de que se tirase sobre él.

Grande fue su sorpresa al no verla más de 5 minutos en el funeral de Wally, apenas la vio despedirse del féretro vacío ante de irse, no habló con nadie, no miró a los ojos a nadie, si no fuera porque notó su presencia tras mirarla por un minuto juraría que ella ni estaba ahí por lo rápido que se fue después.

Ya no la veía seguido, decidió tomar un tiempo lejos de todo el equipo, maldición, ni siquiera sabía en donde estaba ella, no sabía en qué estaba pensando al prácticamente desaparecer de esa forma, no sabía qué estaba haciendo fuera del ámbito escolar o si le iba bien de forma general.

Deseaba volver al pasado, algo bastante patético, la verdad, pero prefería saber que al ir a su cuarto la vería ahí, sentada, ya sea en su cama o en su silla de escritorio, no le importaba si era el tiempo cuando obtuvo sus poderes y la encontraba haciendo flexiones pegada al techo o simplemente la (...) normal que a veces no lo dejaba dormir por el constante sonido de tuercas ajustándose o circuitos siendo conectados.

Extrañaba esos tiempos, no eran fáciles, pero eran queridos, recuerda que en ese tiempo, ella solía decir algo de su estatura, pero él le devolvía el golpe diciendo que al menos él tendría la oportunidad de crecer a diferencia de ella.

- Pues date prisa, Robin, a este paso sigues siendo el más bajito del equipo -estaba tirado en su cama, lo recuerda bien, era cómoda, el colchón se hundía bajo su peso, el techo estaba lleno de estrellas de plástico que brillaban en la oscuridad, estaba jugando con el cubo Rubik que ella dejaba en una esquina de su cuarto acumulando polvo, ese día (...) estaba más ocupada, con una inspiración de media noche, pensando en mejorar la contraparte humanizada de Tornado Rojo para así poder ir al cine como padre e hija.

Recuerda que estaba aburrido tras resolver el cubo por décima vez, suspirando mientras dejaba sus brazo caer a sus lados, desde su lugar veía perfectamente como ella estaba sentada, encorvada sobre el teclado en su escritorio, tecleaba como loca, sus dedos no se detenían, le llegaba a sorprender que ella continuase con ese código que estaba diseñando sin mirar cómo iba, confiaba en su propia habilidad, se llegó a preguntar si ella se daba cuenta que sus dígitos estaban tomando ya un color rojizo por el contante contacto con las teclas.

De vez en cuando, cuando pensaba que a ella ya le saldría humo de los dedos y cuando volvía a resolver el cubo, se estiraba un poco, cubo en mano, con dos de sus dedos tomaba un poco de la tela de su ropa, a la altura de su hombro, llamando su atención durante, al menos, un momento, (...) ni volteaba, sólo se erguía un poco, dejando de tipear por un momento mínimo mientras daba vueltas al cubo antes de tendérselo de nuevo.

Aunque en toda esa tarde no le hizo ningún caso además de ese, le gustaba lo tranquilo que fue.

Lo normal que se sintió.

No podía evitar pensarlo, pero (...) era como un Rubik.

Tenía muchos colores, muchas formas de expresarse, quizás demasiados problemas existenciales que eran más fáciles para él resolver que para ella, que se seguía creando nuevos con el tiempo, prefiriendo concentrarse en otras cosas sobre su verdadero problema actual, sorprendiéndolo con las formas en que resolvía sus problemas sólo para crearse otros, mezclando sus colores y confundiéndolo ya que a sus ojos era tan simple, sólo debía poner todos lo colores junto, pero parecía que ella veía algo distintivo en sus colores mezclados.

En ocasiones no podía entenderla, por más que quisiera n llegaba a entenderla del todo.

Por ejemplo, no se esperó verla tras, bueno, casi más de un año, aunque quizás debió verlo venir cuando decidió reclutar a Superboy para la investigación de los Meta humanos, había cambiado, o al menos eso creía, todo el día estaba con el parásito fuera, cubriéndola por completo dando un aspecto más de película de terror que de héroe encubierto, se veía extraño, como un traje negro con capucha, una capucha con ojos que parpadeaban, se vio tentado a hacer algún comentario sobre ello para liberar la tensión entre ellos, tan evidente que hasta Rayo Negro quiso decir algo, pero él lo detuvo, sabía que era una mala idea porque (...) ni siquiera aguantaba estar cerca de él, los continuos siseos se lo dejaban en claro en cuanto entraba en el campo de visión de la capucha.

Al menos, las cosas se fueron calmando conforme volvían a frecuentar en los mismos lugares, (...) lo dejaría acercarse con tal de que hubiese la presencia de otros, principalmente de Conner o Megan.

- Barb me dijo que contestes sus llamadas -sus palabras le tomaron por sorpresa, no solía hablarle, no por propia iniciativa, al menos lo hacía si es que él empezaba con la conversación, aunque si era sincero hubiese querido que le dijese algo más que eso, quizás un intento incómodo para hablar del clima como él siempre hacía- tiene nueva información.

Tal parece ser que Barbara, o Barb como le decía ahora (...), y que pensaba que él era el único en llamar así a su actual pareja, también era una un puente comunicativo o un tópico de conversación en común entre ellos dos, por más que fuera para darle un recordatorio de parte de su novia.

Aunque era raro que eso viniera de su ex novia, ojalá tuviera a Wally para poder hablar sobre esto.

Deseo tener a Wally para darle algún consejo, poder escuchar qué podría decirle sobre lo que estaba pasando, que empezaba a volver a ser cercano a (...) cuando pensó que nunca más lo dejaría ni pararse frente a ella, que ella estaba bien y que las coas parecían mejorar en más de sentido.

Poder entender por qué en las noticias te marcaban como asesina y La Liga mandaba una reunión inmediata mientras él apenas entendía lo que pasaba cuando Halo llamaba preocupada porque (...) se había perdido en una misión y había asesinado a alguien, no sabía qué pensar cuando ella fue retirada de la lista de lo héroes antes de volver a desaparecer sin siquiera decirle a alguien a donde estaba dirigiéndose o cual era su plan ahora, ¿Qué es lo que iba a hacer? La repuesta que obtuvo no fue la mejor al seguir escuchando reportes de asesinato en su propia ciudad, le tardó un poco más encontrarla, tal y como Conner le dijo, (...) había cambiado, ella y esa... esa cosa le había lavado el cerebro, estaba seguro, no había otra forma que ella hiciera esas cosas, entender que sí era ella le ayudó a tratar de buscar una forma de ayudarla, lográndolo a partir de un suero experimental que pudiera contener su hambre y pudiera parar la masacre.

Seguir su rastro fue difícil, y aun cuando quería ser él quien hablase con ella sabía que Conner era la mejor opción para volver a atraerla, pero Conner regresó a la Bionave destrozado, apenas dando señales de vida mientras se aferraba a Megan tras dar la noticia que no quería creerse.

Como cuando le comentó que no tenía mucha sensibilidad en el brazo derecho tras encontrarse con ella brevemente, antes de exponer la verdad de lo que realmente pasó en el Monte Justicia y tras ella estar lo más recuperada posible, no quería creer que él le había hecho esto mientras tomaba su mano en la suya, ella le dijo que estaba bien, que si se enfocaba aun podía escribir sin problema, tenía que entender que ella estaba bien porque ella así lo decía, la culpa consumiéndolo cuando solo pudo sonreír diciendo que tenía mucha suerte, (...) le dijo que no se preocupase por ella, diciendo que ella podría vivir con ello y sobrevivir, tratando de hacerlo pensar en otra cosa siendo totalmente inconsciente de su culpa interna.

Pero, esta vez, era él quien debía entender, vivir con ello y sobrevivir.

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