Friends 'till the end

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

- No bromeaban cuando dijeron que tienes la cabeza en las nubes -ante las palabras conocidas casi pierde el equilibrio, ya iba un tiempo desde que no le veía moverse así.

Tuvo que darse la vuelta, con el miedo de caerse y sujetándose fuerte de los cables cercanos, aun cuando sabía que i caía podría sanarse o, aun mejor, volar, el miedo seguía ahí, ese vértigo, y se preguntaba qué diablos hacía ahí si tanto miedo tenía a las alturas.

Durante su queja interna, y tras una cuantas volteretas, que eran innecesarias pero que captaban la atención del contrario, Dick finalmente llegó al mismo lugar en donde ella estaba, sentándose tan relajado que (...) le tuvo envidia a esa naturalidad suya para hacer estas cosas, pasó un momento, sólo silencio, algo raro en Richard, que por lo general ya podría estar diciéndole un buen discurso de expresarse sin miedos sobre cómo se sentía frente a su equipo, porque eran sus amigos y bla bla.

Pero ahí estaba, sentado, con sus piernas colgando en el vacío que daba la ladera del alto edificio de los titanes, al menos el provisional, sus mano estaban apoyadas a lo lados de su cuerpo y parecía que estaba en el mejor momento de su vida cuando dejaba su cabeza ir un poco hacia atrás, su cabello negro siendo revuelto por el aire que venía en contra de ambos.

- ¿Entonces?... -en esa misma posición, sin abrir sus ojos, empezó a hablar, moviendo un poco la cabeza en su dirección y abrazando sus hombros con un brazo para atraerla a él- tú y Conner...

N, no para atraerla, para evitar que escape de él, eso era, maldito entrometido.

- Eso es noticia vieja, pensé que Tim te lo había dicho ya -ante sus palabras sólo sonrió, riéndose un poco.

- Lo hizo, Stefany igual, pero quería escucharlo de ti, baby sparrow.

Ya estaba, la tenía roja como una fresa, y ahora que pensaba en fresas, tenía hambre, y no se quería mover de ahí en el tiempo actual, perfecto.

- Deja de llamarme así, estoy grande -trataba de quitárselo de encima, pero su agarre era fuerte, más bien firme, no la apretaba con fuerza bruta, sólo la mantenía ahí para sacarle la verdad a base de avergonzarla hasta que le de taquicardia- de paso, no tiene nada que ver contigo.

- Ah no, no me cambies de tema, que me siento dolido -se apuntó, inclinándose contra ella- mira que hace unos años casi eres mi cuñada oficial, no es que te juzgue pero, ¿Jason no estaba demasiado loco y mayor para ti? y ahora que estamos con la edad, ¿Cuántos años tiene realmente Connor?-

- ¡AGH! ¡No empieces de nuevo! -por fi pudo llegar a escapar, escabulléndose por debajo de su brazo con la ayuda de su menor tamaño en comparación, llegando a esconderse cerca de otra estructura antes dar un paso en falso y caer al vacío.

Quiere reírse, lo sabe, ¡y hasta podría jurar que lo escucha reírse por lo bajo por su manera tan rápida de ofuscarse, con su mano cubriéndose la boca para evitar que lo escuche libremente!

¡Con razón Damián quería matarlo!

- Muy bien, está bien -ya se había reído como quería, ahora debía ser serio, tuvo que toser un poco para poder sentirse mucho más serio.

En serio, que era un niño cuando quería, el muy desgraciado.

- Recapitulando, vine aquí porque Tim me dijo lo que te encontraste allá -tuvo que saltar para llegar donde ella, al menos lo más cerca posible- bueno, Conner se lo dijo a Tim antes y... te haces la idea, ¿verdad? -vuelve a sentarse, tan cerca como puede, viendo la sombra de la silueta de ella agazapada del otro lado- esa chica...

- Era yo.

- No, no eras tú.

- Era yo, sólo que más... ¿De tu edad? ¿bonita?

- Te diría que me des detalles pero estoy tratando de ser serio aquí.

- Estaba muerta, bien muerta, pero me movía, bueno, en parte -estaba tan ocupada recordando que no se dio cuenta de en qué momento llegó a estirarse lo suficiente como para poder agarrarla.

- Y te sigo repitiendo, esa no eras tú -hizo algo de fuerza para levantarla, tomando sus hombros antes de poder llevarla a su brazos para brindarle seguridad, sabe muy bien que las alturas promedio de 4 pisos pueden estar bien para ella, pero de ahí a moverse libremente en un rascacielos no es su ideal de altura promedio, la siente aferrarse con las pocas uñas que tiene a su camiseta negra, sabe que está mirando al vacío con miedo, era eso o el miedo a un futuro demasiado parecido, la tiene entre sus brazos mientras se sienta, las piernas de (...) cuelgan al estar sobre su antebrazo, ella está echada en su regazo, le hace pensar que en serio ha sido un tiempo desde que la sostuvo así- era alguien totalmente diferente, (...).

- No fue sólo ella, muchas de la que son yo están muertas, ¿Qué se supone que significa eso?

- Significa que tú sigues aquí, que no importa lo que pasó con las demás, estás bien -(...) siente como la rodea aún más, encorvándose un poco, aun más cercano, poco más y se siente aprisionada entre sus brazos- es cierto, es triste, no quiero ni imaginarlo, pero debes recordar que ellas no son tú.

- Si quieres llamamos al Doctor Destino a ver que nos puede explicar esto-trata de zafarse de su agarre de nuevo, no es una niña, no necesita de su ayuda para sentirse protegida.

- Me dará la razón, naturalmente -no necesita ni tratar de acomodarla, con solo ver el vacío a un lado, ella misma vuelve a acomodarse y volver a aferrarse a su camiseta-  allí afuera puede que existan personas que se parezcan a ti, o puede que ya no estén más ahí, pero debes tener en cuenta que es sólo eso, sólo son parecidas, pero tú eres diferente, incluso tu lo dijiste antes, las personas allí también lo son, nadie es igual, ni siquiera los gemelos de una misma realidad.

La ve pensar, lo sabe más que nada porque no quiere verle directamente a los ojos, demasiado ocupada en cómo lidiar consigo misma para aceptar que él tiene la razón.

- Esta bien, creo que es mejor pensar de esa forma -esta vez sí la deja levantarse cuando lo intenta, ella se sienta justo a su lado, aun pegada a él- ¿en serio Tim te trajo desde Gótica para esto?

- En realidad, fue tu nuevo novio -esta tan cerca de él que sólo tuvo que dejar caer ligeramente su cabeza sobre la de ella, quien sólo lo deja hacer, demasiado acostumbrada a su naturaleza cariñosa y al hecho de que se pondrá pesado si no le deja hacer la misma coas que hacían en antaño.

- Ha estado muy nervioso, ¿sabes? -no le gusta esa sensación, no le gusta recordar su rostro preocupado mientras la revisaba meticulosamente.

No tuvo el corazón para decirle lo que se encontró en esa realidad, no tras escucharlo suspirar con alivio mientras la abrazaba, pero era obvio que debía decírselo en algún momento, y se lo dijo, no lo tomó bien, para nada, y el verlo tan afectado terminó por afectarla a ella también, o puede que finalmente verlo así le hiciera ser consciente de lo siniestro de la situación.

- No puedo negarlo, llega a asustarme, pero supongo que yo pude lograrlo, de alguna forma, y sigo aquí.

- Y estamos felices por eso -decide que es suficiente, levantándose y ofreciéndole una mano, aunque ella trepa rápidamente sobre él- y por un momento yo pensaba que habías crecido, pero aún me necesitas para bajar de las altura, ¿no es así?

Poderes y todos aparte, seguía siendo la misma niñita, esa que era menor que él, que lloraba porque no le entendía, la que le seguía a todas partes hasta que se caía y no se podía levantar porque le dolían las rodillas y debí llevarla cargando, aquella a la que le enseñó a meterse a la cocina para robar galletas sin dejar evidencia.

Esa niñita a la que le llevaba como 6 años y que trataría como su baby sparrow hasta la muerte, o hasta que de verdad se establezca, lo que ocurra primero.

- Eras tan adorable en ese entonces.

- Solo salta y no me sueltes.

Tuvo un momento en el que realmente le hizo feliz, a la par que algo preocupado, cuando supo que ella estaba saliendo con Jason en su tiempo, aunque de verdad le hizo ilusión tenerla como cuñada por un tiempo.

- Ya que estamos, creo que estás lo suficientemente grande para esto.

- ¿El qué?

- Pues la charla-

- ¡NO! ¡Aléjate de mi maldita sea! ¡eres de lo peor! ¡Conner!

- ¡Perfecto! que quiero hablar con ambos, deben ser responsables con el sex-

- ¡NO QUIERO OÍR ESO VINIENDO DE TI!

La iba a tratar como su pequeño gorrión aunque tuviera 30 años, puede que se lo piense cuando cumpla 40 o le pase el apodo a sus ahijados, porque de todas maneras el iba a ser el padrino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro