Final verdadero

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Desde el capítulo 12 se siguió la ruta del Episodio de Ignis, este es el final de "To the Sky" si usamos el final original del juego. Lleven sus pañuelos y tomen distancia de objetos cortantes.

Por favor disfruten.

.

.

.

"Hay cosas que te harían feliz no saber
Pero si crees que puedes seguir sin saber
Solo te espera lo peor
Aquello que va a destrozar tu más fuerte pilar"

.

.

.

Cuando piensas que las cosas no pueden ser peor o más dolorosas, la vida te muestra que sí, sí puede haber más dolor, puede haber más agonía, más injusticia.

En cuanto Ignis lo dejó sólo en el cuarto para que pudiera procesar todo lo que había ocurrido, nunca se imaginó que luego de unos minutos ella entraría a la habitación, mentiría si dijera que no la ha extrañado, pero en esos momentos no quiere ver a nadie, solo quiere sumirse en el silencio que tanta falta le hace.

-Hey -su voz es apenas un susurro, tanteando el terreno- ¿Cómo estás?

-¿"Cómo estás"? -no puede evitar casi reír cínicamente ante su pregunta- ¡¿"Cómo estás"?! ¡¿no es obvio el cómo estoy?! ¡¿no es obvio mi dolor, (...)?! -grita con todas sus fuerzas, esta enojado y quizás no debería dirigir su ira a ella, pero ha sido la que, totalmente dispuesta, a entrado a enfrentarlo, con su mano tapando sus ojos- ¡incluso ahora eres incapaz de dar la cara!

Sus reclamos no la hacen vacilar, ella igual se acerca a su lado y se siente en el borde de la cama junto a él, el tintineo proveniente de la daga de plata por el movimiento desvía la atención de Noctis que no pensó que tras sus palabras ella se acercaría.

-Entiendo que estés molesto -sus manos no abandonan su rostro en ningún momento, su cuerpo está sentado con una postura recta hacia la pared y no regresa a mirarlo por el momento- perdona mi pregunta errada, príncipe.

La mención de su título mas no el de su nombre le hacen dudar si es realmente ella quien le está hablando, el tono respetuoso no le cuadra para nada y por un momento teme estar hablando con una extraña, pero sabe que es ella, lo siente; frunce el ceño, molesto consigo mismo, mira hacia sus manos antes de hacerlas puños, sabe que la ha lastimado, pero en cuanto decide abrir la boca pra tratar de disculparse, se topa con la mano de ella justo a la altura de sus ojos y luego siente que esta en aguas profundas, su acto reflejo lo obliga a mantener el aire en sus pulmones y hasta le hace creer que se está ahogando en serio, de no ser porque la escucha reír como una loca no se daría cuenta que puede respirar en ese lugar.

-Por los seis, no te tomes tan a la literal esto -calma su risa, y luego da palmadas consecutivas a su lado, sobre ese suelo que parece de arena, casi con el apuro de una niña- ven, ven, no te quedes asustado en un solo lugar, y de paso, respira de una vez.

Ni se había dado cuenta de que había retenido el aliento, pero este lugar se siente demasiado irreal, camina, pero se siente como si el simplemente estar ahí le de un increíble peso físico sobre sus hombros, es extraño, porque incluso entre cada suspiro cansado que da ve como las burbujas de aire se pierden y se elevan hasta donde no puede ni enfocar su mirada ya que la luz es demasiada.

Para cuando finalmente llega, al sentarse a su lado, deja una exhalación pesada como muestra de su cansancio, (...) vuelve a reír pero sigue sin mirarlo.

-¿Es algo pesado al principio, no? -respira algo agitado, su pecho sube y baja ante el desgaste físico- no te lo tomes personal, es increíble que pudieras dar tantos pasos cuando yo no he podido moverme de aquí en casi dos milenios, como se esperaba de Noct -sus palabras lo dejan en shock, ¿este lugar es real?

-¿Qué es este lugar? ¿Dónde estamos? -no hay respuesta inmediata, solo una ligera tos y luego gotas oscuras que se elevan en esa aparente agua, frunce el ceño, confundido ante esas pequeñas esferas amorfas que se pierden y se disuelven mucho antes de llegar ante la fuerte luz como si nunca hubiesen existido.

-la verdad, es que oraba para que nunca tuviera que traerte aquí -finalmente voltea a verlo, al hacerlo no le sorprende en nada que la mire como lo está haciendo ahora o que se fuera para atrás, casi escapando de su presencia- no quería que me vieras así.

Se llevó ambas manos a sus labios para tratar de retener el grito horrorizado que trata de escapar de sí, trata de ir más allá, levantado la arena a su paso y que está se mueva junto al movimiento ligero que mantiene el agua, trata de escapar como su sentido común le dicta pero de igual manera trata de mantenerse a su lado porque sabe que, aun sin importar lo que representa su forma actual, ella nunca le haría daño, nunca lo atacará, pero aún cuando ya pudo soportar el miedo, no puede detener su dolor.

No lo soporta, no soporta el verla con su mirada en negro y amarillo mientras gotas del mismo color caen de sus cuencas oculares, no salpican el suelo, se diluyen en ese espacio parecido al agua, siendo expulsadas por completo y flotando en pequeñas gotas hasta la superficie que parece establecerse sobre ellos, otras ya han caído por sus labios y mentón llevando el recorrido por su cuello, deslizándose cual sangre corrupta.

Un sonido parecido a un burbujeo escapa de su garganta, abre la boca y aunque trata de sonreír para distraer su atención, no puede hacer más que asustarse al verla expulsar esa cantidad enorme de líquido negro.

-No te preocupes, no es tan malo como parece -dice tranquila, aun sentada en medio de ese espacio- es realmente una suerte que el mal de la estrella que llevo dentro no pueda escapar gracias a esto.

La afirmación de su condición no hace más drenar su ira, reemplazando su anterior estado de ánimo a otro completamente diferente, aunque quizás lo más acertado era decir que en esos momentos era una mezcla de emociones y reacciones.

-¡No tiene sentido! -pone a la luz su propia idea- ¡No muestras estar infectada, nunca haz presentado los síntomas! -tratando de dejar en claro que ese escenario simplemente no puede ser lo único que le queda es gritar- ¡No posees magia!

(...) lo deja respirar un rato antes de siquiera hablar, es notable como esto le ha movido el piso en más de un sentido, sonríe amargamente en cuanto nota que ha cerrado los ojos con fuerza, negándose a verla, la entristece.

-Si no te sientes cómodo con esta imagen no tienes que preocuparte -su tono de voz ha cambiado, lo sabe, no es aquel que le es tan familiar, al abrir los ojos, aun con reticencia, nota que ya no es la (...) de hace unos momentos, pero que tampoco es la (...) que esta acostumbrado a ver- te he dejado sin palabras, ¿debo sentirme halagada?

-¿Cómo...? -ante él ahora hay una (...) que antes no había conocido, una que, de extraña manera, parece de 15 años.

-Aquí puedo hacer muchas cosas conmigo misma, es más, yo hice esta arena, porque esto me recuerda al océano -levanta la mano en dirección a él, Noctis entiende y regresa a su lado, aun con cierto temor al verla en su anterior estado.

Se quedan en silencio, aun sin encontrar las palabras correctas, hasta que se decide por fin a hablar.

-¿Qué es este lugar? -directo y consistente, como se esperaba de Noct, es su pensamiento inmediato pero no lo expresa.

-Tu antepasado y yo lo descubrimos juntos hace casi dos milenios, aquí es donde debo guardar y vigilar la magia que se me fue encomendada para darte a ti, aunque hay uno que otro recuerdo de los que te precedieron, es por eso que puedo tener muchas formas de mi misma aquí, la "yo" de sus recuerdos -se deja caer sobre su hombro, siempre ha sido más pequeña que él, pero ahora se notaba más, se siente protegida al sentirlo a su lado, por un segundo las lágrimas casi escapan de sus ojos, solo puede pestañear con rapidez para hacerlas desaparecer antes de que se cuenta.

La idea de nunca más sentir su calor junto a ella, el movimiento de su pecho al respirar, esto es difícil.

-Si la magia esta aquí, entonces debe estar infectada con el mal de la estrella -dice mirando el horizonte, es lo que menos le importa ahora, pero es lo más lógico.

-Ah, no te preocupes -se acerca un poco más, casi pegándose, puede que lo incomode, pero solo puede desear que lo soporte hasta que termine- nunca lo hará, no con el poder destructivo de Ifrit sobre nosotros, con su forma de mil estrellas, casi como balas esperando por disparar a quemarropa.

Noctis abre sus ojos tanto como puede a la par que el miedo regresa a su cuerpo, trata de alzar la mirada hacia la superficie pero (...) toma rápidamente su rostro con sus dos manos para evitar que lo vea.

-Ni se te ocurra, te cocinará los ojos si lo ves directamente.

-Entonces ese es...

-Seh, de lo que se salvaron.

Tal y como ella decía, el ataque de Ifrit, ese que destruiría todo en Eos, estaba sobre ellos; Noctis ha escuchado esa historia desde hace años, tanto por las propias palabras de su padre como por la misma historia que le enseñaban en la escuela, como habitante de su mundo, estaba aterrado ante lo que hace muchos milenios debió destruirlo.

-¿Por qué está aquí? -ve en la supuesta arena el reflejo irregular de esa luz mortal, estas son demasiadas revelaciones en un día.

-Pues mira que yo tampoco tengo idea -abraza su torso, voltea a verla, no es la primera vez que lo abraza pero se siente como la primera al ver que no se parece a la (...) que conoce, porque ahora parece una niña de trece u once años- ya estaba aquí, creo que mucho antes de que yo llegase.

-Te ves más joven -la inquietud de la situación parece desvanecerse de extraña manera, debería sentirse triste, alterado, pero no puede ir más allá de aquella calma que lo invade, junto a cierto calor a su alrededor, ¿o es que viene de él? No lo sabe, pero tampoco le deja formular las preguntas correctas.

¿Qué clase de lugar extraño era ese?

-Siguiendo con ello -cambia el tema totalmente, Noctis no lo nota pero el nivel del agua ha empezado a bajar- la magia que esta guardada aquí es toda para ti -lo vio directamente a sus ojos, ya no era algo importante hasta ese punto, pero ese color le recordaba al atardecer- todo va a estar bien.

Acaricia su mejilla, y, ante el contacto, la realidad vuelve a golpearlo, el hueco en su corazón al igual que el dolor vuelven a hacerse presentes, la mujer que ama ya no está con él, no la volverá a ver, sus lágrimas caen y por alguna razón no las retiene, las gotas saladas suben a la superficie pero se disuelven aun más rápido que las gotas negras que salen ahora de los ojos de ella.

-Lo lamento, lo siento tanto -dice al verlo en ese estado, pero también son las palabras que quiere decir en un futuro demasiado cercano pero no se perdonará- si pudiera traerla de vuelta, lo haría, pero no tengo ese poder -una eterna observadora, eso es lo que es, incluso cuando se suponía que aquella travesía era su destino final, Regis le dijo que no lo hiciera, porque él era consiente de que ella estaba infectada por el mal de la estrella, ambos lo supieron a inicios de ese mismo año pero no entendían la razón; ahora que sentía su verdadera situación, notaba que era como si todo estuviera relacionado de una manera distorsionada y horrible- pero no te preocupes, todo estará bien ahora.

Cuando vuelve a abrir los ojos, la que ve no es la misma (...) de antes, ahora es una niña no mayor de los 8 años, con el cabello maltratado y su piel pálida; tienen el mismo rostro pero no la misma esencia, cuando la toca parece demasiado débil, demasiado frágil y apunto de desmayarse; verla así lo confunde aun más que ese lugar extraño.

-Quiero verla -sus palabras le hacen dudar, por un momento, cree que es capaz de hacer que en ese espacio puede hacer aparecer a Lunafreya, puede, pero eso no haría más que herirla, casi entendiendo que acaba de malinterpretar sus palabras sin sentido por el extraño mareo que lo envuelve, repone- quiero ver a la verdadera (...).

La deja sin palabras, no sabe si puede hacerlo, y ni está segura de sí lo ha entendido del todo.

-Me estas viendo -quiere aclarar sus propias dudas, pero, ante todo, quiere ganar tiempo.

Un poco más de tiempo, por favor.

-Aquí hay recuerdos, eso dijiste -sus dedos pasan por sobre la arena, aferrándose a ello mientras imágenes en su mente van y vienen, casi ni se dio cuenta de estos hasta hace un rato- aquí también están tus recuerdos, incluso antes de llegar aquí.

Solo lo mira, no hubiese creído que pudiera llegar a eso, pero lo sabe, sabe que su forma no ha cambiado mucho.

Hasta ahora, la única persona que la había visto en su forma original y sabía de ella era aquel que la dejó y mintió he tanto tiempo.

-Esta bien -recuerda como era antes, pero no cómo llegó ahí, a lo mucho recuerda su antiguo rostro, cuerpo y las ropas que le gustaba llevar, mas no lo más importante de ella; así, tal cual, se presenta ante Noctis, esperando que se sienta decepcionado de lo que está viendo, pero recibe una sonrisa.

-Ni siquiera hay tanto cambio -suspira aliviado de saber, al menos, que la (...) que ha conocido es mucho más parecida a la (...) que alguna vez fue en su verdadero mundo- ¿Por qué usas pantalones y polos tan grandes?

-¡Porque son cómodos! -se excusa de inmediato, algo sonrojada por ver que esta siendo expuesta- nunca lo entenderías, tienes un cuerpo perfecto.

-¿Ah?

-¡Nada!

Se sigue riendo de ella, ante la imagen ella también ríe, el agua ha llegado casi a la mitad pero Noctis no se ha dado cuenta de ello por las risas y lágrimas que están compartiendo, eso, en parte, la alegra.

-Muy bien -se levanta, sacudiendo sus ropas y aun en su aspecto que muestra una edad parecida a la de él, voltea a verlo y le extiende su mano- una vez te lleve a la superficie, toda esta magia será tuya -mientras toma su mano y da un firme agarre señala al lugar sobre ellos, en donde la luz mortal de las estrellas se cierne- nos vamos allá arriba, con la vista al cielo, así, nada podrá detenerte -jala de él pero, antes de dar cualquier paso o movimiento, Noctis se detiene, mirándola con duda- ¿Noct?

-Cuando me lleves allá, ¿Qué pasará contigo una vez la magia sea mía? -tan perceptivo como siempre, es lo que piensa mientras deja caer sus brazos a cada lado de su cuerpo, pero no la deja deshacer la unión de sus manos, aunque ahora ella no lo esté sujetando, él la toma con fuerza pero aun así tratar de ser lo más delicado posible.

Se siente tan malditamente familiar que enferma...

-Voy a estar bien -es todo lo que dice mientras en su rostro deja impresa la sonrisa más falsa de su vida, poco a poco, el agua parece disminuir su volumen, o eso cree él, un poco tarde Noctis por fin se da cuenta de que el agua esta desapareciendo, que aún parado en ese lecho de arena, el agua empieza a bajar su volumen- ah, siempre me gustaron tus ojos cuando se ponen rojos, pero también me gusta el usual azul.

Quiere hablar, pero no puede, cierra fuertemente la boca y se debo volver a sentar cuando el poder de confundirlo que tiene ese lugar se desvanece y puede sentir completamente como algo lo quema, lo atraviesa electricidad y le recuerda a la magia pura del Sidéreo del rayo, pero esta quema más, es más difícil de asimilar.

(...) se sienta en frente de él, mirándolo de tal manera que no sabría decir qué está pensando.

-Tal y como fue dictado por el tercer rey de Insomnia, esta magia le pertenece al entronado, aquel que tenga el poder para desafiar al usurpador y traiga la luz a todo Eos -ante sus palabras, puede verlos, casi como sombras, las formas de armaduras que representan a sus antepasados, están ahí presentes.

Todo recipiente debe ser llenado antes de cualquier contenido, por algo que evite que escape, algo que impulse que se mantenga guardado.

En el caso de (...), lo más poderoso que podía dar, era su amor, la esperanza de ser amada.

Quizás por eso, solo le podía dar la magia que guardaba a aquel que ama.

Quiere decir algo, quiere que le explique, pero no puede decir nada ante el ardor que lo sofoca, los recuerdos en su cabeza son confusos, pero puede ver a la niña que prometió amar al entronado y dar todo por él.

¿Por qué?

-Príncipe Noctis Lucis Caelum -el agua esta por desaparecer, ya llegando casi a tocar su borde con ellos- elegido por el cristal, heredero del reino de Insomnia, aquel que tiene en sus manos las armas sagradas de los Lucii, te doy el poder de tus ancestros para que puedas enfrentar a tu destino -se le hace difícil respirar a ambos, el agua sigue bajando, (...) lleva ambas manos hacia adelante y luego reposa la frente sobre estas, la arena se mueve y enturbia el agua- y yo, como albacea de tu poder, doy mi mayor tesoro a usted para que la magia sea suya por derecho -uno de los Lucii, uno del cual nunca antes había visto su representación en piedra, se acerca por detrás de ella, con una espada que se le hace terriblemente familiar, la levanta y cuando está descendiendo con velocidad hacia la nuca de ella abre la boca para gritar.

Segundos después vuelve a abrir sus ojos, sudando, una exhalación nerviosa sale de él y se siente terriblemente confundido, mucho más cuando vio a (...) tirada a un lado de él en el colchón, su mano se siente caliente y en cuanto se da cuenta esta sosteniendo algo, una daga de plata que, al igual de su mano, esta cubierta de sangre de color negro, mostrando que o lleva demasiado tiempo fuera del cuerpo o en verdad esta contaminada por el mal de la estrella, pero ante la daga se evapora en segundos.

-(...) -la llama, aun demasiado alterado con todo esto- ¡(...)! -ella no podría ser tan despiadada, ella no lo haría.

Pero en cuanto la ve mejor, en su nuca hay un corte realmente profundo.

Esa es su sangre, esa es el arma que le quitó la vida, ese es el destino que fue escrito para ambos.

Por eso, mientras se queda junto a ella, no puede hacer más que solo abrazar su cuerpo, pidiendo disculpas en silencio, porque esto era, quiera o no, parte de su vida.

Una vida que fue más preciosa para ella que la propia.

Tienes que seguir, eso le dice su mente, porque de otra manera todo sería en vano, tiene que seguir porque así es como debe ser, eso se dice, mientras toma el valor para aceptar los acontecimientos de su destino guardado bajo llave, porque él no podía cambiarlo por más que quisiera.

Porque en toda fantasía siempre hay un final.

.

.

.

.

.

Queda el extra de Noctis y los agradecimientos, aun no se tiren por la ventana.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro