⚡Capítulo 11: Karaoke

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   Hoy iremos al karaoke, estoy un poco ansiosa, nunca he ido a uno, no se muy bien como será pero tengo una idea, al menos lo e visto en películas y sobre todo en series, Keira elije de mi ropa, está enamorada de muchas prendas, se pone una falda de cuero blanco con un top color verde con brillos y yo una falda de cuero negro con un top blanco, nos vemos increíblemente sexys.

  Han pasado 10 días sin hablar con Max, me dio mi espacio y eso lo agradezco, aunque no lo voy a negar, lo eh esperado cada día, ya tengo mi respuesta, lo pensé cada segundo y estoy segura. marco su número y contesta enseguida.

— Al fin... — dice y sonrío.

— ¿Podemos vernos?, iremos a un karaoke, idea de Patric.

— Sí — dice nervioso — nunca e ido a uno.

— Yo tampoco, te envío la ubicación.

— La estaré esperando.

   Le envío la ubicación y los nervios se apoderan de mi, tú puedes, al diablo con todo. Bajamos y nos subimos al auto de Patric, miro el edificio de Damon, hemos hablado muy poco últimamente, en el campus apenas nos cruzamos, espero que esté bien.

   Llegamos al karaoke y ya hay fila, la mayoría se usa incluso menos ropa que nosotras, se ven hermosas. Al fin entramos y buscamos una mesa grande para estar cómodos, las de 4 personas son muy pequeñas, así que pedimos una para 6, todos nos pedimos un Tom Collins. Luego del cuarto vaso, ya estamos ebrios, los chicos cantan y lo entregan todo, no paramos de reír con los bailes de Patric mientras canta y Paul tratando de imitarlo.

— Emma — dice keira — llegó — mi corazón se vuelve loco.

   Veo a Max entrar y mi corazón salta, se ve demasiado bien, como puede ser que sea así, debería ser ilegal, está usando unos jeans oscuros con una polera blanca y una chaqueta negra, Keira me mira y sonríe, niego con la cabeza ¿Por qué?, enserio, esta para comérselo o yo estoy muy ebria. Nuestras miradas se encuentran, me mira y sonríe, también le sonrío, maldición por que bebí, así es muy difícil concentrarme, no lo mires me digo, no sonrías, primero habla, se acerca.

— Hola — dice Max y hasta su voz es perfecta — al fin vuelvo a verte.

— Hola — digo desviando la mirada.

— Te ves diferente — lo miro y se lame los labios, siento mucho calor me llevo la mano al pecho — no puedo dejar de mirarte, estas impresionante, demasiado sexy — sonrío y el ladea un poco la cabeza — ¿Estás ebria?

— Un poquito — digo mostrando la cantidad con mis dedos, se ríe y lleva sus manos a los bolsillos, me encanta que haga eso — ¿Tu hombro como sigue?, ¿Y Gueil?

— Bien... te esperé cada día — me muerdo el labio — y Gueil obtuvo su alta ayer — sonrío.

   Sé que deberíamos estar hablando, pero aún no reúno el valor, Patric se levanta a cantar y comienza a realizar sus mejores pasos, cuando termina entrega el micrófono a otra mesa. Escuchamos cantar a diferentes personas, hasta que de pronto Max se levanta y pide el micrófono, se acerca a la chica que selecciona la música y luego se gira.

— Hola a todos — dice un poco serio — mi nombre es Max Ricci y hoy quiero cantarle a la mujer que amo, sí, lo sé — me mira — me equivoque, lo arruine, pero estoy aquí haciendo algo que jamás en la vida pensé que haría y ¿Sabes algo?, por ti lo haría mil veces, te amo.

   Se gira y le asiente a la chica, esta presiona un botón y comienza a sonar la música, escucho la melodía y miro a Patric, es su canción favorita, la conozco... The Scientist de Coldplay.

— Tengo que grabar esto — dice Patric emocionado.

   Comienza la letra y no puedo evitar pensar que incluso para cantar es afinado, ¿Hay algo malo en él?, ding, ding, ding, sí Emma, llevo a su cama a otra estando contigo, suspiro y lo observo mientras canta. Comienza a acercarse y se arrodilla a mi lado cada palabra es una suplica, sus ojos ruegan, sus manos piden, todo él es una disculpa...

— ¡Ya perdónalo! — gritan de otras mesas.

— ¡Míralo!, ¡Ya dale otra oportunidad! — vuelven a gritar.

    Mientras más canta, más apoyo tiene, ¿es enserio?, no es la victima... termina su canción y le quito el micrófono, me levanto y él me mira sorprendido, voy hasta la chica y le pido VAMPIRE de Olivia Rodrigo, la chica me mira algo sorprendida, pero asiente.

   La canción comienza a sonar y observo a Patric y Keira sonríen al saber que canción es, Max se sienta y me mira, cierra los ojos mientras escucha la canción, vuelve a mirarme y niega con la cabeza, intentando negar todo lo que digo o al menos eso creo. Todas las chicas del bar comienzan a cantar conmigo, me apoyo en la pared mientras levanto el micrófono para escucharlas, esto se siente muy bien incluso liberador.

   Siento que cada palabra de esta canción es o fue tan mía, las chicas del bar comienzan a apoyarme más y más, su canto ya es grito y sonrío agradecida, canto junto con ellas, me acerco a él y le canto directamente, me mira serio y sigue negando con la cabeza, suplicando, continuo y de verdad siento que estoy votando todo el rencor, ira, decepción, enojo y dolor que guarde por mucho tiempo, incluso no respiro, era bastante y jamás suelo decir del todo como me siento, así que este momento lo siento realmente necesario.

   Él me mira de una forma que me hace temblar las piernas, tiene ese efecto en mi, se levanta y doy un paso atrás y todas gritan de emoción, enserio lo están viviendo por completo, niego con la cabeza y vuelve a sentarse, mientras sigo cantando como vomito verbal,  sus ojos me están volviendo loca, ya ni siquiera estoy molesta, se levanta nuevamente y se acerca, acabo de botar todo, sigue de pie escuchándome, pero no se acerca, mi mano aún está frente a él indicándole distancia, hasta que la bajo mientras termino de cantar.

— Canta conmigo — pide.

— No — digo sonriendo, me toma por la cintura y siento que me derrito.

— ¿Te da miedo? — abro la boca y todos en el lugar gritan, esto se salió de control.

— Okey Ricci — digo sin soltar el micrófono, su sonrisa es completa — elije la que quieras — asiente.

— Que me llames así, solo indica que estás jugando con fuego — su tono es completamente seductor.

— Eres libre de pensar lo que quieras — ambos sonreímos.

   Se dirige a la chica nuevamente y ella niega con la cabeza, lo que indica que no tiene la que él quería, me cruzo de brazos mientras espero, miro a Patric que aún esta con su celular grabando todo, mañana enserio estaré muy avergonzada, devuelvo mis ojos a Max y la chica ahora está asintiendo, le entrega otro micrófono a él y este me mira muy sonriente. Escucho la melodía y no la conozco, es en español, miro a Max y levanta la mano indicando que él parte.

Max: Cuento hasta diez, para entender, que tú no vas a volver — lo observo — ¿Cómo hago yo, pa' respirar? , Si no dejo de llorar — asiente — Y mis amigos me dicen, qué buena noticia que ya tú no estás — todos los hombres del lugar gritan en apoyo, idiotas — dicen que ya no te llame, que una botella me hará olvidar y repiten, repiten que tú al final no eres tan especial — comienza a enumerar el muy idiota — no caminas sobre el mar, ni haces oro de cristal, solo hay que buscar — mi molestia aumenta y sonríe — hay un millón como tú al final no eres tan especial, todos opinan igual, serás fácil de olvidar, solo hay que buscar — se encoge de hombros — hay un millón como tu — me apunta y entiendo que es mi turno, miro la pantalla.

Emma: Esta canción nunca debió, Hablar tan mal de tú y yo, Pero aquí estoy, pluma y papel, Tratando de serte cruel — esta ultima parte la dije con muchas ganas — Y todo porque mis amigas, celebran felices que ya tú no estás — todas las chicas gritan y golpean la mesa en apoyo, sonrío agradecida — dicen que ya no te llame, que me busque a otro para olvidar — me acerco a un chico que esta con sus amigos y pongo mi mano en su hombro — Me repiten, repiten que tú, al final no eres tan especial — Max está tenso — Nadie te ha visto volar, balas no puedes parar — ambos sonreímos — Solo hay que buscar, Hay un millón como tu — me encojo de hombros — Tú al final no, eres tan especial, Todos opinan igual, Serás fácil de olvidar, Solo hay que buscar — le doy un beso en la mejilla al chico y Max se acerca de inmediato — Hay un millón como tú.

Max: Si hay un millón como tú — me toma por la cintura — ¿Por qué no puedo dormir? — me siento agitada — ¿Por qué dejé de comer? — ni siquiera estoy cantando mis partes porque no puedo dejar de mirarlo — No sé si es de noche o de día — asiente con dolor — Si hay un millón como tú, ¿Por qué no puedo dejar de pensar en si vas a llamar?

   Ambos nos miramos y se genera un silencio, la música sigue pero es lo único que se escucha, Max acerca su rostro al mío

Max: Tú al final sí eras muy especial... — su voz suena maravillosa, roza su nariz con la mía y entiendo que ya debo volver a cantar, cosa que no e hecho, miro la pantalla

Emma: Ya no quiero escuchar, Que se callen los demás, No hay nadie más

Max: Nadie es como tu...

Emma: Tu al final eras el más especial...

Max: No me voy a perdonar el dejarte escapar.

Ambos: Porque no hay nadie más, nadie es como tu...

   Todos aplauden y gritan, no puedo evitar sonreír, Max también está sonriendo, esto fue increíble, suelta mi cintura y le entrego el micrófono, me vuelvo a sentar y Patric está en un shock tremendo, no deja de aplaudir y repetir mil veces lo emocionante que fue todo, Max se sienta y el odio de Patric por él se esfumo, no deja de felicitarlo.

   Paul se levanta porque quiere fumar y Keira con Paul lo acompañan. Nos quedamos solos en la mesa, escucho la silla de Max moverse, levanto la vista y me está mirando, se sienta a mi lado, llego el momento.

— Te extrañe mucho — digo y lo tomo por sorpresa — enserio mucho, evite llorar por ti, no lo merecías, para no llamarte Patric guardaba mi celular — sonríe — el segundo mes creo que fue el mas difícil, mi vida solo era trabajo y estudio, sentía que el dolor era insoportable — bebo un poco, el lleva su mano a la mía.

— Te decepcione... — dice destrozado y asiento, cierra los ojos — ¿Qué hago?, dime ¿Qué quieres que haga para arreglarlo? - sonrío.

— Nada — llevo mi mano a su rostro — se rompió todo Max, la confianza, la magia, todo se ensucio.

— No puedo no hacer nada, no quiero soltarte, es mas fuerte que yo...

— Sabes, sentí un pequeño alivio cuando dijiste que no lo hiciste, si ese día cuando te lo pregunte me lo hubieses dicho, hubiese dejado todo atrás — niego con la cabeza — ¿Sabes que es lo peor?  — me muerdo el labio — quiero estar contigo...

   La expresión de Max cambia por completo, es como si hubiese abierto una ventana, no puede evitar sonreír.

— ¿Entonces? — pregunta.

— Entonces... — digo.

— A ti te estaba buscando — dice Damon interrumpiéndonos.

— ¿Y tu? - pregunto sonriendo.

— Ven — dice tomándome la mano.

— Me das un minuto — le digo a Max y asiente.

   Me levanto y nos alejamos con Damon.

— ¿Ya aclaraste todo? — le pregunto a Damon y asiente.

— Sabes lo que siento por ti y sé lo que tu sientes, aun así no quiero alejarme de ti, no quiero perder a mi mejor amiga — sonrío.

— ¿Seguro? — pregunto y Damon asiente.

— Sí, estar distanciados se siente fatal — sonrío — ¿Me das un abrazo?, te extrañé.

   Me acerco a él y lo abrazo, me siento feliz de tenerlo de vuelta y también sé que quizá mi actitud debe cambiar con él, no creo que sea bueno que lo trate como a Patric, quizá eso lo confundió, sé que Patric jamás se fijará en mi y por eso me siento muy libre con él, cosa que también me pasa con Damon, pero esté si sintió cada gesto y actitud mía hacía él. 

   Hace años fui yo la enamorada de mi mejor amigo y sé lo que es estar en esa situación, no quiero ser esa amiga que no come ni deja comer, es inevitable poner los ojos en blanco al recordar como era Daryl cada vez que yo concia a alguien o tenia novio, jodía hasta arruinarlo todo, pero si estaba sola no había ni un problema, no quiero eso para Damon.

   Volvemos a la mesa y veo a Max en la misma posición, antes de sentarme se me cruza una mujer y se sienta junto a él, eso me deja sin aire, ¿Esta quién es?

— Hola — dice la rubia.

— Mi novia está sentada ahí — responde él sin mirarla.

— Lo siento... pensé que estabas solo — comenta ella avergonzada.

— ¿Nos vamos? — le pregunto a Max, él me mira y sonríe como un niño.

— Vamos mi amor — responde él levantándose y caminando en mi dirección, ahora soy yo quien sonríe. 

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