DOS

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— rutina de siempre

Nadie en el Área era feliz, ni nunca lo serían. Era algo que Chloe siempre tuvo claro pues no era tan ingenua para creer lo contrario. ¿Cómo podrían estar a gusto con sus vidas cuando alguien les había arrebatado todos sus recuerdos y los había puesto en ese lugar? ¿Cómo podían estar tranquilos si no sabían cuál era su propósito en aquel lugar?

Existían demasiadas preguntas que ocupaban sus mentes, pero no tenían forma de contestar ninguna de ellas. Y por eso preferían fingir felicidad, de alguna forma terminaban creyéndoselo un poco. Sobrevivir no era vida, terminaba por quitarte las esperanzas y el buen humor.

Su realidad era una porquería, por eso Chloe agradecía tener a tan buenos amigos a su lado. Las amistades que tenía en el área eran lo único que mantenía cuerda a la castaña. El primer amigo cercano que tuvo fue Newt, era alto, guapo y musculoso, de cabello rubio y mandíbula cuadrada. Tenía una personalidad que encajaba muy bien con la de Chloe, y ambos afirmaron en algún momento que sentían una conexión entre ellos, creen que fue la razón de que se hicieron cercanos tan rápido. Tenían una gran confianza, se preocupaban y querían como hermanos. Minho por otro lado era el único chico asiático en el lugar: tenía brazos fuertes y el pelo corto y negro. Era muy similar a Chloe, ambos eran agresivos, leales y les gustaba tener la última palabra. Pero por más que alguien pudiera pensar que se odiaban o algo parecido, tenían una extraña relación de odio-amistad. No se habían separado desde que Minho llegó al área, el consistente uso del sarcasmo y el sentido del humor del chico aliviaban los alivios de Chloe. Siempre sabía cómo hacerla sentir mejor sin usar el contacto físico, a diferencia de Newt.

Sin embargo, la paciencia de Chloe se estaba agotando y sus amigos ya no eran suficiente para mantenerla en sus cabales. Necesitaba que algo cambiara, un impulso para encontrar al fin la salida de ese lugar. Necesitaba que ese infierno diera por terminado.

—¿En qué estás pensando?

La voz de Newt la tomó por sorpresa, causando que soltará la bolsa de semillas que tenía en su mano.

—Nada en particular, estoy un poco cansada —Soltó la chica, agachándose sobre la tierra húmeda para recoger el desastre que había hecho—. ¿Cómo sigue tu pierna?

—Está bien —Le mintió el rubio—. Ya te lo he dicho.

—Jeff me dijo de tu visita anoche —Le dijo Chloe mientras seguía arando el suelo—. Dice que tienes mucho dolor, cree que el estrés te lo está provocando.

—Jeff no debió decirte eso. —Se quejó con molestia, realizando su tarea con más brusquedad.

—Es su trabajo informarme de los padecimientos de todos en el área, Newt —Le recordó la castaña—. No puedes trabajar en los jardines si estás sufriendo.

—Chloe, te prometo que estoy bien —Le dijo Newt mirándola a los ojos—. Lo que menos necesito ahora es tiempo libre.

Ella suspiró—. ¿Muchos pensamientos en tu cabeza?

—Demasiados.

—Te entiendo —Ella soltó un bufido y el sonido de una alarma atronadora interrumpió sus pensamientos—. Salvados por la campana. —Comentó Chloe sin gracia.

Dejo caer el arador sobre la tierra mientras la sirena seguía retumbando y se dirigió hacia la Caja, en el centro del Área, con Newt siguiéndola por detrás. Un nuevo mes, un nuevo novato.

—¿Llegamos tarde? —Preguntó Chloe al llegar, haciéndose pasó entre los chicos.

—La caja sigue subiendo —Le informa Gally—, debe llegar en un par de minutos.

—Perfecto. —Dijo Chloe, acercándose más, aunque podía notarse en sus movimientos que no estaba de ánimos.

En tanto esperaban a que la caja llegara, ella se preparó. Estiró su cuerpo y procuró dejar de lado cualquier mala actitud, sabía lo que era llegar a ese lugar y ser recibido de mala manera no ayudaría en nada. Necesitaba ser amable, o al menos intentarlo.

Entonces el habitual ruido metálico resonó con un eco por el lugar. Tras un chirrido penetrante el par de puertas corredizas se empezaron a abrir lentamente dejando ver a un chico de pie en el centro, quién desvió la vista y luego cubrió sus ojos de la luz del sol.

—Miren al larcho ese. —Comentaban el resto de los habitantes.

—¿Cuántos años tiene?

—Parece un miertero asustado.

—Tú eres el miertero, shank.

—¡Güey, ahí abajo huele a zarigüeya!

—Espero que hayas disfrutado del viaje de ida, nuevito.

—¡No hay pasaje de vuelta, hermano!

—¡Ya basta! —Gritó Chloe con demanda—. Cierren la boca, bola de mierteros.

La chica se apresuró en agarrar la cuerda que Gally le estaba ofreciendo y amarrarla en uno de los extremos para luego arrojarla dentro de la caja. El chico que se encontraba dentro dudó, pero después subió el pie derecho y se aferró a la soga mientras algunos de los chicos lo subían, llevándolo a la superficie.

—Encantada de conocerte, larcho —Saludó Chloe al nuevo cuando lo tuvo frente a ella—. Bienvenido al Área.

El Novato logró ponerse de pie por su cuenta, se tambaleo un poco mientras recorría el lugar con la vista, los chicos lo miraban fijamente y reían con disimulo al verlo girar con lentitud la cabeza; algunos estiraron la mano y lo tocaron.

—Miren al novato —Comentó Gally con su voz áspera—. Se va a romper su cuello de garlopo por inspeccionar su nueva morada.

Varios chicos rieron ante el comentario.

—Cierra el hocico, Gally. —Respondió Newt.

—¿Quieres que les recuerde a todos tú llegada al Área, Gally? —Propuso la única chica del lugar con un aire de diversión—. A mí no me molesta, digo... es una historia divertidísima.

El rostro de Gally se enrojeció de vergüenza y escondió su cabeza entre los hombros, sin volver a hablar. Chloe vio de reojo al novato sonreír levemente. Newt se acercó al chico nuevo con rostro inexpresivo y lo olió; Chuck se movía nerviosamente, mirándolo con los ojos muy abiertos, Chloe suponía que debía estar feliz de no ser más el Novato.

—¿Dónde estoy? —Preguntó entonces el chico de una vez por todas.

—En tú nuevo hogar, al menos por un tiempo —Respondió Chloe de inmediato, casi como una reacción involuntaria, colocando su mano en el hombro del novato—. Intenta relajarte, sé que esto puede ser demasiado que procesar, pero estoy aquí para responder todas tus dudas.

—¿Qué encargado le va a tocar? —Gritó uno de los chicos en el fondo de la multitud.

—Ya te lo dije, larcho. Es un miertero, así que será Fregón, ni lo dudes. —Dijo otro y lanzó una risita tonta, como si acabara de decir la cosa más graciosa del mundo.

—¿No les dije que se mantuvieran en silencio? —Espetó Chloe con un prepotente tono de voz, casi natural—. Ahora, vayan a sus puestos de trabajo si no quieren que cancele la bienvenida de esta noche.

Para suerte de la chica, y a diferencia de meses anteriores, todos acataron sus órdenes de inmediato. Con desanimo se juntaron con sus compañeros y amigos, dirigiéndose a las zonas del Área donde trabajaban.

Sólo un muchacho no se alejó. De aspecto fornido y musculoso, Minho se quedó en su lugar con la playera arremangada para mostrar sus bíceps.

—¿No deberías estar allá afuera? —Dijo Chloe acercándose y señalando el laberinto, creyendo que sería bueno darle su espacio al Novato.

—¿No estás feliz con mi compañía?

—Deberías estar haciendo tu trabajo. —Respondió, evitando la pregunta.

El chico se encogió de hombros—. Hace meses no veía llegar a un Novato, quería recordar sus expresiones idiotas al ver todo el lugar. Justo como esa. —Minho señaló al nuevo con su mentón.

La pelinegra no pudo evitar reír cuando vio el rostro del recién llegado, él tenía razón. Las expresiones que mostraban eran inigualables.

—Eres de lo peor. —Dijo entre risas.

—¡Eres tú la que se está riendo! —Chloe negó con diversión, intentando controlarse.

—Tal vez sea bueno que estes aquí durante las llegadas —Comentó Chloe finalmente, cuando ya no reía—. Haces de esto mucho más fácil.

—Es lo que pasa cuando tienes a alguien tan encantador como yo a tu alrededor. —Agregó el chico con su usual tono de voz, como si nada de lo que dijera fuera en serio.

—Lo digo en serio —Esta vez la voz de Chloe fue más firme—. No sabes lo difícil que es ver sus reacciones cuando se enteran de todo...

—¡Vamos, Chloe! No te pongas así —Le pidió el chico—. Sabes que todo va a mejorar.

—Ya no estoy tan segura.

—En ese caso —Minho se aseguró su pequeña mochila a la espalda—. Continuaré con mi trabajo y te traeré buenas noticias.

Entonces, cuando el corredor se alejó del lugar, la chica se adelantó hacia el muchacho nuevo con una leve sonrisa. Sabía que el Novato estaba examinándola con sus curiosos ojos, pero el ceño fruncido y el extraño brillo en sus ojos le indicaron que algo más estaba ocurriendo en su cabeza.

—¿Cameron? —Soltó el chico, casi como un instinto. El nombre había surgido de pronto en su cabeza.

—¿Disculpa?

—Tu nombre... —Intentó decir, pero sus palabras quedaron trancadas.

—Es Chloe, me llamo Chloe. —Aclaró ella, con cierta extrañeza.

Había estirado su brazo, esperando que el Novato le diera la mano. Pero él se negó a hacerlo y ella no lo culpó. Caminó hasta un árbol cercano y se sentó con la espalda apoyada contra la corteza rugosa, la chica lo siguió por detrás, caminando de forma lenta y observando cada centímetro del lugar menos al chico.

Sus expresiones, cada uno de sus movimientos representaban como Chloe se sentía cada día allí, atrapada en ese lugar.

—¿Qué es lo que sucede aquí?

—Es una larga historia, Novato —Le dijo Chloe cerca de él—. Entiendo que tienes muchas preguntas, pero intentaremos resolverlas poco a poco ¿te parece? Quiero que hoy descanses tu mente, intenta no pensar tanto y mañana en la Visita Guiada podrás hacer todas las preguntas que desees. No fuerces tanto tu mente

—No quiero esperar, cuéntame —Le pidió desde el árbol—. La larga historia, en serio. ¿Dónde estoy?

Chloe caminó hacia él y se sentó con las piernas cruzadas.

—Puede que lo creas, Nuevito. Pero no estás preparado para escuchar toda la historia.

—No seas cruel. Al pichoncito le va a dar un infarto brutal por la curiosidad —Newt llegó junto a ellos, luego se inclinó y le extendió la mano—. Nuevito, me llamo Newt.

Esta vez el nuevo si le dio la mano a Newt.

—Sí de verdad quieres escuchar todo... —Chloe miró a su alrededor—. Este lugar es el Área, ¿de acuerdo? Es donde vivimos, comemos y dormimos. Nos llamamos a nosotros mismos los Habitantes del Área. Eso es todo lo que...

—¿Quién me envió aquí? —Preguntó el chico—. ¿Cómo...?

—Por esto no me gusta responder preguntas el mismo día —Dijo la chica, mirando a Newt—. No es nada contra ti Nuevito, lo digo en serio. Pero tendrás que esperar hasta la Visita Guiada.

—¿Qué hice? —Murmuró entonces el novato—. ¿Por qué me habrán mandado aquí?

Newt le dio una palmada en el hombro.

—Nuevito, todos pasamos por lo mismo. Nosotros también tuvimos nuestro Primer Día y salimos de esa caja oscura. Las cosas están mal, es cierto, y pronto se pondrán mucho peor. Esa es la verdad. Pero en poco tiempo estarás peleando en serio. Puedo ver que eres fuerte.

—¿Acaso esto es una cárcel?

—¿Una cárcel? —Repitió Chloe con gracia—. ¿Qué crimen crees que yo pude haber cometido?

El Nuevito pareció pensarlo con seriedad.

—¿Homicidio?

—¡Ja! ¿Parezco el tipo de persona que mataría a alguien? —Ante la falta de respuesta miro a Newt, esperando que él le dijera algo—. ¿Parezco ese tipo de persona?

—Pues, cuando nos mandoneas pareces algo loca...

—Loca... —Reiteró, sin creérselo—. ¡Ya verás!

Chloe se lanzó hacía Newt, sobre su espalda intentaba derribar al chico mientras que Newt parecía estar levantándola sin mucho esfuerzo. La chica finalmente lo derribo, ambos cayeron sobre la tierra y comenzaron a cortar el pasto del suelo y a lanzársela entre ellos. Peleaban, pero no lastimándose.

El nuevo se había mantenido alejado viendo la escena. Una que otra sonrisa se le escapó, por alguna razón se sentía cómodo allí, como si estuviera recordando algo, una memoria familiar.

—¡Basta, basta! —Pidió Chloe finalmente, quien estaba perdiendo en la batalla—. La Caja llegó tarde hoy, no tengo tiempo.

—Es una mala excusa, eres una mala perdedora.

—Nuevito, dejaremos la Visita Guiada para mañana por la mañana, justo después del despertar —Agregó con voz decidida y de pie, se volteó hacia su amigo—. Newt me hará el gran favor de llevarte a tu cama asignada, puedes dormir el resto de la tarde y me asegurare de que te despierten para tu bienvenida.

—¿Bienvenida?

—Una fiesta que solemos realizar cada vez que llega un Novato. Te divertirás, te lo aseguro.

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