Capítulo 13

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¿Un deporte en el que Jimin era bueno al punto de parecer que no existía contrincante que pudiera derrotarlo? El squash. Cuando era niño solía jugar un deporte parecido aunque jamás de modo profesional, pelota vasca. Sin embargo, sus dedos no eran lo suficientemente fuerte y sufría lecciones bastante seguido. Junto a su compañero de juego, Jeon Jungkook, decidieron intentar el squash cuando vieron a unos chicos en las canchas del barrio donde solían vivir.

Jungkook pronto perdió el interés, le gustaba cambiar constantemente de deportes y para sorpresa de muchos, era demasiado bueno en cualquiera que decidiera tomar. Ese podía ser uno de los motivos por los que terminaba siempre aburrido y buscaba algo más. Ya en la universidad pareció encontrar en el club de Taekwondo su deporte preferido pero a diferencia suya, el mayor practicó solamente ese deporte.

Hubo un momento en que lo odió, cuando descubrió que su padre también era un fanático de este deporte y lo quiso utilizar para forzar interacciones entre ambos. Gracias a su hermano mayor, Sungwoon, pudo recuperar y mantener el gusto por ello.

— ¡Let! — Gritó Jungkook siguiendo con la vista el movimiento de la pelota de goma negra que venía a la altura que él amaba, obligándolo a dar un salto para rematar con la raqueta contra la pared, viendo como el cuerpo de Jimin era golpeado por la pelota. — ¡Stroke! — Volvió a gritar al ver que había ganado un punto, restregándoselo a Jimin.

— Idiota...

—- Uh, uh, uh... A alguien no le gusta perder. — Expresó en un tono jocoso que hizo al CEO reír. — Eso, carácter deportivo.

— Estás cantando victoria demasiado rápido. Vamos diez a diez, solamente lograste empatarme. — Palmeó la malla de la raqueta con su mano mientras lo retaba con la mirada y su sonrisa competitiva, dirigiéndose a la línea marcada en el suelo. — Gana el primero que logre irse dos puntos arriba.

— ¿Dudas que sea yo? — Cuestionó Jungkook fingiendo ser intimidante.

— Más acciones y menos palabras, Jeon.

Volvieron a empatar dos veces más pero terminó ganando Jimin quince a trece, celebrando su victoria con un sinfín de provocaciones hacia el competitivo menor que gruñía ante la derrota. Odiaba perder y el rubio lo sabía, le costaba ganarle pero cuando lo lograba, era realmente dulce. Valía por todas las veces que perdía.

— Espero que se recupere pronto, jefe. No seré condescendiente por su estado físico, edad o posición en la empresa. — Al ser el ganador, el CEO continuó jugando con Lee Heechul, uno de los miembros de la junta directiva, de los pocos que no tenían un hambre desmedida por poder o dinero.

— ¿Quién dijo que lo fueras?

Jungkook les lanzó la pelota que fue agarrada por el mayor de los tres y se alejó hidratándose hacia uno de los bancos. Estaba secando su cabello mojado poor el recién terminado juego cuando su vista se desvió al teléfono de Lee Donghae. No supo si reírse o enojarse por la forma tan descarada en la que le tiraba fotos a Jimin centrándose en todos menos en su cara.

El fotógrafo amateur estaba tan ensimismado navegando en su álbum lleno de fotos del trasero del CEO en todos los ángulos existentes que no se percató de su presencia hasta que se sentó a su lado arrebatándole el móvil para en pocos toques borrarle ese y otros dos álbumes con el nombre de Jimin.

— ¿No crees que eso es demasiado? Una cosa es tomar una foto y otra acosar, invadir la privacidad de una persona que no te ha permitido tomarle fotos.

— ¿No entiendo en qué le afecta eso Jeon? — Replicó recuperando su teléfono. — Es una lástima que Kim Mingyu haya abandonado la empresa dejando a alguien tan... Una persona tan anodino como usted en un puesto que parece quedarle demasiado grande.

El pelinegro se cruzó de brazos sin responder a su insinuación, viéndolo irse dando zancadas. Ese tipo era un imbécil con todas las de la ley. Mezquino, mediocre y predecible. Observando al rubio jugar, no pudo evitar ver la parte de su anatomía que Donghae más había fotografiado. Agitó su cabeza para centrar su mente, notando como Jimin sonreía y celebraba a la distancia, todo lo contrario a lo visto la noche anterior y si le preguntaban. Prefería verlo así, sonriendo ampliamente.

En el resto del retiro se unieron para conversar solamente temas laborales y cada vez que que el pelinegro intentó hablar de cualquier otra cosa, de forma elegante y disimulada el mayor logró evitarlo. Aún así, pasaron casi todo el tiempo juntos, compartieron las comidas y separaban únicamente cuando iban a sus respectivas habitaciones. Para el regreso, se sentaron automáticamente juntos y esta vez, en vez de babear su hombro, el rubio terminó babeando su regazo.

Cuando el lunes llegó, los inconvenientes y problemas llegaron con él. Jungkook vio el mensaje urgente de la junta directiva y tuvo que levantarse antes de lo previsto.

+++

En el piso dieciocho del edificio perteneciente a la empresa SIA, Park Jimin entraba junto a Jungkook y los asistentes de ambos a una junta directiva que pidió llevar a última hora debido a que supo que intentaron hacer una a la que no se le invitó. De no haber sido por el aviso del pelinegro, hubiera permanecido al margen de esto, sin tener la más remota idea de lo que sucedía en su compañía.

La amplia sala rectangular con paredes de cristal y gran luminosidad gracias al amplio ventanal desde el que se podía ver gran parte de la ciudad, era la base de aquella reunión. Seis miembros del Consejo de Directores estaban allí, tres en frente de otros tres, cada uno en su mesa con una botella de agua y algunos con una taza de café. La gran pantalla en el fondo de la habitación mostraba una animación con el lago de la compañía y varias plantas adornaban el lugar. Tres entre las mesas, dos a las esquinas del ventanal.

— Ya veremos cómo explicará esto. Él sigue siendo un novato, no entiendo cómo el presidente lo nombró su sucesor y le permitió dirigir esta empresa. — Escuchó Jimin decir a uno de los presentes al llegar. Sus manos se empuñaron pero un sutil roce del meñique de su ex novio en ellos lo ayudó a relajarse y recomponerse.

— Los reuní a todos aquí hoy por dos motivos. — Comentó sin siquiera hacer una reverencia, haciendo a más de uno removerse en su asiento debido al fuerte aura que desprendía y a esa mirada intimidante que mostraba mientras que Jungkook tomaba asiento, disculpándose por el retraso.

De soslayo notó como Lee Donghae suspiraba dejando ver el cinismo en su rostro mientras se cruzaba de manos. No sabía si ese hombre lo subestimaba, estaba consciente de que todo eso era obra suya. A pesar de no tener formas de probarlo, conocía la ambición desmedida con solo mirarla, y cada poro de ese hombre emanaba eso, ambición mezquina, deseando una posición en la empresa que no merecía o correspondía.

— Primero, para ponerle final a lo sucedido haca unos días. — Con una seña le indicó a su asistente Lee Taemin que entregara los documentos que traía consigo. — Lo que están recibiendo en estos momentos es un reporto con los resultados de la investigación abierta por mis supuestos actos inapropiados. El otro, es un contrato para una inversión extranjera adicional.

Jungkook no dejaba de mirarlo, de alguna forma se sentía orgulloso, verlo enfrentarse a todos lo enorgullecía en demasía. No necesitaba leer los papeles en sus manos por lo que solo simulaba hacerlo mientras que su mirada estudiaba cada miembro de la junta y por supuesto, regresaba a Jimin.

— Tras la investigación, ha sido demostrado que no me he involucrado en prácticas competitivas impropias. Dentro de poco tiempo, alguien informará todos los detalles. — Taemin se colocó una vez más detrás de él mientras que Seokjin permanecía cerca de la puerta, en caso de que llegase a necesitarse sus servicios. — Respecto a la persona que me reportó e intentó calumniarme, se tomarán medidas. He comenzado a reunir evidencias y será demandado con todo mi equipo legal.

Todos parecieron asentir de acuerdo controlando la información en los documentos que sostenían pero como era de esperarse, Donghae ni siquiera los miró correctamente. Les dio un vistazo dejándolos rápidamente sobre la mesa para regresar a su posición inicial.

— Si eso es así, entonces puede explicar, ¿por qué la junta directiva no pudo votar para la realización de dicho contrato. — Espetó Lee Donghae mirándolo fijamente. — Es decir, antes de que se firmara el contrato de adquisición con Jinsheng, teníamos derecho a participar en esa decisión debido a que es un asunto de gran importancia.

Los murmullos no tardaron en llegar, el pelinegro tuvo que controlarse para no saltar al frente y seguirle permitiendo a Jimin encargarse de todo como bien sabía hacerlo. Les encantaba poner trabas y hacerse notar cuando a muchos solamente le interesaba las ganancias que sus acciones ahí generaban, sin tener una remota idea de cómo funcionaba todo en realidad.

— Sí. — Musitó alguien.

— Verdad. — Agregó Kim Heechul, otro de los miembros.

— De no ser por la información interna que tengo, nunca habríamos sabido esto como deberíamos. — Argumentó Donghae nuevamente. — Mientras el departamento de investigación estuvo investigando al CEO Park por actos inapropiados, alguien descubrió que firmó de forma privada un contrato de adquisición con Jinsheng.

Jimin entrecerró sus ojos dándole una mirada de soslayo a su ex pareja, confiaba en que él no había sido quien filtró esa información, tampoco lo hubiera hecho Taemin porque su lealtad era lo suficientemente fuerte como para mantenerse de su lado. Era increíble ver el descaro de Donghae en primera fila.

— El monto de ese contrato está por encima de los diez billones de wones. ¿Lo sabían? — Los murmullos volvieron a llenar la sala, mientras que Jimin permanecía impasible frente a esto. — Tomó una decisión de tal magnitud por su propia cuenta. No solo violó las reglas de la empresa, sino que nos está trayendo a la compañía y a nosotros una gran pérdida.

— Jefe Park, ¡podía explicarnos qué ocurre? — Pidió Heechul volteando su silla, afirmando su mano sobre la mesa como si estuviera luchando por no ponerse en pie.

Jimin levantó una mano para calmar el bullicio, mirando de soslayo al pelinegro, quien levantaba el pulgar de su mano derecha para decirle que iba bien y tuviera confianza sin que nadie más que ellos dos y Taemin percibieran este acto.

— Si los llamé a todos aquí fue para reunir sus opiniones.

— Ya decidiste y firmaste el contrato. — Interrumpió nuevamente el mayor que lo miraba con soberbia y una risa repleta de cinismo. — ¿No es demasiado tarde para venir a reunir la opinión de todos?

— Cálmense todos. — Indicó para callar los murmullos llevando ambas manos a su espalda para entrelazarlas. — En realidad, en el plan anual del Grupo Park, en los que se incluye esta empresa, siempre estuvo el plan de adquirir Jinsheng.

— ¡Eso no justifica que firmara el contrato en privado!

El pelinegro estaba seguro que de no ser el director general de la empresa y un profesional, él ya hubiera callado a ese hombre con unos buenos puñetazos que le imposibilitaran el habla mínimo por algunas horas. La violencia no resolvía todo pero demonios, que gran satisfacción se hubiera llevado.

— No sé dónde descubrió que el contrato ya estaba firmado o cómo lo hizo. — Habló Jimin ladeando la cabeza y sosteniéndole la mirada con cierta sorna profesional en sus labios.

— Si no quieres que las personas sepan de tus malos manejos o decisiones, entonces no los hagas. No estoy mintiendo y esto no es difícil de demostrar. — Agregó el hombre de cabello cobrizos defendiendo sus argumentaciones. — Todo tiene una burocracia que existe por alguna razón. Un contrato tiene que pasar por el departamento de asuntos legales antes de ser firmado.

— Eso es cierto... — Murmuró alguien.

— Llamen aquí a alguien del departamento legal, con solo hacerles una pregunta sabremos toda la verdad.

— No hay necesidad de ello, ya estoy preparado para esclarecer sus dudas. — Gracias a Jungkook, se había preparado muy bien. — Todos pueden dirigirse a la octava página del documento frente a ustedes. Lo que están viendo en estos momentos, e sea propuesta para adquirir el ochenta por ciento de las acciones de Jinsheng con efectivo. — Donghae hojeó rápidamente las páginas. — Con respecto a la acusación del director Lee de que el contrato ya ha sido firmado, es solo un rumor.

El aludido soltó repentinamente el aire retenido en sus pulmones releyendo una y otra vez aquella hoja. ¿Cómo era eso posible? Según los micrófonos que él mandó a instalar en la habitación de Park, pudo escuchar cuando le pidió al director Jeon que no le dijera a los ejecutivos sobre la firma del contrato.

— Creo que todos están al tanto sobre la fuerte competencia que estamos teniendo esta vez. Es por ello que he estado en negociaciones con la empresa objetivo desde hace un tiempo. La otra parte confía completamente en la habilidad de SIA y el Grupo Park para integrar sus dos compañías. Hasta inclusive, nos han ofrecido una excelente evaluación.

La sonrisa ladeada en el rostro del pelinegro no podía borrarse por mucho que intentara controlarla. Miraba a todos callados prestándole total atención a Jimin y aquello lo regocijaba. El imbécil de Lee Donghae había sido silenciado de una forma impecable.

— Después, solo necesitaremos en voto de la junta directiva para poder entonces completar la transacción. El proceso no viola ninguna regla. — Volté unos treinta grados su cabeza y se dirigió directamente al causante de todo aquel problema. — ¿Lo entiende ahora director Lee?

— E-Esto es imposible. — Expresó frunciendo su ceño, mirando una vez más aquel papel.

— Ve... — Comentó Heechul con una sonrisa. — Le dije que no debía apresurarse, que no habría ningún problema. Confío en el jefe Park y sé que no hará nada para dañar la compañía. — Observó a todos, quienes asintieron de acuerdo con él, bueno, casi todos.

— Muchas gracias a todos por su confianza. Espero que todos puedan seguir apoyando y creyendo en el crecimiento futuro de SIA y el Grupo Park. Si alguien tiene planes para independizarse, es libre de hacerlo definitivamente, no lo forzaré a quedarse. — Donghae lo miró de soslayo apretando sus puños para canalizar su rabia y frustración. — ¿Estamos de acuerdo, director Lee?

El nombrado asintió con una sonrisa hipócrita y tuvo deseos de golpear su cabeza contra la mesa pero mantuvo su compostura.

— Ya que estamos todos de acuerdo, la junta de accionistas termina aquí. Dejaremos la votación para la próxima reunión. — El rubio dio la espalda para retirarse con su asistente, acto y seguido el causante del alboroto estrujó las hojas en su mano, mirándolas una vez más.

Relamiendo sus labios, disfrutando aquella victoria, Jungkook se puso de pie prestándole atención a las opiniones de todos. Por ahora tenían todo bajo control pero definitivamente no deberían bajar nunca más la guardia con Lee Donghae.

¿En serio debes cambiarte antes de conversar conmigo? — Preguntó Jungkook una vez que entró a la habitación que estaba ocupando el rubio en aquel retiro. — Estás bien así.

— Estuve corriendo, tengo el sudor pegado en mi cuerpo y me será difícil concentrarme con toda la tela pegada a mi cuerpo, cuando comience a secarse más me picará todo. Tomo rápidamente un baño y podremos conversar. ¿Qué te parece si pones el televisor y me esperas? — El pelinegro asintió caminando hacia la mesilla situada al lado de la cama para tomar el control remoto. — Si no deseas puedes ir a tu habitación y regresar en quince minu... Minutos.

El menor le había dicho que se acercara mientras le mostraba la lamparilla que sin querer tumbó, dejándole ver un pequeño dispositivo que no iba con el objeto. Se trataba de un micrófono.

Ensanchando los ojos, Jimin se acercó para tomarlo y dejarlo caer en el vaso de agua que por milagro Jungkook no había vertido pero este lo detuvo. Mientras continuaba hablando para que no fuese sospechoso, le indicó con señas que le siguiera la corriente. Por un momento el contacto de sus manos se robó toda la atención, tensándolo incluso pero logró centrarse a los pocos segundos.

— Olvidé darte la información que me pediste de la empresa antes de venir a este retiro. — Habló el menor.

— ¿Cómo está el rendimiento de ventas de las ofertas de SIA este trimestre? — Le siguió la corriente con naturalidad.

— Esta vez las promociones realizadas por el equipo de marketing fueron eficientes, atrajeron a muchos miembros de la élite de los negocios asiáticos.

— Entonces desde tu punto de vista, ¿cuándo crees que deberíamos iniciar la próxima campaña? — Mientras hablaba, el pelinegro se movía por toda la habitación en busca de otros dispositivos, ya fueran micrófonos o cámaras.

— He planeado que para el próximo trimestre, las promociones comiencen el día veinte del próximo mes, jefe...

Comprobaron que había un único dispositivo y el resto de la charla, todo los detalles que dijeron fueron a conciencia, sabiendo que alguien intentaría utilizar esa información en contra de ellos y dejaron la verdadera plática para después.

— Seokjin, puedes comenzar ya tu hora de almuerzo. — Indicó el pelinegro al salir de aquella sala y pasar por delante del mayor.

— ¿Qué hay de usted, jefe?

— No te preocupes por mí. — Con las manos en sus bolsillos lo miró y el castaño asintió quedándose en su oficina. Él por su parte, continuó su camino hasta la oficina del CEO. Tras dos leves toques, recibió la confirmación de que podía pasar y con una sonrisa así lo hizo, cerrando la puerta al entrar. — Jimin, lo hiciste. ¡Felicitaciones! — Se apresuró hacia el rubio con los brazos abiertos, viendo la hermosa sonrisa que de este brotaba.

— Lo hicimos, Kook. Lo hicimos juntos. — Rectificó dejándose abrazar, riendo cuando este incluso lo levantó con entusiasmos.

Fue extraño, la opresión en su pecho causada por la reunión desapareció pero una nueva llegó. Una presión cómoda que se alimentaba con el aroma de aquel perfume. Olía delicioso y su calidez era contagiosa, tanto que lo relajaba demasiado. Al darse cuenta del camino que iban tomando sus pensamientos, la forma en la su cuerpo comenzaba sentirse, palmeó su hombro para que lo soltara y se alejó.

— L-Lo siento, me emocioné. — Se disculpó Jeon rascándose la nuca.

— Oh, no, no tienes que disculparte. Yo también me exalté mucho así que está todo bien. — Caminó hacia su buró buscando apoyo en él para que sus piernas le hicieran pasar un bochorno en ese instante. — Muchas gracias por todo.

— Ah, nada que agradecer. — Sonrió en su dirección y Jimin se preguntó si realmente no sabía el efecto que esa hermosa sonrisa causaba en él.

Varios toques se sintieron en la oficina, haciendo que ambos vieran en dirección a la puerta que tras con firme "adelante", se abrió mostrando a Taemin que llegaba con unos documentos.

— Jefe, Seokjin me ha entregado esto hace apenas un minuto. El director Lee ha presentado su renuncia.

— Seguramente está consciente de su metida de pata y sabe la situación en la que se encuentra en estos momentos. Ha de adivinar que se tomarían acciones en su contra por lo que es un movimiento inteligente. Sin embargo, no creo que debamos confiarnos, los hombres como él no se rinden tan fácilmente. — Comentó Jungkook recibiendo el documento luego de que Jimin lo mirara.

— Estoy seguro de eso. Por favor, Taemin, encárgate de esto. — Le entregó el dispositivo de audio que también había sido implantado en su oficina. — De no haber sido por la ayuda de ese dispositivo de escucha, probablemente hubiéramos hecho otros planes y ahora estuviéramos arrepintiéndonos.

— Esto no es tan fácil como parece. Esa retirada de Donghae me dice que es solamente para regresar con más fuerza. Todavía tenemos algo más importante de lo que encargarnos en este instante. — Jimin asintió dándole una mirada firme. — Lo hiciste genial hoy.

— Lo sé. — Rieron ambos. — ¿Deseas celebrar nuestro éxito? ¿Unos tragos?

— Le dije a Taehyung que llegaría temprano a casa pero... ¿Qué te parece una cena?

— ¿No acabas de decir que debes estar temprano en tu casa? — Cuestionó confundido.

— Quiero decir, una cena en mi casa. — Mencionó mientras sus pulgares se movían velozmente en la pantalla de su móvil. — Le mandé ahora un mensaje a Tae que comeríamos juntos. Deberíamos celebrar, de paso nos ponemos al día los tres, como en los viejos tiempos.

— K-K... Jungkook, no creo que sea buena idea. Todo es muy repentino y tu novio seguramente tenía planes para ambos. Mejor celebremos aquí con un café, la acción es la que cuenta. — Intentó zafarse de aquella locura.

— Ya está hablado, pasaré por aquí a buscarte cuando termine de trabajar, así podremos irnos juntos. — Musitó levantándose y caminando hacia la puerta. — Hasta dentro de unas horas.

💜💜💜
Doble actualización para compensar la demora. Si Wattpad y el tiempo me apoyan, espero no demorarme tanto para publicar el próximo capítulo.🙈

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro