Capítulo 33

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Namjoon estaba consciente de su torpeza, no solo física sino también con su bendita lengua. Él no era de los que divulgaba sus asuntos personales pero después de lo ocurrido con Hoseok, tenía muchas cosas que necesitaba sacar de su sistema y, si bien podría haberlo hecho con Jungkook, su mejor amigo, con Jimin también podía tener muy buena conversación. Sabía que era discreto, escuchaba sin juzgar y simplemente se sentía cómodo cuando estaban juntos.

Ese fue el motivo de ir en su búsqueda después de desayunar con el pelirrojo en un hotel de los alrededores. Su único interés era desahogarse, no revelar la intimidad y privacidad que también le correspondía a quien fue su acompañante la noche anterior. Sin embargo, cometió la indiscreción de ir hablando antes de ver a Jimin sin saber que tanto Jungkook como Taehyung se encontraban allí.

— No te preocupes, no pienso decir nada. — Comentó el castaño para tranquilizarlo pues de todos modos sabía que en algún momento, Hoseok le diría. Es más, se estaba tardando, si chequeaba su celular que quedó olvidado desde el día anterior, sabía que encontraría una llamada o mensaje de su parte. — Los dejaremos solo para que hablen con tranquilidad. Kook...

El pelinegro estaba listo para escuchar el chisme completo puesto que todos estaban sorprendidos de que justamente ellos dos, seres que no podían ocultar su enamoramiento por otras personas y conocidos de tantos años, hubieran decidido llevar todo más allá. Sin embargo, aceptó irse con Taehyung a la habitación compartida, vistiéndose mientras este hablaba con Hoseok, escuchando a detalles lo que ocurrió debido a que el volumen de su teléfono estaba un tanto elevado.

Para cuando Namjoon abandonó el apartamento y Jimin los fue a buscar, tanto el castaño como el pelinegro dormían plácidamente acurrucados en su cama. Ese lugar tan solitario en el que tantas veces lloró y del que huyó sin poder descansar, ahora estaba llena y de la mejor manera. Extraño porque siendo su apartamento de soltero, llevó a ahí a más de una persona aunque con esas su cama se hubiese sentido igual de vacía a cuando su cuerpo era el único en ocuparla.

No quería apresurarse, se lo repetía constantemente pero en su mente ya planeaba buscar un sitio nuevo que pudiera sentirse de los tres aunque aún no vivieran ahí juntos. La convivencia era un paso demasiado grande que no se podía tomar a la ligera, ellos recién comenzaban a acoplarse y reconocerse, no era lo mismo ser amigos o amantes a entrar en una relación con ese nivel de compromiso. Lo sabía pero seguía ilusionado con todo lo que estaba viviendo, tan irreal como hermoso. Los cubrió con una sábana, se vistió apropiadamente y salió a la sala para sentarse a su ordenador a trabajar.

— Sé que fui yo quien lo terminó todo la última vez pero necesito verte. — Hablaba Jimin por teléfono en la terraza jugando con sus pies descalzos. — ¿Qué tal el martes en la tarde? Me parece perfecto. — Unos brazos rodearon su cuerpo, haciéndolo colgar de inmediato. — Hey, ya despertaron, ¿descansaron?

— Solo yo desperté. Jungkook sigue dormido, hace mucho no dormía tanto. ¿Tú descansaste, bebé? — Preguntó sosteniendo sus mejillas, sonriendo ante el sonrojo de Jimin. Esos cachetes ruborizados le resultaban demasiado tiernos.

— No podía acostarme a dormir, tenía varias cosas de la que encargarme con respecto a la empresa. En estas últimas semanas no he estado completamente enfocado y no me lo puedo permitir siendo la cabeza de la empresa. — Fue raro recibir un beso tan inesperado por parte de Taehyung.

Eso le recordaba a los días que compartieron juntos en donde desconocía la presencia del pelinegro aún en su vida pero ahora se sentía muchísimo mejor, completo, feliz. Se dejó envolver entre sus brazos, consintiéndose con los pequeños besos que el castaño depositaba sobre sus labios, Intercalándolos entre el inferior y superior antes de morder ambos simultáneamente rugió como si fuera un pequeño animal salvaje, arrancándole una sonrisa al rubio.

En los comienzos de un amor los amantes hablaban del porvenir aunque en su declive, al final, hablaran del pasado o recordaran planes futuros que nunca se concretaron. Así como en los comienzos de las estaciones, todos se volvía alegres, disfrutando los cambios. Sonreían con la primera nevada de la que pronto se cansaban cuando tocaba salir cada día a la calle y trabajar en el frío, con días en los que apenas se notaba la luz del sol.

Anhelaban la primavera que disminuyera el intenso invierno, se alegraban de los constantes rayos de sol y el renacimiento de nuevas plantas, viendo las flores florecer con todo su esplendor pero de igual forma se quejaban de la constante lluvia, de los vientos e inestabilidad del clima. En verano disfrutaban tanto como se quejaban del intenso sol, en el otoño de la caída de las hojas y nuevamente el clima tan cambiante.

Como en las estaciones, las relaciones tenían un comienzo esplendoroso que podía caer en monotonías y quejas que llevaban a un final. La única diferencia para Jimin es que no quería un final en su relación, solo una transición a nueva era en conjunto. No sería fácil, ni siquiera estaba seguro porque la confianza era subjetiva y él aún estaba tratando de mantener la suya pero creía en que si los tres ponían de su parte, podían alcanzar esa meta e incluso ir más allá.

— ¿Qué te parece si salimos a dar una vuelta perdiéndonos en la ciudad de Seúl sin planificar nada? — Sugirió Taehyung sentándose en el sofá, notando todo lo que había en la pantalla.

Quizás era una invasión a su privacidad el quedarse mirando el contenido pero miró al mayor pidiendo un permiso tácito que llegó junto a la presencia de un adormilado Jungkook que se acostó en el sofá sobre él.

— ¿Estabas buscando buscando ofertas de viajes para tres? — Indagó desplazándose por las pestañas abiertas.

Al parecer Jimin andaba buscando hoteles, viajes y actividades para hacer entre tres personas durante un fin o semana completa. No podía negar que en ese momento la emoción lo embargó porque saberlo pensando en los tres le hacía feliz. Ni siquiera recordaba la última vez que Jungkook y él se fueron de viaje. Era el pelinegro quien siempre viajaban por cuestiones de trabajo. Busan y Seúl eran los únicos sitios que visitaban y la primera ciudad solo cuando iban a visitar a su suegra.

— Sí pero todos son para parejas o parejas con hijo nada para trirejas. — Suspiró como lo había estado haciendo mientras buscaba por la web. — Estuve pensando en tomarnos unos días para viajar, a los tres no caería muy bien pero supongo que deberé hacerlo regular y sin ofertas o promociones. Creo que esta son pequeñas trabas que nos encontraremos en el camino.

— Bueno creo que es normal el no poder encontrar ofertas para nosotros, no somos lo convencional o a lo que esas propagandas están dirigidas. — Con la mano, Taehyung le indicó que se acercara a su lado libre en el sofá.

— No es que me importen mucho las ofertas o el número de camas cuando podemos permitirnos algunos lujos pero es como si al mundo le gustara recordarnos que todo está planeado y organizado para dos. — Bufó pero el ligero apretón d manos por parte del castaño lo tranquilizó. — Estaba pensando en simplemente pedir una suite con admisión para más de dos personas, reservar los vuelos y actividades por separado. Los regalos también podremos hacérnoslos solos sin esas estúpidas ofertas de pareja.

— Creemos nuevas ofertas exclusivamente para esta trireja que somos nosotros. — Murmuró Jungkook y los tres sonrieron.

— Yo le estaba preguntando a Jimin para salir un rato los tres. ¿Qué te parece? — Por un momento Jungkook iba a decir que tenía trabajo que hacer pero mirando sus rostros, asintió risueño, siendo arrastrado prácticamente hacia la puerta.

Los tres almorzaron fuera e incluso fueron a divertirse a un pequeño parque temático de la ciudad, llevándose en sus cabezas orejas pertenecientes a diferentes animales, algunos atuendos muy graciosos y muchas fotografías. Pasaron por varios restaurantes para tener cada platillo en uno diferente como se solía hacer, terminando caminando por el río Han con algunos tragos en sus cabezas que los pusieron bastante alegres.

Fue idea de Jimin ir a bailar, sin ir a su casa, sin cambiarse, como cuando eran universitarios que se dejaban llevar por las emociones del día. Jungkook se lo pensó pero terminó dejándose llevar, simplemente no podía decirle no a ninguno de los dos y si se unían en su contra, definitivamente vencían.

Con solo ver a Park, quienes cuidaban la puerta en ese club gay sonrieron ampliamente para permitirle la entrada preferencial sin hacerlo esperar. El rubio sonrió coqueto peinando sus cabellos con la mano derecha mientras la que quedaba libre fue sujetada por un pelinegro de ceja enarcada que lo apegó a él para entrar siendo seguidos por Taehyung.

— No tienes que ir a la barra a pedir, para eso tenemos este pequeño espacio por el que estamos pagando. — Comentó Jungkook cuando Jimin hizo alusión a buscar una nueva botella de champán para ellos.

— No seas aburrido, Kookie. Tenemos siempre buen servicio pero a veces es bueno aventurarse uno directamente sin esperar por los demás. — Le dio un guiño y el menor suspiró mirando que el club no estaba muy aglomerado y podía ver bastante bien en la dirección en que iría. — Es más, me llevo a Tae.

El castaño que acariciaba descaradamente su trasero bailando con él asintió dejándose arrastrar. Fue solo un instante en el que se entretuvo pero cuando sus ojos volvieron a posarse en Jimin, notó como una mano que no era la suya tocaba su trasero sobre el ajustado pantalón de cuero negro. La quitó con prontitud queriendo quebrarla, sin poder escuchar el quejido del extraño.

— ¿Timoteo? — Preguntó el rubio que se volteó al ver como hacían un poco de espacio en su lugar, encontrándose con el menor con el que una vez se enredó.

— ¡Ya soy legal! — Sonrió sobándose la mano torcida pero aún así, ignoró a Taehyung, creyendo que este no interferiría más cuando notara que Jimin y tuvieron ese tipo de relación. Mas cuando intentó volverse a acercar al rubio que dio un paso atrás al verlo, el castaño simplemente tiró del brazo al mayor para sacarlo de su alcance. — ¿Qué mierda te sucede, imbécil?

Timoteo empujó a un Taehyung que se quedó parpadeando por tres cortos segundos, listo para responderle sin importarle el lugar en el que se encontrara pero, un puño algo más veloz llegó al reciente adulto con fuerza. Jimin los separó, empujando un poco más de la cuenta a Timoteo pero evitando que cualquiera de sus novios hiciera algo más.

— La verdad, Timoteo, nosotros no tuvimos nada, me alegra que ya puedas entrar a estos lugares de forma legal pero lo que ocurrió entre ambos, no te da el derecho de llegar a tocarme sin mi consentimiento. Agradecería que a partir de ahora mantengas tu distancia. — La seguridad del local llegó rápidamente, tomando la mano de un Timoteo que miraba como Taehyung besaba a Jimin después de comprobar que estuviera bien.

— Y-Yo no sabía que tenía pareja, él estaba soltero y nosotros... L-Lo siento. — Se disculpó sinceramente y Jungkook casi se sintió mal por haberle pegado.

Tomando la mano de su trireja, Jungkook salió del club para ir hasta donde habían estacionado su auto, lugar donde ya aguardaba un conductor designado que los llevó de regreso al apartamento de Jimin. Seguía molesto y sin hablar, lo mismo ocurría con Taehyung pero el mayor no comprendía por qué ambos seguían así cuando ya todo había pasado. Es que más allá de esa situación y el hecho de que se vieron envueltos en un altercado que gracias a lo que existía no los llevó a la cárcel, escuchar y ver a uno de los amantes de Jimin aunque pertenecieran al pasado, no fue para anda placentero.

— ¿Pueden quitar esas caras? Ya pasó todo y no tienen por qué estar molestos. — Espetó quitándose la ropa con naturalidad pese a la presencia de ambos, notando como sin poderlo evitar sus ojos se posaron en su cuelo, dándole pie a que su lado más sensual y coqueto se exteriorizara. — ¿Qué les parece un baño antes de ir a la cama a dormir?

— ¿A dormir? — En los planes de Taehyung sinceramente no entraba dormir, al menos no inmediatamente. — Podríamos hacer algo más. ¿Te unirás a nosotros hoy, Kook? Te extraño.

— Vamos a tomar esa ducha. — Fue lo único que respondió.

El baño del apartamento de Jimin para uno era exageradamente grande pero para los tres estaba bien, al menos más espacioso que el del apartamento de Jungkook y Tae. Para el pelinegro que iba avanzando diariamente, esa situación todavía pe parecía insólita y algo incómoda por alguna razón que desconocía. Porque para nada reclamaba el estar en ese espacio con dos hombres como sus novios pero toda esa intimidad en la trireja todavía le resultaba un poco abrumador.

Los contrarios parecían acoplarse bien, los veía alegres ayudándose a bañar, como niños que jugaban juntos. Su complicidad era bastante evidente, como si se conocieran de mucho más tiempo de lo que Jimin y él lo hacían. Él le tenía miedo a eso, a relajarse completamente en todos los sentidos y faltarle a alguno de los dos por eso, es que su distancia con Jimin era un poco más amplia pese a todo. No estaba preparado para tener sexo con él y temía que el decirlo lo hiciera sentir mal o con inseguridades porque sí lo deseaba y sí lo quería, muchísimo. Tanto era así, que el terror a dañarlo nuevamente lo apresaba impidiéndole avanzar.

— ¿En qué piensas? — Interrogó con sensualidad Taehyung acercándose a su cuerpo, haciendo que el agua que corría se detuviera completamente mientras buscaba sus labios para besarlo.

En la mente del pelinegro, ese beso estaba supuesto a ir lento pero la lascivia proveniente de los labios y toques contrarios le dejaban saber que no sería así. Tiró de la nuca de su pareja, con fuerza, tomando el control del momento mientras que el castaño apretaba con fuerza su trasero, dejando un dedo descarrilarse. No le dijo nada a diferencia de otras veces pero se corrió sutilmente, suficiente para que Taehyung captara el mensaje y se detuviera, aún cuando suspiró vencido.

Jimin se mantenía apartado, nunca interrumpía sus momentos pero se sintió bien cuando Taehyung miró al menor de los tres y este le atrajo para unirse. El castaño se hizo a un lado, a escasos centímetros, su corazón volví aa dispararse sintiendo tan cerca a Taehyung pero principalmente a Jungkook. Fueron tantos los años extrañándolo, anhelándolo, llorándolo y superándolo sin éxito que volver a estar con él se sentía como un hermoso sueño del que no quería despertar.

Ladeó el menor una sonrisa, mordiendo su propio labio antes de tirar del inferior de Jimin, saboreando esa carnosidad con algo más que ternura pero sin llegar a esa brusquedad intercambiada con Taehyung antes. Jimin se acoplaba tan bien a él, sus besos venían bañados de memorias y sabores perdido que reencontraba ahora sin querer volver a perderlos.

Las manos que se mantenían entrelazadas con las de Taehyung se soltaron para arrullar el excelentemente marcado pero algo más pequeño cuerpo de Park. Viajaba desde la espalda hasta sus glúteos acariciándolo, besándolo con sus ojos cerrados completamente entregado a esa sensación que siempre lo embargaba cuando besaba a Jimin, tan parecidas como diferentes a las que sentía con Taehyung.

Su masculinidad semi flácida fue sostenida por ele castaño y esto hizo que abriera los ojos, viendo como este los acariciaba a ambos, dejando besos en el cuello de Jimin y en el suyo para después regresar una vez más al mayor. Para cuando sus labios volvieron a entrar en contacto con él, estaba adaptado y entregado a un beso que se dividió en tres partes iguales.

Era grandioso, gracioso y sofocante la forma en que sus tres lenguas batallaban y se acoplaban, volviéndolos ansiosos por más. Podían pasarse un buen rato solo a base de besos pero el castaño tenía ideas diferentes que el rubio pareció captar. Estaba inseguro porque podía sentir que la pared entre él y Jungkook no se había derribado por completo pese a estar en proceso. No obstante, se dejó llevar.

Ambos abandonaron los labios de Jungkook para mordisquear su mandíbula, cada uno por un lado diferente. Descendieron a su cuello, disfrutando como a quien besaba los abrazaba y con ojos cerrados dejaba salir su pesada respiración. Ninguno estaba sin atención, tanteaban coordinados sus penes y traseros.

Taehyung buscó los labios de Jimin cuando estos se cruzaron sobre las clavículas, justo en el centro de aquel fornido pecho. Jungkook protestó en silencio pero se abalanzó para besar el pecho de quien por años fue su última pareja, besando luego la comisura de los labios que se entrelazaban, orillándolos a perder un poco para poder intercalar entre cada una.

El pecho de Jimin era mimado por el del medio y el de este a su vez por Jungkook. Con una amplia sonrisa, el cuerpo de quien los unió se metió entre los amigos de infancia.

— ¿Saben que los amo a los dos y amo mucho más estar entre ambos? — Estaba de frente a Jungkook, viendo su sonrisa, sintiendo la de Jimin a su espalda pero, no se mantuvo en ese sitio que usó como transición para ir al otro lado de la ducha.

Envueltos en un erotismo que muchos considerarían exacerbado ese momento era su escenario ideal. Ese tacto tan íntimos entre ellos era como si volviera a ser descubierto el cuerpo humano, apareciendo desnudo en el centro del mundo, uno donde solamente habitaban ellos. Tres hombres que aún con temores exudaban pasión y deseo dado el instante pero también cariño, complicidad, amor.

El universo griego volvía al pensamiento esos hombres con todo su arte y belleza demostrada en su forma más carnal cuando Jimin se aventuró a dominar el beso de Jungkook quitándole todo el control mientras que este último, ceñía la mano que no amasaba el trasero del rubio en las hebras castañas, obligando a Taehyung a descender porque hacía mucho que no sentía esa boca magistral rodeando su miembro.

Sin embargo, Taehyung se tomó su tiempo deteniéndose en sus pezones y pronto, Jimin se le unió, sintiendo la mano de su espalda baja ascender hasta sus cabellos. Fue imposible para Jungkook no gemir ante la imagen de esos dos individuos amando su cuerpo. Casi siempre Taehyung se adueñaba de uno y dejaba al otro tranquilo o máximo lo pellizcaba. Ahora, ambos pezones estaban perdidos en una deliciosa humedad pero sus técnicas eran tan diferente que lo tenían en goce.

— Oh... — Gimió viéndolos descender más hasta con cierto trabajo, colocarse de rodillas.

Jimin se apropió de su falo por sus lados, Taehyung de sus testículos pero se turnaban en perfecta sincronía hasta que decidieron coincidir en su punta. La acapararon a la vez y sus labios se rozaron, sus lenguas estimulaban al glande mientras uno u otro succionaba esporádicamente.

— E-Esto se siente demasiado bien. — Dejó escapar Jungkook echando su cabeza hacia atrás por unos segundos, rehusándose a perderse esa vista. — T-Tae... — Llamó en un pedido que el castaño reconoció.

Necesitaba correrse pero esa noche definitivamente, no lo haría con una sola boca. Pícaros, como si de una maldad se tratase, ambos se pusieron de acuerdo para hacerlo gemir sin siquiera engullir su erección. Jugaban a su ritmo pero olvidaron lo dominante que Jungkook podía llegar a ser, presionando las mejillas de cada uno, obligó a abrirlas y así, buscar el alivio que lo desesperaba. Entre una cavidad y otra se fue tanteando. Sus dedos se aferraron al suelo, sus manos a sus cabezas y esto fue la señal que los otros necesitaban para volver a tomar el control, haciéndolo venir sobre sus bocas.

— Mierda... — Protestó el pelinegro al verlos, obscenos y hermosos cubiertos de él.

Esos dos hombres eran suyo, él era de ellos.

💜💜💜
LORED

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