Capítulo 35

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— Bebé, hoy no podrá ser, mi padre nos invitó a Kook y a mí a una cena de la que no nos pudimos zafar. — Escuchaba Jimin del otro lado de la línea.

No podía negar que ese tipo de ocasiones a donde ellos aún iban como una pareja sin llevarlo, lo hacían sentir extraño. Eran las menos, realmente, después que les contó que había retomado sus sesiones con Hwasa, en los últimos seis meses, los tres estaban la mayoría del tiempo juntos. De hecho, ahora era extraña la noche donde no durmieran juntos. Por semanas, se turnaban entre un apartamento y otro, decidiendo entre los tres buscar un lugar en conjunto para mudarse pronto.

Eran muchísimos los avances pero aún así, aunque muchas veces no le incomodara, habían días o momentos como ese en donde quería más. Con Jungkook también hubieron avances en todos los ámbitos de su relación a excepción de la cama. Él seguía siendo follado por Taehyung y se masturbaban en algunas ocasiones pero casi siempre, se quedaba de lado como un mero espectador.

— ¿Crees que llegarán tarde esta noche?

— No sé decirte, ya sabes como es mi papá, posiblemente nos quedemos a dormir en casa de mis padres pero mañana no veremos con certeza. — Respondió Taehyung, podía escuchar a lo lejos la voz de Jungkook diciéndole que le mandase un beso , haciéndolo sonreí. —¿Escuchaste? Kook te manda un beso y yo otro.

— Dale uno de mi parte también.

— Oye, antes de que ustedes viajen el mes próximo, hablaremos con nuestros padres sobre los tres. ¿De acuerdo? — Mencionó mordiendo su labio, sintiéndose mal por no poder tener ahí a sus dos novios con naturalidad. — ¿Sabes que te amamos?

— Lo sé, Tae, lo sé. — Sonrió azorando de su cabeza cualquier idea. — Me quedaré en mi apartamento esta noche. Aprovecharé para adelantar varias cosas.

— Está bien. Ya tengo que irme pero te escribiré en un rato. Un beso grande, bebé.

— Otro para ti, Tae.

+++

— ¿Te gusta qué? — La voz de Taehyung era áspera en el oído de Jimin, profunda y sin aliento, de la forma en que solo sonaba cuando estaban así. Perdidos entre los brazos del otros después de horas o días de no verse.

El castaño estaba inclinado sobre la espalda del mayor, presionándolo contra el colchón. Una de las manos descansa entre sus omóplatos mientras la otra empujaba su columna, apoyando todo su peso contra ella para mantener al mayor inmovilizado. Los dedos de su otra mano se enroscan alrededor de esa hermosa cadera, sujetándolo con fuerza disfrutando de sentirlo retorciéndose debajo de él.

Jimin se mordía el labio inferior, agarrando una almohada contra su pecho sin poder contener los gemidos que cada penetración de Tae le arrancaba. Giró la cabeza para responderle pero, justo cuando respiraba profundamente para intentar expresarse, su voz se quedó atrapada en su garganta.

— ¿Le has tomado gusto a verme tener sexo con alguien más? — Taehyung habló nuevamente.

Jimin cerró sus ojos algo incómodo por la frase sin saber por qué. Era un hecho que Taehyung siempre provocaba de cualquier forma a Jungkook para hacerlo caer pero por algún motivo, esa noche de reencuentro que debía ser especial, se sentía rara. No podían mal interpretarlo, fue feliz cuando los vio llegar, cuando lo abrazaron, besaron y cenaron juntos. Incluso disfrutaba como siempre cada encuentro íntimo con los hombres que amaba pero no se sentía rebosante de amor y felicidad.

El peso lo golpeó de lleno en el pecho, sacando el aire de sus pulmones cuando aquella embestida flaqueó sus manos. Esto le dio la oportunidad de mirar de soslayo, viendo aquellas miradas encontradas. Ese momento no era entre él y Taehyung. No se trataba de él en lo absoluto, ni siquiera de los tres y aunque una parte de él gozaba, la otra comenzaba a sentirse afectada.

Las embestidas eran lentas, desvaneciéndose en una rutina perezosa. Por un momento, estuvo agradecido por el indulto porque el castaño podía ser bastante salvaje, le encantaba pero agradecía esa brecha para no correrse de inmediato. Besos y leves mordidas acompañados de suaves caricias se apropiaron de su espalda, mas cuando levantó una vez más la cabeza para mirar por encima del hombro, para ver qué estaba pasando detrás de él, deseó que lo follara de nuevo. Lo suficientemente fuerte como para olvidarse de él y dónde estaba.

Porque Jungkook estaba hablando con Taehyung. Su novio, se sentía como aquella primera vez después de la disco done él fue el agregado en la relación y no la trireja que ahora eran. El pelinegro, que estaba sentado en una silla frente a su cama, mirándolos tener sexo entre ellos, lucía tan desesperado como si fuera él quien se lo estuviera follando. Lo confundían tanto y él se sentía tan culpable por sentirse así.

Taehyung lo empujó nuevamente, haciéndolo apretar más sus ya cerrados ojos. No podía ver a al menor observándolos, con los ojos muy abiertos y asombrado, como si estuviera mirando una obra de arte en lugar de lo que estaba sucediendo frente a él. No pudo notarlo cuando sentía al castaño dentro de él, empujando más profundo, aplastándolo, moviendo sus entrañas mientras movía sus caderas con tanta habilidad.

— No puedes darme lo que necesitamos, ¿eh?— Resopló Taehyung porque él también comenzaba a pensar demasiado sobre el hecho de que Jungkook siguiera sin unirse a ellos apropiadamente en la intimidad de una cama. ¿Tal difícil le resultaba? Quizás, debía hablar una vez más con él.

Se inclinó hacia atrás, doblando la espalda para hacer un bonito arco, para darle un bonito espectáculo al pelinegro mientras le hacía el amor al mayor en un nuevo ángulo.

— T-Tae...— Jadeó Jungkook.

Su voz tenía ese tono alto y entrecortado, como si estuviera a punto de llorar. Si Jimin le estuviera prestando atención, hubiera podido escuchar los sonidos húmedos de este al masturbándose, viendo a sus dos hombres hacerse el amor en su cama.

— ¿Me amas tanto que no puedes evitar decir mi nombre, eh? — Preguntó Taehyung pero el menor solo se quejó por lo bajo. — Pero no eres suficiente, ¿verdad?

La voz de Tae era ronca, aguda y al escucharlo, Jimin llenó de aire sus pulmones cuando respiró profundamente. Cuando empezaron a hacer tener encuentros de esa índole, desde la primera vez que hicieron el amor hacía casi un año atrás o la primera vez que estuvieron los tres juntos en la misma habitación, disfrutó de su comportamiento. Le encantaba escuchar como provocaba y a veces incluso pretendía humillar lascivamente a Jungkook mientras lo mimaba y hacía el amor a él. Ahora, sin embargo, parecía que las palabras también lo estaban cortando.

— Sólo tienes que sentarte y mirar... — Dijo no tanto en burla, realmente quería recriminarle su lejanía pero se prometió trazar un límite y no presionarlo demás. — Mírame tomar lo que necesito y amo de mi otro hombre, algo que te estás perdiendo. Mira como nuestro Jimin también disfruta del calor de nuestros cuerpos juntos mientras tú estás aislado, solo.

Su siguiente empujón fue más duro y el rubio lo sintió en su estómago, en su pecho. Oía ahora a Jungkook gemir, agitando su mano con fuerza y por un segundo, decidió sentirlo así en él. Los quería a ambos, estuvo por meses disfrutando aún cuando no siempre interactuaban directamente los tres pero, ya no más. Ya no quería escuchar esos momentos, esos donde no están los tres o incluso pareciera que, estando juntos, él era quien sobraba.

Oyó a Taehyung hablar de nuevo, las palabras arrastradas debido a la la forma en que estaba distraído, tratando de no escuchar. Por eso le tomó un momento darse cuenta de que esta vez, el castaño le estaba hablando a él.

— Bebé... — Buscaba mirarlo, deteniendo casi todo movimiento y ahora, Jimin pudo escuchar la preocupación en su voz. — ¿Estás bien?

Jimin parpadeó mirando la pared hasta que el mundo recobró forma y su visión se aclaró. Sintió a Taehyung salir de él, viendo la cama hundirse cuando este se movió sobre él para abrazarlo. Todavía sostenía la almohada con fuerza y había una mancha húmeda en la funda, por las lágrimas o la baba, no lo sabía.

— ¿Hm? — Casi tarareó, dándose la vuelta para poder mirar a los ojos de Taehyung.

Este lo miraba con el ceño fruncido y Jimin estuvo a punto de preguntarle si era él a quien no le ocurría nada dado que no terminó pero el contrario extendió sus dedos por su mandíbula para acariciarlo.

— ¿Estás bien? — Volvió a preguntar. — Bebé, dime qué te pasa, por favor.

De repente, Jimin se dio cuenta de que se detuvieron porque Taehyung estaba preocupado por él. Los dos lo estaban mirando con detenimiento, incluso Jungkook mientras se limpiaba.

— No dije la palabra de seguridad para nuestros encuentros salvajes. — Dijo como explicación, algo perdido en su cavilaciones aún. — Una vez más, el entrecejo del castaño ese arrugó.

— Sí, pero parecías ...— Calló, frunciendo los labios como si esperara que Jimin supiera lo que estaba tratando de decir sin abrumarlo

Pero este simplemente no captó el mensaje, solo suspiró y pas'p los dedos por el cabello, apartando el flequillo sudoroso de la cara. El contrario todavía estaba arrodillado entre sus piernas en la cama, cuando miró hacia abajo, pudo notar se había vuelto flácido. Se mordió el interior de la mejilla y suspiró.

— Lo siento. — No sabía qué más hacer, se sentía culpable.

— Está bien, bebé. Sabes que esto no me importa, además, busco que disfrutemos los tres pero si tú no lo estás, entonces todo carece de sentido. — Antes de que pudiera decir algo más, Jungkook se subió a la cama junto a ellos.

— Oye... — Susurró suave tomando sus mejillas entre sus manos, con esa voz profunda y suave suya. Lo besó muy sutilmente y lo miró colocando una mano en su la rodilla. ¿Estás bien?

— Sí. — Contestó asintiendo una vez. — Sí estoy bien. — Parpadeaba como si un rayo de luz lo hubiera cegado, su mente se sentía confusa.

Observó a Jungkook y Taehyung mirarse el uno al otro, mirarse a los ojos con expresiones que dejaban perfectamente claro que se están comunicando sin palabras, decían algo sobre él . Había un entendimiento tácito entre ellos, sobre esa situación y de repente se sintió como al comienzo. Como si fuera solo otra cosa que lo involucraba, pero excluía al mismo tiempo.

— Sólo estoy... Me siento un poco mal, creo que por no comer correctamente en la comida o el resto del día. — Dijo para encontrar una salida rápida a las interrogantes.

Tenía un sentimiento algo volátil, podía sentir algo creciendo dentro de él, como un poco de ira, tal vez o dolor. Fuese lo que fuera, no quería mostrárselos, no quería desquitarse con ellos sus inseguridades y miedo, no se lo merecían.

La preocupación inmediata por su mentira es un recordatorio lejano de que se preocupaban por él. Ambos casi en sincronía se inclinaron hacia adelante para presionar sus palmas contra su frente.

— Oh... ¿Por qué no dijiste algo? — Las palabras no sonaban condescendientes solo preocupación genuina de parte de Taehyung.

Jungkook también, apretó su rodilla, deslizando su mano por el muslo, frotando círculos reconfortantes en su piel. — ¿Quieres algo? ¿Agua? ¿Té o alguna pastilla? Tae, busca algo mientras yo lo ayudo a limpiarse.

— No, gracias. — Negó encogiéndose de hombros, deslizándose de la cama y alcanzando su ropa, doblada sobre la cómoda. — Creo que solo, um... Irme. Me hará bien dormir hoy en mi casa. — Por el rabillo del ojo, vio como sus compañeros se miraron de nuevo. Se mordió el labio inferior, concentrándose en vestirse.

— No tienes que irte. Si necesitas más espacio en la cama uno de nosotros puede dormir en el sofá. — Habló Taehyung una vez que Jimin alcanzó sus calcetines, una vez que le quedó claro que realmente quería irse. — Podemos prepararte té o comida y ver una película o simplemente hablar, algo. Irte a esta hora y en este estado a tu casa no es conveniente.

Jimin se apartó el cabello de la frente. Todavía estaba algo pegajoso por el sudor. Se sentía mal al irse así, pero creía que se sentiría peor si se quedaba a ver una película y terminaba viendo a Taehyung y Jungkook abrazados en su sofá.

— Perdón por arruinar la noche después de no vernos por casi dos días. — Se disculpó y se sintió mal otra vez cuando se apresuraron a decirle que no lo hizo, no había arruinado nada.

Taehyung caminó a paso firme aún desnudo para abrazarlo por detrás, depositando suaves besos en su hombro mientras Jungkook seguía pensando que algo estaba pasando, algo que no estaba viendo.

— Al menos quédate para asearnos como solemos hacer. — Espetó el pelinegro en un tono que no era de pregunta pero tampoco una demanda. Solo un deseo, hacerle saber a Jimin que lo quiere ahí.

El mayor exhaló, pesado y profundo sabiendo que se quedaría. Ellos tenían esa rutina después de tener sexo. Aunque no participara, era Jungkook quien siempre se encargaba de limpiarlos bien.

— Sí. — Respondió. — Creo que no podré saltarme esto. — Sonrió notando las comisuras contrarias elevarse.

Pasó más de una semana antes de que alguno volviera a tener noticias de Jimin. Ni siquiera Jungkook pudo localizarlo debido a que tuvo que viajar de imprevisto. Nada inusual de no ser por la extraña forma en que terminó su último encuentro.

Su reaparición fue tan extraña como su partida, simplemente fue del aeropuerto directo al apartamento de ellos. Taehyung estaba con Hoseok y Jungkook trabajando pero cuando les dijo que esperaba por ellos, ambos se apresuraron para llegar lo antes posible al apartamento.

— ¡Siéntense! — Ordenó tomándolos una vez más por sorpresa después de haberlos saludado. Sin embargo, ambos acataron la orden en silencio, sentándose cada uno en una de las sillas del comedor. — ¿Cómo estuvieron esta semana? Vi algunas publicaciones de Taehyung pero no pude hablar con ustedes.

— No pudiste o no quisiste, porque si tuviste tiempo para ver mis publicaciones, pudiste haberlo utilizado para responderme mis mensajes. — Respondió algo enojado. Si algo odiaba él, era que cualquiera de ellos se desapareciera de esa forma. Se lo recriminó siempre a Jungkook y ahora, que Jimin lo hiciera a pesar de ser su primera vez, no le gustaba. — ¿Sucedió algo que te lo impidió?

— ¿Sinceramente? No pude y no quise. — Los vio removerse en sus asientos con incomodidad pero no flaqueó. — Antes de que me digan nada, escúchenme.

— Adelante. — Musitó Jungkook prestándole toda su atención.

— Antes de avanzar, también necesito hacer una pregunta. Jungkook, ¿qué sientes por mí? — El pelinegro parpadeó abriendo su boca como si no comprendiera la pregunta, a lo que Jimin volvió a preguntarle. — ¿Qué sientes por mí sexualmente?

— ¿Qué siento por ti sexualmente? — Asintió en respuesta. — Jimin, yo te amo, lo sabes.

— ¿Por qué después de tantos meses aún sigues sin unirte a nosotros en la cama? Tae es el que propicia siempre momentos entre nosotros, de no ser por él, incluso nuestros besos se verían reducidos considerablemente.

Taehyung iba a hablar, él también sentía que ocurría algo con Jungkook que lo estaba desesperando pero jamás había visto a Jimin tan serio e intimidante como en ese momento pese a solo estar hablando. Miró a uno, luego al otro y haciendo algunas discretas muecas con su boca, se acomodó en su asiento.

— En la intimidad, la mayoría de tus interacciones son solamente con él a pesar de que yo esté en la misma habitación. Sí, me miras pero nada más y ese es el motivo de mi pregunta. Amo tener sexo, vamos, no crea que haya un ser humano que experimente correctamente esa actividad y que después no le guste, menos si es con la persona que aman. Sin embargo, saben que para mí, eso no es todo. Adoro la complicidad que hemos tenido, la forma en que nos hemos ido complementando y de verdad, muchas veces, siento que no hay sentimiento más fuerte como el que compartimos. Pero después, ocurre que siento que solamente soy algo así como tu mejor amigo pero el novio de Taehyung mientras que ustedes sí interactúan entre sí.

— Y-Y-Yo...

El pelinegro se aclaró la garganta bajando su cabeza sin saber cómo responder exactamente su pregunta. Para él no era fácil, llevaba meses sin penetración de ninguna índole, masturbación, felaciones y voyerismo, esa era toda la actividad sexual que tenía. Se sentía bien en todo lo demás pero carecía de confianza, tenía miedo.

— Tengo miedo. — Confesó sin poder mirarlos.

— ¿Miedo a qué? — Preguntó Taehyung preocupado, compartiendo la misma mirada de asombro que Jimin.

— No lo sé con exactitud. Desde el día en que volvía a verte, Jimin, creo que comenzó a crecer cierto miedo en mi interior. La noche que jugando me pediste besarte y huí, me asusté tanto como me excité. La primera vez que los tres compartimos una cama no fue diferente y a día de hoy, me provocas tanto como Taehyung. Sin embargo, desconozco la magnitud de mis propios sentimientos. Los amo a los dos, temo dejarme llevar y hacerlos sufrir, no poder equilibrar parejo mi deseo por alguno. Prefiero no estar con ninguno a faltarle a alguno. Yo veo la complicidad que se tienen, como equilibran todo y yo... No sé si pueda lograrlo de la misma manera. Esto es una trireja, si uno solo se siente desplazado yo me sentiría fatal.

— Te entiendo. — Admitió Jimin comprendiendo ahora un poco mejor sus complejos pensamientos. Él pasó por lo mismo porque por años amó a Jungkook con locura y luego, apareció Taehyung removiendo cosas hasta el momento desconocidas para él. — Te entiendo pero cómo crees cuando estamos en la cama e interactúas con Taehyung pero no me tocas a mí, cuando me dejan a un lado. Me siento desplazado y ese fue el motivo para que me fuera la última vez que nos vimos. Parecían estar en una burbuja donde yo no tenía cabida.

— Eso no fue así, no... — Intercedió Taehyung.

— No lo fue para ustedes, para mí sí y créanme cuando les digo que odié con todo mi corazón no sentirme parte de esta trireja. Yo no deseo presionarlos, no le he hecho y no quiero hacerlo pero sinceramente no me apetece a continuar con encuentros de este tipo. Un día está bien, que no siempre queramos todos tener sexo está bien. Que yo esté viajando y quieran acostarse también está bien, somos tres pero no tenemos que a fuerza estar los tres juntos en la cama. Es como cuando en una pareja normal uno se va y el otro se masturba. Es entendible y sinceramente lo respeto, acepto sin problemas. Lo que no resisto es sentirme un extra indeseado en mi propia relación.

— Chim, yo nunca.. Oh por Dios, realmente no quise que te sintieras así o que creyeras que no gusto de ti también sexualmente. Te amo dentro y fuera de esa cama, yo...

— Demuéstramelo, Kookie. — Le interrumpió el rubio. — Si a Taehyung no le incomoda o comparte tus preocupaciones, me gustaría que me lo demostraras porque desde hace muchos años muero de ganas por que volvamos a hacer el amor. — Jungkook quiso responderle pero un fuerte hipo se apropió de él, haciendo reír a sus novios. — Tu jefe te está obligando a que te tomes una semana de vacaciones a partir de mañana, Jeon. — Tanto el nombrado como el castaño lo miraron confundidos y no pudo evitar volver a reírse. — Nos invito a un viaje, creo que lo necesitamos.

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¡Doble actualización!😌😋💜

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