Jeon JungKook estaba maldiciendo el hecho de haber estado horas antes on Taehyung. No estaba arrepentido, para nada pero le estaba costando bastante moverse sin parecer cojo o sentarse correctamente en un lugar. Conociendo los hechos, sus novios lo habían cuidado bien, incluso su cuñado, ese que no esperó que se burlara de él, estaba ayudando a terminar de ultimar detalles para que se moviera mucho y pudiera soportar la noche.

Con Sungwoon todo fue mucho más sencillo de lo esperado, de hecho, él ya se las olía debido a que todo lo que sabía de Jimin eran noticias positivas. Su ánimo evidenciaba una estabilidad y bienestar emocional que les adjudicó aún sin tener la certeza. Había pasado varios años viendo a su hermano sufrir en silencio y algunas veces, verlo desahogándose ya cuando no daba más por lo que fue muy evidente el cambio. Eso era todo lo que le importaba a él sinceramente, que estuviera feliz y saludable.

Que no estuviera recurriendo a medicamentos y alcohol para anular sus pensamientos de forma temporal, que se hundiera en los negocios sin vivir o que se escudara en sexo casual que terminaba solo lastimándolo más cuando al final de la noche la soledad y el vacío incrementaban. Así quería verlo siempre, sonriendo, haciendo bromas y siendo querido. ¿Por uno, por dos, por miles? No le importaba, su hermanito merecía ser amado por un millón, realmente lo merecía.

— ¿Entonces cómo los diferencio? ¿Cuñadito uno y dos o cuñadito Kookie y cuñqdito Tae? — Jimin hizo una mueca de molestia que Taehyung borró sosteniendo su mandíbula para dejarle un beso sin contener mucho su risa. — ¿Ves? Mis cuñados se ríen y mi hermano se molesta.

Jimin pasó por su lado empujándolo para que se sentara mientras él terminaba de traer los abridores de botellas que era lo único que faltaban en la mesa.

— ¡Taehyung! — Gritó desde la cocina haciendo que el castaño rodara sus ojos. — ¿Dónde están los abridores?

— Yo voy. — Dijo Jungkook para que Taehyung se sentara debido a que había sido quien literalmente hizo casi todo en los últimos días, incluyendo esa cena en donde ellos solo adelantaron la ensalada y prepararon la mesa. — Dime dónde están y yo los busco.

— En la primera gaveta que queda debajo de la ventana. No donde está la cocina, sino la otra. — El pelinegro se levantó dándole una sonrisa.

— Ustedes parecen todo el tiempo en luna de miel, es bonito pero para los solteros no tanto. — Bromeaba Sungwoon viendo como Jungkook se encontraba con su hermano en el medio del pasillo y acariciaba su cintura dejándole saber que él iría por los abridores. — Yo cuestioné a Jimin cuando me dijo que amaba a los dos, no sabía cómo podrían hacer funcionar esto y temía que saliera lastimado pero siendo testigo de su relación, realmente me siento aliviado.

— Nosotros sinceramente amamos a tu hermano, aunque parezca difícil de creer o entender para mucho, él ha traído una base y estabilidad a nuestra vida que solamente puede portar él. Es imposible no amarlo, no me di cuenta en el momento que me fui enamorando de él, cuando lo hice ya fue muy tarde y solo sabía que no los quería perder a ninguno de los dos.

— Yo lo sé, cuñadito uno. — Rió bajo de la broma. — Esto queda entre tú y yo, nuestro secreto.

— ¡Jungkook, Jimin, acabo de ser bautizado como el cuñqdito uno! — Gritó haciendo saltar al mayor en su asiento. — Aquí no hay secretos.

— Señor Park, le agradecemos por su visita pero creo que ya es hora de que abandone nuestra casa. Como comprenderá, en estos momentos me siento demasiado ofendido. — Espetó Jungkook viendo momentáneamente la preocupación en sus ojos pero cuando los tres carcajearon, Sungwoon respiró aliviado.

— Son, son muy malos ustedes.

Jungkook tomó asiento en el regazo de Taehyung mientras Jimin abrió la primera botella para ellos cuatros mientras esperaban que comenzaran a llegar sus amistades. Los primeros en hacer acto de presencia fueron Namjoon y Seokjin tomados de las manos. Por algún motivo el único que sonrió inmediatamente fue Sungwoon pero la trireja tardó algunos segundos en reaccionar y darles la bienvenida con cordialidad.

El pelinegro tuvo curiosidad porque Namjoon no se mostraba tan feliz como esperó verlo, la forma en que rascaba su nuca cuando llegaron lo confundió un poco pero no dijo nada. Ellos conocían casi de primera mano lo ocurrido entre ellos dos pero no eran los mejores para opinar. Si ambos se amaban, no tenían más que decir. Ellos tres cometieron errores casi idénticos y ahora vivían felices, sabían que nadie los comprendería mejor que ellos mismos, lo mismo podía suceder con los recién llegados.

Con una sonrisa, Jimin se encargó de enseñarles la casa y servirles sus copas de bienvenida. Seokjin ya había estado dado que tuvo que trabajar ahí con Jungkook pero cuando fue, era simplemente su asistente y no hubo recorrido alguno por la propiedad.

El segundo en llegar fue Hoseok, entró junto con el rubio que servía como anfitrión de la noche con una gran sonrisa en su rostro que tembló levemente al ver a Namjoon sentado al lado de Seokjin con este último evidenciando su relación al sostener uno de sus muslos e inclinarse sobre él.

Ellos no habían vuelto a hablar correctamente en las últimas semanas, después de la forma en que canceló sus planes para irse a ver con Yoongi y ver como este muy poco se interesaba en él, se sintió como un completo estúpido que se acostumbró rápidamente a los mensajes diarios de Namjoon pese a solo darle respuestas escuetas. Saludos de buenos días y buenas noches, deseando buenas semanas... Eso era todo y a lo único que respondía y por eso el peligris se limitó a mandarle solo esos mensajes que aún seguían llegando.

— Buenas noches. — La voz de Hoseok hico que Namjoon sacara la vista de su móvil para mirarlo, sonriendo al verlo y recibiendo como siempre una sonrisa en respuesta.

Se levantó para sacarle la silla junto a él pero el pelirrojo se fue al otro lado de la gran mesa para abrazar a Taehyung y sentarse a su lado después de que el pelinegro se corriera unos centímetros para esto. El ceño de ambos Kim se fruncieron por motivos diferentes, Namjoon lo hizo porque le extrañó su actitud y Seokjin por la forma en que su pareja miró a su amigo. Quizás estuvo muchos años lejos pero Namjoon era demasiado transparente y aún podía ver bastante a través de él si este bajaba sus defensas un poco.

— Nam, me acompañas, quiero mostrarte algo. — Jungkook llamó a su amigo aparte sin poderse contener porque su reacción al ver a Hoseok fue la que él se esperó al escucharlo hablar de Seokjin.

Quizás él no estaba en posición de opinar, no quería inmiscuirse en la vida de su amigo pero le costaba quedarse de lado sin hacer nada. Buscando la mejor manera de abordar el tiempo comenzaron a hablar sobre los cuadros que Jimin había escogido. Namjoon podía haberse licenciado en negocios pero fácilmente pasaba por un curador de arte con maestría.

— Chim tiene buen gusto. — Jungkook sonrió orgulloso.

— Sí que lo tiene. — Mientras caminaban por la última planta y brindaba con él, Namjoon se detuvo mirándolo serio.

— ¿Vas a preguntarme por Seokjin o simplemente te quedarás mirándome hasta que adivine tu pregunta. — Fue descubierto, como siempre. El menor rió y Namjoon se le unió.

— ¿Piensan ir a más? Es decir, ya han decidido tener una relación porque, perdóname si me equivoco pero pensé que te gustaba Hoseok. Por la forma en que lo miraste al llegar puedo asegurar que sigue vigente en el presente, te gusta.

— No sé cuál sea el camino de lo que tengo con Seokjin, sabes. Los dos hemos cambiado, no somos los universitarios de diez años atrás y por ende, no vemos las cosas de la misma manera. Ya ni siquiera me duele el recuerdo de su infidelidad. Viene a mí mientras estoy con él pero como cualquier otro recuerdo. Antes cada vez que recordaba la escena en donde lo vi follando con un desconocido en nuestro apartamento compartido, en nuestra cama me dolía. Me seguía preguntando en qué me equivoqué e incluso me molestaba con él pero más conmigo porque seguía sintiendo que lo quería.

— ¿Ya no es así?

— No lo sé, me atrae. Tenemos cierta historia, algo difuminada pero bueno, está ahí. Sigue siendo un hombre hermoso, no puedo negarlo y muchas veces me provoca demasiado aunque todavía no hayamos vuelto a acostarnos. Hoseok llegó sin avisar. O sea, lo conozco desde la secundaria aunque nos hayamos hecho un poco más cercanos en la universidad gracias a ustedes y el grupo. Sin embargo, nunca nos vimos de esa manera, cada uno andaba como caballo de carrera en su propio carril y sin mirar a los lados.

Comentaba sentándose en una de las habitaciones de invitados preparadas por si ellos pasaban la noche ahí. Los dos le dieron un sorbo a su bebida pero permanecieron en silencio. Jungkook no lo apresuró, podía verlo pensar y organizar sus ideas.

— Todavía no sé cómo terminamos durmiendo juntos pero sí creo que de alguna forma creamos cierto roce o atracción mientras compartíamos tiempo en los últimos meses. Porque no comprendo de qué otra forma ese encuentro hubiera despertado más cosas si no había absolutamente nada antes. Me gustó mucho estar con él dentro y fuera de la cama. Esa mañana cuando lo vi en mi cama abrazado a mí me hizo preguntar, ¿por qué no darnos una oportunidad?

— ¿Querías darte una oportunidad con él? — De acuerdo, eso era algo que Jungkook no sabía pero tampoco le sorprendía.

— Lo pensé. — Asintió. — No sé por qué pero sí lo pensé por eso lo invité a salir después de eso pero como yo sabía y había olvidado, Yoongi es el dueño de su corazón aunque no lo sepa aprovechar o merezca. No se puede luchar contra un corazón ya enamorado, al menos no siempre y este no era el caso. Además como hombre recién nos comenzábamos a conocer.

— Bueno comenzando como tal no. — Rió Jungkook apretando su hombro. — Si te pones a pensar, estoy seguro que conoces de él desde sus gustos típicos hasta algunos que ni siquiera él conoce.

— No lo sé pero para qué pensar en eso. Él ama a otro hombre y yo decidí ver qué sucede con Jin. A veces es mejor un malo conocido que un nuevo por conocer. — Sonrió con torpeza frente a su amigo.

— Tenemos pensado servir varios tipos de carnes así que ya que estamos aquí tendrás que ayudarme. Tienes que escoger entre cordero, cerdo, res, pavo, pollo y salchichas americanas.

— Para mí cerdo o res.

— ¿Sabes qué preferiría Hoseok?

— Cerdo o pollo, la carne de res siempre le parece muy dura y odia las salchichas. — Jungkook asintió mirándolo en silencio.

— ¿Y Seokjin?

— Creo que le gustaba el pollo. — Se quedó pensativo varios segundos. — No, no, creo que era el cordero o el cerdo, alguna de esas dos pero igual come todo.

— Oh, crees... — Namjoon levantó la mirada comprendiendo la trampa puesta por su amigo.

— Son los pequeños detalles, mi amigo. Vamos...

Cuando bajaron, todos seguían en la mesa conversando aunque parecían un poco divididos en grupos. Sungwoon y Jin de un lado mientras los otros miembros de la trireja y Hoseok estaban sentados en el otro. Sin poderlo evitar, Namjoon buscó al pelirrojo con la mirada aún cuando se sentó al lado de Seokjin y este se encargó de rellenarle su copa, entregándosela con un beso en la mejilla que de soslayo fue visto por el pelirrojo que no se inmutó más allá de su ceja enarcada porque ni siquiera su sonrisa desapareció.

— Realmente me sorprendió la noticia de su mudanza en conjunto pero el lugar está increíble. — Hablaba Jin con soltura y confianza mirando a su alrededor, encontrándose con la mirada de un Taehyung que por alguna razón no terminaba de tragarlo y eso lo evidenciaba en su cara aunque no quisiera. — Escogieron una excelente casa, que digo casa, mansión.

— A mí me sorprendió saber que ustedes dos hayan vuelto. — Los señaló a él y a Namjoon. — No me lo esperé. — Comentó Taehyung recibiendo un sutil apretón en su muslo por Jungkook que seguía sentado sobre él.

— Bueno, lo cierto es que no nos hemos reconciliado del todo. — Se apresuró a responder Namjoon, desviando sin querer su mirada hacia un pelirrojo que lo notó a pesar de pretender estar concentrado en la copa de vino que se servía. — Seokjin me llamó para hablar y eso es lo que hemos estado haciendo, conversar, limando asperezas e intentando acercarnos nuevamente.

— Se les ve ya bastante cerca así que supongo que está yendo todo bien. Me alegro mucho por ti, Nam. — Espetó el pelirrojo sin saber por qué exactamente debía opinar sobre algo que no le interesaba.

La trireja intercambió mirada e incluso Sungwoon sintió cierta tensión en el ambiente cuando se hizo el silencio.

— Bueno, lo estamos intentando, sí. — Intervino Seokjin para cortar el extraño ambiente.

— Cuéntanos de ti, hace mucho tiempo que no sabemos de ti. Pensé que vendrías con Yoongi con eso de que también se estaban viendo. — Espetó Namjoon mirándolo fijamente, logrando que finalmente el pelirrojo lo mirara. Le extendió la copa simulando un brindis que Hoseok aceptó y todos siguieron.

— No vine con él porque ya no tengo absolutamente nada que ver con él desde hace varias semanas. — Respondió mirando fijamente al peligris que dejó ver su sorpresa tanto o igual que el resto.

Taehyung debía admitir que en el último tiempo hablaba menos con su mejor amigo con todo lo que tenía en su cabeza. Sí se habían mantenido en contacto pero todos los temas fueron triviales pues él no quería dejar entrever mucho de su relación con con sus dos hombres para evitar preguntas para las que no querían aún dar respuesta. Por ese motivo, no ahondaron en temas demasiado profundos. Estaba completamente desinformado.

La última vez que hablaron correctamente fue el día que le contó sobre lo sucedido con Namjoon. Creyó que fue cosa de una noche como le dijo, todavía seguía suspirando por Yoongi pero ese cambio radical que por primera vez sentía en su voz al hablar de Min también lo estaba tomando por sorpresa. Se sentía seguro, definitivo, algo que nunca esperó que sucediera porque ellos tenían esa clase de relación desde que todos estaban en la universidad.

— ¿Tú eras novio de Yoongi, Min Yoongi? — Indagó el mayor de todos con curiosidad.

— Oh no, nunca fuimos novios, simplemente follábamos cada vez que se le apetecía. — La respuesta de Hoseok salió cortante. Su copa se vació al segundo siguiente y luego se volvió a servir.

— Sí, suena como Yoon. — Rió Jin recibiendo una mirada de todos.

Ya habían comenzado con los entrantes para el momento en que todos conversaban con normalidad, incluyendo Hoseok y Seokjin que en un principio estuvieron algo cautelosos y retraídos alrededor del otro. Fue justo aquí cuando el timbre principal avisó la llegada del último esperado. Yoongi llegó más tarde de lo acordado, disculpándose con Jungkook en cuanto le abrió la puerta y entregó la canasta que trajo como regalo.

— Llegó el último integrante de este grupo. — Avisó Jungkook en un tono bastante alto. — Ven, estamos en el comedor.

Cuando Yoongi entró, a donde primero se dirigieron los ojos de Namjoon fue a Hoseok pero este como el resto de la noche pareció ni siquiera notar su presencia. En cambio, se centró en él y Seokjin aunque discretamente.

— Creo que me mudaré para acá. ¿Aceptan a alguien más aquí? — Comentaba Yoongi risueño cuando su cabeza se ladeó al saludar a Namjoon y Seokjin. — Esto es una sorpresa. No sabía que ustedes habían vuelto, ¿cuán alejados hemos estado todos en los últimos tiempo? Esta comida fue una grandiosa idea. Hobi... — Se inclinó para saludarlo, extendiendo el beso en su rostro hasta que el pelirrojo se apartó.

La trireja miraba ese otro triángulo que notaban en la mesa, de una punta a la otra. De Hoseok pasaban a Yoongi y de este a un Namjoon que jugaba con su copa mientras mordía los interiores de sus mejillas aparentemente en su propio mundo. Otro momento un poco tenso fue cuando el recién llegado se acercó para saludar a Jimin que sostuvo por debajo de la mesa la mano de Jungkook en cuando se sentó a su lado y luego la de Taehyung porque pudo notar como ambos se tensaron.

— Creo que ahora si podré ir sacando la comida, estamos todos. — Taehyung se levantó risueño y Jimin lo siguió.

— Yo te acompaño.

Entre brindis, comida y anécdotas que hacían a todos reír el tiempo fue pasando, fue como regresar por un momento a sus tiempos de universitarios con un nuevo integrante que en silencio y desde afuera, veía todo divertido. Ese era un grupo de amigos bastante peculiar si le preguntaban pero veía que existía algo que los hacía funcionar bien sin importar los inconvenientes.

— Esta noches los invitamos por dos, bueno, tres motivos. — Comentó Taehyung aprovechando el momento en el que las risas mermaron un poco. — El primero pues porque extrañábamos reunirnos con ustedes. Hace mucho que no nos veíamos todos y creíamos que la presentación de nuestra nueva casa era la oportunidad perfecta, siendo este el segundo motivo.

— ¿El tercero? — Preguntó Hoseok con curiosidad llevándose la copa a la boca. — Ya dejen la intriga.

— Pero es que no me dejas hablar, andas de desesperado. — Se quejó Taehyung y los mejores amigos rieron como de costumbre. — Bueno el tercer motivo es para decir oficialmente que Kook y yo estamos en una relación

— ¿Estás bromeando? Ustedes están en una relación desde el año 500 a.c. — Se burló Yoongi y el resto le siguió la corriente. — No es que en serio, ustedes llevan juntos como diez años y ahora dicen que se van a presentar oficialmente.

— ¡Pero es que no me dejan terminar, carajo! — Exclamó Taehyung un poco exasperado. — Les iba a decir que Kookie y yo tenemos una relación con Jimin. Es decir tenemos una relación de tres, somos novios. — Tomó las manos de sus novios y besó a cada uno.

Por un momento hubo silencio, Namjoon rió algo confundido pero cuando Taehyung besó a Jimin y luego Jungkook repitió la misma acción antes de darse un casto beso entre ellos, la pareja que por años conocían, comprendió que no se trataba de una broma. Todos habían notado su cercanía, incluso sospecharon de alguna noche algo loca entre los tres, pero que realmente estuvieran teniendo una relación con todas las de la ley pues, sí sorprendió un poco.

— ¿Salud por los novios entonces? — Se levantó Hoseok sonriendo, prestando atención ahora al anillo de Jimin que no había notado. — Wow, realmente... ¡Vaya! — Abrazó fuertemente a su amigo. — Quiero detalles. — Susurró haciéndolo reír antes de pasar abrazar a Jimin y Jungkook.

Seokjin imitó rápidamente a Hoseok e incluso Namjoon lo hizo pese a que en su mente se estaba preguntando cómo fue que exactamente Jungkook terminó aceptando eso. No obstante, cuando lo vio como abrazaba las cinturas del castaño y el rubio, supo que no había nada que comprender. Los felicitó de a corazón, alegrándose por lo que estaba construyendo y por decirlo sin temor. Eso demostraba lo comprometidos y seguros que estaban con la relación.

El último fue Yoongi y no porque le incomodara o algo parecido sino que pasó mucho tiempo atando cabos. Algo sospechó él que había fuera de lugar desde muchos meses atrás cuando hubo esa reunión universitaria. La forma en que Jungkook y Taehyung se comportaron con Jimin no fue normal por mucho que le dijeran que no. Eran afortunados, los tres.

— ¿Te sirvo otra copa? — Le preguntó Jungkook a Yoongi al verlo levantarse.

— Sí, sírveme una, voy al baño y ya regreso. — Bebió el fondo su se alejó del comedor hacia el baño, saliendo a la terraza luego de terminar. — Vayas sorpresas se lleva uno contigo.

— Podría decir lo mismo de ti, Yoon.

— ¿Es por Namjoon que no me estabas respondiendo mis llamadas? — Le reclamó a Seokjin en un tono bajo, tirando de su brazo hasta el costado de la casa donde no habían ventanas. — ¿Por qué mierda no me dijiste que habías vuelto con él después de tantos años? ¡Por Dios, Jin estuvimos follando hasta hace una semana y ahora te apareces con él como si nada! ¡Es mi amigo, maldición!

— Para comenzar, baja la voz. Yo no tengo nada con ninguno de los dos. Tú y yo solamente follábamos como bien dices, por lo que ahora sé, mientras estabas conmigo también andabas con el pelirrojo ese que está allá adentro.

— No firmamos un contrato de exclusividad.

— Ahí quería llegar, ese es exactamente mi punto. Tú y yo no teníamos exclusividad. No puedes venir a reclamarme a mí por querer retomar la relación con el único hombre que amo.

— Tú te amas a ti y tu reflexión en el espejo pero supongamos que realmente lo ames. ¿Por qué viniste a buscarme cinco días atrás cuando andas desde hace semanas intentando algo con él? Si todo fuera cosa del pasado es entendible pero sabes que somos amigos y aún así estuviste conmigo.

— ¿Me echas la culpa de algo? Porque de ser así la tendríamos los dos porque bien sabías que yo era su ex y no precisamente cualquier ex.

Yoongi frotó su rostro molesto con Seokjin y consigo mismo. Es que él podía ser un hombre que no se comprometía fácilmente en una relación, podían incluso decirle que era un descarado pero no se acostaba con las parejas actuales de sus amigos. ¿Lo peor? Era que justamente el que se comportaba con él como lo había estado haciendo él con otros, era el que le gustaba. Fue justamente Seokjin el hombre al que verdaderamente le estaba dando un espacio en su vida y este parecía estarse divirtiendo solamente.

— Estás encaprichado con Namjoon. — Habló tirando de su brazo cuando el castaño se intentó ir, aprisionándolo entre la pared exterior de la casa y él.

Sin autorización buscó su boca para robar un beso que le fue entregado sin lucha. Podía sentir sus lenguas coordinarse y entenderse a la perfección, Seokjin era su hombre ideal pese a no ser para nada su tipo. Su tipo siempre fueron hombres de más baja estatura como Jimin, hermosos de cara como también lo era el castaño pero había algo en él que lo hacía ser su hombre ideal y mierda... No quería dejarlo ir tan fácil.

— Tú no amas a Namjoon, eso es capricho. — Musitó sobre sus labios recuperando su respiración. — Jinnie...

— Tú no sabes nada. Namjoon en mi vida no es un capricho, fue el hombre que perdí por idiota años atrás y ahora quiero recuperarlo de verdad. Así que de favor te pido, Yoon, no me busques más. No me escribas, no me llames, deja de frecuentar los lugares que yo visito para encontrarme y olvídate los ue sea que tuvimos en estos meses que no fue nada más que sexo.

— Sabes muy bien que no fue eso sexo.

— ¿Lo deletreo? S E X O... Sexo, eso fue lo único que tuvimos y sí, tú y yo follamos super delicioso, nos entendemos bien en la cama pero es la única basura que tenemos para ofrecernos. — Espetó alejándolo.

— Me gustas, te lo dije cuando viniste a mi casa hace unos días y te lo he dicho por los últimos dos meses. — Eliminó una vez más la distancia y lo besó, recibiendo esta vez una mordida de su parte. — ¿Por qué viniste a verme si ya estabas retomando las cosas con el hombre que según tú amas?

— Sexo. Llevo meses acercándome nuevamente a Namjoon pero soy un hombre con necesidades que él no había llenado. No teníamos nada pero ya ves que no es igual, hoy estamos aquí como algo serio aunque aún no seamos pareja. Voy a cuidar esto, Min. Tú tienes a ese pelirrojo que debe ser el pobre al que siempre corrías cuando te llamaba. Parece una buena persona, intenta hacer algo con tu vida y déjame vivir la mía. Por favor.

— Kim... — La voz de Yoongi fue increíblemente baja, casi en una súplica que él mismo no creía. ¿En verdad le estaba sucediendo eso justo a él¿ ¿Por qué no podía simplemente mandarlo a la mierda y hacer justamente lo que le estaba sugiriendo? Él podría tener algo con Hoseok, algo estable, se entendían también bien en la cama y se conocían por años pero por qué, le gustaba ese hombre que lo estaba tratando como basura. — Maldito seas, Kim Seokjin.

Cegado por la rabia y el dolor que estaba sintiendo golpeó con la palma de su mano la pared justo al lado de la cabeza de Jin. Su mano ardía pero no tanto como todo lo que ese castaño le estaba pisoteando en esos momento, hasta su orgullo estaba dejando a un lado. Él, Min Yoongi...

El más alto se sorprendió por el golpe, no lo pudo negar. Sintió un poco de culpa al verlo así pero ellos nunca fueron nada y la única vez que lo pensó, descubrió que el contrario tenía a más de uno en su canasta. Llevó su mano a la que estaba ubicada al lado de su cabeza para acariciarla y bajarla, inclinándose hacia adelante para despedirse finalmente.

— No me busques más. — Musitó al separar sus labios. — Por favor.

— ¿Ustedes verdaderamente se creen toda la porquería que han hablado. — Los dos se voltearon para encontrarse con un pelirrojo cruzado de brazos que casi vomitaba del asco. — Los dos son tal para cual.

Él había salido para que el aire frío del exterior lo ayudara a refrescarse, no quería ver a Namjoon o que sus amigos vieran que su humor era un desastre, no la sonrisa que mostraba. En vez de quedarse parado en un sitio decidió caminar por los exteriores hasta que divisó las voces de esos que dejó atrás. Entró a la casa a gran velocidad, despidiéndose de todos antes de ver a Yoongi o a Seokjin, mucho menos a Nam porque no sabía con qué cara mirarlo. No obstante, el peligris lo vio dirigirse a la salida y lo siguió.

— Hobi...

— Tengo que irme, Namjoon. Hablamos otro día, no es un buen momento. — Respondió tomándolo del brazo justo después de pasar la puerta. — Nam...

— ¿Qué ocurrió? ¿Por qué te vas tan repentinamente? Si te sientes mal yo puedo acompañarte a tu casa y lu-

— Tú viniste con tu novio o futuro novio, como sea, fuiste invitados por nuestras amistades y no es correcto que te vayas ahora conmigo. Además, necesito estar solo, de verdad. Créeme cuando te digo que no es el mejor momento así que hablemos en otra ocasión.

— D-De acuerdo, solo... ¿Vas a tomar un taxi? Bebiste, no es bueno que conduzcas tu auto.

Hoseok lo miró sintiendo una vez más esa cosa rara en su pecho. Su mirada aunque por pocos segundos pudo calmarlo un poco. No podía decirle lo que acabó de escuchar porque no era quién para meterse en esa relación, ni que pensaran que él quería andar metiendo cizañas. Quizás Namjoon sabía algo y aún así decidió estar con Jin, ¿quién era él para decir algo? Sonrió aún cuando el contrario notaba que era una sonrisa falsa, palmeó su brazo y lo miró.

— Tomaré un taxi, no te preocupes. Te escribiré mañana, ¿de acuerdo?

— Hoy, escríbeme hoy cuando llegues a tu casa. — Hoseok rodó sus ojos pero terminó asintiendo.

— Te escribiré hoy, buenas noches.

💜💜💜
🙈Doble actualización 🙈 Espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos en el próximo 🥰