Yo: Verán, el capítulo original lo escribí apurada porque tuve oportunidad para conectarme y quería actualizar para ustedes, originalmente iba a llamarse •mono celoso y locutor a dieta• y se suponía que fuera un capítulo ligero en el que Mitsuru interrumpía mucho debido al estrés de no poder estar con Hitoshi y Samon que se empezaba a dar cuenta de sus sentimientos por Jyugo, pero me extendí y decidí hacerlo un capítulo más serio y empezar la trama principal al final y no me dio tiempo de editarlo en el momento, no hay muchos cambios, solo acorte y arregle par de cosas pero espero que les guste más así😌.

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Ya habían pasado varios días desde que Jyugo fue transferida al ala 5 y se había acostumbrado bastante a su nueva rutina, aunque su pulso seguía acelerándose cuando estaba junto a Samon, se había acostumbrado lo suficiente como para no actuar rara.

Estaba descansando en su celda cuando escuchó a alguien correr y su puerta fue abierta de repente.

— ¡N°15-chan! —Hitoshi se abalanzó a abrazarla nada más entró — ¡cuanto tiempo sin verte! ¡Te extrañé mucho!

— ¡Hitoshi me asfixias! —le dijo despegándolo de ella — ¿¡Y qué haces aquí!?

—¡Vine a verte por supuesto! Me costó bastante convencer a mi hermano para que me dijera donde te habían trasladado —dijo haciendo un puchero al acordarse de como tuvo que llorar hasta que Hajime se rindió.

—Pobre Hajime... —pensó Jyugo al imaginarse lo que había pasado.

— ¡Pero eso no importa ahora! Tienes muchas cosas que contarme sobre tu vida aquí, y sobre todo, ¡dime que tu condición a mejorado! —le rogó con sus grandes ojos verdes llorosos y sujetando sus manos.

Ella suspiró y empezó a contarle todo, una vez Hitoshi supo que Jyugo estaba mejorando la bombardeó con preguntas de todo tipo, y Jyugo no podía ocultarle nada a Hitoshi, sus ojos de cachorrito eran un arma letal (MITSURU: Y me lo dices a mi 😥... YO: ¿Y eso qué interrumpiste sin gritar o insultar😲? MITSURU: Solo recordé que esos ojos son mi sentencia de muerte...😢 YO: ¿quieres que te de un empujoncito con Hajime😸? MITSURU: ¡¡ACASO QUIERES MATARME😨!! ¡GUARDA LA TORTURA DE ESTE LIBRO PARA KOKURIKI Y MAO! YO: Mmh, tienes razón. Hay prioridades. ¡Ya te joderé en otro libro😋!)

—Veo que te va bien N°15-chan.

—Bueno, la verdad a sido mejor de lo que esperaba.

— ¿Por cierto, siempre vistes así? —preguntó mirando su sencillo conjunto: un suéter de rayas blanco y negro y un pantalón negro.

—Si. ¿Por qué?

—Todos en esta ala usan ropa china, ¡si no las llevas tú también no encajarás! —exclamó con una expresión dramática.

—Es solo ropa Hitoshi.

— ¡La ropa es el 80% de una primera impresión! ¡ME ENCARGARÉ DE HACERTE UN VESTIDO QUE HAGA A TODOS CAER A TUS PIES! —declaró con los puños en alto y fuego en sus ojos.

— ¡CALMATE HITOSHI! ¡HAS PERDIDO TOTALMENTE EL OBJETIVO INICIAL! ¡Además no puedo entrenar con un vestido!

—Supongo que tienes razón... Creo que me emocione un poco, ajajaja.

— ¿Un poco? —pensó con una gota en la cien.

—Pero igual te haré un traje nuevo, nunca sabes cuando querrás llamar la atención de algún chico —comentó guiñándole un ojo, a lo que Jyugo no pudo evitar sonrojarse y pensar en Samon.

Para la buena suerte de la chica (o mala) la puerta se abrió revelando al susodicho.

—Hitoshi, Kenshiro llamó diciendo que vuelvas al ala 4 —le comunicó entrando en la celda.

— ¡NO QUIERO! ¡HACE MUCHO QUE NO HABLABA CON N°15-CHAN! —gritó mientras se aferraba a la chica y frotaba sus mejillas.

—Te llaman por el trabajo, así que vuelve ahora mismo —le ordenó Jyugo apartándolo con una mano.

— ¡QUE CRUEL! ¡YO QUIERO HABLAR MÁS CONTIGO! —le gritó ya llorando.

—Cuando acabes tu trabajo podremos hablar todo lo que quieras —le dijo con una sonrisa.

—Mm, entiendo. Volveré al trabajo —accedió dándose la vuelta decaído — ¡pero a cambio tienes que ponerte el traje que te haré! —dicho esto echo a correr, dejando a Samon y Jyugo solos.

— ¿Y esa sonrisa? —preguntó Jyugo a Samon al ver su expresión.

—Solo me alegra que tengas otras amigas aparte de la N°58 —respondió sincero.

— ¿Amiga? —había escuchado mal, ¿cierto?.

— ¿Son amigas no?

—Pues si pero... No lo sabes, ¿cierto? —concluyó mirándolo con lastima.

— ¿El qué?

—Hitoshi es un hombre.

Y como todos esperábamos Samon se quedo blanco como el papel, con la boca abierta y su cola tensada en forma de zigzag mientras procesaba la información. Al terminar cayó en la cuenta de algo que lo molesto, un poco demasiado.

— ¿¡¡DEJASTE QUE SE TE PEGARA TANTO SIENDO UN HOMBRE!!?

—Y eso fue lo que pasó —terminó de contar Jyugo.

Ya había pasado un rato desde la visita de Hitoshi y Jyugo se encontraba en el comedor, terminando de contarle al trio de la celda 8 (MITSURU: eso sonó como otra cosa(♥ω♥*) YO: hay mijo la abstinencia te tiene mal, ¿cierto😿? MITSURU: ¡NI ME HABLES DE ESO! ¡EL PUTO GORILA NO SE LE SEPARA A HITOSHI NI UN MINUTO!(」ﾟﾛﾟ)｣ ¡¡YA LLEVO MÁS DE UNA SEMANA DE DIETA Y EL PAJARRACO DE KIJI GOZANDO DE LO LINDO😡!! YO: hay, hay, hay~😿. Dejemos al pobre Mitsuru y volvamos con la historia... ¿Qué? ¿Que a qué se refería con lo de Kiji? Aja~, esa es una sorpresa😸. Solo diré que: esta va por ti Lely, va por ti😼.) el motivo por el cual Samon se encontraba en la puerta vigilándola mientras emitía un aura asesina.

—Si entienden por qué esta así iluminenme, porque yo no tengo ni idea de que le pasa —les pidió con un escalofrío al sentir la mirada del supervisor, que a decir verdad, dolía de tan intensa que era.

Los otros tres se miraron sin saber que decir. No había que ser un genio para saber que Samon estaba celoso, MUY celoso. Pero la heterocromática no parecía tener ni idea, y la verdad dudaban que el mismo Samon se haya dado cuenta de sus emociones.

—Supongo que solo le preocupó el que tengas la guardia baja hacia los hombres —le dijo Qi salvando la situación.

—Samon-san se preocupa mucho por esas cosas —concordó Upa, recordando como Samon le daba sermones por horas cuando se acababan de conocer y los otros dos asintieron.

—Aún así no era para enojarse tanto. ¿Mm? —Jyugo vio como Samon decía unas palabras por su comunicador y salia del comedor aún más irritado — ¿habrá pasado algo?

—Sera una reunión sorpresa o algo así. Esas lo irritan bastante —supuso Upa levantándose —ya deberíamos ir a entrenar —les recordó yendo a dejar su bandeja, a lo que los otros hicieron lo mismo.

—A mi me duele la cabeza así que dormiré un rato —dijo Qi cruzando los brazos detrás de su cabeza.

— ¡Deja de inventar excusas y entrena maldita escoria! —lo reprendió Upa mientras empezaba a golpearlo en el estomago.

—Esto es normal para ellos —le explicó Liang a Jyugo, quien los veía con una gota en la cien.

—Ya lo veo... Por cierto, quería pedirte algo Liang.

— ¿Qué cosa? —era raro que Jyugo pidiera algo.

— ¿Puedes enseñarme a luchar como tu?

—Por mi esta bien, pero tú ya eres bastante fuerte.

—Tal ves, pero no quiero usar mis espadas de ser posible, son demasiado peligrosas —confesó frotando uno de los grilletes de sus muñecas —como tú te especializas en patadas pensé que serias el indicado para enseñarme.

—Samon-san es mucho más fuerte que yo y mejor enseñando, ¿segura que no quieres que el te entrene?

—La verdad quería pedírselo a el —sinceró la joven —pero ya me esta ayudando con el Haki y no quiero molestarlo, además, crees que puedo pedírselo con su humor actual —ante esto el chico sólo pudo callar.

Ya entrada la tarde, Samon iba camino al patio de entrenamiento aún irritado, Mao había vuelto a molestarlo en la reunión y seguía frustrado por lo de Jyugo y Hitoshi, solo recordarlos hacía que le hirbiera la sangre.

— ¡Es increíble Jyugo! —la exclamación del N°2 lo sacó de sus pensamientos y se dio cuenta de que ya había llegado al patio.

— ¿Eso crees? A mi no me parece la gran cosa...—dijo Jyugo mientras doblaba su cuerpo de una forma digna de una contorsionista mientras los otros dos le aplaudían.

— ¿Qué..?

—Están calentando para entrenar —le dijo el N°71 apoyándose en la pared junto a él —Jyugo le pidió a Liang que la entrenara en artes marciales —ante esa noticia el guardia volteó a ver a Jyugo aún más irritado, ¿por que le pedía ayuda al N°2 y no a él? —Samon-san~ ¿no cree qué debería calmarse un poco?

—Estoy calmado.

—No lo está. Jyugo nos contó lo de su pelea esta mañana, no debería enfadarse tanto solo porque es cercana con un chico.

— ¡Tu no lo entenderías! —ya esta, había explotado — ¡ese tal Hitoshi se le abrasaba y restregaba y ella no hacia nada para apartarlo! ¿¡Sabes lo que me dijo cuando le dije que debía tener más cuidado con los hombres!? ¡¡ES HITOSHI ASÍ QUE ESTA BIEN!! —esa, ESA frase que le había revuelto el alma.

—Le molesta que Hitoshi pueda tocarla pero usted no —concluyó dejándolo en blanco —Samon-san si se va a poner celoso al menos dese cuenta —dijo suspirando.

¿El estaba celoso? Volteó a ver a Jyugo, estaba hablando con el N°2 con una sonrisa. Esa vista le causo una punzada en el pecho, ella no sonríe demasiado cuando esta con Samon y no suele mirarlo a los ojos, siempre era el quién busca su mirada, y siempre hace lo posible por verla sonreír al menos un poco, creía que solo simpatizaba por su situación pero... ¿Acaso estaba empezando a sentir algo por ella?

— ¿Qué tal si actúa en vez de pensar? ¡Oye Jyugo, Samon-san quiere hablar contigo! —le gritó el N°71, a lo que ella se despidió de los otros dos para ir a donde estaban —suerte —le dijo dándole una palmada en el hombro a Samon y yéndose, ya se encargaría de el luego.

— ¿Qué pasa? —le preguntó Jyugo ya frente a frente con el guardia.

— ¿Por qué le pediste al N°2 que te entrenara y no a mi? —preguntó apartando la mirada.

—No quería causarte problemas, y tampoco es que estuvieras de buen humor —dijo agachando la mirada.

—Perdón por eso, es solo que... No a sido mi mejor día. Pero igual deberías haberme preguntado.

— ¿Si te lo pido me enseñarías? —preguntó mirándolo a los ojos con expectación.

—B-bueno, dije que me haría responsable de ti, además... —miro a otro lado rascandose la nuca con un leve sonrojo —disfrutó bastante tu compañía...

—Entonces... ¿Me enseñarías artes marciales? —le pidió algo sonrojada pero feliz, a lo que el guardia sonrió.

— ¡Claro!

Después de eso Samon se dedico a entrenarla, ella se esforzaba igual que en el entrenamiento de Haki, pero era diferente, tal vez porque esta practica no era de vida o muerte, pero parecía divertirse, y eso lo alegraba. Para cuando se dieron cuenta ya era hora de llevar a los reclusos a las celdas, como siempre, Samon fue a comprobar que todos los reclusos volvieran mientras dejaba a la N°15 en el patio, para que recuperará fuerzas antes de volver a su celda. Al volver se la encontré dormida mientras abrazaba a Kuu.

—Y eso que le dije que tuviera cuidado esta mañana... —pasó uno de sus brazos bajo sus rodillas y el otro por su espalda, cargándola hasta su celda y recostándola en su cama —buenas noches —susurró apartando unos mechones de cabello de su rostro.

Ya estaba saliendo de la celda cuando la escuchó murmurar en sueños.

—Ugh... Perdón...

—Sera una pesadilla —pensando esto se acercó a despertarla.

—Papá... Perdón... Enki... —Samon se congeló al oír el nombre de su hermano, ¿por qué lo llama en sueños? ¿Por qué se disculpa? ¿Por qué... llora?

Continuara.....

YO: Cada vez me quedan mas largos los capítulos. Este tuvo como cuatro títulos diferentes😿. Diganme que les pareció el capi y que opinan sobre todas las intrigas que dejé😸.

¡¡ME DESPIDO CON MUCHO AMORRR😻😻😽😽!!

Y a ver cuando actualizo que con la escuela no es facil😅...

¡¡¡CHAAUUUU😻😻😽😽!!!