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Hime esquivaba como podía los ataques de Elf, no había forma de saber si la herida desaparecería o no de ser alcanzada por sus dagas y no quería tomar riesgos.

Pero su cuerpo dolía como si se rompiera en pedazos solo con respirar y no podía usar su Haki sin dañar el ala y activar las alarmas, estaba en completa desventaja.

Eso divertía a su verdugo que ni siquiera intentaba esconder su sonrisa.

-¿¡Por qué...!? -Comenzó a preguntar mientras daba una voltereta hacia atrás para esquivar el serrucho del rubio-. ¿¡Están tan empeñados en atacar esta ala!?

-Tú sabes muy bien esa respuesta. Tenemos que devolver lo que nos hicieron, solo destrozarlos a ellos dos no es suficiente. -Ella apretó la mandíbula al saber de quienes hablaba.

-¡¡Maldito enfermo!! -Gritó arremetiendo contra él.

Elf lanzó varios de sus cuchillos contra ella pero Hime colocó sus espadas en forma de cruz y las blandió generando una honda expansiva que repelió los cuchillos y saltó para atacarlo desde arriba con sus espadas, pero él recibió el ataque con su serrucho.

-Mmmm, así que tu control de verdad a mejorado... -Comentó al ver el resplandor rojo en los trazos de las espadas.

-No pensarías que estaba perdiendo mi tiempo mientras ustedes hacían de las suyas, ¿Verdad? -Preguntó mientras se impulsaba con sus espadas para caer detrás de él y blandir una hacia su torso.

-Jamás. -Respondió sacando una cadena que enrolló en la espada de Hime y la usó para lanzarla contra una roca que terminó destrozada-. Él cómo luchas para detenernos es lo que te hace mi espécimen favorita. -Dice con una sonrisa retorcida.

-Estás loco... -Masculló poniéndose en pie y escupiendo sangre, estaba llegando a su límite.

-Gracias por el cumplido~. -Cantó antes de lanzar la bola al extremo de la cadena que tenía contra Hime.

Ella la esquivó a duras penas, pero esta explotó en ese momento y la lanzó al suelo donde rodó por la fuerza de la explosión, terminando con más magulladuras y cortes en su cuerpo debido a los cuchillos desperdigados.

Trató de incorporarse al desaparecer el impulso de la explosión, pero entonces sintió un fuerte dolor en su pierna izquierda y su mano derecha que la hicieron gritar.

-No debes moverte Jyugo~. Ya hemos jugado bastante~. -Dijo mientras pisaba el cuchillo que atravesaba la palma de la mano de Hime y movía el serrucho encajado en su pierna para expandir la herida-. La otra vez solo quería llevarme tu cerebro, pero esta vez creo que me llevaré tus grilletes también. Tenemos que investigar estos sellos que te pusieron~.

Él apareció otro serrucho que acercó al cuello de Hime, en ese momento ella solo derramaba lágrimas de impotencia.

¿Tanto esfuerzo para nada?

¿Terminaría muerta en manos de ese elfo a pesar del sacrificio de ambos para liberarla?

¿Nunca más vería a sus amigos?

¿A Samon?

-...Ayúdame... -Murmuró mientras Elf alzaba el serrucho-. Samon...

Cerró sus ojos tras llamarlo y esperó el impacto del arma, pero este no llegó.

-¡¡Gwagh!! -Se escuchó el quejido de Elf.

Ella abrió los ojos extrañada y comenzó a llorar más fuerte al verlo. Samon estaba parado frente a ella dándole la espalda y en pose de combate mientras un resplandor verde salía de sus manos enguantadas. Él volteó a verla un momento y al instante sintió su sangre hervir al ver bien las condiciones en las que estaba.

-No sé quién seas... -Dijo mientras se quitaba su gorro y lo lanzaba para que no estorbara su vista-. Pero te arrepentirás de haberla tocado.

Sus ojos brillaron en ira y arremetió contra Elf, este trató de retener sus golpes como podía pero Samon era rápido y no le daba tregua, cada uno de sus golpes tenían la clara intención de romper los huesos del rubio.

-¡¡Khaaa!! -Exclamó Elf al recibir un golpe del bastón de Samon en sus costillas y ser lanzado por el impacto.

-Estás acabado. -Dijo Samon acercándose a él para darle el golpe de gracia.

-Jejejjej, tal vez, pero creo que no soy el único. -Comentó volteando a ver a Hime que ya se había quitado las armas y estaba tirada en el suelo sin moverse.

Samon lo imitó y entró en pánico al verla.

-¡¡Hime!! -Elf aprovechó su distracción y le lanzó una bomba de humo para cegarlo-. ¡¡Mierda!!

Decidió ignorar al rubio y corrió a tientas hacia donde sentía el Haki de la chica para asegurarse que el rubio no le hiciera nada más.

-¡Dios mío Hime! -Exclamó al llegar junto a ella y notar su palidez. -¡Ahora mismo te llevo con Okina así que aguanta un poco más!

Se volteó hacia donde había estado Elf y confirmó su sospecha de que había escapado, así que tomó en brazos a la chica y sin bajar la guardia echó a correr al mismo tiempo que encendía su comunicador.

-¡Atención al cuerpo de guardia! ¡Un intruso se infiltró en el ala 5 y atacó a una reclusa! ¡Se dió a la fuga mientras ayudaba a la reclusa, encuéntrenlo y aprésenlo! ¡El intruso tiene cabello rubio, ojos verdes y va armado, está herido así que no puede haber ido lejos!

Cortó la comunicación tras recibir la afirmativa y casi al momento comenzó a sonar la alarma de intrusos en el ala 5, alertando así a Mitsuru y a toda la prisión.

Ignoró todo y llegó hasta la enfermería donde Okina ya lo esperaba con la camilla y sus utensilios listos. Al momento que escuchó las alarmas fue a comprobar a la reclusa y al ver que no estaba se preparó para el peor caso.

-¿Qué mierda..? -Masculló Okina al ver las heridas de la chica.

-¿Puedes ayudarla?

-¿A quién crees que le hablas mocoso? Esta niña saldrá de aquí con nada más que cicatrices o me retiro. -Dijo poniéndose los guantes quirúrgicos.

-Te la encargo. Yo debo asegurar el ala, activa el modo de resguardo cuando me vaya.

-No tienes ni que decírmelo.

Y así fue, nada más Samon salió de la enfermería Okina accionó un interruptor y todas las puertas, ventanas y paredes de la enfermería fueron recubiertas de metal como si fuera un búnker. Era un mecanismo de emergencia para proteger al cuerpo médico y los pacientes que solo podía ser desactivado desde adentro.

Samon retomó el liderazgo de la búsqueda y mandó a confirmar la seguridad de todos los reclusos. Pronto llegó Kenshiro con sus sabuesos para ayudar con la búsqueda, pero no encontraron ni rastro del rubio. La única prueba de su intromisión eran las heridas de Hime y los destrozos en el patio, pues incluso sus armas habían desaparecido y había logrado esquivar las cámaras de seguridad.

-¿Sabes por qué pasó esto? -Le preguntó Kenshiro a Samon mientras se dirigían juntos a la enfermería.

-No, pero estoy seguro de que tiene relación con la N°15. Ella era el objetivo de ese tipo.

-Entonces tendremos que apresurar su interrogatorio Samon. -Dijo una voz femenina tras ellos.

Ambos voltearon e hicieron un saludo militar a Momoko.

-Soy consiente de ello alcaldesa, pero le pido que tenga consideración con su estado. Ella seguía delicada por el sello y ese tipo la dejó muy grave. -Informó Samon sin deshacer el saludo.

-Quiero verla.

Y así fue, los tres llegaron a la enfermería donde Okina desactivó las defensas y los recibió.

-Apenas hace unos minutos terminé de tratarla. Ese tipo rompió algunas de sus costillas y las armas con las que la apuñaló no eran normales. Deberá someterse a rehabilitación para recuperar la correcta movilidad de su mano y su pierna deberá permanecer inmovilizada un tiempo. También necesitó de una transfusión que estoy terminando de suministrarle. -Les explicó guiándolos hacia la única camilla que tenía sus cortinas cerradas y las abrió.

Hime volvía a estar conectada a las máquinas, solo que esta vez su mano estaba vendada, su pierna enyesada suspendida en alto por un soporte y tenía una intravenosa conectada a una bolsa de sangre casi vacía.

-...¿Las heridas la afectarían de alguna forma para un interrogatorio? -Preguntó Momoko tras analizar su estado con el seño fruncido.

-No debería, pero no permitiré un interrogatorio hasta que despierte y le haga un chequeo completo.

-Por supuesto, no deseo empeorar su condición... Por eso me gustaría que tú hagas el interrogatorio Samon. -Le dijo sorprendiéndolo-. Creo que será más abierta si lo haces tú.

-...Alcaldesa, usted sabe que no soy completamente parcial respecto a ella.

-Lo sé. Y a pesar de esto actuaste como el orgulloso supervisor que eres y tomaste todas las decisiones correctas por el bien de la prisión. Confío en ti. Y no creo ser la única. -Dijo observando a Kenshiro y Okina que sonrieron en respuesta.

Samon sintió un nudo en su garganta y realizó una reverencia para ocultar su expresión.

-Muchas gracias...

-Me encargaré de organizar el ala en tu lugar y llenaré los reportes que pueda, así que quédate con ella. -Le dijo Kenshiro y él se enderezó sorprendido.

-¿Pero qué hay de tu ala?

-Estarán bien por una noche. No te preocupes por eso, igual me cobraré este favor algún día. -Le dijo el albino antes de irse.

-Descansa por hoy Samon, lo hiciste muy bien. -Se despidió Momoko tras palmear su cabeza.

-Yo no me voy de aquí, pero cerraré las cortinas para no molestar. -Dijo Okina y corrió las cortinas para después recostarse en la ventana y fumar de su pipa.

Samon se quedó de pié por un momento antes de dejarse caer en la silla junto a la cama.

-¿Por qué siempre eres tú Hime? -Le preguntó casi con reproche antes de dejar un beso en su frente.

Continuará...

Mitsuru: Emmm... Me gustaría avanzar con la nota pero... Creo que Neko-chian comió algo en mal estado😅.

Yo: Estoy bien.

Mitsuru: ¿¡Entonces por qué estas mirándome escondida tras una pared con cara de querer llamar a Hajime para que me golpeé!?

Yo: No quiero llamar a Hajime, si eso te golpeó yo misma y te castro con una cuchara.

Mitsuru: ¿¡Por qué esa violencia en mi contra!?

Yo: No lo entenderías 😑... Espero que les hayan gustado estas 1609 palabras, no sé cuánto falte para acabar Trust, pero no es mucho mis amores. Así que estén atentos😘.

❤️🧡💛💚💙💜🖤♥️💘💝💖💗💓💞💕💌💟❣️💋

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