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El sexo con consentimiento es primordial, lo primero que cualquier pareja debía hablar, cualquier amigo con derechos, cualquier par de personas que quisieran tocarse mutuamente y disfrutar un poco.

El consentimiento había sido muy escaso en su vida, y eso se sabía, el mismo TaeHyun sabía de ello ahora.

Así que ahora podía darse cuenta de la gran diferencia e importancia del consentimiento.

Estaba siendo tocado porque quería, porque había aceptado.

Porque le gustaba.

No había sido obligado, tampoco lo hacía por dinero, no lo hacía bajo efectos de drogas, no había nada de eso allí.

Incluso, ya no veía el acostarse con TaeHyun como un "favor" simplemente había empezado a pensar en él como un amante casual.

Mordió su labio inferior, sujetándose del espaldar del sillón, jadeando constantemente, sintió un beso en su cien.

—E-espera... —pidió con un murmullo, sintiendo al alfa empujar un tercer dedo, TaeHyun se detuvo, pasando su nariz por su cuello, suspirando por el aroma, era aún más delicioso. Frunció el ceño, acercando aún más su nariz, tocando la piel, oliendo más de cerca muy a gusto con el aroma.

Se encargó de mover los dedos como sabía, sin tener tanta dificultad por el lubricante que había llevado y el propio del omega, adentró un tercer dedo moviendo de adentro hacia afuera, creando un chapoteo.

Alzó la mirada, el omega mordía su labio inferior, las cejas levemente arqueadas.

Le dió una sonrisa coqueta, estirando un poco su cuello para besarlo, dejando primero un beso corto, el omega lo aceptó, dejando una mano en su nuca para besarlo, siendo esa la razón por la que no soltó varios gemidos más.

El alfa sacó sus dedos cuando sintió que estaba listo, se separó del beso con un chasquido, tomando el juguete, lo llenó de lubricante bajo la atenta mirada del otro que se tensó en su lugar, soltando un pequeño gemido.

—Ve a cambiarte, ponte algo abrigado —pidió el alfa dejando sus manos a cada lado de su cara, sin tocarlo más. El otro suspiró, relamiendo sus labios.

—Baboso... —espetó levantándose para ir a cambiarse, sintiendo la incomodidad al caminar pero era controlable.

Suspiró abriendo su armario.

Tengo que llegar al mirador. Pensó, estableciendo eso como su meta personal.




















[...]

























TaeHyun había acertado con el clima, ya había oscurecido y hacia frío en las calles, ambos llevaban abrigos.

El local en dónde estaban era cálido, era acogedor y con una calefacción perfecta comparado con el clima de afuera, ambos en una mesa, recién habían llegado.

BeomGyu se sentía ansioso, el alfa mantenía el teléfono en su mano, aún así, desde que salieron no lo había activado ni una sola vez, haciéndolo sentirse ansioso.

—Bienvenidos, ¿Qué desean beber para ésta noche? —preguntó una muchacha entregando las cartas a ambos, BeomGyu leyó, buscando la sección de chocolates calientes.

—Yo quisiera un café, sin azúcar —pidió el alfa seguro de su pedido, volteó al omega que aún estaba decidiendo.

Movió su mano por el teléfono, sin quitarle la vista de encima.

—Yo-... Y-yo quiero... —empezó a tartamudear, sintiendo como el juguete vibraba dentro de él en su tercera velocidad— U-un... Un chocolate caliente con malvaviscos... Por favor —pidió con éxito, sintiendo las mejillas enrojecidas apenas la mujer se fue— ¿¡Qué crees que haces, baboso!? —preguntó en un susurro volteando a verlo con el ceño fruncido, TaeHyun subió a la máxima velocidad, el otro mordió su labio inferior, agachando la cabeza, mientras cruzaba las piernas, sintiendo el juguete vibrar, un cosquilleo en su vientre y escalofríos en su cuerpo.

Pero estaban en público, y debía controlarse.

—No me digas baboso, ojitos —pidió quitando la velocidad, el otro suspiró apoyando su espalda a su asiento.

—Estaba pidiendo, no seas tan... —se quedó callado cuando el alfa le arqueó una ceja— Pervertido —acusó en un susurro.

Su relación se había vuelto más estrecha ahora que TaeHyun sabía su historia, ambos se conocían muchísimo, además de tener la cercanía que les daba el sexo.

Poco a poco se iban entendiendo más en el ámbito sexual, así como en el personal.

—Estaba pensando...

—Felicidades —soltó BeomGyu con una risa, aunque se borró cuando el alfa movió su dedo por el teléfono, provocando una vibración intermedia, tomó aire aferrándose a los bordes de la mesa. El calor se extendía por su vientre, el cosquilleo, la necesidad de moverse o de gemir siendo inaguantable.

Sus mejillas estaban sonrojadas, tenía calor.

—¿Por qué no te quitas el abrigo? —preguntó el alfa quitándose el propio, el lugar era cálido, y no había necesidad de abrigarse allí.

—Tengo frío —mintió entre dientes, TaeHyun rió subiendo a la máxima velocidad, el omega mordió su labio inferior, volteando a ver a todos lados, se aguantó un gemido.

—Te estoy ayudando con el frío —aseguró el alfa bajando la velocidad hasta apagarlo, mirando que su pedido ya iba hacia ellos.

El otro suspiró, obviamente no iba a quitarse el abrigo por mucho calor que hiciera, tenía una erección.

—Gracias —agradeció el alfa mirando su café y el chocolate del omega con unos cuantos malvaviscos.

La mujer se fue, prometiendo estar pendiente de su mesa y a otro pedido que quisieran.

TaeHyun dejó su teléfono en la mesa, bebiendo con tranquilidad de su café.

—¿No te gusta el café? —preguntó, el otro alzó los hombros con la respiración agitada.

—Prefiero el chocolate, aunque puedo tomar café... Pero no me parece la gran cosa —explicó probando su chocolate caliente, era divino, estaba espeso y lo suficientemente dulce, tomó un malvavisco con cuidado, comiendo con gusto.

Apretó las piernas, viéndose incómodo.

—A mí me gusta mucho el café —afirmó el alfa moviendo su dedo por el teléfono, en velocidad mínima, el otro bebió de su taza con cuidado, moviéndose con lentidud y disimulando sus jadeos.

—Q-que bien... —murmuró, de reojo miró a una mujer acercarse, TaeHyun volteó por completo, apagando el juguete.

—¡Hola, TaeHyun! —saludó una mujer extranjera, rubia, con los ojos claros, y una gran sonrisa. Era extranjera.

—Liliana, ¿Cómo estás? —saludó el alfa levantándose para saludar a la mujer que dejó un beso en su mejilla antes de abrazarlo.

—Paso el tiempo libre, ya que alguien no contesta mis mensajes... —mencionó arqueando una ceja, TaeHyun rió volviendo a tomar asiento, BeomGyu sólo observaba en silencio, bebiendo de su chocolate.

—He estado ocupado, chiquita —contestó con una sonrisa de coquetería, Liliana rodó los ojos, llevando la mirada a BeomGyu.

—Ya veo en qué... —murmuró estirando la mano al omega que la tomó con duda— Soy Liliana Gonzáles, extranjera, claro está —rió, el omega asintió.

—Soy... Choi BeomGyu —se presentó recibiendo una sonrisa de la mujer, TaeHyun arqueó una ceja.

¿Choi? ¿A ella si le dijo el apellido? Preguntó en su cabeza.

—Te llamaré en la semana, bonita, soy un hombre ocupado —bromeó haciendo a la mujer hacer un gesto de fastidio.

—Ah, no espero mucho de ti...

—Si esperas algo de mi —afirmó guiñándole un ojo a la mujer que se despidió de ambos con la misma sonrisa que llegó, dejándolos sólos.

BeomGyu siguió tomando de su chocolate en silencio.

—Te gustan las extranjeras —mencionó, TaeHyun alzó los hombros.

—He probado lo suficiente para quedarme con las mujeres extranjeras —asintió, BeomGyu asintió comiendo un malvavisco.

No le importaba si TaeHyun estaba con otras personas, tampoco quería saber el número de amantes que tenía, ni cuando los veía, solamente sabía que él era parte de ese número y se aseguraría de por lo menos disfrutar.

—Así que... Eres Choi BeomGyu... —murmuró el alfa tomando de su café— A mí no me habías dado tu apellido... —recordó, pasando su dedo por la pantalla del teléfono, subiendo la velocidad, el otro se tensó, agachando un poco la cabeza, sintiendo de nuevo su cara caliente.

—N-no me... Lo preguntaste... —murmuró dejando la taza sobre la mesa, suspiró sintiendo un escalofrío.

—Ella tampoco te lo preguntó... —señaló dejando el aparato al máximo, el omega se removió en su asiento, apoyó sus manos en su cara, tomando respiraciones, apretando sus piernas, y aguantando— Yo soy tu amigo... Debería saberlo —finalizó apagando el aparato de golpe, el otro dejó su cuerpo laxo, respirando errático.

Si seguía así, no iba a llegar al mirador.

TaeHyun se encargó de pedir la cuenta minutos después, pagando sin problemas y levantándose para irse.

BeomGyu lo secundó, un poco más lento, caminando a su lado, inevitablemente se aferró a la manga de su abrigo, caminando paso por paso.

—Vamos al mirador —pidió, sabiendo que no iba a aguantar hacer otra cosa o caminar por ahí, simplemente podía aguantar el camino en auto.

TaeHyun lo observó, abriendo la puerta del auto por él, dejándolo entrar con una media sonrisa.

Su auto estaba limpio, había pagado una cantidad considerable para que limpiaran los asientos, el suelo, para que todo quedara impecable.

Aún así, no le importaba ensuciarlo esa noche.










































:)

The_Dark_Diamond04

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