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Cuando ya tenía sus maletas listas salió con ayuda del alfa, él cuál las llevó al auto mientras él se despedía de sus padres, la familia se abrazó y luego Jimin salió de la casa para subir al auto. Yoongi se acercó a los padres de su omega y les dio un pequeño celular con el cual si estaban en peligro podían ocuparlo y una persona los iba a ayudar.

—Cuida a nuestro hijo, por favor. —dijo el hombre.

—Ustedes también cuídense. —hablo Yoongi. —son uno de los motivos por los cuales Jimin sonríe.

La pareja asintió y agradeció, el alfa se despidió y salió de ahí y se subió al auto para besarle la mano al omega y sonreírle. Jimin miro su casa y suspiro con algo de miedo, sea lo que sea que sus abuelos planeaban no sería nada bueno y más por la extraña invitación hacia su madre.

—No pienses cosas malas, pollito. —hablo Yoongi.

—Nunca estuve tan alejado de ellos. —miro al alfa. —me da miedo y escalofríos.

—En ese caso. —entrelazo su mano con la del pollito. —cree que es nuestra luna de miel.

—Eso da más miedo. —dijo Jimin.

—¿Por qué? —le dio un corto beso en el cuello.

—Porque me da vergüenza. —se cubrió el rostro.

—Eres perfecto pollito. —le dio un beso en la mejilla. —además, no podemos hacer nada, ya que está mamá y se molestará por el ruido.

El omega se sonrojó y le dio un pequeño golpe al alfa él cuál río, para tomar rumbo a la casa y poder acomodar las cosas de Jimin en su habitación. Cuando llegaron Jimin y Yoongi llevaron las cosas a la habitación, pero el omega se detuvo al ver que era la habitación del alfa, Yoongi también se detuvo y se acercó a Jimin.

—¿Algún problema? —le dijo.

—¿Dormiremos juntos? —murmuró avergonzado.

—Si te incomoda podemos ordenar que te preparen una habitación para darte tu espacio. —dijo Yoongi. —lo menos que quiero es forzarte a algo que no quieras.

—No es eso. —negó. —me da pena todo esto.

Yoongi abrazó al omega y lo beso con cuidado y luego lo cargo y Jimin se sonrojó, algunos empleados vieron al alfa y sonrieron ante la felicidad del hijo de la dueña de la casa.

—Mi lindo esposo no debe de tener pena. —sonrió Yoongi.

—¿Cuándo nos casamos, señor Min? —preguntó en tono juguetón el omega.

—Hace cinco segundos. —le dio un corto beso. —señor Min.

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