45

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ambos llegaron a la habitación y Yoongi se sentó en su cama e hizo que Jimin se sentirá en sus piernas, a lo cual este se sonrojó, Yoongi le acarició el rostro y luego lo comenzó a besar. El omega cerró los ojos disfrutando del sabor de los labios del alfa, Yoongi metió sus manos en la camisa del pollito y llevó su boca al cuello de Jimin, aunque no lo podía besar bien por el collarín, no le importaba.

—Te amo Yoongi. —susurró Jimin.

—También te amo mi lindo pollito de color. —sonrió Yoongi.

—Tengo miedo. —susurro.

—No lo tengas. —negó. —ya te lo dije, mataré a cualquier persona que te quiera hacer daño.

—Ese es mi miedo. —lo tomó de las mejillas. —que por salvarme lo pierda.

—No lo harás. —lo abrazó. —es una promesa.

Jimin se alejó al escuchar su celular sonar y se sentó junto al pálido, se sorprendió al ver que eran sus padres y se apresuró a contestar y Yoongi vio la sonrisa del omega, él cuál colgó y se puso a saltar y luego abrazó al alfa.

—¿Qué ocurrió pollito? —le preguntó curioso.

—Mis padres volverán. —bajo el rostro. —me hubiera gustado pasar más tiempo con usted alfa.

—Me alegro pollito. —se levantó y lo cargo. —puedo pedirle a tu padre que me deje tenerte aquí más tiempo.

—¿Cree que le den permiso? —sonrió Jimin. —puede secuestrarme si quiere.

—No me des ideas pollito. —le dio un corto beso. —porque te llevo a mi isla privada y te mantengo retenido para siempre.

—¿Tiene isla privada? —se burló el omega.

—Un regalo de mi abuela. —se acostó con Jimin en la cama. —me dijo que la debía ocupar exclusivamente para pasar mi noche de bodas con mi omega.

—Entonces debe de esperar muuuucho tiempo. —susurró Jimin.

—Si por mí fuera ya serías mi esposo pollito. —le acarició la espalda. —pero debemos de graduarnos del colegio e ir juntos a la universidad.

—No pienso que quiera ir a la universidad. —negó.

—Eres muy inteligente bebé. —le apartó unos mechones. —aplicas para cualquier carrera que desees.

—Ese es el problema. —se quejó. —no sabré cuál elegir.

—La que gustes. —sonrió.

—¿Qué tomará usted hyung? —lo tomo de la mano.

—Leyes. —lo vio.

—Son algo pesadas, alfa. —se subió sobre él. —¿Seguro que podrá?

—Mmm no lo sé. —le acarició la cintura. —madre quiere que elija la que me guste y padre quiere esa.

—Hágale caso a su madre. —le acarició el pecho. —y así le sacará canas verdes a su padre.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro