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—El doctor salió de viaje y no volverá sino dentro de un mes. —contó Yoongi.

—¿Qué haremos ahora? —pregunto de manera suave Jimin.

—Te daré unos medicamentos que él me dijo. —se levantó.

—¿Los tiene aquí? —lo vio curioso.

—Mamá me equipo con todos los medicamentos existentes. —se sonrojó. —te los iré a traer.

Luego de traerle la medicina, Yoongi se acomodó a la par de su omega, él cuál dormía en su pecho de manera calmada, él le dio un beso en la frente, haciendo que Jimin abriera los ojos y lo viera con una corta sonrisa.

—¿Ya te sientes mejor? —le preguntó.

—Si alfa. —le sonrió. —ya me siento mejor.

—Espero y no me mientas pollito. —le dio un corto beso en los labios.

—Yoongi. —le dijo Jimin.

—¿Qué ocurre pollito? —le preguntó.

—Yo. —se sonrojó.

—¿Qué pollito? —se sentó en la cama.

Yoongi vio él sonrojó de su omega y sonrió al entender lo que el pollito le quería decir, el alfa atrajo a su pareja para besarse de manera lenta, Jimin se sentó sobre el alfa para seguir besándose, el alfa le fue quitando la camisa a su omega mientras repartía besos en su cuello y hombro. La pareja se fue desnudando de manera tímida y con delicadeza, al estar desnudos y las caricias delicadas se hicieron presentes mostrándose su amor.

Los suaves gemidos del omega se escuchaban en esa habitación, Yoongi se encargaba de hacer sentir bien a su omega, dándole el mejor placer que debía de tener, acariciando y delineando su piel con sus besos, dejando marcas territoriales para que ningún otro alfa se atreviera a tocar a su omega, pues Jimin era suyo. Jimin curvaba la espalda ante cada embestida que recibía por su alfa, los besos no se hacían faltar cuando sus animales interiores se los pedían gritos, Yoongi cargó a su omega para que este quedará sobre él para seguir haciendo el amor.

Yoongi al sentir ya su liberación llevó su boca al cuello de su omega donde pasó su lengua en la marca la cual la iba a renovar, al llegar ambos a sus orgasmos, la serpiente dejó a relucir sus filosos y venenosos colmillos y los clavó en la piel de su omega. Jimin soltó un fuerte gemido no solo por la marca, sino que por el nudo que se estaba formando en su interior, Yoongi se alejó y sonrió para ver la sonrisa cansada de su omega, él cerró los ojos para dormir un rato en su pecho.

—Jimin cuando baje el nudo debo morderte siendo yo una serpiente para que seas inmune a cualquier veneno. —le acarició la espalda.

—Está bien. —murmuró cansado.

—Te amo mi lindo pollito de color. —le dijo Yoongi.

—Y yo a ti mi enorme serpiente. —hablo Jimin.

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