A la luz

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Te hablo luego— dijo serio.

Bien. Tienes que hacer una reunión con la junta directiva. Nos vemos— colgaron. Pues, el que llamaba era un socio importante y parte de la junta directiva de la empresa principal y más grande. Así que, por ley y contrato, los socios debían saber de los próximos herederos y jefes de la empresa.

Bruce quedó ahí parado en medio de la habitación, meditando. —¡MIERDA!— grito con furia, lanzando su teléfono a otro lado de la habitación.

—¿Que, qué pasa?— Clark se levantó de golpe, un poco soñoliento y despeinado.

—¡Mierda, no!— dejaba salir su furia —¡Maldición!

El kriptoniano se levantó de la cama, y se fue a ver a su esposo. —¿Que pasa, cariño?— trato de abrazarlo.

Bruce se dejó abrazar y apoyó su cabeza en el hombro desnudo de su esposo. Estuvieron un rato así, Bruce necesitaba el calor de su pareja para relajarse un poco.

—¿Que pasa?— volvió a preguntar el activo, con voz suave y calmada.

—Se dieron cuenta— dijo con un suspiro.

—¿Quien se dio cuenta de que?— preguntó sin entender, separándose un poco del abrazo.

—De nuestros hijos— dijo Bruce —Se dieron cuenta, Clark— dijo con cara de preocupación.

El kriptoniano se asustó, y de esa misma manera, bajaron al primer piso. Y ahí se encontraron a Alfred, quien había encendido el televisor, cosa que era costumbre de la mañana para escuchar las noticias matutinas mientras hacía sus quehaceres. Pero esta vez fue diferente, se lo encontraron parado, viendo fijamente la pantalla.

Buenos días a todos nuestros televidentes, bienvenidos a nuestro canal de farándula. ¡Hoy tenemos una exclusiva!

—¡Si!— habló su compañero —Esta vez se trata de la pareja que causó revuelo mundialmente hace dos años. Y ahora, lo volverá a hacer. Pues se trata de nada más ni nada menos que Bruce Wayne, junto a su esposo; Clark Kent.

—Juju~— rio el otro —Desde su historia esto es interesante. Pues, se trata de un magnate empresario multimillonario, por no decir billonario, poderoso e importante, que se casó con un simple reportero. Toda una novela.

—Aquí se preguntarán, ¿que habrá sucedido después de dos años al no saber nada de ellos? Pues no se lo imaginan, ayer en la tarde fue visto saliendo de un hospital junto a su esposo.

—Y no solo eso— prosiguió su compañero —¡Ambos llevaban a un bebé en los brazos! Aquí presentamos la foto.

En la foto presentada en pantalla, se dio a ver varias fotografías de Bruce y Clark saliendo con sus hijos del hospital. Bruce iba con unos lentes y ropa formal, mientras Clark iba como siempre, solo que con una gorra.

—No...— murmuró Clark —Eso fue ayer...

¡Tienen hijos!— dijo el presentador —Tal vez gemelos... iban con trajes de ositos. ¡Que adorables!

—La pregunta aquí es... ¿como y cuando tuvieron esos bebés? ¿Serán de la pareja? ¿Adoptados? ¿Por qué lo han mantenido en secreto?

—¡Tantas preguntas por hacer! Esperamos que los señores Wayne aclaren esto pronto, ya que esto se está divulgando muy rápidamente de la noche a la mañana— siguieron con el reportaje —Esperamos sus mensajes y opiniones.

Bruce miraba fijamente la pantalla del televisor, y al mismo tiempo, su mente ingeniaba miles de planes y posibilidades, al igual que consecuencias y soluciones, las cuales no eran muchas.

—No puede ser— suspiro Alfred masajeándose la sien.

—Cambia el canal— ordenó Bruce frustrado.

Alfredo hizo lo ordenado, poniendo un canal de noticas más serio y formal. Pero para su desgracia, también estaban dando la última noticia del multimillonario. Trataron de cambiarlo, pero era igual. Cambiaron a otro de comedia en vivo, pero para su desgracia, también mencionaban al millonario.

—¡Que se jodan!— dijo Bruce enojado —Malditos, paparazzis o quien diablos haya tomado la foto. Los demandare a todos.

Alfred lo miro sorprendido, pues Bruce nunca se había enojado de esa manera, ni cuando se esparcían noticias de él. Pero, ahora que se trataba de sus hijos, estaba más furioso que nunca antes. Se notaba la importancia y amor que Bruce le tiene a sus hijos. La protección que les brindó desde que estaban dentro de él.

Todo eso lo noto el mayordomo, y no podía sentirse más orgulloso del guardián de Gótica. Pasar de ser alguien frió y reservado, ahora, gracias al periodista, era más expresivo y demostraba más sus emociones. Y estaba más que seguro que, sus fallecidos amos, estarían igual o más que orgullosos de su hijo.

—Darcy.... Damián— murmuró Clark al escuchar los llantos de sus hijos, indicando que ya habían despertado. Se apresuró a ir a atenderlos.

La pregunta aquí es, ¿por qué era tan malo y preocupante que el mundo supiera de los bebés? Fácil, la pareja de casados no querían que sus hijos fueran objetivo de atención. Querían que sus hijos tuvieran una infancia tranquila, sin ser el centro de atención a donde fueran. Querían mantenerlos en secreto, solo para las cámaras, ya que tampoco los mantendrían encerrados. Y hasta que ellos fueran bastante mayores, se dejarían revelar al mundo como los hijos y futuros herederos de las empresas Wayne. Para que no corrieran riesgos de que otras personas, enemigos o criminales, los lastimaran o reptaran por la posición y fama de sus padres.

—Estoy esperando sus órdenes, señor— hablo serio el mayordomo, ya que este también estaba preocupado.

—No nos queda de otra— dijo Bruce. Alfred entendió las palabras de su jefe, asintió levemente y se retiró de la sala.

—¿Que es lo que harán, cielo?— preguntó Clark, entrando a la sala sosteniendo a sus hijos, uno en cada brazo.

—Un comunicado— respondió el mayor, acariciando la mejilla de Damián.

—¿Y que es lo que dirás?— pregunto su esposo.

—Pues no puedo decir; "Tuve a mis dos hijos porque mi esposo es un ser de otro planeta y me embarazo"— sonrió —Tranquilo, estará bien.

—Amor— Clark lo miro con ternura —Bien, confiare en ti, trataré de ser de ayuda.

—Gracias, cariño— el millonario abrazo a su esposo y a sus dos hijos.

—Oh, y mañana... tengo que ir al trabajo— aviso Clark un poco desilusionado e inquieto.

—No. Quédate en casa, no quiero que te hostiguen o te traten mal.

—Bruce...— el mayor lo miro con preocupación —Iré. No te preocupes, tú quédate en casa, en ti estará toda la atención.

—Pero, te van a quedar viendo mal y hablarán a tus espaldas... si eso te vuelve a pasar debido a mi, yo...— trato de serenarse y tranquilizarse. Clark lo miro con ternura, dejo a sus hijos en la cuna movible que posaba en la sala y centro toda su atención a su esposo, acariciando su cintura y acercándolo a él.

—Eres tan bello— besó su frente —Nada de esto es tu culpa, mi vida— lo reconfortó, acariciando la mejilla del mayor, para así evitar las pocas lágrimas que parecían a punto de salir. —Estamos en esto juntos, lo superaremos. Muéstrame esa hermosa sonrisa que me enloquece tanto.

—Pero si yo no fuera así, sino tuviera todo esto...— se lamento —Nuestros hijos no pasarían por nada de esto. Y todo es por mi.

—No. No te lamentes por lo que fuiste, eres o tienes— lo abrazo —Tienes a Alfred, a tus hijos, y a mi. Nada, óyeme bien, nada es tu culpa. ¿Si, mi bien? Me duele ver cómo te culpas de todo. Y si fuera culpa de alguien, sería de todos esos tontos aprovechadores— se puso serio —Son unos idiotas que se aprovecharon de mi hermosa familia.

Bruce rió inconscientemente, una sonrisa tan sincera que solo ese reportero era capaz de sacársela. Se miraron con cariño y se besaron.

—Tan gordito— dijo Clark inconscientemente, acariciando el abdomen de su esposo. Bruce lo miro de una manera muy, pero muy aterradora.

—¿Que demonios estás diciendo?— murmuro el millonario, alejando las manos de su marido. —¡¿A quien le dices gordo?!— reclamo, levantándose la camisa y mostrando sus músculos abdominales que estaban ya algo marcados, debido a que Bruce había vuelto a entrenar hace poco. —¡Y esto no es nada! Ya verás en unas semanas, estaré más bueno que antes.

—Para mi, siempre serás el más sexy— lo alago Clark, haciéndolo sonrojar.

—Cállate.— dijo apenado.

—Señores— llamó Alfred —Saldré ahora mismo. Señor Wayne, será mejor que no salga el día de hoy. Y amo Clark, no destruya nada— ordenó el mayordomo, saliendo de la sala y unos minutos después, de la mansión.

—Más que un mayordomo, parece más nuestro papá— dijo Bruce.

—Eso nos haría hermanos, ¿no?— coqueteo Clark.

—No digas cosas raras.

—¿Por qué no?... onii-chan— hizo una pose dramáticamente suplicante, diciendo la última palabra en japonés con voz aguda, simulando la de una niña.

—¡No, Clark!— dijo Bruce, tratando de zafarse del fuerte agarre de su esposo, sabiendo bien que era en vano. —¡Ah! Deja de tocar— gimió bajo al sentir las traviesas manos de su esposo en su pecho.

El tono de llamada salvo a Bruce de la escalofriante situación. Suspiro y contestó la llamada.

¡Clark! Me alegro que contestaras— escucho un suspiro de alivio. Bruce frunció el ceño.

—¿Quien habla?— preguntó secamente.

¿Eh? ¿No eres Clark?

No. Soy su esposo— respondió, pues al parecer había tomado el teléfono de su pareja.

¡¿Bruce Wayne?!— se sorprendió —¡E-Es un placer!

Si. ¿Para que necesitas a Clark?— pregunto.

¡Oh! Es solo un asunto de trabajo. Mi nombre es Henry, soy compañero de trabajo de Clark.

Mhm— Bruce no estaba del todo convencido. Clark notó a su pareja más molesto que antes y decidió intervenir.

—¿Quien es?— pregunto.

—Te habla un compañero tuyo. Un tal Henry, ten tu celular, CARIÑO— lo último lo resaltó con su voz, con intención a que la otra persona escuchara y, aunque la razón de la llamada no era la que Bruce creía, había que asegurase de alejar a no deseados.

—Henry, ¿qué tal?— contestó alegremente, haciendo enojar un poco a Bruce, que para distraerse, mejor fue a ver a sus bebés.

¡Clark! Tienes que venir ya, el jefe está como loco, esta destruyendo cosas por todos lados y despidiendo a quien no le de la noticia de... de tus hijos.

¿Despidiendo?— preguntó sorprendido —¿Pero que le pasa?

Tal vez se peleó con su esposa, y ahora con la noticia de tu familia, no fue su mañana— dijo inseguro.

—Bien— suspiro —Ahora voy.

Después de media hora, logró convencer a su esposo y dirigirse a su trabajo. Sabía lo que le esperaba, pero estaba dispuesto a conllevarlo. Prefería exponerse el antes que su familia, no importaban las consecuencias que salir en esos momentos llegarían.










Continuará...




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¡Volví!

Siempre tarde, pero aquí estoy (=.=)/

Y hasta aquí. Dejémoslo en suspenso.

Le va a caer una grande a nuestro alienígena.


Voten y comenten. Gracias por su apoyo, gente.

Bye~

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