Las palabras de la doctora tenían a Jungkook en un predicamento. ¿Había algo más sobre el diagnóstico? Si Jimin había olvidado incluso a su hijo, nada bueno debía ser.

—Señor Jeon, usted que conoce al joven Park desde hace mucho tiempo, dígame: ¿cómo se comporta Jimin ante las vicisitudes?

El alfa quedó desconcertado. Probablemente los médicos, con el historial en las manos, debían conocer más que él mismo sobre Jimin. Sin embargo, para la pregunta planteada sí tenía una respuesta, una que podía dar sin titubear a pesar de que ser casi desconocidos.

—Es una persona fuerte y luchadora, no se rinde ante los imposibles y siempre trata de salir adelante por él mismo y por quienes le importan: es un hombre perseverante. —No había duda en ninguna de sus palabras, ¿cómo haberla? Las cartas eran una prueba fehaciente de dichas cualidades. «¿Por qué nunca lo noté?»—. ¿Por qué me pregunta esto? ¿Tiene que ver con su diagnóstico?

—No directamente, pero es un aspecto influyente. Acompáñeme a la oficina del doctor Kim, es algo que debemos explicarle en conjunto.

Ya en el lugar estipulado, con los médicos y un grupo importante de papeles delante, el escritor volvió a preguntar.

—¿Y bien? —Estaba nervioso.

—Estos papeles que ve aquí, en su mayoría, son las referencias del hospital psiquiátrico donde apareció el nombre “Park Jimin” en los archivos. Está diagnosticado con un trastorno de la personalidad, originado por el shock de la pérdida de su hijo y agravado por un duelo patológico a raíz del fallecimiento del mismo —inició Kim.

»Es bien sabido que los omegas aman a sus hijos con intensidad, no es raro que una pérdida provoque trastornos de esta clase. Además, está demostrado que el cerebro es capaz de bloquear inconscientemente los recuerdos dolorosos que define afectarán al organismo. Esta podría ser la justificación para que Park Jimin lo haya olvidado a usted. ¿Es el caso?

—No puedo negar eso. —No, no podía; ¡y cómo dolía!—. Y no imaginan cuánto lo lamento. —Su voz tembló.

—A pesar de lo anteriormente dicho, creemos que esta no tiene que ser necesariamente la causa. —Esta vez fue la doctora quien ofreció su punto de vista.

—¡¿Cómo ha dicho?! ¿Y cuál sería? ¿Mejor, o peor?

—Más que referirnos a ello como mejor o peor, sería más acertado llamarlo posiblemente solucionable.

—¡¿Quiere decir que Jimin podría volver a ser como antes?! —Se puso de pie, emocionado.

—No tenemos certeza de nada aún —habló Kim—, pero sí una hipótesis bastante confiable generada por la unión de toda la información en nuestras manos.

»Teniendo en cuenta el trauma sufrido por el paciente, así como su conducta posterior al mismo, no es de extrañar que se le diagnosticara un trastorno psiquiátrico y que fuese llevado a un centro de este tipo. Sin embargo, el diagnóstico del tumor en el cerebro no había sido hecho, esto cambia las tornas.

»El tumor, desde su localización, está comprimiendo una parte del cerebro relacionada con la esfera cognitiva y de memoria. Podemos asociar el inicio de los síntomas, hace un par de meses, con el contagio de la COVID-19. La encefalopatía e inflamación del órgano producto a este virus pudo ser la causante de la activación y proliferación de las células cancerígenas.

—Señor Jeon, nuestra hipótesis es que si esta es la causa, remover el tumor y poner un tratamiento para las afecciones cerebrales causadas por la COVID provocaría una regresión de los síntomas —explicó la doctora—. En Medicina no existe un 100%, pero las probabilidades son altas, más tratándose de un omega, pues son poseedores de una gran capacidad recuperativa y resistencia —se refirió indirectamente a los cambios corporales durante el celo y el embarazo.

—¿Entonces todo se arreglará? —La mirada del alfa se iluminó.

—Tenemos grandes expectativas, pero no descartamos del todo la existencia del trastorno psiquiátrico. No obstante, aunque existiese, una vez eliminado el tumor, un tratamiento adecuado y un seguimiento por el psiquiatra le permitirían regresar a su rutina.

—Sea cuál sea el diagnóstico final, el resultado será un mejoramiento de la calidad de vida de Jimin. Lo otro que necesitamos es que lo apoye y lo mantenga calmado con sus feromonas y su compañía, el choque inicial siempre es fuerte. ¿Podemos contar con usted, señor Jeon?

—Por supuesto que sí. Haré todo lo que esté en mis manos, y más.

Una felicidad sincera y tranquilizadora recorrió el cuerpo de Jungkook. Por primera vez en su vida estaba brindando a alguien más una bondad mayor al simple compromiso efímero de la cordialidad. Era la primera vez y, aun así, no se sentía como una obligación o una remuneración para compensar su culpabilidad, mucho menos como algo que le desagradase. No sabía lo que era, pero lo llenaba de calidez. No sabía lo que era, pero deseaba que creciera en su interior... ¿Sería suficiente para, también por primera vez, comenzar a corresponder el amor sincero recibido anónimamente por tantos años?

Las cosas parecen empezar a encauzarse. ¿Pensaron que se la pondría peor a Jimin? No soy tan mala (para que “tan”, si con mala basta 🤭).
Capitulito explicativo, espero se haya entendido todo bien.