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Un pequeño de tez pálida corría por los enormes y largos pasillos a toda la velocidad que su pequeño cuerpo podía permitirle, pequeñas gotas de sudor caían por su delicada frente y en sus ojos podía ser apreciado un horrible resplandor que reflejaba temor. Pequeñas risas resonaban en los oídos de aquel niño y su cuerpo respondía con algunos escalofríos, era algo inevitable, lo mas horrendo es que el mismo niño sabia lo que sucedería.

— Pequeño Yoongi, porque te escondes de nosotros? — La rasposa pero a la ves melodiosa voz de un niño de no mas de 15 años había sonado mas cerca de lo que pensaba, no respondió, su cuerpo se había detenido en medio del pasillo, temía con todas sus fuerzas que lo hayan encontrado — Porque te detienes, era divertido perseguirte— Mas risas resonaron en el pasillo acompañado de un temblor por parte del mas pequeño

Lentamente voltio su cuerpo para encontrarse con cinco chicos que lo observaban detenidamente y sonreían en grande, claro que en aquella acción se podía notar la maldad y los malos tratos que estos tenían preparados para aquel inocente niño.

— No tienes a donde ir — Hablo acercándose cada ves mas al pelinegro el que parecía líder de aquella extraña manada

"Lose" Pensó el pequeño apunto de llorar ¿porque siempre debían tratarlo tan mal?, que había hecho aquel niño tan lindo y honesto para que la vida siempre le jugara asi.

Un jalón en su delicado bracito lo hico saltar en su lugar, trato de safarse, sabia que no lograria pero al menos debía internarlo, no paso mucho tiempo para que otra mano sujetara fuertemente su otra extremidad, las aterradoras miradas de los demás chicos sobre el pequeño eran tan fuertes que juraría podían doblegarlo en cualquier momento, si no es que ya lo había hecho

— Deja de ser tan aburrido, vamos a divertirnos... o al menos nosotros— Las risas continuaban e inundaban cada fibra del ser atrapado, parecían carnívoros cazando a su presa, niños que a vista de los adultos eran inocentes, dulces, amable y honestos pequeños, pero que a vista de los demás jóvenes en aquel orfanato cazadores que les encantaba reírse y abusar de los mas pequeños

El orfanato en si era un lugar muy hermoso, como mencione solo el lugar, las personas dentro sobraban y arruinaban el gran ambiente, a la madre superiora le importaba poco si alguno terminaba sangrando en medio del pasillo tumbado en el piso, a su parecer no era asunto suyo, problema seria si algún adulto con planes de adoptar viera aquel trato, los niños mas pequeños siempre vivan con miedo de los mas grandes y estos mismos eran considerados como unas bestias.

Coincidentemente Yoongi era al que mas odiaban, tanto las maestras, los compañeros menores o mayores, la madre superiora y cualquiera que viviera en aquel insólito lugar.

Pero ¿porque siempre fue la burla de todos ahí? Si era físicamente perfecto, su rostro parecía esculpido por los mismos ángeles, su respingada nariz lo hacia ver cada ves mas hermoso y las pequeñas pecas que inundaban sus mejillas le daba un aura tierno, el único "defecto" que las demás personas veían es que era demasiado serio, lo que para ellos era un error para Min Yoongi era visto como algo normal.

Él quería mas que nada tener un amigo con quien hablar, con quien reir y con quien divertirse, no se mostraba a nadie, pues no tenia la suficiente confianza como para enseñar todo de él, por tal motivo la frialdad siempre fue su primera y al parecer única opción.

— Bueno chicos, comenzamos?— Recibió como respuesta puros movimientos en señal de afirmación para dar el primer golpe que fue directo al estomago del menor, causando un gran dolor en todo su cuerpo y causando que cayera al suelo— Pero si apenas empezamos— Mas golpes y patadas cayeron en su cuerpo, no era nada nuevo pero aun así dolía como el mismo infierno cada movimiento de los mayores

— ¡¡Min Yoongi!!— Un fuerte grito resonó en todo el lugar causando que los chicos saltaran en su lugar incluso el antes llamado, grandes fue su sorpresa al ver como la madre superiora entraba en sus campos de visión — Felicidades pequeños error, parece que alguien volvió a adoptarte—Después de dar aquel importante comunicado, giro y regreso por donde había venido ignorando completamente y haciendo vista gorda a lo que sucedía en ese momento

— Le doy una semana para que lo regresen — Afirmo el mayor dando un gesto con la cabeza a los demás para que lo siguieran

— Yo le doy dos

Los mayores habían caminado por los pasillos como si nada hubiera pasado, como si no hubieran dejado a un pequeño niño en el suelo en completo shook.

— Adoptarme? No, no otra ves— Porque si, al pequeño ya lo habían adoptado, incluso varias veces, pero solo para ayudar en casa y tristemente fue regresado en poco tiempo, pues en todas las ocasiones a los ojos de los "padres", el niño no servia de nada, podría ser el mismo caso o incluso uno peor, no quería ni imaginarse el asunto, pues estaba seguro de que saldría de un infierno para entrar a otro.

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