six

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

🝠🝭 CAPÍTULO OO6 ...

A SAVITAR FANFICTION

❛ We never realize how frozen
we are until someone stars
to melt our ice ❜

⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯



⸻↯⸻



   AYRA CAMINABA POR EL DEPÓSITO EN BUSCA DE ALGUNAS HERRAMIENTAS, mientras de fondo se escuchaba la suave música sonar. Hacia algunos días que había dejado de visitar los laboratorios, excusándose con estar enferma, cosa que era una total farsa. Simplemente estaba cansada de aquel grupo que no hacía nada más que chocar entre ellos.

Al sentir un ruido a sus espaldas, la pelinegra tomó discretamente un desatornillador entre sus manos y dando una vuelta lo lanzó con perspicacia hacia el intruso.

—Vaya recibimiento, Ayra —sonrió divertido el velocista con el desatornillador detenido frente a su rostro.

—¿Por qué demonios entras en silencio? —le cuestionó ella acercándose.

—¡Sorpresa!

—Eres un idiota, siempre pierdes el tiempo en tonterías —le reprochó ella—. En menos de un minuto esa maldita cosa te volverá a tragar.

—No más —respondió él.

Ayra entreabrió la boca sorprendida al procesar las palabras de su novio.

—¿Estás fuera definitivamente? —cuestionó emocionada, no tardando en recibir un asentimiento por respuesta—. Espera, ¿Por qué demonios saliste antes?

—Gracias a los impulsos de Wally West —comentó con simpleza—. No vas a darme un beso de bienvenida —le preguntó alzando una ceja.

—¿Y porque no me lo das tú? Eres tú quien ha llegado —le sonrió ella.

Savitar sonrió de lado, y tomando suavemente del rostro a la menor, junto sus labios. Un suave beso. El castaño la alzó posando sus manos en los muslos de ella, para así sentarla sobre el frío mesón de metal.

—Te he extrañado —admitió el velocista, juntando su frente con la de ella.

—Es bueno saberlo —dijo ella con una pequeña sonrisa.

—Ayra —llamó al ver que la pelinegra cerraba los ojos y apoyaba la cabeza en su pecho.

—¿Sí?

—Te amo —dejó que las palabras fluyeran, finalmente confesando a voz alta aquel sentimiento que hacía tiempo había comenzado a sentir.

La velocista alzó la cabeza aturdida. Si bien llevaban un tiempo juntos, y solían llamarse amor de vez en cuando, ninguno de los dos había dado aquel paso diciendo aquella palabra con un gran peso. Ayra había estado apuntó de decirla una sola vez, y si no lo dijo fue porque la speed force había absorbido al ojiverde antes de que ella pudiera completar la corta frase.

Sin embargo a pesar de que ninguno había dicho aquellas palabras antes no significaba que no lo sintieran. Ambos sabían perfectamente cómo se sentían por el otro. Pero aveces era bueno demostrarlo con palabras y actos fuera de lo normal.

—Ayra, di algo... —habló el velocista al ver que ella se quedaba en silencio, aún aturdida.

   Ayra agitó su cabeza y sonrió, rompiendo la pared de negatividad que Savitar había comenzado a formar entre ellos.

—Yo también te amo —hizo saber.

Savitar suspiró aliviado.

—Es bueno saberlo —acordó.

—Lo sé —asintió ella, acariciándole la mejilla en dónde se encontraban aquellas cicatrices.

—¿Es mi idea o estás más hermosa de lo que recuerdo?

—¿Acaso estás coqueteando conmigo, novato? —se burló ella.

   Él blanqueó los ojos con una pequeña y casi imperceptible sonrisa.

—Solo le doy cumplidos a mi prometida.

—No soy tu prometida —negó ella con una sonrisa.

—¿A no? ¿Y por qué demonios no lo eres?

   Ayra rió divertida, y saltó sobre Savitar mientras envolvía el torso de él con sus piernas y le besaba.

   No era muy difícil de adivinar lo qué ocurrió después.



⸻↯⸻



DESPUÉS DE TODO AYRA TERMINÓ POR ACUDIR A LOS LABORATORIOS NUEVAMENTE. Y en cuanto llegó no tardó en ser reprochada por la mitad del equipo Flash ante su ausencia.

—Entonces, ¿Wally está dentro de la speed force, y Savitar fuera? —preguntó haciéndose la desentendida.

—Si —asintió Barry, suspirando con cansancio.

—Bueno, eso es una verdadera mierda —murmuró ella.

   Para ustedes... pensó.

—Lo es —asintió Barry—. Por eso lo salvaré.

Ante aquello todos comenzaron a organizarse para idear un buen plan y así el velocista escarlata no terminara atrapado en aquella fuerza cósmica junto a Wally.

Ayra sabía que el castaño estaba a punto de entrar en el mismísimo infierno. Lo sabía porque ella y Savitar habían estado ahí. Solo que su novio lo estuvo mucho más tiempo, y solo, y es que cuando fueron atrapados, él había movido hasta el maldito espacio para sacarla de ahí y que ella no sufriera por más tiempo la pesadilla que se vivía dentro.

Un velocista podría estar dos días normales dentro de ahí, pero para ellos podrían ser meses e inclusive años. Y era realmente una suerte de que Savitar hubiera logrado salir de ese lugar sin ninguna secuela.

—Esta dentro —informó la pelinegra llegando junto a su novio.

—Lo sé.

—Cierto, recuerdos conectados —asintió y mordió su labio—. No sabe en el infierno al que ha entrado —rió, sentándose en una silla.

—¿Te ha dicho algo? —cuestionó Savitar, interesado.

—Tú sabes lo que me ha dicho —le miró ella alzando una ceja.

—Lo sé. Solo quiero ver las cosas desde tu perspectiva.

—Fue divertido en realidad, aunque también un poco desagradable —recordó el abrazo que el castaño le había dado—. Además todos me miraron, literalmente diciéndome que entrara con él. Ni loca volvería a ese infierno, y menos por alguno de ellos —Ayra blanqueó los ojos.

—¿Y por quien si lo harías?

—Por nadie —murmuró la pelinegra, burlándose de él—. ¿Por qué hablas y preguntas cosas como esas? —le preguntó tomándole del rostro—. ¿Estás bien?

—Claro que estoy bien —le sonrió—. Sabes que me gusta molestarte.

—Pues no te está saliendo muy bien que digamos —negó ella con diversión—. ¿Tienes hambre? Iré por comida.

—Claro, ve —asintió él.

—Bien, vuelvo en unos segundos —le prometió dejando un casto beso sobre sus labios.

Una vez Ayra estuvo fuera del lugar, el velocista metió su mano dentro de su bolsillo. Tocando aquel objeto dentro de este. Debatiéndose en si debía hacer lo que su cabeza llevaba maquinando un tiempo o no.

   Mordió su labio, meditando a profundidad un posible plan. Y se perdió.

—Estoy de vuelta —habló Ayra minutos después, haciéndole dar un salto por la sorpresa—. ¿Estás seguro de que te encuentras bien, Sav?

—Claro, si —aseguró escondiendo su nerviosismo.

—Bien... —le observó extrañada—. Como sea, ven a comer antes de que se enfríe, si no terminarás comiendo solo —bromeó.

Ambos sintieron el deja vu venir a ellos, por lo que sonrieron.

—Claro, ya voy maleducada —se burló él.

—Estabas tan enamorado de mí —se burló ella de vuelta.

—Claro que no.

—"Ayra, somos Dioses. Un Diosa necesita a una Diosa, y una Diosa necesita a su Dios." —citó las palabras que él había usado tiempo atrás—. Una indirecta muy directa, amor.

—Agh, cállate.



⸻↯⸻



|Flashback|

   AQUELLA ERA UNA DE LAS VECES QUE AYRA Y SAVITAR SE DEDICABA A ENTRENAR. El velocista había notado que la pelinegra era bastante estricta en cuanto a entrenar se referían.

   La pelinegra de un salto dio una patada en el pecho del velocista, quien se alejó unos centímetros para luego lanzar un rayo. Este fue directo a Ayra quien no logró atraparlo, por lo que el rayo impactó contra su cuerpo mandándola a volar para luego caer brutamente al suelo.

   Savitar sonrió con sorna, orgulloso por haber vencido a la velocista. Pero la sonrisa que portaba el castaño no tardó en borrarse al ver que la pelinegra no se ponía de pie, ni tampoco se movía.

   Preocupado en menos de un segundo llegó al lado de Ayra.

—Ayra —llamó al verla inmóvil—. Vamos, no estoy para tus juegos —murmuró agachándose a un lado de ella—. ¡Ayra! —gritó moviéndola.

—¡Buu! —chilló ella sentándose de golpe, pasando a golpear su frente con la del velocista—. Auch.

—Maldición Ayra, eres una estúpida —gruñó él, observándola con el ceño fruncido.

—Te asustaste —canturreó ella—. No sabía que te preocupabas por mí, "Dios"

—Claro que me preocupo por ti —masculló él en voz baja, desviando la mirada al mismo tiempo que apretaba la mandíbula—. No puedes pretender que no sabes que me preocupo por ti.

   Estaba enojado, pero también preocupado. Ayra pudo ver aquello, e inconscientemente su sonrisa divertida se suavizó.

—Oye solo fue una broma —murmuró.

   Savitar no dijo nada durante unos segundos.

—Pensé que te había lastimado —susurró, casi como si se avergonzara de decir aquello.

—Oye soy una Diosa —le recordó ella acercándose a él.

—Diosa de las estúpidas serás.

   Ayra le miro indignada, logrando sacarle una minúscula sonrisa al velocista.

—Entonces tú eres el Dios de los idiotas —la sonrisa volvió a sus labios al decir aquello.

   Esta vez fue turno de Savitar para mirarle indignado, logrando que ella riera.

—Pero no te preocupes, puedes ser mí Dios de los idiotas —propuso.

   El velocista no tardó en acortar la distancia juntando sus labios con los de ella.

     |Fin del Flashback|

   EN AQUEL MOMENTO AYRA SE ACERCÓ PREOCUPADA A SAVITAR, viendo como el efectuaba una mueca y al mismo tiempo llevaba una de sus manos a su cabeza.

—¿Estás bien? —le preguntó—. ¿Qué recuerdas?

—Él esta viviendo su tortura —murmuró

   Ayra titubeó sin saber si aquello era bueno o malo. No sabía que clase de tortura la speed force había elegido para atormentar a Barry, y es que a pesar de todo, algunas de las torturas de Barry seguían siendo torturas para Savitar.

—Bueno... ¿Qué te parece la idea de salir y atormentar un poco al Team Flash? —propuso.

—Me encantaría eso.

   Fue cosa de segundos, y ambos ya se encontraban corriendo a velocidades extraordinarias. Lamentablemente no podían sentir la brisa nocturna contra sus cuerpos ya que las armaduras se los impedían.

   Por un momento Ayra se sintió como en aquellos momentos en que hacían el loco mientras organizaban el plan.

—¿Donde vas? —cuestionó saliendo de su mente al notar como Savitar se desviaba del rumbo.

—Espérame aquí. Ya vuelvo.

—¿Qué? No, Sav...¡Mierda! —maldijo en cuanto el velocista había desaparecido de su vista.

   Recordando lo que ocurriría, Ayra corrió hasta donde sabía estaría el velocista, y al llegar al lugar logró ver cómo Jesse Quick enterraba la filosa lanza que solía ser parte del traje que Savitar, lanza la cuál él había dejado en el hombro de Barry solo unas horas atrás.

   Sin pensarlo dos veces, la velocista corrió contra la joven, dando su más fuerte puñetazo contra ella. Mandando a volar a la joven. Se acercó a ella dispuesta a dejarle un pequeño recordatorio de que nadie se metía con su Dios, cuando él mismo tiró de ella cargándola lejos del lugar.

—¿Qué haces? —le cuestionó cuando llegaron al depósito mientras ambos salían de sus trajes—. Debiste dejarme darle una paliza. Nadie lastima a...

—¡Ayra!

—Lo siento —se disculpó acercándose—. Mierda, la voy a matar —murmuró viendo la palpable sangre entre el hombro de su novio—. Vuelvo en seguida.

   Tras unos segundos Ayra estaba frente al castaño limpiando minuciosamente la herida. No era profunda, ya que el traje había amortiguado gran parte del golpe, pero aún así no había dudas de que dolía.

   Ayra sentía su sangre hervir en su interior, Jesse solía no caerle tan mal, ahora de preferencia podría abrazarla con sus manos rodeándole el cuello, ejerciendo fuerza, por haberse atrevido a lastimar a su novio.

—Si la veo la mato —murmuró nuevamente.

   Savitar rió levemente tomandola por la cintura, mientras ella terminaba de curar la herida.

—Estoy bastante seguro de ello —asintió él abrazándola y apoyando su rostro entre el cuello de Ayra.

—Estás bastante cariñoso —comentó ella con media sonrisa—. Estás comenzando a preocuparme.

—¿No puedo ser cariñoso con mi novia? —cuestionó.

—Claro que puedes, pero es... es raro en ti —mencionó pasando las manos por el cabello de Savitar—. Ya sabes, sueles ser más frío, mucho más frío.

—Si quieres no soy más cariñoso.

—Oye, yo no dije eso, novato —negó riendo al ver la pequeña rabieta que hacía el castaño—. A mí me gusta.

—¿Sí?

—Sí —asintió ella, mientras dejaba caricias sobre la mejilla de Savitar.

—Te amo —murmuró él ojiverde.

—Te amo —repitió ella con una sonrisa, mientras acortaba la distancia para besarle.

—¿Sabes que me gustaría ahora mismo? —cuestionó él luego de unos minutos besándose.

—¿Qué cosa? —preguntó ella.

—Me gustaría hacer el amor con mi novia.

—Vaya. Si que te pegó lo romántico hoy —sonrió ella pasando sus brazos tras el cuello de Savitar mientras él la cargaba.



⸻↯⸻



—¿A DÓNDE VAS? —CUESTIONÓ SAVITAR EN UN RONCO GRUÑIDO.

—Debo ir a los laboratorios —murmuró ella saliendo de la cama.

—¿Por qué debes...?

—El plan —le interrumpió sabiendo lo que preguntaría.

—Claro —bufó él poniéndose de pie igualmente.

Un silbido sonó por la habitación.

—Oye, pero mira que belleza de novio tengo —ella le sonrió.

—Cállate —masculló él divertido, tomando unos jeans y una camiseta para así vestirse.

—Bien me voy —avisó caminando hasta la salida—. Sé un buen chico y no mates a nadie ¿Sí? Por lo menos no lo hagas sin mí.

—No prometo nada —respondió.

   Ayra rió y así finalmente tomó el impulso corriendo hasta los laboratorios, y una vez ahí divisó a casi todo el equipo en la sala de la brecha.

—Ya volvieron —habló haciendo acto de presencia—. Estoy feliz de que ambos hayan salido de ahí —sonrió con falsedad.

—Sí, sin Jay no estaríamos aquí.

—¿Jay? —cuestionó Ayra.

—Sí, él tuvo que quedarse dentro de la speed force para que nosotros pudiéramos salir.

—Ya veo —asintió—. Bueno, ¿Qué hacen aquí?

—Jesse acaba de marcharse —comentó Caitlin.

—¿Se a ido? —inquirió con falsa desilusión—. Una pena no haber podido despedirme —murmuró.

   No era necesario decir que un abrazo no era específicamente lo que quería darle a la hija de Wells.

—Bueno, un dato que descubrió nuestra querida Jesse —habló H.R jugando con sus baquetas—. Adivinen quien siente dolor...

—Savitar —murmuró Julian.

—Lo que significa que es solo un hombre —señaló nuevamente H.R con una sonrisa—. No es ningún Dios.

—¿Están seguros de eso?

—Muy seguro —remarcó H.R.

   Cada vez quedaba menos. Solo algunas semanas más.










⸻↯⸻










BUENO BUENO
¿que opinan? ¿que dudas les
dejo este capítulo?

editado: 11/07/2022



─𝙨𝙥𝙞𝙙𝙚𝙮𝙜𝙡𝙤𝙬

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro