IV

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—Yakov, ¿Seguro que puedes encargarte de Yuri? Tú también eres un alfa...no, lo mejor será que yo me quede con él hasta que su despertar se calme. —Viktor paseaba por el corredor de su hogar cual león enjaulado, apenas su hermanito irrumpió en su oficina con la emoción de haber encontrado a su supuesto "omega" pareja, se desplomó apenas dio un paso cerca del alfa.


Su despertar comenzó justo días antes de su cumpleaños número dieciséis.


Contrario a lo que todos esperaban, Yuri comenzó a emitir feromonas de omega, lo cual fue un problema enorme al estar la oficina de Viktor en el piso donde los alfas abundaban.


Luego, todo fue un caos, el Alpha tuvo que ejercer la voz con todos sus empleados mientras llevaba a su hermano en brazos hasta el ascensor, al ser familia, no era afectado pero si estaba bastante preocupado, él no sabía nada de los cambios de un omega, sus ciclos de celo, el estrés mental que llevaría su hermano al no ser un alfa como siempre esperó. No sabía a quién pedir ayuda.


Después de años, Viktor se sintió perdido y solo.


—Vitya, los conozco a ambos desde que usaban pañal, pero si crees que tú puedes cuidar de Yura, hazlo, ¿Si? Avisaré en la empresa que estarás indispuesto hasta nuevo aviso. —Yakov se despidió y salió del hogar de ambos rusos. Sólo cuando Viktor supo que nadie le veía, soltó amargas lágrimas de frustración, ¿Cómo ayudaría a su hermanito a enfrentar algo que ambos desconocían? De alguna forma lo lograría, pero necesitaría ayuda de alguien.


—¡Viktor! —El nombrado abrió rápidamente la puerta de la habitación de su hermano y lo encontró en un nido hecho con las prendas que Yuri se había comprado hacía poco, todas con algún estampado de animal felino, estaba con fiebre y el rostro sudoroso, además, que lloraba al igual que él. — ¡No debía ser así! ¡Yo tengo que ser un alfa! ¡No quiero...no quiero decepcionarte...!


—Yura, estoy muy orgulloso de quien eres, no importa si eres un omega, sabremos como enfrentar esto y hey, recuerda que tu pareja está aquí...sólo espero que no se acerque a menos que tenga mi bendición, no dejaré que te vayas con cualquier rufián, ¿Eh? —Viktor se sentó cuidadosamente cerca del nido de su hermano y sólo cuando Yuri aprobó su cercanía, el ahora omega, abrazó fuertemente al mayor, aún llorando. — Eres lo más preciado que tengo en esta vida, Yuri, y aunque hubieses sido un beta, un alfa o lo que sea, seguirás siendo eso, el tesoro más grande que la vida me pudo regalar...mi pequeño hermano.


—Viejo calvo y cursi...—Murmuró el rubio ya un poco más calmado y con una pequeña sonrisa. Quizá no recordaba mucho a su padre, pero Viktor era la mejor figura paterna que pudo desear, torpe, insensible, egoísta algunas veces y no podía imaginarse algo mejor que eso. — Más vale que no le cuentes a nadie de esto o despídete de tus pelotas...


—Sí, sí, lo que tú digas, ahora, déjame ver a tu lobo. Tienes que transformarte antes de que despiertes tu primer celo por completo sino, pelearás bastante con tu omega.


—N-no sé cómo hacerlo, ¿Y si no puedo? ¿Qué haré si mi lobo me rechaza? —Nuevamente los ojos de Yuri se llenaron de pánico y Viktor negó mientras le peinaba sus rebeldes cabellos hacia atrás para descubrir esas esmeraldas.


—Dime, ¿te sientes diferente? ¿Sientes que algo en ti cambió? —El rubio asintió lentamente y se llevó la mano al pecho. — ¿Arde un poco, verdad? Ese es el alma de lobo que ahora vive en ti, ya nació, sólo debes despertarlo. Anda, llámalo.


—¿C-cómo lo hago? —Viktor guio a su menor hasta el centro de la habitación. Quizá las cosas con los omegas eran diferentes, pero había otras que para los cambiaformas en general, eran iguales.


—Cierra tus ojos. —Yuri lo hizo. — Concéntrate y centra toda tu atención en el calor en tu pecho...cuando lo hagas, despiértalo, es tu instinto, Yuri, sabrás como hacerlo.


El rubio mantuvo sus ojos cerrados y posó ambas manos donde su pecho más ardía, era una nueva sensación, algo dolorosa, algo incómoda pero de alguna manera se sentía en paz consigo mismo. Antes de entrar en desesperación por no lograr la transformación, su mente gritó un "¡Despierta!" y no supo en qué momento su estructura ósea comenzó a cambiar lentamente, fue doloroso si, digo, todos tus huesos se rompen y se reacomodan hasta lograr la forma de un ser de cuatro patas. Se quejó y lloró de dolor, ahora todo su cuerpo ardía, se sentía mareado. Como la primera vez que probó el vodka que su hermano escondía en las gavetas de la cocina. Abrió lentamente sus ojos y vio a Viktor cubriéndose los labios y una expresión de sorpresa, luego todo se volvió negro, pero por alguna razón, seguía consciente de su alrededor.


—¡Yuri, eres tan lindo! Tendré que conseguirme dardos o una escopeta para ahuyentar a los lobos de ti. —El peliplata se agachó lentamente y agachó su cabeza para que el omega de Yuri no lo atacara. — Calma, sé que eres el Omega de mi hermano y agradezco que el proceso no haya sido tan doloroso como suele ser, se nota que ya están conectados...quizá le agradezca a tu pareja luego, estoy seguro que tu despertar se adelantó gracias a él.




—¡Ota, ¿qué te pasó?! —Yuuri se agachó hasta el alfa que de un minuto a otro terminó de rodillas en el suelo y con varios vasos rotos a su alrededor, contenido que tenía una de las muchas cajas de mudanza.


—N-no lo sé, mi Alfa se siente inquieto y me...me está rasguñando. Quiere salir. —Un gruñido desde el fondo de la garganta de Otabek puso en alerta al joven japonés, aún así, Yuuri en contra de sus instintos de sumisión, buscó una de las pastillas que Otabek tomaba para controlar a su alfa y se la dio.


—Fue tu pareja. Te está llamando y eso sólo puede significar dos cosas. Una, que él no tenga control de su Omega y esté en celo, y la otra...—Yuuri miró con preocupación a su mejor amigo y le ayudó a levantarse lentamente hasta llevar al castaño al sofá ya instalado en la sala. — Que tu pareja recién despertó.


—¿Recién despertó? ¿Eso es malo?


—No, no lo es para ninguno de los dos, al contrario, ustedes tuvieron o tendrán la suerte de encontrarse y pasar una vida entera juntos, el problema son las reglas. No podrás marcarlo hasta que cumpla la mayoría de edad a menos que su tutor legal lo permita. —Yuuri le sonrió comprensivo y dejó que el Kazajo recostase la cabeza en sus piernas, donde el japonés comenzó a acariciarle lentamente las pequeñas mechitas. — Y que tampoco podremos seguir con esta farsa.


—Yuuri, ya sé lo que haremos. —El japonés lo miró sin comprenderlo y luego abrió muy grande sus ojos, negando de inmediato. — Mañana saldrás a conseguir empleo y yo también, así que...te haré una marca provisoría, no engañaré a mi pareja y tampoco te dejaré desprotegido.


—Pero Ota, eso no se—


—¡Sí! Lo haremos, comprende que mi prioridad eres tú, cuando tú consigas tu felicidad, yo iré tras la mía. —Otabek frunció los labios y tiró suavemente de uno de los mechones del flequillo del preocupado japonés. — Anda, sonríe, mañana en la noche iremos a patinar, así tendremos ese lindo lago congelado para nosotros solo.


—Uy, si, que romántico. —Yuuri se rió mientras se acomodaba los lentes, escuchando un bajo "click" de fondo.


—¡Ustedes son lo más lindo de lo más lindo! Subiré esta fotografía a Instagram de inmediato, ¿Verdad que son lindos, Guang? —El joven chino asintió sonrojado y es que ambos chicos habían sido recibidos por Hiroko, que justo se había levantado de la cama a beber algo de agua.


—La verdad es que...son como la pareja de cuentos. —Comentó el sonrojado chino y tanto Yuuri como Otabek se levantaron con el rostro encendido, ¿Qué tanto habían escuchado esos dos? — Mi nombre es Guang Hong Ji, estuve con ustedes durante las entrevistas.


—Es un placer, Guang. Yo soy Katsuki Yuuri y él es mi...novio...Otabek Altin.

— Veníamos porque Pichit insistió en avisarles que mañana nosotros también iremos a conseguir empleo, y además, me inscribiré en una escuela y bueno...me da algo de pánico ir solo, apenas conozco el idioma y...—Al borde del colapso nervioso, Guang Hong fue rescatado por Yuuri, quien posó ambas manos sobre los hombros del pequeño omega y le sonrió como sólo él podía hacerlo.


—Tranquilo, si quieres mañana te puedo acompañar a alguna escuela, ¿necesitas un tutor o algo? —El menor negó pues su tutor sería él mismo, era uno de los acuerdos que logró conseguir cuando ingresó a la manada. — De acuerdo, entonces eso no será problema, Ota, ¿Te puedes quedar cuidando a mamá?


—Pero Yuuri...Está bien, sólo porque Hiroko lo necesita.


—Wow, llama a su suegra por su nombre, que atrevido. —Se burló Pichit. Los jóvenes siguieron hablando unos momentos más para ponerse de acuerdo con varias cosas, Yuuri se soltó bastante y esos dos chicos no parecían malas personas.


Sólo esperaba que si llegaran a descubrir su secreto, no lo rechazaran.




A la mañana siguiente, luego de una mini "discusión" con Otabek por salir solo en una ciudad desconocida, Yuuri salió del departamento y se reunió con Guang Hong, el cual se estaba despidiendo de otro chico castaño, piel semi tostada, rasgos latinos y Yuuri no pudo recordar su nombre.


En el camino (pues decidieron irse a pie) hablaron de muchas cosas, principalmente de las dificultades que tuvo Guang Hong en su país, como los omegas seguían siendo esclavo de los alfas o de betas sólo por su instinto sumiso. Yuuri no podía creer que todavía podía existir gente con ese pensamiento tan anticuado y cruel.


Los omegas eran una nueva forma de traer vida.


Recorrieron varias instituciones donde Guang podría estudiar, pero algunas no aceptaban alumnos a mitad de año o no podían ayudarle con el idioma. Ya en uno de los últimos colegios, algo cansados y hambrientos, Guang hizo todo su esfuerzo por pasar la primera entrevista con la directora, una joven italiana llamada Sala, omega y muy firme, dura pero amable.


Luego de una hora, fue aceptado, aunque aún debía someterse a un examen para ver sus conocimientos.


La institución parecía cara, pero Guang le explicó que si podía costearla, aunque Yuuri no se quedó muy convencido y se ofreció a ayudarle en lo que necesitara.


—Yuuri, estás siendo muy amable y no desearía aprovecharme de tu amabilidad...tú también debes adaptarte. —Guang le sonrió, Yuuri correspondió con una sonrisa igual y luego fue abrazado por el joven chino, ninguno sabía el motivo, pero tampoco se molestaron por averiguarlo.


"Alguien quiere protegerme...", pensó el chino.


—¡Tú! —Ambos asiáticos se giraron en dirección a la varonil voz que venía de un hombre alto, ojos celeste y cabello plata que caminaba rápidamente en su dirección. — Eres tú...


—Disculpa...¿nos conocemos?


—¡Soy Viktor Nikiforov! ¡Soy tu pareja destinada!


"Santa mierda..."


¡Sorpresa! Estoy inspirada y feliz.

Primero, porque "Yuuri, el omega sin lobo" y "Yuuri al cuadrado" estarán participando en los #ViktuuriAwards en las categorías Omegaverse e Historia corta respectivamente, denles mucho amor.

Segundo, porque no sé, ando feliz.

¡Viktor y Yuuri tuvieron su primer encuentro! ¿Qué pasará? ¿Yuuri lo aceptará? ¿Se casarán? ¿Tendrán mil hijos? Quien sabe.

¡Yuri tuvo su despertar y llamó a Otabebé!

No quiero hacer spoilers así que esperen el siguiente capítulo.

Gigi

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