•CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO•

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"Delirio de amor"

—Casemos en Japón y adoptemos al pequeño —refieren, apenas audible, sus resecos labios sobre mi oído.

Y mi cuerpo se congela en el momento ¿Es un sueño o es verdad? He dormido algo pero ahora creo que estoy delirando frente a sus labios.

Me incorporo muy lentamente, enfocando mis ojos sobre su demacrado rostro que a pesar de haber dormido, pareciera un caminante revivido.

Entonces, lo vuelvo a observar detalladamente... Sus renegridos ojos brillan con alguna especie de anhelo, entonces sonrío sobre su rostro y para mis adentros, mientras me pellizco el brazo como en un estado vesánico.

—¡Mierda! —digo adolorido y percibo que me falta el aire sobre que tomo consciencia de que es real lo que me dijo. Aún así, regreso a su lado en un intento de que, nuevamente, me ilumine —Cariño... ¿Qué has dicho? —lo enfrento tomando sus hombros con desespero pero cuidando de no hacerle ningún daño...O eso creo.

Hasta que observo que me mira con sus orbes brillosas al borde de un incipiente llanto y relaciono su percepción del dolor con mi agarre sobre su hombro —¡L-lo siento! Cariño, no me di cuenta de tu dolor en el arrebato.

Tomando -velozmente- mi mano en cuanto intento sacarla, me observa con lágrimas sobre sus pálidas mejillas —E-es... e-en... s-serio... a-amor mío.

Y mi mundo se detiene en el instante en que penetra mis oídos el quejido de sus labios en forma de pedido de juntarnos de por vida... Y cada sueño desde niño de formar una familia que creía que nunca viviría, se rememora en mi memoria como una diapositiva del futuro ofrendado desde sus brazos.

Siento hiperventilar mis pulmones mientras mis orbes se empañan de alegría. Y contrayendo mi torso sobre su demacrado cuerpo dejo escapar un fuerte sollozo mientras él, acaricia con su mano libre, cada hebra dorada mía.

—¡Pero! ¿Qué pasó ahora? —escucho entre lloros, la voz del cardiólogo seguida del jefe de enfermeros que consulta sobre mi cuerpo si me sucede algo.

Estoy agitado y conmocionado como en el apartamento de mi novio aquel día, en donde tuve un aparente ataque de pánico. Pero está vez, no logro discernir si es la emoción, la fatiga, el estrés o la falta de descanso que no permiten mi respuesta motora más que llorar desconsolado y aferrado sobre su torso.

—¿Qué le dijiste, Jeon? —cuestiona nuevamente su amigo a mi amado en un tono sospechoso y reacciono que debo forzar mi cuerpo al retorno de mi labia aunque quiera desarmar mi ser en cuantiosas lágrimas de gozo.

—Y-yo... s-solo —escucho su rasposa voz y elevo mi rostro tomando sus manos entre las mías y sin dejar de recorrer lágrimas sobre mi rostro...

Y lo observo directo a sus ojos diciendo: —Sí quiero, cariño. Una y mil veces quiero todo contigo... Te amo tanto pero tanto, que me da miedo lo que siento, porque aunque parezca aguerrido, me haces un simple pollito necesitado de tu afecto.

Sus marchitos labios tiemblan bajo la emisión de mis palabras y me aboco a secar sus lágrimas que se mezclan con las mías entre besos suaves a su rostro, hasta llegar a sus labios donde evocó un "Te amo Jung Kook" sellando con un tierno roce nuestros belfos.

—¿Pero que demonios? ¿Tú sabes algo que yo no sé? —cuestiona el cardiólogo a su novio mientras éste último, solo niega con sus brazos.

—Supuestamente estaban bien hasta que te despacharon a ti —dice con toda intención el enfermero al cardiólogo, que reniega con su cabeza mientras observa dicha situación entre ese par. Secuencia que parece el acto del lamento sobre el lecho de un difunto.

Porque de lo que no están al tanto ambos dos objetantes, es que ese par de amantes, yacen muertos del más hermoso amor el uno por el otro.

La habitación se envuelve entre lamentos y quejidos de un jefe doctor que se aferra entre suspiros al cabello de su novio y la respuesta del mismo entre sollozos y pseudo palabras que se evocan desde sus labios, y de los cuales nadie puede descifrar por lo confuso de su labia.

En eso, ingresa quedando estático ante tamaña situación ante sus ojos, el médico tratante del neurocirujano jefe, que se vira sobre sus talones enfrentándose al par a su lado.

—¿Se encuentran bien? ¿Pero qué pasó? ¡El jefe estaba estable y controlado hasta hace unos momentos! —emite el doctor al enfermero que responde al igual que a su amado, levantando sus brazos en conmoción y sin ningún conocimiento del causal de los sollozos.

Entonces, el médico tratante se arrima con precaución hacia el par de llorosos amantes e interviene consultando —Lamento interrumpir... Pero, ¿sucede algo de repente o alguno tiene algún dolor?

El residente, entre sollozos que se niegan abandonar su rostro, eleva su visión limpiando los caminos salados que lo recorren hasta el mentón para encarar al doctor de su futuro esposo.

Y acomodándose de lado mientras agarra -nuevamente- la mano libre de pinchazos del neurocirujano, la eleva aposentándola sobre su pecho y a la altura de su rítmico corazón...

—¿Tiene acaso doctor..? ¿Cura para un corazón enfermo de amor..?

El médico tratante queda expectante ante los dichos del residente en pediatría y llevando su visión hacia donde yace su paciente, hace ademanes y señas con sus manos como dándose a entender, que de entender, realmente no entendió nada.

C-ca... sa... mien...to —emite la rasposa y profunda voz del jefe, dejando al trio atónito ante su confesión, mientras acaricia los dedos de su amor que siguen apoyados en su latiente y desaforado pecho.

Y adopción... —refuta de más contento el residente enamorado, mientras delinea suaves roces con sus delicados dedos sobre el rostro de su amado.

Regalándole sonrisas revestidas de promesas a futuro.

De un amor que nació sin siquiera buscar amor más que diversión por momentos.

Y de una unión que se transformó en un lazo, donde en vez de ser dos los receptores de sus puntas, envuelven entre medio de abrazos; a un valiente guerrero que pasó de ser "su pequeño" a ser "el pequeño de ambos".










































HAW🥺¿A POCO CREÍAN QUE EL RESIDENTE SE NOS IVA A ACHICAR?

SE NOS LLORARON TODO Y NO ES PARA MENOS, CON TANTAS EMOCIONES JUNTAS YO ME HUBIERA DESMAYADO PARA QUE ME HAGAN EL BOCA A BOCA😏🤣

GRACIAS POR ESTAR🥰

LOS AMITO MUCHO❤

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