•CAPÍTULO TREINTA Y CINCO•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

(Cómo la foto, queda el neurocirujano😬🤣)

"¿Cómo pudiste?"

He recibido un anuncio que me dejó estupefacto —le comento a mi pequeño tragón mientras sonrío para mis adentros porque su desayuno sano, de sano no tiene absolutamente nada.

Lo observo limpiar la suciedad de la comisura de sus labios con el dorso de la mano mientras le entrego uno de los cafés bien cargados. Más con ganas de ser yo, junto a mi laboriosa lengua, el responsable de su dedicado aseo. Pero la cafetería esta repleta tanto de personal como de acompañantes de enfermos, así que retengo mis ganas mientras se me oscurece la mirada al observarlo por más tiempo.

—¿A sí? —dice con su boca repleta de migajas provocando un cambio brusco en mi mirada, que de oscurecida y lujuriosa pasa a brillosa de tanta ternura que me acosa.

—Puedes masticar y tragar antes de hablar pequeño, te vas a atorar —comento sin ninguna intención más que cuidarlo. Pero en cuanto le doy un sorbo a mi café, de inmediato percibo su insinuante mirada.

¡Pero si será de Dios! Yo intentando calmar mi instinto para comportarme con decencia y el sexi rubio frente mío activando su cerebro en pensamientos lujuriosos que poseen como un interruptor dispuesto en mi cabeza, y no justamente la cabeza que utilizo para operar.

—Cuando guste, doctor Jeon, me atora. Que yo, tragaré con deleite y dedicación.

—¡Maldición pequeño demonio! —murmuro encorvando mi cuerpo todo nervioso sobre la mesa.

—¿A poco te has puesto duro? —risueño me susurra con su boca llena de medialuna y acercándose peligrosamente.

—¡Se lo advierto, doctor Park! —con mi porte endurecido le confiero mientras disimuladamente acomodo mi paquete —¿No piensas escuchar lo que tengo que decirte?—susurro ya que necesito desviar su atención o lo duro no bajará hasta que me lo soben.

—¡Cierto! Disculpa mi atrevimiento, amor. Luego me ocupo de tu asunto —me susurra con su preciosa cara toda angelical más unas tremebundas ganas de que no me importe el mundo y estrellarlo contra la pared refregando mi necesidad por cada rincón de su piel hasta que me diga basta.

Exhalo lo último de fuerza que me atañe y tomando su mentón con una mano mientras con la otra disimulo mi creciente erección sobre mi pelvis, me evoco a succionar y mojar esos regordetes labios que tanto me vuelven loco. Cerrando mis ojos para absorber cada sensación que late intermitente por mis venas cuando mi piel y su piel entran en contacto.

Y su entrega es tal, que arrima su silla a mi lado durante el roce sin despegar nuestros labios más que para absorber el escaso aire antes de sellar de nuevo al amor que nos profesamos. Giro mi cabeza en busca de posicionarme mejor y liberando mi aquietado bulto, llevo mi mano a su manita y así entrelazar nuestros dedos en un firme y connotado agarre.

En cuanto el toque sensibilizado se apacigua, no suelto sus pequeños dedos para nada y vislumbrando directo a sus ojos le comento —Ahora si te cuento, ya que tengo tu absoluta atención en mí, mi pequeño.

Robando el último y fugaz beso de ésta ronda me incorporo en mi asiento sorbiendo mi café, nuevamente, mientras mi sexi y rubio doctor carraspea su garganta al denotar risas y miradas a nuestro alrededor.

—Me traes mal doctor Jeon, así que será mejor que hables antes de que no me importe nada ni nadie —dice mi pequeño bribón regresando a su café nuevamente.

—Bueno... Todo empezó esta mañana, antes del comienzo de la junta, mis manos sudaban ante lo que podrían manifestarme. Pasando por mi cabeza mil cosas en objeción por si en una de esas, el venidero reproche te involucraba a tí, mi pequeño, de algún modo digo...

—¿A mí? ¿Y por qué? —cuestiona enseguida.

—¿Me vas a dejar contarte? —lo corto rebosante de nervios.

—¡Ok! Continúa —se coloca prestando total atención.

—Es que fue tan repentino éste llamado a convocatoria, que en cierto modo me generó resquemor. Y creo que me hice la cabeza más de la cuenta —le comento —. Y en textuales palabras, esto me repetí en mi mente: "Soy consciente de mi falta de ética al tener intimidad en el hospital pero es que... ¡Vamos! Estamos hablando de Park Jimin señores... ¿No puedo no revolcarme, no? " Me decía entre pensamientos en medio de la junta... o eso es lo que creía —digo veloz y preparando el terreno.

—¿Revolcarte? O sea... ¿Dónde quedo el culto doctor Jeon? —me retruca risueño mi hermoso novio aunque no creo que le agrade lo que viene a continuación.

—Es que estaba tan ensimismado y enfrascado conversando con mi voz interior, que no me jacte de la situación hasta que unas risillas me sacaron de mi burbuja —obtengo la plena atención de mi pequeño ante éste ultimo dicho —Y entonces escucho: "Lo felicito por tener a tan buen hombre para iniciar una relación, porque prefiero llamarlo así a usar el termino que utilizó usted doctor Jeon".

—¿Me estás diciendo que dijiste en voz alta, lo de revolcarte conmigo? ¡Yo no te puedo creer Jeon! —confiere todo ofuscado mi sexi residente, cruzándose de brazos y por dentro me sonrío, porque se ha sumado uno más a la lista de los que cuando se enojan conmigo me llaman Jeon a secas.

—Eso no es todo doctor Park, —coloco mi seriedad como la situación lo amerita —el que me lo dijo fue el gerente del hospital ante el resto del personal directivo —finalizo ante su atónita mirada.

Mi cara, inmediatamente, se transformó luego de lo que sucedió ante la junta porque... "Trágame tierra por bocón" No puedo creer que en vez de meditar para mis adentros fui capaz de desembuchar semejante confesión. Pero verle la cara desencajada de mi novio en este preciso momento, nervioso y revolviendo su ya revuelto café no tiene precio.

—¿Y qué te dijeron? ¿Qué piensas hacer? Puedo ir a conversar con el Director del Hospital y explicar... Bueno lo que pueda explicar... comenta mi residente, ideando su plan que más que explicaciones mejor habría que callar. Aún así, decido seguirle el juego.

—La verdad que sí amor, deberías ir con el Director, la situación se puso de mas brava en la junta, de seguro, él querrá ponerte los puntos —le digo soportando mis risueños gestos que amenazan por salir.

—Pero... ¡Yo sabía que no me podía ir tan bien a mí! ¿Me trasladarán, no? Por zopenco, y calentón de paso —emite agarrando sus cabellos y presiento que la situación se me escapa de las manos.

—¡Pero pequeño! No digas eso, tú eres un gran profesional y yo estuve feliz de tenerte en mi equipo de trabajo —trato de consolarlo sin darme cuenta, del uso del tiempo verbal utilizado.

—Dijiste ¿Estuve? ¿Estuviste? ¡O me echaron o te echaron! Y como tú estás tan tranquilo aquí, ya me imagino de quién hablo... ¡Maldición Jeon! ¿No podías mantener simplemente la boca cerrada? —me levanta la voz completamente fuera de sí, incorporándose de su silla.

—Per...—soy abruptamente interrumpido por sus firmes palabras.

—Debo trabajar, doctor Jeon, y lo haré hasta que me llegue la notificación de mi despido. Así que si me permite, me retiro a mi labor.

En completa conmoción quedo ante su impronta, su determinación me cautiva y enamora en partes iguales. Es que fue todo tan veloz, que cuando reaccionó para detenerlo y explicar lo sucedido, él se posiciona frente de mí con su mirada altiva, firme y decidido para decirme —No se preocupe por mí, estaré bien doctor Jeon, ya luego pasaré por mis cosas a su casa.

Dicho esto, se vira sobre sus talones y con pasos firmes más su cabeza en alto, se retira de mi lado dejando mis explicaciones sobre la punta de mi lengua y su pseudo carta de despido a todo esto tan bonito que tenemos.

—¡Pero que carácter tiene el novio amigo! —escucho la voz del cardiólogo amigo mío por detrás y me giro con una sonrisa de enamorado, más que seguro,  plantada en mis labios.

—¡Nam! ¡Qué bueno verte! —me acerco y tomo su mano a lo cual él me arrastra para un fuerte abrazo mientras palmea mi espalda.

Y con este abrazo, no sé si me está dando el pésame por mi enojón novio o me felicita por la buena nueva que de seguro corrió como agua de río.

—¿O debería llamarlo formalmente como merece? Señor Director o Gerente—General del Gran Hospital de Busan —articula con una gran sonrisa denotando sus hoyuelos en ambos lados de su rostro —espero y deseo que tu gestión sea magnífica. Y felicitaciones nuevamente amigo, realmente te lo mereces.

—Gracias querido Nam, de verdad fue todo muy sorpresivo —le comento porque realmente así fue para mí. Es más, creía que me llamaban para regañarme por andar de calenturiento por ahí.

—Sorpresivo para ti, porque la junta hace rato viene hablando de ceder la administración por la gran labor que has hecho frente a las guardias. Y sumado a eso, la reciente enfermedad del ex director creo que solo aceleró el proceso.

—Puede ser Nam, la verdad, que para mi fue sorpresivo también. Y recuerdo cuando más de una vez hablamos largo y tendido sobre las mejoras a nivel institucional que deberíamos tener. Y ahora, en este preciso momento podemos poner todo eso en acción. ¡Es emocionante! Aunque me dé algo de temor.

—Nada de miedos, haz como tu alocado novio residente que te dejó bien clarito, que lo que sea, lo hará bien y siempre saldrá adelante.

—Se nota que escuchaste bastante para andar de pasada solamente —le digo atento a sus respuestas.

Él, se queda meditando por un instante hasta que comenta— ¿No me digas que le hiciste creer a él, que..?

—¡Tú cállate amigo! Deja arreglar los asuntos del doctor Park con el flamante Director personal.

Nos despedimos con otro fuerte apretón de manos mientras me dirijo a mi nuevo despacho para verificar algunas cosas y luego proceder con mi jornada.

Debo planificar el encuentro con mi pequeño bravío antes que se me enoje en serio y me salga, de más cara la jugada.










































PERO QUE CARÁCTER RESIDENTE 😎 Y EL OTRO NABO QUE NO LE DIJO NADA, SI SERÁN BOLU...🤣

GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y VOTAR 🥰

LOS AMITO MUCHO❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro