ʙᴇᴡɪʟᴅᴇʀᴇᴅ.

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¡Sabíamos que ocultaba algo! -Gritaron los amigos cuando ya estaban en la habitación del Omega.

Sin embargo, Jin aún seguía en silencio, ¿qué le pasaba? Si TaeHyung estaba con alguien o no, ¿qué le importaba? El hombre era libre, además de que se supone que él aún ama a JungKook. Entonces...

¿Por qué se siente traicionado?

¿Jinnie? -Llamaron sus amigos, pero él seguía perdido.

Debía calmarse, Tae sólo era su amigo, debía madurar de una vez. Pero cuando recordaba que JungKook estaba casado, esa punzada de inseguridad seguía torturándolo. ¿Qué hará cuando el hombre le diga que su esposa está encinta? ¿Podría soportar el hecho de que Kook se haya acostado con alguien más? ¿Qué pasaría si el chico termina enamorado de ella?

Todas esas preguntas le quitaban el sueño, Kook no podía ir en contra de su clan aún, ¿cuánto tendría que esperar? ¿JungKook realmente lucharía por su amor?

¡Jin! -Le gritó JiMin al oído.

El mencionado parpadeó lentamente y los miró, desconcertado.

Por Zeus, hombre. Estás en shock. -Dijo el pelirrojo.

Haz estado en silencio desde que volvimos del campo, eso no es normal Jin. Dinos que piensas. -Pidió el segundo Omega.

¿Es correcto que me sienta mal por saber que Tae tiene pareja? -Murmuró mirando el piso.

Los amigos se miraron sorprendidos. ¿Qué había dicho?

¿Te gusta TaeHyung? -Preguntó HoSeok seriamente.

Sí, le gustaba como amigo. ¿Cierto? La comodidad que sentía entre sus brazos era porque el chico le transmitía paz, la sensación de calma cada vez que observaba su sonrisa era porque el chico es muy amigable... No era por otra cosa, no era porque su corazón estaba confundido. No. Él estaba seguro que sus deseos por besar al chico se debían a que extrañaba a Kook... Espera... ¿Besarlo?

No lo sé... -Respondió sincero.

Los amigos suspiraron y lo abrazaron.

Jinnie... Siéndote sincero, el poco tiempo que hemos estado aquí, viéndolos interactuar. He visto un brillo en los ojos del Tigre. El hombre sonríe sólo con verte y con esto no estoy motivándote a que caigas en sus brazos, sólo quiero que lo consideres. Tal vez si le preguntas directamente, y te enteras de la razón por la que no te dijo que tiene pareja, esa sensación de pesar en tu corazón cese. -Aconsejó JiMin.

Además, no debes ver esto como una tragedia. Si no te lo dijo, quizás sea porque aún no han establecido un nivel de confianza, recuerda que llevan poco tiempo de conocerse. Apoyo la idea de Minnie, mañana habla con él. Sólo así podrás darle un rumbo a tu sentir. -Acotó el beta.

Jin asintió, era cierto. Hablaría con el hombre, tenía que pensar fríamente.
















A la mañana siguiente, Jin salió en busca del alfa, pues ya tenía un día sin verlo.

No quería pensar que el hombre lo evitaba, pero parecía que hacía justamente eso.

Así que preguntado entre los miembros de la aldea, dió con la casa del Tigre. Una muy bonita, con un jardín en la entrada, y bastante moderna.

Respiró profundo y tocó tres veces. Luego esperó.

Si amplificaba su audición, no detectaba sonido alguno, ¿no estaba en casa?

Resopló. Eran las ocho de la mañana, no había desayunado con ellos por lo que no tenía idea de dónde podría estar.

¿SeokJin-ssi? -Dijo aquella voz que le había amargado.

Al girarse, vio de nuevo al Omega peli rosa sonreírle presuntuoso.

Buenos días. -Saludó amablemente.

Buen día. ¿Qué te trae por aquí?

Busco a TaeHyung.

La sonrisa del Omega tambaleó y se acercó a la puerta. Rozando levemente el brazo del rubio con el suyo.

¿Y para qué lo necesitas? -Cuestionó en voz baja.

Sólo debo tratar unos asuntos con él. -Respondió empezando a exasperarse.

¿Y qué asuntos podría tener contigo? No me ha mencionado algo. -El peli rosa se cruzó de brazos, necio.

Asuntos personales. ¿Sabes algo de él? -Preguntó borde.

BaekHyun sonrió. —Salió de la aldea. Tenía que ir por algunas priviciones.

Jin simplemente asintió y caminó alejándose unos cuantos pasos cuando el peli rosa habló.

Sabes SeokJin... -El mencionado se giró a mirarlo. —He visto a TaeHyung más cansado de lo normal desde que llegaste. Si lo estás buscando para que te lime las uñas, será mejor que lo dejes tranquilo. Tiene asuntos más importantes que atender... Conmigo especialmente. Así que busca a alguien más, total, todos en esta aldea estamos acostumbrados a tratar con gente prepotente como tú.

Le guiñó el ojo y sacó unas llaves con las cuales abrió la puerta.

¿Vives aquí? -Preguntó con las manos hechas puño.

¡Es lógico! -Contestó riéndose con burla. —Es mi alfa, es obvio que tengamos nuestro nidito de amor donde podamos crear a nuestros futuros cachorros.

Sin borrar la sonrisa, el peli rosa entró y Jin estaba apretando los dientes.

¿Por qué demonios aquella información le enfurecía tanto?

«¡Reacciona SeokJin!» Se reprendió pisando fuerte de regreso a la casa de los abuelos Jeon. «¡Tae no te debe ninguna explicación

¿Por qué?

¿Qué pasaba con él?

Su corazón le pertenecía a JungKook, a ese Dragón.

"Dragón que puede olvidarnos en cualquier momento" Le dijo su Omega herido.

Jin entonces volvió a sentir aquel peso en su pecho.

No. JungKook no podría hacer eso... Él se lo prometió...

"JungKook nos ama" -Le respondió no tan seguro.

"¿Por cuánto tiempo?"

Las dudas que su Omega sembraba en él no le estaba ayudando.

¿Qué diablos debía hacer?

¿Esperar por JungKook?

¿Darse una oportunidad con el Tigre?

«¿Qué estupideces dices, Jin? TaeHyung tiene novio, respeta eso.» Volvió a reprenderse.

Cuando entró a la casa, todo estaba en silencio. Al parecer sus amigos se habían ido a hacer un tour por su cuenta con los Jeon.

Confundido, entró en su habitación y tomó su celular. ¿Kook estaría disponible?

Pulsó el botón de llamar y esperó.

Diga. -Contestó una mujer.

Jin no tenía que ser adivino. Aquella voz fuerte y demandante sólo podía ser de...

Sé que eres tú. Omega Tigre. -Volvió a hablar. — ¿Que no sabes que mi hijo está felizmente casado?

Jin apretó los dientes. ¿Feliz? Si claro, entonces no lo hubiera llamado llorando.

Ya que te comió la lengua el ratón, gatito. Quiero pedirte que no molestes a mi hijo. ¿Quieres que viva bien? Entonces déjalo en paz. No queremos que él pague las consecuencias, ¿verdad? -Jin gimió angustiado, ahogándose en su llanto silencioso y eso fue como un sonido de ángeles para la Dragona. —Eres una amenaza y mi hijo lo está haciendo muy bien sin ti. JiEun es una gran mujer, digna de él. ¿Y quieres saber más?

De repente, un leve sonido a quejidos y sollozos se escuchó, una mujer repetía "alfa" como gemidos.

El pulso de Jin se detuvo. No podía ser... ¡No eso no!

¡JungKook no podía traicionarlo así!

Mi hijo no pierde tiempo y tal como se lo pedimos, ya empezó a buscar a los futuros herederos. -Dijo nuevamente en tono seco. —No lo busques más. Tú sólo eres un miserable híbrido de una raza extinta. -La mujer escupió con total odio. — ¿Acaso tienes algo qué ofrecerle a un Dragón de linaje puro? ¡No! -Le gritó furiosa. —Así que no irrumpas más, mi hijo para ti, murió.

La llamada fue cortada y junto con ello el corazón de Jin también.

¿Ese era el ultimatúm?

¿Así terminaba todo con aquel Dragón?

Lloró, todas esas sensaciones acumulándose en su pecho.

Ju-JungKook... -Susurró dolorosamente.

¿Qué serían capaces de hacerle? No quería averiguarlo.

¿De verdad Kook había accedido a aquello?

Si las cosas estaban así, lo mejor que podía hacer era alejarse.

Jin siempre fue un problema para JungKook. Ahora lo entendía.

Apretó sus cabellos con fuerza. Era hora de terminar con todo.

Adiós, JungKook.

Ya no habría más retrocesos.

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