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❝Con tan sólo un toque fue una secuencia que desencadenó una tempestad sin contención en su interior❞.

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↳Época: Un período de tiempo determinado en la historia o en la vida de una persona.

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「접촉」➥「contacto」

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¿Recuerdan cuando Jimin dijo que buscaría información sobre su nuevo Instituto? Pues...

Se acaba de acordar de aquello en medio de clases.

Sin internet.

Y después de 5 días.

Quiso llorar e hizo un adorable puchero con sus brazos extendidos sobre la mesa, la hora estaba por terminar y la del almuerzo por comenzar.

Taehyung se encontraba a su lado jugando con sus labios, mientras movía su cabeza de un lado a otro tanto que parecía tener una falla en su cerebro.

Rio ante aquello, parecía que los números confundían al castaño.

El timbre sonó y todos los chicos comenzaron a levantarse bruscamente de sus asientos.

—¡Al fin soy un elfo libre! —gritó un muchacho causando la carcajada de muchos, incluyendo al rubio de ojos cielos.

—Vamos, Jimin —ordenó Taehyung tomándolo de la manga de su buzo con un estampado de panda.

El poco tiempo que lleva conociendo a aquel castaño carismático se dió cuenta que es una persona muy pegajosa, empalagosa y ¿raro? Pero eso le agradaba, como dice su mamá: ‘Las personas raras son únicas y especiales’.

Taehyung lo llevó a la cafetería a rastras, hasta que se detuvo.

—¡Seokjin hyung! ¡Hoseok hyung! —vociferó el muchacho al ver a dos chicos altos caminando hacia su dirección, uno de cabellos rosas y hombros anchos, y el otro con cabello marrón y una sonrisa peculiar que causaba que sus labios formaran una forma cercana a la de un corazón.

—¡Taehyungnie! —gritaron aquel par acercándose al chico.

Jimin se sintió incrédulo y pequeño, sentía que estaba demás, ya que no conocía a ese par y Taehyung parecía muy cariñoso con ellos.

—Chicos, él es Park Jimin, es nuevo —sintió nervios al sentir aquellos ojos en él.

—Un gusto —susurró por lo bajo. Un sonrojo se apoderó de su cara y escuchó un chillido y luego unos tirones en sus mejillas.

—¡Ay, que tierno! —vociferó el chico de cabellos marrones mientras que sonidos raros salían de su boca, aunque eso era tierno.

—Ya dejalo Seok, lo asustas —comentó ahora el pelirosa soltando un aura de completa amabilidad.

—Pero Jinnie —lloriqueó el chico soltando los mofletes del niño... o bueno, joven, hombrecito, lo que sea.

Taehyung rio y negó con la cabeza por la actitud de su amigo.

—Ellos son mis amigos, Kim Seokjin —apuntó al chico de hombros anchos—, y el Jung Hoseok —añadió refiriéndose al chico de sonrisa de corazón.

Aquí es donde se marca una nueva época en la vida del joven que traerá diferentes emociones... Muchas emociones.

—Nos dirigíamos hacia la cafetería, ¿quieren venir? —preguntó Taehyung amigable, tomando de los hombros al más bajo de todos.

Los restantes asintieron, ya que sólo iban a comer en el salón, pero entre más mejor, habría más conversación y más personalidades en envueltas para matar el tiempo.

Los cuatro chicos conversaban e interrogaban al rubio con preguntas como: ‘¿De dónde vienes?’, ’¿Cuántos años tienes?’ entre más curiosidades con tal de saber más del nuevo chico que atrajo la atención de muchas personas.

Atravesaban los pasillos con sus carcajadas, en una de ellas Jimin observó el patio donde debajo de un árbol nuevamente se encontraba aquel chico, leyendo un libro mientras que los pocos rayos de sol que atravesaban las nubes contrastaban con su blanca piel... parecía porcelana.

—Chicos... —llamó bajito llamando la atención de los más altos.

—¿Qué sucede? —la voz de Taehyung se escuchó detrás de él.

—¿Él en serio siempre se la pasa leyendo? —ahora volvió a interrogar sin apartar sus orbes de aquella figura irreal que se presentaba ante sus ojos.

—Emm... todas las veces que lo vi sí —contestó Hoseok y los otros dos asintieron con su cabeza de acuerdo.

—Pero... ¿No habla con nadie? —ahora desvió su mirada para mirar con sus grandes ojos a los chicos.

—No, pero tampoco es como si alguien se acercase a él, además añadiendo el hecho de que él se aleja, no hay nada que podamos ver —Taehyung encogió de hombros creyendo que lo que dijo era de lo más normal y Jimin arrugó su nariz en desacuerdo.

Raro...

Dos horas libres, la profesora de Historia se encontraba cumpliendo capacitación y Jimin estaba aburrido, Taehyung se encontraba haciendo la tarea...

Infló sus mofletes y dejó sobresalir su labios inferior esperando que suceda algo impresionante pero nada llegaba, sólo las voces mezcladas e interponiéndose entre sí, causando una pelota de ruido cada vez más ensordecedor y molesto que aumentaba de tamaño con cada segundo.

Suspiró, los minutos no pasaban más, sonrió cuando una idea apareció por su cabeza.

Se levantó de su puesto decidido, caminó hacia donde se encontraba su preceptora para pedirle permiso para retirarse del salón e indicarle a dónde iría.

Ahora la pregunta es... ¿Dónde quedaba la Biblioteca?

Trató de hacer memoria de todas las veces donde vio el cartel de ésta.

Un vago recuerdo llegó a su memoria y empezó a caminar nuevamente.

Sus ojos brillaron al encontrar su destino, una pequeña sonrisita se curvó en sus labios pero se esfumó, en un rápido movimiento de completo pánico se giró, sus ojos empezaron a mirar en diferentes direcciones.

«Sólo es mi imaginación...

Nadie me está observando, es tu imaginación, lo es»

Empezó a caminar a paso tembloroso al interior de la biblioteca.

Abrió con cuidado la puerta topándose con un ambiente silencioso, había muchos estantes con libros, pasillos y pasillos llenos de éstos, mordió su labio inferior por la emoción.

Desvió su mirada hacia el escritorio donde dedujo fácilmente que debería estar la bibliotecaria o bibliotecario.

Miró a su alrededor y no había nadie, o eso pensaba él.

—Ahora... ¿Dónde está la sección de poesía? —hizo un mohín con sus labios y sus manos a cada costado de su cadera.

Se adentró más al lugar, empezó a divagar por los pocos pasillos, hasta que se encontró en uno de ellos a aquel chico...

Sus ojos no se apartaban de él, es como si fuera un imán imposible de alejar.

Tragó saliva y con pasos temblorosos caminó hacia el chico que estaba hundido en las oraciones de ese libro.

—Eh... Hola —dijo en un tono bajito y suave procurando no asustar al chico, éste levantó su mirada de a poco e hizo ademán de levantarse pero entonces Jimin lo detuvo—. N-no, no te vayas por favor —el rubio bajó su cabeza dejando ver sus mechones rizados.

El peligris estaba sentado en el suelo dándole la espalda a la estantería detrás suyo. Jimin con cautela se alejó hacia el estante contrario, quedando así ambos enfrentados.

—Esto... ¿Sabes do-dónde puedo encontrar la se-sección de poesía? —preguntó el chico jugando con sus brazos y con un pequeño rubor en sus cachetes.

El peligris tenía la cabeza gacha por la timidez y asintió contestando de forma positiva a su pregunta.

Hizo un tímido movimiento con su cabeza para que el rubio lo siguiera, y eso hizo el muchachito que al ver como el peligris se perdía entre los estantes decidió seguirlo.

El chico de mechones grises llegó a uno de los pasillos del lugar, se dio vuelta y sin mirar a Jimin, dijo:

—Aquí es —afirmó y el rubio sonrió.

—Gracias —se acercó a los libros para empezar a leer el lomo de éstos. Por el rabillo del ojo notó como el chico se iba a retirar, se mordió el labio inferior y luego de tratar de que su voz salga, añadió—. ¿Sabe, sabes de algún... algún libro de poesía que, que me pueda recomendar? —sus mejillas se pintaron de un leve rojo y se mordió la lengua.

Jimin notó como el chico un poco más alto que él, apretó sus dedos en el libro que traía en sus manos. Asintió tímido y se acercó a los estantes, sus ojos vagando por las letras que conformaban títulos extravagantes y tomó uno de ellos.

—Este —estiró un libro hacia Jimin, éste lo miró con ojos brillantes y tomó este... al obtener contacto con el objeto sintió un cálido sentimiento que viajó desde su estómago hasta su pecho.

Sus ojos divagaron en el chico y notó cómo miraba avergonzado el suelo pero con una expresión un poco ajetreada.

«Tierno...»

Capítulo corregido el: 14/02/20.

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