❝Chapter 48: 소프트❞

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¿Podrías encontrarme a pesar de estar en la oscuridad? ¿Me encontrarías...?

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Ofuscar: ¹ Hacer perder a una persona, de forma pasajera, el entendimiento y la capacidad de razonar o de darse cuenta con claridad de las cosas.

² Impedir [una luz intensa o un fuerte resplandor] que alguien vea bien de forma momentánea o pasajera.

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Capítulo dedicado a: Belx-ym, sinahelz18 y dingclxwn_

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Reproducir la canción en multimedia cuando aparezca la letra en negrita por segunda vez, disfruten el capítulo 💙

[AÑADIDO]: Los que vieron la actualización hoy a la madrugada entenderán lo que explicaré, hubo un problema con la actualización y me llevó a mandar a borradores el capítulo y re-publicar el capítulo un par de veces, decidí borrarlo y por ello no se ven comentarios, votos ni nada. Soy muy ansiosa y me caga cuando sucede esto, lamento la tardanza y los inconvenientes.

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—No creas que no me enteré de lo que sucedió, solamente no tuve tiempo de hablarlo adecuadamente —Jimin se heló con el borde de la taza rozando sus gruesos labios, la alejó sin responder y con la cabeza baja, entonces la observó con esos grandes ojos que destellaban en inocencia y una sonrisa que engañaba a cualquiera… Pero no a su madre.

»—No me vengas a hacer ojitos de perrito, muchacho, ahora me explicas por qué carajos la policía vino a casa, por lo visto –y para mi alivio– no te sucedió nada, así que comienza a hablar —Los ojos celestes chocaron entre sí, ambos rubios intentando la derrota en el otro, pero el adolescente retiró la mirada aceptando su rendimiento ante la insistencia propia de su madre. Formuló rápidamente alguna mentira que se apegue a los hechos.

—Intentaron robarnos —Fue lo mismo que le dijo a Yoongi. Mas, viendo el rostro imperturbable de su madre supo que no le creyó y se removió incómodo en su silla.

—Ajá, ¿y por qué estabas adentro? Las luces estaban apagadas ¿verdad? Te conozco, tú ni en mil años te adentrarías a la oscuridad por tu propia voluntad, comienza a ser sincero conmigo, no soy uno de tus amiguitos —Afiló sus párpados intimidando a su hijo sin darse cuenta, sus brazos se entrelazaban luego de dejar su desayuno a un lado, revelando su traje formal del trabajo, una pollera larga ajustada y una camisa blanca con puntos que presumía su pecho.

“Tiene razón”, buscó otra excusa y al encontrar la definitiva… Supo que era una carta con doble filo y probablemente le cueste la paz de su consciencia.

—Regresé por la foto de papá y no la encontré —bajó el tono de su voz a una lastimera. Hyeon abandonó su postura autoritaria y sus orbes temblaron al igual que su labio, de repente viéndose débil. Su punto débil. Jimin ya comenzó a arrepentirse.

—Haré que hagan las rejas de la casa alta y probablemente haré instalar cámaras de seguridad… Umh… Tú ya deberías irte a la escuela… —Frunció un poco sus gruesos labios para alejarse de la isla, dejándolo completamente abandonado en la vacía cocina, partículas volaban a su alrededor oscuro, la luz por alguna razón cósmica ya no llegaba a iluminar su persona, alejándose de su tacto a grandes escalas hasta dejar dos puntos celestes que brillaban en la sombra de una figura que lentamente se destruía.

Dejó la taza delicadamente en total silencio con una expresión de piedra y sombría, realmente ese día no se levantó de humor… Para nada sentía empatía con el mundo esa mañana.

—¿Jimin? —La voz de Jackson llamó su atención en el primer receso, el muchacho parecía repentinamente tímido, detuvo su tarea de guardar sus cosas en su mochila porque ya no dejaba sus cosas en el salón, desde que comenzó a hacerlo sorpresivamente dejaron de llegarles cartas tétricas a sus cuadernos. Suspiró para que su compañero hablase—. Quiero hacerte una pregunta, ¿puedo? —Asintió sin contestar, Wang se agitó por las faltas de palabras del tierno chico que perdió esa bonita sonrisa y ahora se veía serio, ¿se habrá levantado con el pie izquierdo?—. Sonará extraño que te pregunte esto ya que no somos tan cercanos pero me picó la curiosidad al darme cuenta que… Ya no te sientas con Kim Taehyung… ¿Ustedes pelearon? —“Oh”, pensó, cerró sus ojos pensando una breve explicación.

—Solamente no nos entendemos como habíamos creído —Y sólo fue un vistazo hacia Taehyung para encontrarse al castaño recostado sobre sus brazos y un ojo observador a la situación, tan negro y cargado de una tensión abrumadora y densa, tan espesa en el aire que hasta para Jackson fue evidente y decidió terminar la charla.

El pequeño rubio pasó a su lado rozando sus hombros, indiferente y mostrando una faceta nueva, un poco más… ¿temible? No sabía cómo explicarlo con exactitud. Jimin se adentró a los pasillos, podía sentir miradas sobre él e intentó ignorarlas pero cada vez lo ponían más nervioso, picaban sobre su piel y quemaban su cabeza, odiaba sentirse así, tan… encarcelado.

Caminó hasta donde sus pies encontrarían paz: la sala de música. No tenía idea si Yoongi estaría allí o no, así que abrió la puerta con seguridad y efectivamente, Min estaba delante del piano rozando las teclas con sus yemas. Se descolocó cuando sintió un tierno toque en su hombro y se relajó cuando vio esos dulces ojos celestes, respiró con tranquilidad.

—¿Qué te trae por aquí? —Lo observó de reojo, Jimin ensanchó su sonrisa contagiando a sus ojos.

—Buenos días, estoy espectacular, gracias por preguntar —Yoongi rodó los ojos burlón pero su ligera sonrisa desapareció cuando Jimin se sentó a su lado, pegando sus brazos y viéndose curioso por la teclas del piano—. Vine porque buscaba un poco de silencio —El mayor al escuchar eso, dejó de tocar débilmente el piano y las quejas del rubio hizo aparición—. No pares, es relajante la melodía.

El pálido hizo caso y posó sus largos dedos sobre el piano, tocando y desnudando al instrumento, siendo su llamado tan sincero y relajante como el sonido del pastizal campesino ser acariciado por el tacto del viento. Inconscientemente llevó su cabeza al cómodo hombro de Yoongi que intentó por todas las fuerzas del mundo no tensarse pero al escuchar los suspiros del rubio, se tranquilizó y dejó que el momento los envuelva a los dos en su más empalagoso encuentro…

¿O no?

[•••]

—Jimin —susurró Chanyeol cuando lo vio acercarse con los ojos cansados y pronunciadas ojeras. Hoseok soltó un balbuceo tragado al verlo con ese aspecto. Soltó un extenso bostezo que hizo reír al par y rápidamente el pequeño muchacho caminó somnoliento a los brazos del peli-violeta, éste arqueó una ceja hacia Jung sin saber por qué ese comportamiento y su pecho vibró divertido cuando Jimin apoyó su cabeza en su torso, buscando dormir o calor—. ¿El pequeño Jimin necesita mimos? —carcajeó al sentir un golpe en su hombro y miró a Hoseok divertido, quien tiró del cuerpo de Jimin para envolverlo en un abrazo que el bajo rechazaba por el exceso de cariño.

—Ho- Hoseok, me ahogas-

—Jimin —canturreó—, me haces poner celoso si sólo abrazas a Yeol —rio cuando pequeños golpes le eran propinados a los costados de su cuerpo. La atmósfera se llenó de diversión, siendo notada por los ojos de los demás presentes en el pasillo que habían parado de hablar para mirar de reojo al trío y cuando éstos volvieron en sí, fue cuando todos fingieron seguir con sus amenas charlas improvisadas.

—Vamos afuera —sugirió Chanyeol con una pequeña sonrisa, Jimin arrugó su nariz y aceptó, colgándose del brazo del alto como una pequeña garrapata.

Una vez estuvieron rodeados de césped y alejados de las miradas, es que Hoseok se permitió soltar lo que estuvo reteniendo.

—Hablé con Seokjin, no me dijo mucho realmente —Ladeó su boca, Chanyeol tiró cansado su cabeza hacia atrás.

—¿No te dijo nada importante? —Jimin lo miró fijamente, el castaño estuvo por negar pero se detuvo.

—Se disculpó por su comportamiento y… umh, me comentó que si necesitamos algo, que hablen con él y él verá cómo ayudar —El rubio reaccionó positivamente a ese comentario, tambaleándose contento.

—Y sí que nos será de mucha ayuda, pero por ahora no le diremos nada, ¿si? —El par estuvo de acuerdo, aún no podían confiar en Seokjin, era un sospechoso después de todo.

El timbre los interrumpió y Chanyeol lloriqueó porque ahora le tocaba matemáticas y le fastidiaba su maestro por siempre llamarlo "insolente" y él siempre respondía mentalmente: "insolente es la que tengo abajo".

Se despidieron de Jimin, el rubio tomó el camino contrario, paseando por los senderos entre los jardines hasta que captó algo que llamó su atención, o más bien alguien. Jongin o más conocido por el sobrenombre de "Kai" o "El lobo solitario", se encontraba tendido en el césped bajo un árbol que le propinaba sombra. Tenía sus brazos cruzados detrás de su cabeza y se mantenía con los ojos cerrados, el timbre de clases había sonado pero él se mostraba imperturbable, “¿serán que los rumores serán ciertos?”, negó instantáneamente, no debía dejarse doblegar tan fácilmente por las palabras susurradas en cada corredor de Seungli.

Estuvo por irse pero vio algo brillar en el pecho de Kai, algo que pudo observar al agudizar su vista forzosamente y se sorprendió al reconocer qué es: es un dije en forma de la mitad de un corazón, le faltaba la parte complementaria, mayormente las parejas o las mejores amigas lo compartían. Le pareció extraño que alguien que parecía reservado haga ese tipo de muestras. No decidió divagar mucho y prosiguió con su camino, los estudiantes fueron desapareciendo y al llegar a su clase, dejó caer con un suspiro su mochila en su asiento.

   El siguiente interrogatorio sería ese mismo día…

Y la persona interrogada sería Jeon Jungkook.

[•••]

—¿Por qué volviste a faltar a la reunión? —masculló Jihyun con la mandíbula en alto, mirando a su mellizo que apartó la vista enojado y un poco intimidado.

—Pasaron cosas.

—¿Qué cosas?

—No te importa —Un fuerte agarre en sus mejillas lo hizo jadear adolorido por la presión que ejercía pero se quedó tieso cuando su hermano se encontraba a centímetros de su rostro con esos ojos penetrantes heredados de sus fríos padres. Su corazón se aceleró y sus facciones se deformaron a un sentimiento de miedo al ver reflejado a su madre en ese rostro.

—Sí me importa, mamá y papá terminarán por enterarse de tu irresponsabilidad y yo no te ayudaré con la paliza que te darán, te lo tendrás que arreglar todo tu solito, ¿ahora entiendes el mensaje? —El agarre se ajustó y Jungkook llevó su mano a su brazo para que lo suelte, estaba a punto de llorar, por la jodida mierda, no quería ser humillado más de lo que fue pero su mellizo no parecía tener compasión al verlo retorcerse bajo su mano y mucho menos cuando lo empujó contra una de las paredes del vacío salón del C.E.S, así chocando su nuca contra el duro material. Jihyun no titubeó cuando su hermano se encontraba en el suelo sobando su cabeza un poco aturdido.

—Que hayas nacido dos minutos antes que yo no-

¿No qué? —La gruesa voz lo dejó tieso y vio esos glaciares que tenía por ojos. Tragó saliva y guardó silencio.

—Nada.

Los pasos de Jihyun se alejaron y al salir de la sala, formó una sonrisa amable al notar que aún había unos pocos estudiantes merodeando por allí, disimulando el anterior maltrato que realizó hacia su "hermanito", acomodó su corbata como distracción. Jungkook se quedó en la misma posición y lentamente su expresión se fue endureciendo, apretó sus dientes y comenzó a temblar de la rabia. Se levantó inflando su pecho de aire y su rostro cambió drásticamente a uno lleno de calma, con ese aspecto salió del lugar pero grande fue su sorpresa al encontrar a un rubiecito apoyado en la pared a su lado, esperando por su aparición.

—Hola, ¿podemos hablar? —Jungkook entrecerró sus párpados y exhaló como respuesta, aceptó ante los ojos suplicantes del chico.

—¿De qué quieres hablar, rubiecito? —Se quedó en duda cuando vio al bajo pasar por su lado y hacerle una seña para que lo siguiera.

—Ya lo sabrás, pero hablemos en un lugar un poco más… privado —Jungkook ensanchó sus ojos, ¿eso era una sugerencia de lo que creía que era? Lo siguió nervioso, tragó saliva, sus marrones ojos inspeccionaron al rubio de pies a cabeza y sacudió su cabeza pidiendo que se calme. Cuando llegaron al ‹Ala A› fue donde su confusión se disparó hasta el cielo y hasta el espacio cuando al abrir una puerta se encontró con otras dos presencias jugando a piedra-papel-tijera pero al darse cuenta de los recién llegados, se pusieron serios de inmediato. Miró a Jimin buscando respuestas pero éste sólo le señaló un asiento frente a él, no pudo evitar sentirse incomodado por ese par que no daban indicios de abandonar el lugar.

—Bueno, quiero hacerte unas preguntas —Jungkook miró fijamente a Hoseok, de algún lado lo conoce pero no lo recuerda, desconfiado regresó su vista al rubiecito.

—Dilas —contestó cruzándose de brazos y tirando un poco de su quijada.

—Está bien, de antemano pido perdón por quitarte un poco de tu tiempo —Jimin advirtió y Jungkook encogió sus hombros desinterado, los presentes se sorprendieron por el gesto, por la imagen que daba la familia Jeon, parecían ser muy exigentes con su tiempo pero ahí estaba el menor de la familia observando interesado su alrededor y con una vaga energía.

—No importa, tómate tu tiempo —El oji celeste anotó eso mentalmente, recordó la charla que tuvo con sus amigos antes de llamar al Jeon menor.

—¿Cómo harás que hable si se pone difícil? Recuerda que es un Jeon, no tienen pinta de dar información deliberadamente —interrogó Chanyeol jugando con los dedos de Hoseok, éste ignoraba esto y sólo dejaba que el nene se entretenga.

—Tengo un as bajo la manga, confíen en mí”.

Al parecer no sería necesario utilizarlo… Por ahora. Cruzó sus piernas con una libreta en su regazo, la sonrisa amable que mantenía desapareció cambiándola a una llena de oscuridad, sus ojos celestes se volvieron azules y el brillo se perdió entre sus rizos dorados. Jungkook al encontrarse con esa imagen, se removió inquieto y en su mente dibujó una gran sonrisa divertida, porque Park Jimin le estaba mostrando un nuevo lado suyo.

—Iré al grano, ¿qué hacías el 2 de Junio de 2012? —Lo miró fijamente buscando alguna reacción dudosa, el peli-negro optó por arrugar su frente.

—Ni siquiera recuerdo qué desayuné ayer, sé más general, por favor —Chanyeol retuvo su risa recibiendo un golpe en el brazo por parte de Hoseok que se encontraba grabando cautelosamente toda la charla. El trío tenía una tarea cada uno, guardar la grabación, encargado de la seguridad y la cara del movimiento. Jimin tardó en responder analizando cada minúsculo movimiento muscular del vicepresidente, no mentía y sus ojos a pesar de ahora estar serios, eran sinceros.

—El día negro, más específicamente el día cuando sucedió el homicidio de Jisoo —Jungkook perdió cualquier rastro de burla y ahora se veía enojado, parte de su nariz se arrugó y sus mejillas se endurecieron, sus ojos se afilaron y sus hombros se pusieron rectos.

—¿Qué con eso? —El trío quedó pasmado ante la respuesta tan indecorosa. Jimin cambió su postura a una más erguida, sin creerse el sentimiento tan seco con el que habló el Jeon menor.

—¿Recuerdas que hacías fuera de clases ese día? Específicamente cuando te saltaste las clases —Jungkook tambaleó su cabeza de un lado a otro respondiendo automáticamente.

—Ahora entiendo porque me pediste la lista, ni siquiera lo sospeché —soltó una risa nasal y Jimin hizo un gesto para que responda a su pregunta, bufó y contestó sin alternativa—: Me dolía la cabeza y fui a la enfermería, debí quedarme dormido y me despertó la alarma de evacuación, sólo eso.

Jimin se quedó pensativo, separando levemente sus dulces labios y se encontró confundido, recordando haber escuchado eso en otra parte o mejor dicho... En otro interrogario.

—¿Estabas solo? —Jungkook asintió—. ¿No viste a nadie? —Al ver otra afirmación prosiguió—. ¿Nada raro? —Esta vez una negación, Jimin suspiró concluyendo con ese pequeño interrogario provisorio. Jeon se mostró asombrado.

—¿No más preguntas? —El rubio soltó un "no" y el mellizo arrugó su nariz antes de levantarse directo a la salida. Los persistentes ojos celestes lo seguían junto a cada paso que daba, dejó que se vaya sin despedirse, porque Park Jimin se había dado cuenta de algo que Jeon Jungkook no, no debían subestimar su grandiosa memoria, porque estarían marcando su propia condena pero lo sorprendió, le sorprendió que no se inmutara al ocultar algo que seguramente guardaba, viene de familia al parecer y le llamaba la atención, ¡lo maravillaba! ¡Era excelente como los Jeon eran expertos en ser doble caras!

El ruido del borde la puerta chocando con el marco, fue la invitación para que Jimin hablara.

—¿Cómo es posible que Seokjin también estuviera en la única enfermería del colegio al mismo tiempo que Jungkook pero éste afirma haber estado solo? Los dos se durmieron pero los dos confirman haber sido despertados por la alarma… Pero ambos dieron a entender que estaban solos. ¿Ustedes le encuentran sentido a esto? —Jimin se giró a mirar a sus amigos, sus ojos brillaban en la completa tiniebla entre las sombras de una lúgubre superstición. Chanyeol y Hoseok correspondieron la esencia dudosa.

—Eso quiere decir que… —comentaron al unísono el dúo.

Uno de ellos está mintiendo.

[•••]

—Déjame a mí con ella, no… no hablará si estás ahí —Jimin aceptó y se sentó en uno de los asientos de espera del hospital, en medio de ese nauseabundo olor que tanto repudiaba y sólo observó cómo Hoseok se adentraba a la habitación 124.

Una chica yacía leyendo bajo una delgada capa de algodón, con una mano sosteniendo el objeto y con el otro jugando con un dije en forma de la mitad de un corazón y al notar la visita, rápidamente cerró el libro y surcó una bonita sonrisa. La introducción se basó en preguntas cordiales que pasaron a ser más emocionales, su hermana le contaba lo que fueron sus días en cama y las pocas visitas que recibía, también que apreciaba mucho su presencia allí y eso... Eso hizo sentir mal a Hoseok quien ocultaba el verdadero motivo por el que vino. Cuando encontró una abertura a su disfrazado interrogatorio se acomodó en ella para poder pasar sus preguntas.

—Hermana… ¿Puedo hacerte unas preguntas…? Por favor —La mayor repentinamente desapareció cualquier rastro de alegría prediciendo sus intenciones pero sabía que Hoseok era demasiado insistente y el permiso era sólo una máscara.

—Dime —respondió cansada y acomodó su espalda contra la almohada detrás de su cuerpo, sintiéndose repentinamente incómoda.

—¿Recuerda…? ¿Recuerda bien el día cuando sucedió eso? —Jiwoo arrugó sus facciones y negó con sus ojeras caprichosas.

—No tanto, ¿por qué?

—¿Ella no te dijo nada…? —Su tono sonaba a casi súplica, todo por la verdad.

—Sí, bueno, más o menos —Los mechones negrunos se mecieron en decisión, ¿qué más da? Ya no tenía nada que perder—. Me mencionó… —Sus párpados se desplomaron recordando los últimos momentos que compartió con su hermana del alma, un fino río nació del lagrimal—, ella… Me mencionó que alguien la había citado a hablar, se veía angustiada y muy, muy preocupada, no recuerdo el nombre ni el lugar, tampoco me mostró la nota porque seguíamos en clase… Sólo sé que ella quería solucionar algo con alguien pero no sé con quién, ella no me había comentado sobre algún conflicto reciente.

Hoseok quedó ofuscado, no procesando la información y mucho menos saber cómo consolar a su hermana que se derrumbó frente a sus ojos. Al igual que ella, sintió una fuerte opresión en su pecho gracias al pasado… Un pasado que todos querían olvidar. La abrazó y susurró que ya pasó… Aunque nada pasó. Finalmente luego de que Jiwoo se calmó, fue que se despidió de ella y se encontró con un rubio leyendo algo en su celular. Soltó un fuerte suspiro que atrapó la atención de un desorbitado Jimin.

—Dijo algo que nos puede ayudar, te mandaré el audio ahora y me iré a casa a descansar, se me acabaron las energías —El bajo lo entendió y espero a recibir la notificación del audio enviado. Una vez intercambiaron datos, caminaron en silencio por los pasillos siendo succionados por el fatigante día.

Se despidieron en un punto intermedio entre ambos caminos, la oscuridad rápidamente devoró a Hoseok en unos cuantos pasos y Jimin fue por las grandes avenidas esperando viajar lo más seguro posible, al menos parcialmente hasta llegar a su calle. Podría escuchar el audio ahora, colocarse los auriculares pero debía estar al tanto de su alrededor, tener activados sus sentidos al máximo.

Pero todo su mundo se vio nublado al parar frente a una placita y notar una cabellera grisácea en el castillo de juego. Le pareció raro por la hora y el lugar, todos eran juegos infantiles que ahora se encontraban abandonados y reemplazados por saltamontes y mariposas nocturnas alabando la luz de los faroles. Intentó no hacer ruido y se acercó a la escalera que conducía al espacio de madera, no parecía ser notado aún, al parecer el contrario estaba muy ocupado con sus pensamientos. Apoyó ambos brazos para lograr inclinarse en tierra firme y causó un alboroto cuando intentó entrar en el reducido espacio de madera, provocando el susto de un pálido.

—¡Mierda! ¡Me asustaste! —se quejó cuando Jimin se sentó ahora victorioso a su lado. Éste arrugó la nariz.

—Las malas palabras, Yoongi hyung —regañó recibiendo un bufido por parte del mayor. Ahora en silencio escuchando los escasos autos pasar que iluminaban todo el ambiente como también lo apagaban al irse. Jimin jugó con sus dedos por su acto impulsivo, ¿cuál era su objetivo al subir? Realmente ninguno, pero la sola idea de estar con él lo emocionaba, no importa si no intercambiaban palabras, le era suficiente con su presencia.

—Creo que perderé la renta del departamento —Los engranajes reposando en su rostro se movieron aún oxidadas, cambiando a un escenario de calamidad. Sus belfos se separaron pero tartamudeó buscando alguna forma de consuelo. Yoongi no lo miraba, miraba a la luna.

—¿Por… Por qué? —Quería rodear los hombros del muchacho, atraerlo y hacerle olvidar sus penurias con sus muestras de afecto, sabía que por ahora era imposible.

—No puedo pagar la escuela y la renta a la vez, además de los impuestos, mi dinero se está cayendo de mis manos y tardé en darme cuenta —El corazón de Jimin se encogió entendiendo ese sentimiento de ahogo, porque tiempo atrás escuchó los mismos pesares salir de otros labios.

—¿Puedo ayudarte en algo…? —No captó que su cuerpo se movió por sí sólo, inclinando la parte superior y apoyando sus manos en la madera. Yoongi se quitó las gafas para refregar con cansancio sus ojos y soltar bruscamente el aire retenido.

—No- pero gracias, yo veré qué hago para conseguir dinero —Volteó su rostro regalándole a Jimin una de las sonrisas más bonita que alguna vez pudo tener la dicha de ver, pulcra y sincera, pequeños dientes encerrados por unos delgados labios rosados y las pequeñas arrugas que se formaban a los costados de sus ojos cafés, eran pequeños detalles que quería seguir conociendo y sentir bajo sus dedos la fantasía suave que añoraba con tocar. Relamió sus labios y bajó la mirada avergonzado por el obvio rechazo que recibirá, masculló algo por lo bajo llamando la atención de Yoongi—. ¿Y tú qué hacías aquí a estas horas? —La preocupación se deslizó por su lengua y la espuma en el café se fue dispersando en una humeante imagen.

La pregunta tomó desprevenido a Jimin quien sonrió tiernamente.

—Vengo de la biblioteca —Yoongi alzó una ceja desconfiado.

—¿A estas horas? —El rubio asintió seguro.

—Sí, los Park somos muy dedicados —Sacó pecho y Yoongi viró los ojos divertido.

—Sigue siendo peligroso, tonto —Infló una de sus mejillas de lo "enfadado" que estaba—. Sólo no andes solo, a pesar de que Corea del Sur es uno de los países más seguros, eso no quita el hecho que aún hay enfermos en las calles —Y Jimin no le quitaba mérito a sus palabras, porque –para su mala suerte– tuvo que comprobarlo él mismo. Yoongi volvió su mirada a la luna que estaba más alegre de lo usual, así permitiendo que Jimin pueda apreciar mejor su delicado perfil que comenzó a encantarlo con cada ojeada, sus labios picaron por disfrutar una vez más la textura que sentía al presionarlas en su piel de porcelana. Quería hacerlo pero no se atrevía.

Su mirada se degradó hasta sus manos rozándose, sólo necesitaba estirar un poco sus dedos para envolverlos con la venosa mano de Yoongi, sólo eso… Y nuevamente no se atrevía. Intentó relajarse y callar a su rebelde corazón pero sus mejillas ardían y el único viento que podía apagar y alimentar el fuego era ese sibilino chico, el espejismo de una realidad se fue fragmentando delante de él para encontrar lo que tanto estuvo escondiendo y negando estos días: Él en serio quería tocar a Min Yoongi. No importaba si sólo era un agarre de meñiques, para él estaba perfecto si sólo podía sentir la calidez del mayor, esa ansiedad lo estaba carcomiendo y destrozando tanto que se impactó a sí mismo, no era alguien sumamente afectivo y nunca desbarató esa tranquilidad… Hasta ese momento.

No podía con todo eso, era demasiado para su primera experiencia perdiendo la cordura. Sus nudillos se volvieron blancos y sus labios atraparon aire para alejar todo su cuerpo. Las palpitaciones no cedían a su intento de tranquilizarse.

—Yo… Creo que me iré yendo, también debería irse, Panquecito debe estar extrañándolo y... —rio sin haber nada gracioso—, tomaré su consejo y co- comenzaré a… a no salir solo, umh, ¿nos vemos luego? —Comenzó a regañarse por exponer su nervios de esa forma pero no podía ver la reacción de Yoongi, por lo tanto no sabía si estaba burlándose o qué. ¿Desde cuándo hacía tanto calor?

¿Por qué de repente se sentía tan estúpido?

¿Por qué sus mejillas ardían tanto que el vapor cristalizaba sus ojos?

¿Por qué quería huir?

¿Por qué se sentía de esa manera tan descabellada?

¿Por qué… le gusta Min Yoongi?

Jimin.

—¿Qu-

Cuando giró su rostro fueron unos segundos, sólo un corto tiempo donde su alma se desprendió de su cuerpo y olvidó quién era, donde los grillos hicieron más fuerte su canto y los autos dejaron de pasar dejando todo en silencio, siendo el único reflector de ese escenario un bello aro de luz en el salpicado blanco sobre un fondo negro. Sus párpados mantenían una distancia abismal sin detenerse a dudar para reparar esa fisura y sus músculos no parecían querer responderle a su cerebro aunque este tampoco deseaba tomar cartas en el asunto.

Porque lo único que podía sentir era una suave presión en sus labios y el cosquilleo debajo de su nariz, el aumento de fuego en su rostro y su falta de reacción.

Pero sólo fueron segundos que se sintieron eternos.

Yoongi se alejó totalmente sorprendido y su piel blanca pasando al rojo viendo la expresión estupefacta de Jimin ante el roce de labios.

—¡Lo- lo siento! ¡No quería- lo siento! ¡En serio lo siento! Yo- yo, yo sólo quería vengarme de ti por haberme dejado sin reacción la- la otra, la otra noche y luego huir bajando por el tobogán, ¡no pensé que voltearías el rostro! ¡En serio perdón! —Bajó su mirada a los lentes en su mano, apretando fuertemente sus labios y sintiéndolos recordar la presión fantasmal anterior.

Subió la mirada con timidez a la irremovible expresión pasmada de Jimin.

»—Ya… Al menos contesta, lo siento —demostró su arrepentimiento iniciando un malestar en su estómago por la falta de respuesta—, lo si-

—Yoongi —habló por fin Jimin parpadeando recuperándose de su trance pero sin poder expresar todas las sensaciones que estaban recorriendo sus venas. El pálido se vio sorprendido por las suaves manos en sus mejillas y el sonrojo en el rubio, se dejó llevar rozando sus yemas con los brazos del menor hasta llegar al hueso de sus muñecas y terminar el viaje allí, tocándolo como si fuese las delicadas y bellas teclas de un magistral piano del cual amaba cada nota que abandonaba. Las pestañas cosquillearon en sus calurosos pómulos y pronto las brisas de un verano acariciaron sus facciones para culminar con un toque final en sus labios.

Las bocas se encontraron en esa silenciosa noche donde por fin decidieron dar otro paso, uno más íntimo. Los delgados labios de Yoongi se movieron en un repetitivo movimiento y los hilos de humedad embelesaron el dulce beso, se sentía tan bien pero ambos eran tímidos y no podían pedir más, simplemente disfrutaban lo que se servía delante de ellos, Jimin se quedó encantado cuando dos grandes manos cayeron sobre su cintura y Min fue rodeado por su cuello por dos delgados brazos que deseaban más tacto, más cercanía y el insistente deslizamiento del dedo pulgar de las pequeñas manos sobre su piel lo hacían enloquecer. Se separaron con rudeza por la atención del oxígeno y una calada bastó para volver a querer sentir el sabor del otro, frutilla, menta y otras delicias se degustaban. No era el primer beso de ninguno de los dos pero se asimilaban a dos inexpertos gracias a su forma torpe de mover sus labios pero eso lo hacía especial, demasiado especial.

Se separaron por sus pulmones maltratados y se miraron fijamente queriendo atraer al otro para besarlo de nuevo pero necesitaban un descanso. Todos los colores subieron al rostro de Jimin cuando se dio cuenta de la posición en la que se encontraba sobre el regazo de Yoongi, destronando lejos a los lentes del mayor, tan juntos por el reducido espacio infantil.

Reaccionaron más que avergonzados.

Jimin rompió el silencio.

—De- deberíamos ir a casa.

—Estoy de acuerdo.

Y no había respuesta para su pregunta, porque le gustaba Min Yoongi, quería simplemente sentirlo y no pensarlo mucho, disfrutar de ello sin investigar su corazón.




























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Seesaw_34 espero SS ahre.

El capítulo del beso ya lo tenía planeado desde varios capítulos atrás pero no sabía cómo escribirlo o si supe expresar bien lo que los personajes sentían pero ya llegó el ansiado beso ;;

¿Os ha gustado el capítulo? Perdón por haber tardado tanto pero estoy muy ocupada y ando de aquí para allá y solamente me permito un ratito de mi tiempo libre para molestar a minsntdead y escribir diferentes actualizaciones, gracias por la espera ùwú.

Quiero recalcar por si no se dieron cuenta, en este capítulo se comenzaron a responder dudas (¿y por qué no? Plantando más dudas) y dar pistas, descuiden, las cosas irán tomando forma. Aquí comienza una nueva faceta en la relación de Jimin y Yoongi, también cómo dice el nombre del arco, se revelará los secretos de cada personaje en los siguientes capítulos.

¿Preparados para los próximos capítulos? Porque estarán intensos.

¿Tienes preguntas? ¿Cuáles son?

¿Quién creen que guarda más secretos?

¿Se dieron que cuenta que el bebé de Chanyeol está bien bobo? ahre, pronto él también revelará su motivo por el cual también está investigando o más ayudando.

Nos leemos luego 💙

mysverse©

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