14.

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Nishi:

Hyung.

La pasé realmente bien anoche

¡Muchas gracias por la salida!

Hoonnie hyung;

No fue nada, Nishi.

Yo igual la pasé muy bien.

Nishi:

Gracias por todo.

Incluso por ese beso...

Fue mi primer beso.

Pero está bien si no siente nada por mí, ¡entiendo que fue algo del momento!

Hoonnie hyung:

En realidad sí me gustas muchísimo, nini.

Pero las cosas son algo complicadas.

Nishi:

¿De verdad le gusto tanto?

Hoonnie hyung:

Sí.

Pero mis padres no lo entenderían.

Y esta RyuJin...

Nishi:

Hyung

¿Es muy malo que estemos a escondidas?

Hoonnie hyung:

Es malísimo.

Pero yo también lo deseo.

Me gustas.

Nishi:

Pero hyung, no quiero ser tampoco el segundo para usted.

No me gusta verlo con RyuJin, me hace sentir mal.

Hoonnie hyung:

Prometo terminar con ella.

Deja que pasen unos días, ¿está bien?

Terminaré con ella, pero no creo que podamos estar juntos frente al mundo tan pronto.

La gente hablaría y mis padres no estarían contentos.

¿Lo entiendes, Nini?

Nishi:

No me importa si debemos tener algo a escondidas mientras, pero no quiero verlo en una relación con otra persona.

Además, a JungWon no le haría gracia, no quiero que él tampoco se entere de esto.

Él no lo entendería.

Hoonnie hyung:

Sí, tienes razón.

¿Podemos vernos hoy más tarde?

Te extrañé un poquito.

Nishi:

Jajaja, claro hyung

Se ve muy bonito

Yo igual lo extrañé.

Hoonnie hyung:

Eres el chico más hermoso del universo, Nishi.

Nishi:

No diga esas cosas, hyung.

Hoonnie hyung:

Me gustas.

Nishi:

Tú igual me gustas mucho.

Hoonnie hyung:

<3

Ni-Ki se sentía en las nubes, tan así que toda su familia lo notó a la hora del desayuno el día lunes porque era incapaz de borrar la mirada soñadora de su rostro. Y es que a cada momento recordaba los labios de SungHoon sobre los suyos, el chico inclinándose contra él mientras torpemente le daba pequeño besos, como si estuviera indeciso sobre la intensidad que podía aplicar.

El día anterior les había mentido a sus papás diciendo que iría a la casa de JungWon un ratito para juntarse con SungHoon, y se escabulló a un parque vacío donde el mayor ya le estaba esperando. Ambos se ocultaron entre los árboles, y Riki estaba feliz de recibir tantos besos en su rostro dejados con cariño y calidez.

Ni-Ki estaba feliz.

YuNa miró a Ni-Ki, enarcando una ceja.

— ¿Es mi idea, o Ni-Ki parece brillar? —preguntó YeoSang.

Solar rascó su cabello.

— Ni-Ki —le dijo llamando su atención—, ¿ocurre algo? Luces muy contento.

Ni-Ki comenzó a comer.

¡La vida es hermosa! —fue su única respuesta, decidido a no decir nada más porque sabía que a sus padres eso no les agradaría.

No porque SungHoon fuera un chico. Sino porque SungHoon tenía una novia, novia que era hermana de JungWon.

Ni-Ki quería sentirse mal. Quería poder sentir un poco de culpabilidad por lo que estaba haciendo, pero si era honesto... Si era honesto, no le importaba demasiado. RyuJin no merecía pasarla mal, por supuesto, pero a él también le gustaba SungHoon, y si SungHoon gustaba de él, entonces RyuJin no tenía nada que hacer ahí.

Se sentía más mal, en realidad, por JungWon. Porque JungWon la quería mucho a pesar de que ella no fuera buena hermana, y si se enteraba de que el novio de RyuJin estaba interesado en él... Bien, eso no le haría demasiado feliz y probablemente pelearían.

Pero quizás JungWon lo entendería. JungWon iba a entenderlo porque eran mejores amigos.

Terminó de desayunar, y en ese momento el timbre de su casa fue tocado. Ni-Ki se puso de pie sabiendo que sería JungWon, así que se despidió de sus papás, de tío YeoSang y su abuelita Solar, y salió hacia el colegio.

¿Cómo estuvo tu fin de semana? —le preguntó JungWon cuando comenzaron a caminar.

Aburrido —contestó, mintiendo con facilidad—. No hice nada interesante.

Somos dos —apoyó JungWon—. Podríamos hacer algo este fin de semana, ¿no crees? Ya deberíamos estar terminando el trabajo con WonYoung, y el sábado podrías quedarte a dormir en mi casa con Jay-Ah.

Ni-Ki trató de poner una expresión de lástima.

No creo poder —contestó—, voy a salir con tío YeoSang.

La verdad era que SungHoon le había invitado otra vez a D-Town y le había dicho que lo acompañaría cuando quisiera.

Es una lástima —respondió JungWon algo contrariado—, ¿y la noche del viernes?

Le voy a preguntar a mamá —respondió, aunque en realidad no lo iba a hacer porque iba a tener que mentirle a sus papás para poder salir el sábado en la noche. Si se quedaba con JungWon el viernes, no le dejarían salir al día siguiente.

Su mejor amigo hizo una pequeña mueca, algo incómodo porque podía notar un poco lejano a Riki, y no podía evitar culparse porque las cosas estaban así debido a la forma en la que actuó la semana pasada. Incluso Jay estaba algo receloso todavía, sin querer estar a solas con él, sintiéndose pésimo por lo que había hecho.

Minutos después llegaron al colegio, el timbre todavía sin tocar, y se quedaron afuera para esperar a Jay, que apareció unos segundos más tarde, murmurando por lo bajo.

—Hey, Jay-shi —dijo JungWon, llamando la atención de su amigo.

Jay levantó la vista antes de volver a bajarla.

—Hola, JungWon —barboteó—. Hola, Ni-Ki—agregó en lenguaje de señas.

— ¿Vamos? —preguntó JungWon apuntando al interior del colegio.

Jay frunció el ceño.

—No, perrito apestoso me dijo que debía esperarlo todas las mañanas para darle su beso de buenos días —explicó Jay de forma ansiosa, mirando hacia el patio.

JungWon ladeó la cabeza, confundido.

— ¿HeeSeung? —preguntó—. ¿Ya son novios, Jay-shi?

—Eso me dijo —contestó Jay—. Salí con él y con Park SungHoon hyung y con...

De forma abrupta, Jay cerró su boca, frunciendo el ceño repentinamente, sus ojos chocando por un momento con la mirada de Ni-Ki. Jay sacudió su cabeza, contrariado, pero no dijo cosa alguna.

JungWon, por otro lado, seguía con la misma expresión confusa.

— ¿Cuándo saliste con él? —preguntó.

Jay hizo un ruido extraño.

—Salí con él y me pidió ser su novio y le dije que sí y luego me dio un besito y me dijo que debíamos darnos besitos todas las mañanas y que así iba a ser feliz —murmuró tomando aire.

— ¡Ahí viene HeeSeung! —dijo de pronto Ni-Ki, apuntando al estacionamiento, sonriendo.

Sonrisa que desapareció cuando vio a SungHoon detrás, caminando al lado de RyuJin, ambos de la mano.

Ni-Ki tuvo que contener los impulsos de morder a la chica, apretando sus puños por el disgusto, su expresión cambiando. Nadie lo notó, excepto SungHoon, que lo había estado mirando e ignorando la palabrería de RyuJin.

SungHoon mordió su labio inferior, soltándole la mano a la chica, fingiendo rascar su nuca.

La pareja pasó de largo, saludándolos sólo con la cabeza, y Riki los siguió con los ojos, apretando sus labios en un rictus de molestia.

Por otro lado, HeeSeung estaba discutiendo otra vez con Jay.

—Anda, Jay-Ah, dame un besito en los labios —reclamaba HeeSeung.

—No, en la mejilla —se resistía Jay—. Si nos besamos en los labios nos podemos compartir gérmenes, es antihigiénico.

— ¡Pero eres mi novio! —insistía HeeSeung.

— ¿Si somos novios tengo que decirte que sí en todo?

— ¡Por supuesto!

—Entonces ya no quiero serlo.

El timbre tocó antes de que HeeSeung pudiera reclamar, y JungWon le tomó la mano a Ni-Ki y Jay, diciendo que debían ir al salón de clases.

—Adiós, perrito apestoooooooooooooso —se despidió Jay ante la indignada mirada de HeeSeung.

Riki observó los pasillos, esperando encontrar a SungHoon, pero el chico había desaparecido. RyuJin estaba sola, guardando unas cosas en su casillero con el ceño fruncido, y pudo suspirar aliviado.

Se giró, chocando con los ojos confundidos de JungWon, pero sólo le sonrió.

Ni-Ki iba a tener que, al parecer, controlar más aún los nuevos sentimientos que lo estaban inundando porque nunca antes había experimentado los celos. O el querer a otra persona. O el de ansiar estar con esa persona todo el día.

Ni-Ki, al parecer, tendría mucho que aprender los siguientes días.

♡❜

SungHoon sabía que tenía que terminar con RyuJin, después de todo, a estas alturas le había quedado bastante claro que ella no le gustaba mucho. Que no le gustaba como novia, en realidad.

Pero tampoco sabía cómo hacerlo porque, bueno, RyuJin no era una chica que aceptaría un término simple. Ella querría motivos reales, de peso, con fundamento suficiente para acabar con esa relación que estaba destinada a un matrimonio.

Pensar en un matrimonio envió un escalofrío por su espina dorsal.

Matrimonio. Trabajo. Hijos.

No, SungHoon no se sentía listo para ello.

Pero pronto sería mitad de año, y debería empezar a preparar sus postulaciones para la universidad. El tiempo se estaba acabando. SungHoon sólo quería volver a sentirse feliz como antes, aunque le asustaba volver a decepcionar a sus padres.

Para la hora de almuerzo, observó a Ni-Ki de reojo, tan hermoso y brillante como siempre. El chico estaba sonriendo ampliamente mientras JungWon le hablaba, y una parte en su interior quería correr a abrazarlo, a darle un beso, a permanecer a su lado todo el tiempo.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando HeeSeung se sentó a su lado, enfurruñado y con los brazos cruzados.

— ¿Ocurre algo? —preguntó volviendo su vista al almuerzo.

— Jay terminó conmigo —se quejó HeeSeung —, este ha sido mi noviazgo más corto y no es justo.

—Ha sido tu único noviazgo —recordó SungHoon.

HeeSeung parecía dispuesto a reclamar, sin embargo, RyuJin apareció en ese instante.

—No me esperaste, oppa —reprochó RyuJin.

Se encogió de hombros, incómodo.

—Tenía hambre —fue su respuesta.

RyuJin arrugó el ceño, inconforme, pero no dijo cosa alguna mientras se sentaba a su lado. HeeSeung soltó un bufido.

— ¿Cómo puedo recuperar a Jay —le preguntó HeeSeung a SungHoon, ignorando a la chica—. ¿Debería rapearle otra letra?

—Depende de qué letra vas a rapearle —contestó SungHoon.

— ¿De qué estás hablando, HeeSeung oppa? —preguntó RyuJin con los labios arrugados—. ¿Sigues detrás de ese chico?

Ay, dios, no...

SungHoon podía sentir cómo un tic iba a aparecer en su rostro si esos dos se ponían a pelear con él entremedio, como siempre solían hacer.

HeeSeung se encogió de hombros.

—Somos novios —dijo HeeSeung como si nada.

RyuJin se crispó, su expresión asqueada.

— ¿Novios? No es gracioso —replicó ella—. Son dos chicos, eso no está bien. Dile algo, SungHoon.

HeeSeung miró a su mejor amigo con curiosidad, la expresión de su rostro algo desafiante, como si le estuviera retando a decir algo sobre eso.

Rascó su nuca.

—No nos metamos en su vida, RyuJin—le dijo con voz suave—, HeeSeung ya es grande como para tomar sus propias decisiones.

— ¡Decisiones! —la chica se obligó a bajar su tono—. ¡Salir con un chico es repulsivo, además de que Jay es... bueno... raro!

HeeSeung se puso de pie.

—Repítelo —gruñó hacia RyuJin sin burla en su rostro—. Atrévete a repetirlo, mojigata aburrida.

— ¡Oppa!

— RyuJin, de verdad, decir esas cosas sobre Jay... —comenzó a decir SungHoon con algo de fastidio.

— ¡Es la verdad! —replicó RyuJin—. Será simpático y todo, como lo es Ni-Ki, pero son raros, ¡más si le gustan los chicos! De todos los amigos que podría tener JungWon, escoge a los más extraños...

—Voy a matarte —murmuró HeeSeung dando un paso.

—Estás siendo grosera —le dijo SungHoon a RyuJin, llamando su atención—. No sé qué pretendes, RyuJin, ¡eres la presidenta de tu curso! —regañó ahora importándole poco si alguien más escuchaba—. ¿Así tratas a tus compañeros? Te recuerdo que en tu curso hay una chica con discapacidad motora y un chico ciego, ¿también los llamas a ellos raros?

RyuJin no dijo nada, sorprendida y visiblemente afectada por las palabras de su novio. SungHoon se puso de pie, con el día arruinado, y antes de voltearse vio el rostro alarmado de Ni-Ki, como si hubiera estado viendo la discusión. Su móvil vibró segundos después anunciando haber recibido un mensaje.

—Oppa... —murmuró ryuj6, obligándolo a mirarla—, no quise...

—Hablaremos después —contestó, saliendo del comedor con HeeSeung a su lado, que parecía realmente fastidiado por lo recién ocurrido.

Una vez se quedaron los dos solos, pudieron respirar con más calma.

—La respeto porque es tu novia y amiga —dijo HeeSeung mirándolo a los ojos—, pero espero que tomes una decisión pronto, SungHoon, porque realmente RyuJin se está excediendo. Y no es sólo por sus comentarios contra los homosexuales, sino también contra JongSeong y Riki.

SungHoon se apoyó en la pared, asintiendo, pues sabía que HeeSeung tenía razón. Sabía que RyuJin estaba actuando así para tener su atención, para que, por último, le mirara más de lo que realmente hacía. SungHoon sabía que era una forma demasiado estúpida de lograrlo, pero parecía ser la única porque la relación estaba alcanzando un punto tenso en ese instante. Apenas se hablaban, y las pocas conversaciones que mantenían eran superfluas y aburridas.

—Lo arreglaré —dijo SungHoon.

HeeSeung asintió.

—Volviendo a mi ruptura con Jay —prosiguió HeeSeung—, ¿qué tal si me prestas uno de tus raps?

— ¿Cuál?

Just A Little Bit, pero le cambiaré algunas partes...

SungHoon se tropezó.

♡❜

¿Cómo se dice te quiero en lenguaje de señas?

Ni-Ki levantó la vista de su tarea, observando el rostro avergonzado de SungHoon, y sonrió ampliamente mientras olvidaba los deberes del colegio y subía a la cama, deslizándose entre los brazos del mayor.

SungHoon verificó que la puerta estuviera cerrada con llave, y al ver que era así, se inclinó y le dio un beso en los labios a Ni-Ki. El chico lo recibió con gusto, feliz de la posición en la que estaba. La boca de SungHoon era cálida, húmeda y cómoda, ajustándose para él sin problema alguno.

El mayor se alejó unos centímetros, dándole ahora pequeños besos en la nariz, haciéndolo reír – sin voz, sólo el gesto de risa, sus ojos arrugándose, su boca abierta.

Ni-Ki se giró, ubicándose sobre SungHoon, e hizo un gesto: apuntó a su corazón, luego cruzó sus brazos sobre su pecho, apretándolos repetidas veces, y luego apuntó a SungHoon. Acto seguido, recogió su cuaderno.

Así se dice te quiero. También puedes decirlo así:

Levantó su mano en un puño, luego el dedo meñique, acto seguido el índice y finalmente el pulgar, sin dejar de sonreír. SungHoon asintió, comprendiendo, pero no pudo imitar el accionar porque Riki se inclinó y lo besó otra vez, ambas narices chocando. A SungHoon le dolió, pero el beso le pareció demasiado torpe y tierno como para quejarse.

En ese instante, se sobresaltó cuando la puerta fue tocada.

Alejó a Ni-Ki, aclarando la garganta.

— ¿Quién es? —preguntó tratando de que su voz no sonara ronca.

—Mamá dice que es la hora de cenar —contestó WonYoung al otro lado—. ¿Por qué cierras con llave, SungHoon? ¿Estás haciendo cosas sucias?

— ¡Qué te importa! —le gritó con un bufido, y WonYoung se marchó riendo con fuerza.

Al voltearse, recibió otra vez un beso de Ni-Ki lo que le sorprendió bastante porque el menor parecía amar el contacto. Las caricias, los abrazos, el pelo siendo revuelto, los besos, Ni-Ki parecía ansiar cada uno de esos toques y le encantaba más aún que fuera SungHoon el que le acariciara así.

RyuJin no era así: a ella un simple beso en los labios le parecía suficiente por el resto del día, y por otro lado, Geonu tampoco fue nunca tan pegajoso. Sí, se había acostado con él un par de veces, y compartieron muchos besos, pero Ni-Ki era distinto. Ni-Ki parecía un cachorro que quería más y más.

SungHoon no se sentía capaz de negarle algo.

El menor se alejó, sin dejar de sonreír, y SungHoon buscó a tientas la libreta olvidada.

Debo ir a cenar y tú tienes que volver a tu casa.

Ni-Ki hizo un gesto de desagrado al leer el mensaje, y aquella expresión envió un sentamiento cálido por su pecho. Dios, ese chico... ¿podía ser acaso más perfecto?

Quédate conmigo, hyung. Te extraño mucho en el colegio.

Le acarició el cabello, dándole un beso en la frente.

Yo igual te extraño, Nishi, pero piensa que la noche del sábado la pasaremos juntos.

Riki sonrió con felicidad al leer el mensaje, besándolo una vez más. En realidad, fueron varios besos pequeños, seguidos, apenas un toque pero que revolvió su estómago de una buena forma.

Le gustaba eso. Le encantaba que Riki estuviera en sus brazos.

El chico se levantó a regañadientes, yendo a buscar su mochila para irse, y se acercó a la ventana de SungHoon. Antes de voltearse, miró al mayor.

Te quiero —le dijo en lenguaje de señas, sonriendo.

SungHoon, torpemente, le contestó:

Te quiero —imitó un poco inseguro.

Pero Ni-Ki sonrió, y eso fue suficiente para hacerlo sentir contento.

El menor bajó por el árbol con cuidado, el cielo oscureciéndose de a poco, y se despidió una vez más de SungHoon una vez en el suelo, sonriendo y sintiendo emoción porque se sentía como en una de esas viejas películas que a su mamá le gustaba ver, donde los protagonistas vivían un amor prohibido y hacían lo posible por verse. A Ni-Ki le fascinaban, porque era un romántico de primera, un chico que se fijaba en cientos de detalles y pensaba en todas las cosas que le gustaban de otra persona. Pero también le encantaban porque tenían finales felices, y él quería un final feliz.

Luego de todo lo ocurrido, luego de haber estado en un infierno, Riki quería poder tener un final feliz donde la persona que amaba estuviera a su lado.

Donde SungHoon jamás le soltara.

Llegó a su casa minutos después, entrando con cuidado, y su mamá se asomó al pasillo. Ni-Ki le sonrió, saludándola, pero ella le detuvo.

Vino JungWon —le dijo en lenguaje de señas, y Riki se detuvo, tratando de que la sonrisa de su rostro no desapareciera—. Creí que iba a ir contigo a casa de Jay.

Mordió su labio inferior, su primer impulso era decirle la verdad a su mamá, porque sabía que mentir era malo, y que no debía hacerlo.

Pero ella no lo entendería. Ella le daría un sermón por haberle mentido en primer lugar, y luego le diría que SungHoon no era bueno para él. Y Ni-Ki no quería eso. No quería que la gente se interpusiera porque él quería estar con SungHoon.

Jay y JungWon tuvieron una pelea —le explicó a su mamá con cuidado—, entonces Jay-Ah no lo quiere ver por ahora.

YuNa frunció los labios, algo pensativa.

La próxima vez que salgas, sé más claro —le pidió ella—, no me gusta no saber dónde estás, Riki.

Ni-Ki la abrazó, asintiendo y sonriendo, sabiendo que no podía decirle que no porque su mamá tenía todos los motivos para estar preocupada. Después de todo, un simple descuido de su papá había terminado en un desastre.

Se estremeció cuando un breve recuerdo cruzó su mente.

"—Eres un chico muy bueno, ¿no lo crees? Y te voy a premiar por ser tan bueno. No serás ningún animal, sino un muñequito. Un hermoso muñequito. Eres muy afortunado."

Hundió su rostro contra el pecho de YuNa, respirando profundamente para calmarse de alguna forma, y dejó que su mamá le abrazara. Dejó que le envolviera en su tranquilizador aroma, buscando calmarse, y se dijo que estaba bien. Estaba a salvo.

Ya no era un muñequito, se repitió, había dejado de serlo hace mucho.

Era Riki, no un muñequito.

♡❜

JungWon observó su celular por décima vez durante la tarde, ansioso y nervioso por la situación, y trató de no pensar demasiado las cosas, de no darle muchas vueltas al asunto a pesar del miedo.

Queriendo creer que no le había dejado plantado.

Aunque muy probablemente se lo merecía. SeonWoo no tenía por qué hablarle, no luego de todo lo que había hecho, no luego de haberle roto el corazón. SuNoo tenía todo el derecho de rehacer su vida como quisiera, después de todo, puede que él ni siquiera fuera tan importante. Sólo estuvieron unos meses juntos, nada más, y JungWon siempre le trató algo mal porque SeonWoo era pegajoso y eso le ponía los nervios de punta.

JungWon no estaba acostumbrado a las caricias, a los abrazos, a las palabras dulces, porque en su familia nadie le quería. Bueno, RyuJin había sido una buena hermana hasta que las cosas se torcieron, pero las otras personas...

Sus tíos y tías, primos y primas, sus abuelos, todos, lo consideraban una vergüenza por sus gustos. Por no ser normal.

JungWon había aprendido a manejarlo hasta un punto en que ya casi no le afectaba, por ello que SeonWoo se preocupara tanto de él, le hiciera sentir merecedor de tanto amor, se le hacía extraño e incluso incómodo muchas veces.

Pero eso no significaba que le quisiera menos. JungWon realmente le quería demasiado.

— Won.

Levantó la vista, chocando con los ojos amables de SuNoo, y soltó el aire que estuvo conteniendo.

Sonrió con debilidad, haciéndose a un lado para dejarle espacio en la banca.

—Hola, SuNoo hyung —contestó con voz temblorosa.

—Me sorprendió tu mensaje —dijo SeonWoo encogiéndose de hombros—, ¿ocurre algo, JungWon? La verdad es que quedé en juntarme más tarde con unos amigos, así que...

—Lo siento —barboteó interrumpiéndolo—, yo sólo... sólo quería pedirte perdón, hyung —su voz se quebró—. Te extraño mucho, SuNoo— SeonWoo permaneció imperturbable ante sus palabras y eso lo puso más ansioso—. Todavía te quiero. Te quiero, Sunnie...

SuNoo arrugó el ceño, algo confundido.

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión? —preguntó, y no había cariño en su voz, sino molestia.

JungWon mordió su labio inferior, a punto de llorar.

—No soporto a MinHee—confesó—, ya no lo aguanto más. No puedo... —jadeó, a punto de llorar—. Él hace que nadie nos moleste, que nadie moleste a Ni-Ki y a Jay, pero me pide cosas a cambio y no... —pensar en todo eso lo estremeció—. Yo sólo te quiero a ti, y esto se siente tan mal...

Comenzó a llorar, importándole poco si la gente lo miraba, si las personas creían que era un imbécil maricón por llorar como un bebé. Él sólo quería que SuNoo le abrazara, le sostuviera un instante.

Pero SuNoo no lo hizo. SeonWoo sólo lo miró, sin moverse.

— ¿Qué te hizo hacer? —preguntó, y JungWon bajó la vista demasiado avergonzado—. ¿Te acostabas con él?

Lloró con más fuerza, negando con la cabeza.

—No le permití eso —balbuceó en voz baja—, pero otras cosas... — JungWon hipó—. Lo siento, SeonWoonnie, soy asqueroso. Soy un prostituto, soy repulsivo, tú no deberías...

— ¿No debería quererte? —preguntó SuNoo interrumpiéndolo con brusquedad—. Claro que no, JungWon, no cuando eres sólo un niñito que no sabe recibir ayuda de los demás, es celoso y se niega a verse débil ante al resto — SeonWoo alzó su barbilla—. Pero te quiero, maldita sea, y voy a matar a ese idiota.

JungWon limpió sus ojos, su labio temblando, pero la expresión enfurecida de SuNoo no cambió, sólo se endureció.

—Haré que pague por lo que te hizo —dijo SuNoo con voz grave, y JungWon se estremeció.

—No —gimió, y abrazó al mayor de forma sorpresiva, hundiendo su rostro en el pecho del chico, oliendo su perfume. Ese perfume que tanto le gustaba—, no, no lo hagas. Lo... lo único que necesito es que me abraces, Sunnie...

SeonWoo soltó un gruñido, enojado todavía, pero le devolvió el abrazo a JungWon porque era una de las pocas veces en que el menor parecía tomar la iniciativa. No era como si a SuNoo le molestara que JungWon fuera algo cerrado con sus sentimientos, era parte de su personalidad, y se había acostumbrado a ser siempre el que estaba detrás del menor para tener su atención. Pero tampoco iba a desperdiciar esos momentos en los que JungWon era quién le buscaba por cariño.

SuNoo quería ser capaz de ofrecerle el mundo entero a ese mocoso irrespetuoso que tanto le gustaba.

—Dame un beso, Won —le dijo en voz baja, llamando su atención.

JungWon un día normal se habría negado, habría dicho que no, sin embargo, en ese instante sólo quería que SuNoo le sostuviera, le besara, le hiciera saber que todavía le quería. Que todavía gustaba de él a pesar de ser un desastre.

El chico le dio un beso pequeño y tímido en los labios, pero para SuNoo fue suficiente en ese instante.

Te protegeré —le murmuró SuNoo—, no permitiré que nadie más te haga daño, JungWonnie.

JungWon cerró sus ojos y se dijo que eso estaba bien. Que SuNoo jamás le iba a abandonar ni a hacerle sentir como una basura.

♡❜

Jay frunció los labios con disgusto mientras su mamá le peinaba el cabello. Ni-Ki estaba jugueteando con su cámara, sentado en el sofá, ajeno a todo el mundo.

No podía entender muy bien por qué estaba allí sentado, sin ver la televisión cuando los sábados a esa hora mamá solía poner su telenovela y la veían los dos juntos. Jay la encontraba muy aburrida, pero le gustaba estar al lado de mamá y recostarse contra ella mientras mamá le acariciaba el cabello con cariño, así que Jay se sentaba al costado de la mujer y permanecía allí hasta que se quedaba dormido.

Pero ahora, ¿por qué su mamá le estaba peinando? No le gustaba eso. No le gustaba estar allí.

¡Él quería ver la telenovela con su mamá!

—Te ves muy guapo, cariño —le dijo ella agarrándolo de las mejillas para darle un apretón—. Tu perrito va a enamorarse un poco más de ti hoy día.

Jay hizo una mueca con los labios.

—Pero no quiero salir —se quejó—, ya salí la semana pasada y ahora quiero estar contigo, mami, es hora de la telenovela.

Byul-Yi le pellizcó la nariz con cariño, aunque por dentro estaba algo preocupada.

— Seonggie, ¿qué hablamos ayer con el psicólogo? —le dijo con voz suave.

—Que debo compartir con otros chicos —balbuceó Jay.

—Y HeeSeung quiere llevarte con él otra a sus cosas de chico delincuente, ¿no es así?

— ¿HeeSeung es un delincuente? —preguntó Jay abriendo más sus ojos.

—Entonces si HeeSeung te invita, tú...

—Yo voy con él —terminó de decir Jay cruzándose de brazos en el momento en el que el timbre fue tocado—, ¿somos novios con mi perrito?

Byul-Yi sonrió.

—No sé, podrías preguntarle —ofreció.

Jay asintió, poco convencido, pero se puso de pie cuando su mamá fue a abrir la puerta. Ni-Ki se enderezó, feliz cuando vio a SungHoon ingresar al comedor para llevarlos esa noche a D-Town.

HeeSeung observó a Jay con una mirada embobada.

—Te ves hermoso —le dijo.

Jay parpadeó.

— ¿Somos novios, perrito apestoso? —preguntó Jay entonces.

—Sí, ¿son novios? —agregó Byul-Yi con tranquilidad.

HeeSeung comenzó a sudar.

Mientras esto ocurría, Riki se puso de pie, caminando hacia SungHoon para darle un abrazo, suspirando cuando los brazos del mayor lo rodearon. Le había extrañado mucho a pesar de haberle visto el día anterior.

SungHoon le revolvió el cabello, sonriendo, y le dio un beso en la frente.

— Jay terminó conmigo —estaba diciendo HeeSeung.

—Pero es que HeeSeung me estaba pidiendo besitos y los besitos tienen gérmenes —se quejó Jay.

HeeSeung se iba a hacer pipí ante la mirada de Byul-Yi.

—Bueno, ¿vamos? —balbuceó HeeSeung mirando a SungHoon.

—A la una de la mañana aquí —dijo Byul-Yi abrigando a Jay—. ¿JungWon no irá con ustedes, chicos?

HeeSeung miró a SungHoon mientras Ni-Ki seguía abrazando al mayor. Jay se encogió de hombros.

— JungWon no tiene pareja así que se va a sentir mal si va —barboteó Jay.

Byul-Yi parecía algo atónita, pero no dijo cosa alguna mientras se despedía de su hijo y sus amigos.

Salieron del departamento, SungHoon llevando de la mano a Ni-Ki hacia el auto, tratando de ignorar la mirada de advertencia de HeeSeung.

Jay observó a la pareja delante de él.

— ¿Por qué van de la mano si Park SungHoon hyung es el novio de Yang RyuJin? —preguntó frunciendo el ceño.

SungHoon observó el rostro confundido de Ni-Ki al no escuchar la pregunta, y se rascó su nuca. HeeSeung se aclaró la garganta.

—Porque van a ser novios —le explicó HeeSeung.

Jay sacudió la cabeza, perplejo.

— ¿Y JungWon lo sabe?

HeeSeung rascó su nuca, sin saber qué decir.

Una vez subieron al auto, SungHoon le escribió lo que preguntó Jay a Ni-Ki, viendo la expresión de su rostro decaía un poco. Riki se volteó hacia Jay, llamando su atención.

JungWon no lo sabe. No le vamos a decir, Jay-shi.

¿Por qué? RyuJin es su hermana, ¿no debería saberlo? Le estamos mintiendo y mentir es malo.

Ni-Ki mordió su labio inferior.

JungWon se enojaría y nos gritaría, Seonggie.

Jay abrió los ojos con espanto y HeeSeung lo miró, preocupado, leyendo el mensaje. Al comprenderlo, la mirada de HeeSeung se tornó molesta.

¿Pero no es para mejor? Si él sabe que a ti te gusta Park SungHoon hyung, y él gusta de ti, ¿no es mejor?

Él no lo entendería, Jay-shi. Por favor, no le digamos nada. Somos amigos, ¿no?

Ni-Ki nunca se había sentido tan manipulador como en ese instante, sin embargo, no iba a dejar que JungWon se enterara, no por ahora. Más adelante sí, cuando las cosas se calmaran, pero no podía hacerlo en ese instante.

Está bien, escribió Jay con inseguridad, no le diré nada.

Ni-Ki le sonrió para tranquilizarlo.

Cuando se bajaron, HeeSeung detuvo a SungHoon un instante.

—Vayan a buscar una mesa —le dijo a Jay, que le observó atónito—, Iron te dejará entrar si le dices que vienes con Seung.

—Pero...

—Vamos, y te compraré un dinosaurio de juguete —animó HeeSeung.

Jay asintió, tomándole la mano a Ni-Ki y tirando de él. Los dos los vieron desaparecer por la puerta, y HeeSeung soltó un bufido.

—Comprendo que quieran mantenerlo a escondidas —gruñó HeeSeung fastidiado—, ¿pero involucrar a Jay?

HeeSeung suspiró.

—Tampoco me agrada esto —contestó decaído.

—Termina con RyuJin —insistió HeeSeung—, no es necesario que ustedes salgan a la luz, pero debes terminar con ella o las cosas van a seguir complicándose.

SungHoon lo sabía, lo tenía claro desde hace mucho, pero realmente no sabía cómo hacerlo. Cómo pararse frente a ella y decirle que lo suyo había acabado.

Pero sabía que debía hacerlo, sobre todo cuando Ni-Ki y él compartían un breve momento, intercambiando miradas, besos y abrazos. Esos toques se sentían demasiado bien como para cambiarlos por la monotonía que significaba RyuJin.

—Lo haré el lunes —prometió para tranquilizarlo.

HeeSeung asintió, caminando para entrar al club, y Iron les sonrió al verlos volver.

Encontraron a JongSeong y Riki sentados en una esquina, con bebidas ya servidas, y se sentaron a sus respectivos lados, observando el escenario donde dos chicos estaban compitiendo, animados por Zico.

— ¿Vas a competir hoy? —preguntó Jay, mirando a HeeSeung.

HeeSeung observó a Jay.

— ¿Quieres que lo haga? —le dijo, acariciándole el cabello.

—Sí, me gusta verte rapear —contestó Jay sin vergüenza alguna, porque para él eso era un hecho.

HeeSeung, por el contrario, sintió timidez de pronto ante sus palabras, sin saber qué responder, olvidando por un breve instante que Jay era demasiado directo con sus palabras.

SungHoon y Ni-Ki, por otro lado, estaban en su mundo.

Hyung, ¿vas a rapear igual?

SungHoon rascó su nuca, sacudiendo su cabeza en una negativa.

He perdido práctica, escribió.

Ni-Ki sintió su mirada decaer, sin embargo, siguió insistiendo.

Me gustaría verte rapear, hyung...

El mayor suspiró, indeciso, viendo a HeeSeung levantarse junto a Jay.

—Iré al escenario con Seonggie —dijo como si nada, tomándole la mano al menor.

SungHoon asintió, dejando que Ni-Ki se apegara a su lado.

¿Aunque rapee mal?

Riki sonrió con resignación.

Tampoco es como si pudiera escucharlo, hyung...

SungHoon sintió un dolor en su pecho al leer sus palabras, sin saber qué escribir inmediatamente, y se inclinó a darle un beso pequeño en los labios para levantarle el ánimo a Ni-Ki.

Su primer instinto fue preguntarle lo que había ocurrido, pero una parte suya parecía advertirlo no hacerlo, mantenerse al margen, porque quizás no le iba a gustar la respuesta. Quizás le rompería el corazón.

Está bien, voy a rapear,

Hizo una pequeña pausa, poniéndose de pie,

Iré al baño y regreso, le diré a HeeSeung que compita contra mí para no pasar vergüenza.

Ni-Ki sonrió, repentinamente feliz, y asintió por la emoción.

SungHoon desapareció segundos después entre la multitud, y Ni-Ki bebió la bebida, jugueteando con su celular.

— ¿Tú eres el nuevo novio de SungHoon?

Ni-Ki levantó la vista por la sorpresa, mirando a un chico frente a él. No parecía demasiado alto, era más bien bajito y delgado, con una mirada algo aniñada, y ladeó la cabeza por la confusión.

Cuidado, cuidado muñequito. Recuerda: los muñecos no oyen, los muñecos no hablan, ronroneó una voz en su oído, y se estremeció.

—Hey, te estoy hablando —dijo el desconocido, su mirada llena de disgusto—, ¿eres su novio?

Ni-Ki agarró la libreta, escribiendo algo veloz, todavía algo aturdido.

Disculpa, soy sordomudo. ¿Ocurre algo?

La expresión del chico cambió al leer sus palabras, y Ni-Ki se molestó al ver lástima en sus ojos. Él no quería lástima, no quería que le miraran como un pobre idiota.

El desconocido escribió algo.

Oh, lo siento. Te pregunté si eres el novio de SungHoon.

Ni-Ki frunció el ceño, confundido por la pregunta.

Somos amigos,

Aclaró algo titubeante,

¿Quién eres tú?

El chico escribió algo y luego se inclinó. La lástima se convirtió en molestia e incluso burla.

Soy Geonu, su ex novio.

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