《34》

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Alice:

Vi su clara provocación, pero no iba a darle la reacción que esperaba.

- Claro que las extrañé -Utilice su mismo tono.- Desde hace mucho que no hay tanto ruido en casa -Sonreí forzosa.- Si me disculpan, estoy ocupada

Antes de que alguna respondiera, me dispuse a regresar a mi habitación.  Por suerte, rápidamente me distraje de la llegada de mis hermanas con el estudio.
Eso fue así, hasta que llegó el momento de almorzar, por lo que, tuve que bajar al comedor. La última en llegar fui yo, y de esa manera, dio inicio la comida.

Entre la misma, se dieron varios momentos de charla, sobre todo entre mis padres y hermanas. Yo solo me mantenía en silencio y trataba de no intervenir.

- Y Alice ¿Ya conseguiste novio o sigues perdiendo el tiempo en la biblioteca? -Preguntó Anouk.

- En este momento, solo me enfoco en estudiar para mis exámenes -Dije cortante.

- ¿Por qué no me sorprende? -Dijo burlándose.- Si prefieres estar en casa encerrada, en vez, de convivir con personas de verdad -Mantuve la ganas de responder.

- Ay, déjala Anouk -Intervino Odette.- Ya sabes como es ella... es una rarita

Y ese comentario, colmo mi paciencia. Miré a mis padres, con la esperanza de que le llamaran la atención al menos, pero hicieron caso omiso.

- Uh mi error -Dijo Anouk.- ¿Eso te hirió? -Sonrió maliciosa.- Pero sabes que te lo decimos por tu bien

Molesta hice resonar mis cubiertos al colocarlos a ambos lados del plato, lo cual molestó a mi madre.

- Alice, debes tener modales en la mesa -Me regañó.- No seas infantil al molestarte por los comentarios de tus hermanas, solo se preocupan por ti

《¿En serio solo dirás eso?》

No estaba dispuesta, a seguir escuchando las idioteces de quienes se hacen llamar mis "Hermanas", ni mucho menos ver como mi madre les da la razón y mi padre ni siquiera da comentario alguno.
Por ello, me levanté dispuesta a regresar a mi alcoba.

- Alice Lougthy, es de mala educación levantarse sin que tu padre haya terminado de almorzar

Hice oídos sordos a sus gritos, y seguí mi camino sin titubear.

Los días transcurrieron, y finalmente había llegado el día de Noche Buena. Debido a ello, desde temprano hubo bastante ruido y movimiento en la mansión, porque los Elfos domésticos están más que ocupados el día de hoy.

Para no molestar, decidí desayunar en el jardín, para disfrutar un tiempo a solas. Aunque, Vonley era mi compañía en realidad, puesto que, era quien me sirvió el desayuno.

- Señorita Lougthy, le ha llegado esta carta -Dijo luego de haber regresado de la cocina, trayendo consigo también el periódico.

Confundida tomé la carta, y al ver quien era el emisor, me puse nerviosa.

- Vonley ¿Quién te entrego la carta?

- Fue Bonbey, Señorita -Suspire aliviada.- No tiene porque preocuparse -Sonrió.- Nosotros guardamos el secreto de la Señorita Alice

Sin duda alguna, gracias a ellos y a mi padre, me sentía en casa.

Procedí a abrir el correo, la carta había sido enviada por Fred. Desde el comienzo, había notado que algo no estaba bien, porque la redacción era bastante seria y eso no es común en él.
Quedé sorprendida al llegar a la parte, en donde decía que el Señor Weasley había sido atacado durante su guardia en el Ministerio y estaba gravemente herido; pero, por suerte estaba fuera de peligro.
Además, aclaraba que no pasarían Navidad en la Madriguera, sino que en casa de la Familia Black, en la cual se encontraban también Hermione, Harry ,y por ende, Sirius Black.
También, había agregado la respectiva dirección, para enviar su regalo de Navidad. Y como posdata, aclaro que le debo un regalo.

Al terminar de leer la epístola, la regresé a su sobre, para luego utilizar el encantamiento Reducio y finalmente guardarla en el bolsillo de mi chamarra. Para no levantar sospechas, de nadie.
Luego de haber terminado el desayuno, regresé a mi habitación. No podía dejar de pensar en lo que le había sucedido al Señor Weasley, y el peligro que eso significa, puesto que, era bastante terrible el simple hecho de que Voldemort ya ingresó al Ministerio.
Sin duda alguna, debía visitar al Señor Weasley, para ver como se encontraba. Pero primero, debía pensar en un plan para que ningún integrante de la familia supiese mi intención.

- ¡El regalo! -Recordé nuevamente.

Ya me había comprometido en darle un presente, y encima le puse un plazo. El problema, es que aún no había pensado en nada al respecto y estaba en aprietos con el tiempo.

Como primera medida, pensé en elaborar el regalo, ya sea, alguna prenda o comida. Y luego, caí en cuenta, de que Molly siempre les regala prendas de ropa hechas a mano y cocina excelente. Si mi regalo, fuese algo de eso, quedaría en ridículo al lado del potencial de su madre.

Luego de una hora, en busca de una solución, me rendí y opté por descansar un poco. Ese poco, se transformó en horas, a tal punto de que vinieron a verme por el hecho de que no había salido de mi alcoba.

- ¿Alice? -Tocaron la puerta, al no responder, ingresaron de manera abrupta.- ¿Aún no te haz alistado? Mamá estará muy molesta al respecto -Suspiré y miré a Odette.

- Aun es temprano, no entiendo porque tanto alboroto

- ¿Temprano? Estas equivocada -Anouk ingresó, sin pedir permiso.- Ya ha anochecido -Se dirigio a la ventana y abrió las cortinas.- Faltan treinta minutos para que la cena comience

En ese momento, caí en cuenta de la situación y miré rápidamente el reloj. Había dormido casi siete horas seguidas, me había perdido incluso el almuerzo.

- ¿Por qué no me despertaron antes? -Me puse de pie, dispuesta a tomar un baño.

- Porque junto a Mamá pensamos que era otra de tus escenas el no querer bajar a comer, por el simple hecho de que no soportas nuestros comentarios -Sonrió Anouk.

- Así que, dejamos que te alistes -Anouk salió primero de la habitación, y Odette se quedó en el marco de la puerta.- Antes de que Mamá sepa que no te haz preparado aún -Cerró la puerta al salir.- ¡¿Madre?! ¿Dónde te encuentras?

Puse los ojos en blanco al escucharla, ingresé al baño y traté de demorar lo menos posible. Al salir con la toalla envuelta en mi cuerpo, me dispuse a abrir la caja con lo que había comprado mi Madre.

Se trataba de un vestido azul oscuro, con mangas abullonadas, largas y con transparencia. Al probarmelo, quedé satisfecha, puesto que, no me quedaba mal y era bastante cómodo. Y el largo era perfecto, me llegaba un poco más arriba de las rodillas.

Con respecto a mi cabello, solo lo dejé suelto con una diadema de color negro, y me hice un maquillaje sencillo. Por último me coloque uno zapatos con tacón, y finalmente baje a la sala, en dónde todos estaban reunidos en espera del ingreso al comedor.

A medida que bajaba los escalones, me percaté de que habían unos invitados. Los cuales eran las respectivas parejas de mis hermanas y por último, Rufus Scrimgeour, él Jefe de mi Padre, y por ende, de todos los Aurores.

《 Eso explica todo el alboroto...》

- Buenas noches, disculpen mi tardanza  -Dije al unirme finalmente con ellos.- Un gusto verlo, Señor Scrimgeour

- El placer es mío, Joven Lougthy -La seriedad de su tono de voz, era la de siempre.

Por suerte, no me fue necesario unirme forzosamente a socializar, puesto que, mi padre charlaba animadamente con su jefe y mis hermanas solo le prestaban atención a sus parejas. Por ello, me quedé tranquila sentada en uno de los sofás individuales.

No transcurrió mucho tiempo, hasta que pudimos ingresar al comedor. Tomé asiento al lado de mi Padre, quien se encontraba en una de las puntas de la gran mesa, del lado opuesto se encontraba su jefe.

Los Elfos ingresaron para comenzar a servir la entrada, así continuó el plato principal y finalmente el postre. En todo ese tiempo, los adultos hablaron sobre diferentes cuestiones; yo solo me limite a oír, puesto que, no me interesaba intervenir.

Vonley fue quien me sirvió el postre, y le sonreí como agradecimiento. Aquella rebanada de Pie Mince, se veía deliciosa y de seguro lo estaba, porque conozco y soy testigo de las habilidades de repostería, de nuestros Elfos.
No tarde mucho tiempo, en finalmente probarlo y sentir dicha delicia en mi boca.

- Es una verdadera pena y tragedia, lo que le sucedió a su suegro Señorita Lougthy -Comentó el Señor Scrimgeour.- ¿Cómo se encuentra?

Supuse que le habría preguntado a una de mis hermanas, por lo que, no le di mucha importancia y solo me enfoque en comer el postre.

- Alice -Me hablo mi padre y lo miré, este solo se me quedó viendo.

Confundida, miré hacia el otro lado de la mesa, y fue cuando caí en cuenta que la pregunta había sido dirigida hacía mí. Todas las miradas de aquella mesa, se encontraban sobre mí.

- ¿Disculpe? -Me hice la desentendida, mientras en mi rostro adornaba una tenue sonrisa.

- ¿No estás al tanto? Señorita, sobre lo ocurrido con su Suegro

- Lo siento mucho Señor Scrimgeour -Dijo con un risilla mi Madre.- Creo que se ha equivocado, Alice no se encuentra en pareja, por lo tanto, no tiene suegro, capaz se ha con...

- No me he confundido Señora Lougthy -Corrigió.- Arthur Weasley, quien fue atacado en el Ministerio, es suegro de la Señorita Lougthy - Afirmó

La sonrisa que tenía hace unos segundos, había desaparecido por completo, y sentí como un escalofrío recorrió de repente en mi espalda.

- ... -Me quedé en blanco.

Continuará...


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