ᘛ 08. ❝ 𝗳𝗼𝗼𝗹𝗶𝘀𝗵𝗻𝗲𝘀𝘀 ❞

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ᘛ 08 : : CAPÍTULO OCHO

i. TONTERÍAS

DESDE QUE AZUL HABÍA VUELTO NO SE HABÍA ATREVIDO A DIRIGIRLE la mirada al pecoso le daba la espalda dispuesta a poner esa barrera entre los dos. Nunca debió haber cruzado las rejas esa línea delgada que los mantenía a salvó. Y mucho menos debió de haber permitido que esos sentimientos siguieran floreciendo en su interior, aún no era demasiado tarde todavía podía hacer algo al respecto y es lo que había a partir de ese momento. Lo que haría la llevaría a usar toda su fuerza de voluntad porque con el simple hecho de sentir la mirada del pecoso sobre ella, le hacía sentir mariposas en el estómago.

Le molestaba la sensación es lo que quería aparentar pero por mucho que quisiera hacerlo, le gustaba. Sentir esos aleteos en su estómago.

Tenía que ser fuerte si quería acabar la semana ya le faltaba poco, dos días más solo dos dias y sería libre. Al menos es lo que esperaba.

Ace por otro lado había estado ansioso por el regreso de ella, sentía que había cometido un error al haberla besado pero no sé arrepentiría. No quería vivir con el arrepentimiento por lo tanto por muy equivocado que estuviera, se sentía satisfecho.

A la ves quería hablar con ella conversar y saber que sentía o el porque había vuelto tan rara. Necesitaba escuchar su voz en esa oscuridad que le rodea.

Ace no se quedaría con las ganas y fue así como se levantó de su lugar y camino hacia ella arrastrando las cadenas que lleva consigo. Sabía que llamarla no funcionaria seguramente Azul este utilizando ese truco del silenció así que solo le quedaba una opción. Cuando estuvo a escasos pasos de ella estiró el brazo y estuvo a punto de tocarle el hombro cuando decidió mejor hacer otra cosa.

El pecoso aclaro su voz un poco termino por recorrer la distancia que los separa y se inclinó solo un poco para poder olfatear el aroma que viene de ella.

──cerecita mírame.── le susurra en el oído con la voz arroncada.

Azul dejo de respirar al escuchar la voz del pecoso muy cerca de ella. Su corazón casi sale de su pecho dejo de funcionar por unos segundos.

¿En qué momento se había acercado?

Cada bello de su cuerpo se había erizado al sentir el cálido aliento del pecoso en su cuello. La deliciosa sensación que fue recorriendo cada fibra de su cuerpo.

No debería disfrutar de ello.

Se volvió peor cuando sintió los dedos de Ace acariciar su cintura, un toqueteo leve y electrizante. Lo hacía con dulzura y a la vez con lascivia.

──no me digas que no te gusto.── volvió a susurrar el pecoso con el mismo tono de voz.

──Ace no hagas eso.── le pide ella al borde del colapso. Cómo siguiera así terminaría en los brazos de él.── no es el mejor momento.

──entra conmigo.── susurró pero está vez lame el lóbulo de la oreja de ella.── se que quieres hacerlo.

Azul entró en cortocircuito, sobre todo cuando el pecoso lame su oreja.

La calidez y humedad, aún la podía sentir al rededor de su oreja.

¿Debía entrar?

¿Estaba bien que entrara?

Dos preguntas que aparecieron dentro de su cabeza como abejas, no tenía porque hablar con Ace. No tenía porque hacerle caso. No había razón aparente para tener que hablar. Pero quería hacerlo.

Tenía que hablar con él.

¿Que podía pasar?

Sin respuesta la pelirrosa se vio así misma tomando las llaves de su bolsillo, abriendo y cerrando la puerta para estar una vez más dentro de ls celda.

──aquí me tienes.── hablo ella curzandose de brazos.── ¿por qué quieres hablar conmigo?

Ace había estado ansioso en todo ese rato de duda. Que tan solo tenerla cerca la tomo de las mejillas, provocando que sus cadenas rozaran la piel de ella.

──no hagas eso, me debilita a mi también.── murmura ella con la intensión de alejarlo.

──lo siento pero no evitarlo.

──Ace habló enserio.

──Azul también hablo enserio.

La pelirrosa mordió su labio inferior.

Se había hecho con las llaves de las cadenas del pecoso. Solo tenía que tomarlas y liberarlo pero no podía hacerlo, no sabía si lo que hacia Ace era solo parte de su plan.

──estás dudando de algo ¿que es?── pregunto al verla a los ojos.

──yo tengo las llaves de tus cadenas.── responde.

──las llaves.

──si pero no te puedo liberar.── murmura sentida.── no puedo arriesgarme Ace.

Ace sintió que tenía tan cerca la oportunidad de recobrar su libertad pero por mucho que quisiera quitarle las llaves y ser libre, no podía hacerlo.

Había algo que lo detenía y ese algo también lo obligar haber lo que hacía.

No podía hacerle eso a Azul por mucho que quisiera tener libertad.

──no voy a escapar, no puedo.── susurró acariciando con sus pulgares las mejillas de ella.── te lo prometo, por mi honor como pirata. Si piensas quitarme las cadenas no escaparé.

La de ojos azules repaso el rostro del pecoso, no había rastro alguno de mentira. Lo decía con sinceridad.

──no puedo arriesgarme. Te creo, Ace pero si alguien te encuentra voy a tener muchos problemas.

Ace lo comprendió.

──entiendo. No quiero hacer nada que te perjudique.

Azul le sonrió.

Estaba por decirle algo más cuando su Den Den Mushi comenzó a sonar.

──deberías responder.── comenta alejándose de ella.

Azul saco el aparato de su bolsillo y contesto la llamada, la cual venía por parte del alcalde de Impel Down. Quien le solicitaba su presencia en su oficina en cinco minutos.

Ace había escuchado la conversación y sintió intriga.

──a la orden señor Mellagan.── responde tras colgar el aparato.── ya lo has escuchado, tengo que ir a su oficina.

──¿crees que sea algo malo?

──no tengo idea.

Azul apretó sus dedos un poco.

Realmente deseaba que no fuera a ser nada malo. Lo peor que le pudiesen decir sería que la habían encontrado entrando y saliendo de la celda.

──solo esperemos que no lo sea.

──suerte creo.

──la voy a necesitar.








































❛ ━━━━━・❪ 🔥 ❫ ・━━━━━ ❜

























Habían pasado horas desde que la pelirrosa lo había dejado solo, en ese tiempo Ace divagó en sus pensamientos en lo que sentía y en como tenía que buscar la manera para salir de esa cárcel.

Hasta hace unos días no había querido salir de ese lugar se había convencido que no vería la luz del una vez más. Aunque cuando veía los ojos de Azul podía sentir que veía el sol y al mismo mar en ellos, la brisa y la calidez. Parecía una locura pero así es como se sentía.

Entre pensamientos fue pasando el tiempo hasta que logro captar entre la oscuridad un sombra acercarse a su celda y en cuestión de minutos apareció la chica. Está se veía sería más bien no mostraba ninguna expresión en su rostro lo cual le preocupó.

¿Alguien los había visto?

El alcance Megallan ya sabía de lo que había estado haciendo Azul.

Se hizo muchas preguntas pero ninguna tenía respuesta. Y la mirada que la chica le había brindado le hizo sentir peor aún.

──¿que fue lo que pasó?── pregunto preocupado. Nunca se había preocupado tanto como ahora.

Antes de hablar la vicealmirante se llevó una paleta de sabor fresa a la boca.

Comer dulce le ayudaba a regularizar los síntomas de la ansiedad.

──te tengo dos noticias.── aviso tras un largo silencio.

──¿que tipo de noticias? son buenas o malas.

──bueno...── rasco su nuca. No sabía cómo decirle al pecoso la opción que le habían dado.── en realidad no se si sean buenas o malas. Todo depende de cómo te las tomes.

Una gota de sudor cae por la frente del pecoso deslizándose hasta su mejilla y finalmente perdiéndose en la curva de su mandíbula.

La manera en que Azul le hablaba no le había dado buena espina.

──entonces dime.

──como sabes hable con Mellagan, converse con el hombre que esta al mando del Cuartel General.── llevo sus manos a sus bolsillos.── y me dijo que había una oportunidad de que puedas salir de aquí.

El corazón del pecoso golpeó su pecho pero está vez lo sentía diferente. Pronto su alrededor dejo de existir y escucho un pitido en sus oídos.

La voz de Azul se repetía constantemente dentro de su cabeza como disco rayado.

Había una forma para salir de la cárcel.

Tenía una oportunidad para poder salir de ese lugar.

Más sin en cambio por mucho que le haya emocionado la buena noticia, sentía que el precio a cambió de su libertad no le gustaría para nada.

No podía confiarse de la marina estos juegan con sus piezas de ajedrez muy ágilmente. Le pedirán algo a cambio de volver a la libertad y lo sabía, no tenían que haberle dicho nada.

──¿que hay que hacer?── pregunto sin rodeos. Era mejor saberlo desde un principio.

──nisiquiera...

──no tienes que decirme nada Azul, se cómo funciona la marina.── recalcó apoyando las manos en las barras de metal.── dime ¿que debo de haber? así sabré si me conviene o no.

Azul mordió su labio inferior.

──la otra noticia es que, la única forma para que salgas de aquí, es que aceptes ser un Shichibukai.

Ace apretó los labios.

Lo sabía, lo sabía muy bien.

La marina no lo iba a soltar así por así.

No tenía que pensarlo para dar su respuesta, no había que pensar en nada. Ya lo tenía claro.

──no.── responde firme.

──nisiquiera lo has pensado Ace.

──no tengo que pensarlo Azul, ese es mi veredicto y es no.

──tienes que pensarlo al menos un poco solo un poco.── le pidió.

──no importa que tanto lo piense, mi respuesta seguirá siendo la misma.

La pelirrosa se sintió impotente por las palabras del pecoso había pensando solo por un segundo que lo que ellos habían iniciado podía tener un futuro.

El que Ace aceptará formar parte de los Shichibukai era solo un paso para poder darle futuro a lo que habían iniciado. Pero lamentablemente las cosas no serían como ella las había pensado.

¿Por qué no lo aceptaba?

Si ella estuviera en su posición, aceptaría la proposición sin pensarlo.

No tenía nada de malo trabajar con la marina inclusive dejaría de ser tan buscado para pasar a ser un ayudante de la marina. Sería bueno pues ya no se vería tan mal el que estuvieran juntos.

Azul había planeado un futuro el cual fue derrumbado por la respuesta de Ace.

──solo piénsalo Ace, tienes que darte cuenta que es una buena oportunidad.

──sin duda alguna es buena pero no voy a tratar para la marina.── repitió ahora un poco más serio que antes.── no me gusta la marina, así que da la vuelta y no insistas más con está tonteria.

──¿tontería? tontería es querer verte fuera de esta celda.

──di lo que quieras pero no voy aceptar esa propuesta.

──¡tienes que aceptarlo!

──¡no quiero!

Para la buena suerte de la pelirrosa está había empleado anteriormente la técnica del silencio y así nadie de los demás reclusos escucharía sus gritos.

Por lo tanto tenía toda la libertad del mundo de gritar como quisiera sin temor a ser educada. Porque realmente se encontraba muy enojada con él pecoso.

──¡eres un idiota! tienes la jodida oportunidad de salir de aquí y no la tomas. ¿Que tienes en la cabeza? cualquiera en tu lugar la tomaría.── lo señala con su dedo.

──ya lo has dicho cualquiera pero yo no soy cualquiera.── aclaro.── yo soy Portgas D Ace, y no pienso ser parte de los Shichibukai.

──¡nisiquiera lo pensaste! solo piénsalo y verás que no es una malo.

──si es muy malo. No me agrada la idea de recibir órdenes de la marina.

──¡NO SERÁ SIEMPRE!

──AÚN ASI NO QUIERO.── grito enfurecido el pecoso. Azul dió un respingo por lo sucedido.── no me gusta la idea de tener que hacer los trabajos sucios de la marina. Se cómo funcionan las cosas, se cómo es el jodido sistema. Y no quiero ser parte de esto.── articula con enojo apretando las manos hasta que sus nudillos se blanquean.── no insistas más con el tema Azul, digas lo que digas o hagas no voy aceptar.

La chica nunca había pensando que el pecoso le hablaría con tanta seriedad todo rastro del chico risueño que había conocido se había esfumado.

Pero ella no se iba a dejar intimidar por él, tenía que enseñarle quien mandaba.

──entonces pudrete aquí.── masculla rechinando los dientes.── no hay otra forma de que salgas de aquí Portgas.

──no me importa bien, moriré aquí y ese es el fin.

La joven le dió una última mirada para luego sentir sus ojos llenarse de lágrimas.

Con un nudo en la garganta se dió la vuelta y caminó directamente hacia la salida. Tenía que tomar aire antes de que terminara electrizando a algún recluso.
















jane's note's

y ya se pelearon mis niños :c

ni modo tocó que cojan para la reconciliación JAJAJAJAJ se crean

pero ya nos vamos acercando al pico de las cosas ufff se vienen unas cosas

¿que creen que suceda?

¿alguna teoría?

hasta la próxima¡<3

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