˚。⋆୨O5. el club de origami୧⋆。˚ ⋆

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

capítulo cinco.





















Por lo general los clubs escolares están llenos de mucho ruidos, con personas escandalosas que se pasean de un lugar a otro. Saiki se esperó de todo menos a un grupo de adolescentes en total silencio que miraban con total dedicación un tutorial en Youtube de como hacer una elaborado figura de papel mientras al fondo tenían una suave canción que se interpretaba en piano. Ni si quiera les prestaron atención en el momento que abrieron la puerta, estaban muy metidos en el vídeo como para mirar su entorno, a eso le llama dedicación.

No era un lugar tan desagradable, no fue una mala idea ir allí, entre menos atención le prestarán mejor era, por primera vez no tenía todos los ojos encima suyo. Al leer los pensamientos de los demás integrantes se dió cuenta que eran demasiado introvertidos y tímidos por lo que preferían tener toda su atención en el tutorial, estaban ya acostumbrados a solo ver las mismas caras del otro, por lo que la llegada de alguien más los asustó un poco.

«si no nos movemos no nos ve» pensaron todos al mismo tiempo.

bien por mi, mientras más me ignoren mejor es, lo que menos quería era llamar la atención y por primera vez me sale bien

─¡Teruhashi Hayami, llegas veinte minutos tarde! ¿Qué tienes que decir en tu defensa? ─un chico pelinegro de estatura un poco baja se acercó a ellos tras que entraron al salón, ignorando también la presencia de Saiki, regañando directamente a la joven por su impuntualidad.

─Traje postres hechos por Sunni ─serena y con toda la tranquilidad del mundo le mostró la bolsita que  contenían los postres a lo que el chico sin quejarse más los tomó con sus ojos llenos de emoción.

─Perdonado todo. Esa sí es una buena causa, siendo así puedes llegar tarde todo el tiempo que quieras. ─con una sonrisa se llevó tres postres de una a su boca, llenandose las mejillas de migajas, según Hayami era un interesado que se comparaba hasta con una piedra.

─Disculpa a Keiji, es un rey del drama. Vamos a mi mesa, te enseñaré a hacer algunas figuras. ─ofreció Hayami algo apenada por el comportamiento del que podía considerar su amigo. Pues al estar en el club de origami lo lógico es que le enseñara las cosas que usualmente realizaba.

Realmente Saiki no se sintió ni un poco ofendido, lideaba con personas más intensas casi a diario. Por ejemplo, cada vez que Kaido y Nendo lo arrastraban fuera de su casa a ir a cualquier lugar, no importa dónde fueran, de una u otra manera ellos gritaban escandalosamente, peleaban por tonterías o hacían el ridículo de maneras bastante cómicas, por consecuencia llevándose varios ojos encima, en momentos como ese es que Saiki deseaba que la tierra se lo tragara y el usar sus poderes no era una opción. O cuando Hairo lo quería llevar al gimnasio o correr alguna estúpida maratón, también cuando Yumehara o Teruhashi lo involucraban en situaciones sentimentales y Mera, pues Mera es Mera y al igual que Hayami pensaban mucho en comida.

─Sí chico que no conozco, siéntete como en tu casa ─expresó desinteresado, poniendo toda su atención en el regalo que acababa de recibir. Keiji sintió que estaba ignorando algo importante, al caer en cuenta de lo que estaba sucediendo, su cara se tornó llena de confusión para enfocar su mirada en los recién llegados─. ¡¿Quién es este chico que no conozco y qué hace contigo?!

Yoshida Keiji, líder del club de origami que a diferencia de la mayoría de miembros que lo conformaban era un joven mucho más activo y sociable. Se podría decir que había adoptado a la mayoría de personas que se encontraban en esa aula. Incluso adoptó a la mismísima Hayami. Hace un tiempo atrás se había encontrado a Hayami en compañía de su única amiga sentadas en una gradas, la de cabello azul oscuro sostenía una mariposa hecha de papel que ella misma creo mientras la otra aplaudía y la llenaba de halagos y Keiji que estaba buscando más personas para integrar al club, como si las conociera de toda la vida, de un saltó cayó frente a ellas y se unió a la conversación, aprovechando para hacerle la invitación de unirse.

Al principio Hayami se mostró bastante distante y cortante con él, mientras que Sun al instante le tomó confianza y viceversa.

Entonces Hayami fue literalmente arrastrada por el chico y por Sun a quien el extraño desconocido que era tan parlanchín como ella le había agradado al instante, Hayami que no tenía más opción que hacerle caso a su algodón de azúcar con patas se dejó llevar. Al llegar al club vió que todos eran bastante tímidos o metidos en su mundo, se veía un lugar agradable, no tenía motivos para quejarse o querer largarse. Sun se encontraba tan feliz de que querida Yami por fin se integrará a un club, que pasará tiempo con personas nuevas podía ser bueno para ella, aunque sólo terminó llevándose con el pelinegro.

Desde ese día los tres se hicieron amigos, pues Keiji era como una versión masculina de Sun, bastante sincero y un dramático de primera, hasta aún más energético que la misma Sun, llegando a ser hasta coqueto, menos con ellas, ya que las quería como unas hermanas. Su amistad era genuina y no tenía motivos ocultos, mostrándose bastante transparente con ellas, por lo que Hayami lo consideraba su amigo.

«¡mis ojos no creen lo que ven! ¡Hayami Yami trayendo un chico al club! y es tan guapooooo, ¡qué orgulloso me siento! crecen tan rápido! hace unos días se estaba peleando con extraños en internet y hoy ya anda de manito sudada, definitivamente debo ser el padrino de bodas y el tío buena onda, aaaay, debo buscarles un buen lugar para la luna de miel»

⟨otro que se inventa mil hisrorias en su cabeza, ni si quiera he dicho algo. tsk, era demasiada tranquilidad para ser verdad⟩

─Ah, cierto. Él es Saiki Kusuo, es mi... ─Hayami detuvo sus palabras, pensando unos instantes en como debería presentarlo, no quería incomodarlo y como conocía muy bien la loca imaginación que tenía Keiji era mejor aclarar todo. Volviendo a su tono neutral de voz, siguió hablando─, es mi compañero de clases. Así que no hagas comentarios fuera de lugar.

Lo miró de manera severa, Keiji sabía que no era una sugerencia, sino un regaño, no tenía la culpa de tener tanta imaginación y más emocionarse cuando sus amigas interactuaban con personas que tenían potencial para ser pareja. Saiki agradecía lo racional que podía llegar a ser la peli azul, esa era una de las razones por las cuales le agradaba.

«chale, ya me había creado una historia con cuatro temporadas»

─Yamiiii, le quitas lo divertido a la vida ─lloriqueó un poco a lo que la recién llamada se limitó a sacarle la lengua─. Grosera. En fin, soy Yoshida Keiji, pero puedes llamarme cuando quieras ─lo último lo dijo con un tono bastante coqueto a la vez que guiñaba uno de sus ojos.

«lo primero que le digo que no haga y es lo primero que hace, te estás ganando unas buenas nalgadas»

Ok, eso fue súper inesperado para el psíquico ¿le estaban coqueteando? Era la primera vez en su vida que un chico le decía tales cosas por lo que no sabía cómo reaccionar. Hayami actuó en su lugar.

─¡Keiji! controla tus hormonas, por favor. Das pena ajena, eres un desvergonzado ─Hayami le dió un leve golpe en la cabeza, ella podría estar acostumbrada a la manera de ser de su amigo, pero Saiki no lo estaba. No quería que se llevará una mala primera experiencia de su club.

─¡Auch! Salvaje, mano pesada, maltratadora ─sobó el lugar afectado, poniendo su mejor carita de perrito regañado mezclado con una mirada bastante inocente─. Si no es tu hombre entonces no tiene nada de malo que le eche un ojito.

«sólo quería ver su reacción, para mí que le gusta en secreto pero como es bien lenta no se da cuenta, porqué vamos, hayami aleja a cada humano que se le acerca. además no es mi tipo, a mí me gustan más con cara de sumisos mandilones que se dejen dominar»

⟨1. no le gusto para nada ya que sus pensamientos ya la habrían delatado y yo no estaría aquí.
2. desearia no haber escuchado esa última parte, necesito borrar eso de mi mente

Hayami le hizo una seña a Saiki para que la sugiera e ignora las tonterías de Keiji. Y como antes le había ofrecido, llegaron a una mesa que la chica utilizaba usualmente para crear sus figuras de origami. Ambos tomaron asiento a la par del otro a una distancia ni tan alejada ni tan cerca. Hayami le explicó que harían una figura fácil y sencilla que no requería de muchos pasos a seguir, Saiki no sabía porqué pero estaba prestando bastante atención a las instrucciones dadas por la fémina. A decir verdad nunca le dió interés a este tipo de cosas, era su primera vez haciendo figuras de origami y a decir verdad era una actividad bastante tranquila.

Hayami tenía bastante habilidad con el papel, sus dedos se movían y lo doblaban con bastante gracia.

«se ven tan lindoooos juntitos, ojalá y mi shipp se haga canon»

mejor cállate y ponte a hacer algo productivo

En eso se escucha como tocan la puerta.

─Paso ─dijeron  todos al mismo tiempo tocando la punta de sus narices con el dedo índice, incluyendo a Hayami, siendo el pelinegro el único que no consiguió hacer el gesto.

─Mirenlos, para eso si tienen boca verdad ─indignado, arrastró sus pies hasta la entrada, hace un rato le pidió a una de las chicas que fuera a traer nuevos materiales que encargaron a domicilio, seguramente era ella la que estaba esperando al otro lado.

─L-lamento la tardanza, Yoshida-senpai ─se disculpó en un tano bastante bajito. Keiji ya acostumbrado a como todos hablaban en silencio negó con su mano restándole importancia─. Eran muchas cosas, así que pedí ayuda y este amable chico se ofreció, espero que no sea un inconveniente.

Keiji que podría ganar el primer puesto al ser el más despistado, no se había fijado que además de la integrante del club una persona más estaba cargando dos cajas que contenían las cosas que encargaron.

─Tranquila, pasen, pasen. Es bueno saber que aún quedan caballeros en este mundo.

«estoy tan nervioso, acabo de ayudarle a una chica, me sudan las manoooos ¡mantén la calma!»

Oh no, esos pensamientos Saiki los conocía muy bien, de todos los 365 días del año que pudo venir, justamente hoy que él estaba allí tuvo que aparecerse. Por estar tan concentrado en las explicaciones que le estaba dando Hayami, no se percató que Kaido venía en camino, seguramente lo llenaría de preguntas y le reclamaría por andar en clubes ajenos en vez de estar en el propio.

─Dejame te ayudo con esas cajas, muchas gracias por ayudar a mi compañera ─Keiji las tomó de las manos ajenas, dejando a la vista el rostro del recién llegado.

«¡OMG! ¡ES TAN LINDOOOO! creo que me he enamorado»

⟨literalmente lo acabas de conocer. dejando eso de lado, será mejor que no me vea, mierda, no tengo como ocultarme⟩

─De nada, es lo que cualquiera hubiera hecho. Con la super fuerza que mis brazos poseen, fue pan comido traer las cajas ─Kaido intentaba hacer sonar su voz más grave, metiéndose en su papel de héroe, saliéndole mal ya que al final su voz salió un poco chillona, avergonzado volteó rápidamente su cabeza, percatadose que había una cara conocida─. Teru-chan, hola. No sabía que estabas en este club.

A Kaido le caía bien Hayami, al principio le daba miedo por lo atemorizante que era su mirada, creyendo que la chica se robaría su alma si la enojaba. Uno de esos días donde surgían sus momentos del síndrome de octavo grado, comenzó a hablarle de la unión oscura y de todos los poderes que él tenía, siendo el gran "jet alas negras" nombre que él mismo se puso.

A Hayami le pareció entretenida la gran imaginación que el chico poseía y en vez de hacerle comentarios groseros o burlas –cosa que la mayoría decía a sus espaldas– o decirle que era una lunático y que lo quería a tres metros de distancia, le levantó sus pulgares y dijo que seguiría sus consejos, desde entonces Kaido comenzó a saludarle más seguido, además que era de las pocas chicas con las que no se sentía nervioso y podía hablar con normalidad. Hayami le decía "loquito del centro", por supuesto que sólo en su mente, pero no lo hacía con mala intención.

─Holap ─levantó su mano para devolverle el saludo, no esperen que haga algo más, saludarlo era más que suficiente viniendo de alguien como Hayami.

Se preguntarán ¿Cómo es que Kaido no ha visto a Saiki si se encuentra a la par de Hayami? No quiebren su cabeza pensando, la respuesta es muy fácil. Hayami notó lo tenso que se puso su acompañante al oír la voz de su amigo, recordó que así como Keiji pensó cosas que no eran cuando llegaron, ver a Saiki a su lado de manera tan casual podría malinterpretarse de muchas formas ya que el no era un miembro del club para estar allí. En un movimiento rápido y usando lo que tenía a la mano, le tiró un mantel encima y le puso las mochilas de ambos encima.

El club estaba llenó de todo tipo de cosas con formas raras, hechas de distintos tipos de materiales de muchas formas y colores, una más con mochilas encima no sería nada del otro mundo. Y como los demás eran tan tímidos para interactuar con otro extraño, no revelarían el paradero del psíquico, sus bocas eran una tumba, sabían mucho pero hablaban poco. Les gustaba escuchar a Keiji y Hayami chismear, por ellos se enteraban de muchas cosas, más no salían de allí, lo que se dice en el club se quedaba en el club.

«Hayami yamiiii, eres una traidora, no me dijiste que conocías a un chico tan bonito como él, su carita se ve tan apapachable, lo quiero abrazar y nunca soltarlo» pensaba Keiji mientras inflaba sus mejillas con su ceño fruncido, luciendo bastante adorable.

⟨si tanto lo quieres te dare un empujón⟩

Usando sus poderes, provocó que Kaido se tropezara y cayera encima del pelinegro, Keiji por instinto lo sostuvo de la cintura para evitar que se lastimara, quedando sus rostros bastante cerca, sintiendo la tibia respiración del otro chocando entre las mismas. Era la primera vez que keiji tenía tan cerca a un chico más bajo que él, no pudo evitar emocionarse ya que no todos los días te encuentras a alguien más bajo que tu.

«gracias Dios por el pan de cada día» pensó Hayami ante la escena que tenía frente a ella, sacando su teléfono de manera sigilosa y tomando una fotografía que más tarde le mandaría a Sun, mientras tapaba su boca intentando ahogar un grito emocionado.

«mis plegarias han sido escuchadas, gracias por tanto, perdón por tan poco» pensó el pelinegro con una gran sonrisa formándose en sus labios, la suerte estaba de su lado y no la iba a desaprovechar, disfrutaría de ese pequeño momento que se le concedió.

«¡MUY CERCA! ¡ESTAMOS MUY CERCA! ¡¿POR QUÉ ESTOY NERVIOSO?! ÉL TAMBIÉN ES UN CHICO ¡CORAZÓN DEJA DE LATIR TANTO!»

«como comen frente a los pobres, este Keiji no pierde tiempo» reía en sus adentros Hayami al ver que ninguno hacía un movimiento por alejarse, no se quejaba, era una agradable vista.

Y así fue como Kaido sacó fuerzas de su interior y con las piernas temblorosas salió huyendo con su cara completamente roja hasta las orejas, dejando a un Keiji suspirando por el efímero momento cliché y romántico que tuvo. Hayami estalló en risas, rompiendo la burbuja en que su amigo estaba.

Keiji siguió pensando en el encantó del momento, sentándose frente a la ventana para posar su mirada en el cielo. Hayami por otro lado, quitó las mochilas de encima de Saiki al igual que el mantel, dejándolo un poco despeinado, trayendo consigo un pequeño deja vu de la vez que le ayudó a esconderse en su casillero. Que gracioso, casi siempre le ayudaba a esconderse de maneras algo raras pero efectivas.

«voy empezar a cobrarle por el uso de mis ingeniosos escondites»

⟨no suena mal, seria una buena inversión, precio y porqué tan caro⟩

Luego del pequeño escándalo que se creó momentos atrás, todo transcurrió con tranquilidad. Hayami era buena para explicar, aunque Saiki no necesitaba de mucho para poder aprender cualquier cosa que se propusiera a ya que sus poderes le daban una fenomenal ventaja de aprendizaje, pudiendo aprender cosas que tomarían años en cuestión de segundos, decidió aplicar los pasos en el orden que la chica le dijo, haciendo los mismos dobleces y movimientos con los dedos, creando una bonita garza.

Cuando terminó con su pequeña tutoría de origami, Hayami fue a terminar una actividad que tenía pendiente en el club. Llevaba un gran rato con sus audífonos puestos con su atención en unos adornos hechos con CD viejos, convirtiéndolos en un bonito colgante para decorar tu habitación, constaba de una luna en su etapa menguante con varias estrellas a su alrededor, colocadas en diferentes posiciones. Era bastante ágil para las manualidades con materiales reutilizables.

«ver tanto Art Attack de chiquita da sus frutos» como desde muy pequeña Hayami tuvo acceso a internet, miraba programas no solo japoneses, sino que le gustaba consumir contenido extranjero, quedando enamorada por completo de ese programa donde creaban todo tipo de cosas con materiales reutilizables, aunque algunos podrían ser algo difíciles de conseguir, mirandolo con subtitulos en japonés ya que el español se le hacía algo complicado, solo sabía insultos en ese idioma.

La hora de regresar a casa llegó, por lo que todos comenzaron a irse. Keiji se despidió de Hayami dándole un fuerte abrazo, diciéndole que tenían pendiente el asunto de que debía pasarle información sobre Kaido, Hayami le pellizco una sus mejillas a lo que su amigo se quejó, no podía evitar hacerlo, sus mejillas eran tan suaves. Luego de molestar un un poco a Keiji, decidió marcharse en compañía del de cabellos rosas.

Ambos caminaron hasta la salida, a esa hora ya habían pocos alumnos por lo que Kusuo no estaba preocupado de que alguien los viera juntos, además se trataba de Hayami,  preferían evitarla.

─Aquí nuestros caminos se separan. Hasta la próxima, antenitas
─antes de irse, le pidió al psiquico que extendiera su mano, él obedeció ya que sabía que no haría algo extraño. Hayami sonrió al ver eso, dejando un pequeño objeto en ella─. Puedes venir cuando quieras.

─Gracias, lo tendré en cuenta.

Sin más que decir, la chica se marchó, siendo sus pensamientos lo último que Saiki pudo escuchar antes de perderla de vista, siendo una de las tantas canciones que se reproducían en su cabeza.

«i like shiny things, but i'd marry you with paper rings
uh huh, that's right
darling, you're the one i want.
se me andan pegando las canciones de sun»

Saiki prestó atención al objeto que anteriormente se le fue entregado, notando que era un bonito anillo de color rosa suave hecho de papel con un pequeño corazón en el centro. Un regalo bastante inesperado, siendo a la vez un sencillo pero bonito detalle,   ahora que recordaba, Hayami siempre llevaba toda clase de anillos, debían gustarle mucho, que le diera uno hecho por sus propias manos significaba que realmente le caía bien.

Una nueva y extraña sensación se impregnó en su pecho, no era desagradable, al contrario, tal vez estaba ¿Conmovido? nunca le habían dado un regalo de ese tipo, era la primera vez que recibía algo por el estilo. Ni idea de lo que estaba sintiendo, no quería pensar más en eso, preferiría mantener sus emociones neutras, así que sólo se colocó el anillo en uno de sus dedos.

─¡Te ví picaron! ─gritó con un tono acusador, como si acabará de encontrar a un ladrón en la escena del crímen─. Quien diría que el serio y siempre bien portado Saiki andaría de don Juan ─movia sus cejas de abajo hacia arriba, dándole pequeños codasos.

Lo que le faltaba, el pervertido de Reita los vió salir, solo esperaba que no abriera su gran bocata frente a sus demás amigos y todo se llegara a convertir en un escándalo, allí sí no tendría paz por varios días.

─¿No tienes nada mejor que hacer? Como ver fantasmas o andar viendo cosas cochinas. ─respondió de mal humor.

─Esta es una gran novedad, la chica se veía bastante bien de espaldas, lastima que su falda era demasiado larga para mí gusto, debe tener buenos muslos. Se honesto, pudiste ver debajo de su falda... ¡SAIKI-KUN ESPERA!

Kusuo que desde hace rato se estaba irritando, perdió por completo la paciencia ante las tonterías que el médium no paraba de decir, nunca iba a cambiar ese lado pervertido que tenía. Así que paró su caminar, un aura oscura comenzó a rodear todo su cuerpo luciendo bastante amenazante, Reita sabía de antemano el miedo que podía llegar a dar Saiki cuando se enojaba. 

─S-saiki-kun ¡era broma, ten piedad! ¡no vuelvo a decirlo! ¡no me mateeees, hay que cosas que aún no he hecho! ─suplicaba arrodillado en el suelo, juntando sus manos pidiendo perdón con sus ojos bastante llorosos.

Saiki sabía que era un caso perdido, así que optó por la opción más racional que era ignorarlo, teletransportandose directamente a su habitación para evitar encontrarse con otra persona. A pesar de todo no fue un día tan malo, pudo tener un momento bastante normal cuando estuvo en el club de origami,  dándole una mirada más a su nueva anillo que reposaba muy bien en su dedo.









❰ 𝐝𝐚𝐧𝐢'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞 ❱

diosmio, ustedes andan con todo en los votos JAJAJA, así que no me queda de otra que andarles actualizando más seguido. eso, póngame a chambear pq después me desaparezco por meses y mis fics quedan en el abandono 😓.

¿qué les pareció keiji?  en lo personal yo lo amo, es otro solecito que se merece estar en al vida de hayami. ya incluí su moodboard en la introducción del fic por si lo quieren ir a ver, siendo interpretado por miyano yoshikazu del anime sasaki to miyano.

siendo el best shipper de hayami y kusuo y futuro noviecito de kaido a quien va voltear como tazo JSJSKD.

muchas gracias por todo su apoyo, les amo, muak. sus comentarios y votos me motivan a seguir escribiendo.

sayōnara 🦋🌾.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro