❝el dúo de rubios❞

❛;dan la fachada de ser chicos rudos, cuando en realidad tienen un gran corazón.੭ೃ༉

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Manjiro Sano más conocido como "El invencible Mikey" se encontraba saliendo de su escuela con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón después un largo y aburrido día de clases, se le hacía tan tedioso escuchar parlotear casi todos los días a sus amargados profesores, además que estos casi siempre le llamaban la atención por quedarse dormido en plena clase, no era su culpa, dormir era una de las mejores cosas que el ser humano podía hacer, o eso pensaba él. Le sacó el envoltorio a una paleta de caramelo para luego meterla a su boca y degustar su dulce sabor.

Una sonrisa divertida se formó en su rostro al divisar a su fiel amigo Ryuguji Ken; el cual al verlo elevó su mano al aire saludándolo, se habían hecho bastante inseparables desde aquella vez que le pateó la cara a un tipo de secundaria que lo mando a llamar con este mismo, un tipo tan genial como lo era Ryuguji no podía estar con unos sujetos tan cobardes que necesitaban atacar en grupo. Ambos chocaron sus puños al estar cerca del otro, comenzando a caminar en dirección a una tienda de dulces caseros que hace poco Mikey había descubierto y no dejaría pasar la oportunidad de clavarles el diente, el del tatuaje no tuvo más opción que seguirlo en su pequeña aventura, aunque también le causaba un poco de curiosidad. Comenzaron una charla de varias tonterías por mientras llegaban a sus destinos.

Hasta que la atención del rubio más bajo fue llamada por los sonidos que se producían al momento de pelear, no se escuchaban tan lejos, Ken también se percató del sonido. Ambos llegaron a un callejón donde uno chicos que por sus apariencias podían asumir que eran de secundaria, estaban tirados en el suelo, debía ser alguien bueno peleando para haberlos derribado a todos, bueno, para Mikey derrotarlos era como pestañear; fácil y rápido. Buscaron con la mirada al causante del estado de derrota de esos tipos, topandose con la figura de una niña de cabellera azabache que a puras penas podía mantenerse en parada, dándole un último golpe en medio de las piernas al que aún se encontraba de pie, cayendo al suelo retorciéndose de dolor por sus partes íntimas lastimadas. A la azabache se le notaba desde lejos lo cansada que estaba por el arduo esfuerzo que hizo para ganar, de manera honrada sin ningún objeto, nada más sus puños y piernas.

El de orbes oscuros similar al color de la noche estaba asombrado. Aquella niña había llamado su atención, lo cual era sumamente difícil ¡debía conocerla más de cerca!. Cuando iba a dar un paso más, notó como dos tipos la atacarían por la espalda como un par de cobardes sin honor, lo que fue suficiente para que tomara el asunto en sus manos ante aquello tan desagradable, si se hacían llamar delincuentes eran una completa vergüenza para ese título.

─¿Piensas lo mismo que yo, Ken-chin? ─miró de reojo a su amigo.

─Sí, es momento de enseñarles que esas cosas no se hacen ─chocó su mano derecha hecha un puño contra su izquierda.

Manjiro retrocedió un par de pasos; los cuales le darían un mayor impulso para proporcionar una patada fenomenal como lo eran las suyas, al estar ya listo corrió velozmente en dirección del tipo, no sin antes dar un brinco para patearlo justamente en el rostro, dejándolo con los ojos en blanco al instante, por su lado Draken le dio tres puñetazos en el estómago al faltante, haciendo que cayera al suelo retorciéndose del dolor.

─¿Qué clase de cobardes atacan por la espalda? No tienen nada de dignidad par de escorias ─los miró por encima del hombro con desagrado, eran tan patéticos. Volteó su mirada a la niña que se encontraba estupefacta ante lo que acaba de presenciar, con algo de orgullo se acercó a la azabache a pasos calmados mientras le daba los últimos chupetones a su paleta que ya casi se acababa, inclino su cuerpo pues la niña estaba tirada en el suelo─. Estuviste muy increíble, pero no lo suficiente, ahora el gran "Mikey" te acaba de salvar, de nada.

Le halagó, pero siempre manteniendo su tonito arrogante, esperando un agradecimiento de su parte... nada, puro silencio sepulcral, algo desesperado acercó su rostro al de ella provocandole un pequeño sobresalto por la repentina cercanía. Aún así ella no apartaba su azulada mirada llena de brillo ─similar a un cielo nocturno dónde las estrellas parpadean con fulgor─.

En su mente debatía dos cosas, uno: su orgullo le decía que no necesitaba de su ayudada y mucho menos se la había pedido, que perfectamente se las pudo arreglar sola y podía marcharse por donde vino, dos: tanto su corazón como la razón querían agradecerle por haberle ayudado sin conocerla, que le pareció tan increíble como de un solo golpe dejo tirado en el suelo al tipo ese, lo quería conocer más. Estaba decidido, haría la segunda opción sin duda alguna.

─¿Puedes hablar? ¿O solo me estarás observando? se que soy guapísimo, eso no se puede negar ─sonrió ampliamente, paseando su mano por su cabello como si de una estrella de cine se tratara, a lo que sus oídos fueron endulzados por la suave risita de la niña que al mismo tiempo soltó un quejido al sentir un malestar en costilla por el esfuerzo que hizo al reírse.

─No creó que se pueda parar ─se unió a la escena el rubio más alto, recibiendo una negación por parte de la niña, aunque tuviera que arrastrarse por el suelo de una manera u otra debía llegar a su casa, sus abuelos seguramente estarían rezándole a todos los santos del cielo porque se encontrara bien.

Iba a abrir su boca para agradecerles y que ya no necesitaba de sus ayudas, pero fue interrumpida antes de hablar.

─¡Tengo una idea! ─con su repentino subidón de voz, llamo la atención de ambos niños─. Ken-chin, cargarla, la lleváramos a mí casa ─expresó con normalidad; aveces no media bien el peso de sus palabras, provocando que el recién nombrado abriera sus ojos ampliamente al igual que la azabache.

─¡¿Qué yo que?! Ni loco, no soy una mula de carga que puedes obligar a llevar lo que se te plazca, además que no podemos llevarla así como así, sus padres seguramente estarán preocupados al no tenerla en casa tan tarde. ¡Mucho menos sabemos su nombre o si quiere ir con nosotros!
─Draken tenía mucha razón, aún no sabían nada sobre la fémina que tenían al frente, por su uniforme de hacía la idea que era de la misma escuela que su amigo bajito, aún así no veía indicios de que se conocían.

Manjiro llevo su mano a su mentón pensando, la mejor opción era preguntarle su dirección y dejarla ahí mismo.

─S-Sasaki Amaya ─articuló por primera vez una palabra la pelinegra con un poco de dificultad, su garganta dolía un poco y estaba seca, captando al instante la atención de ambos rubios─, les agradezco mucho su ayuda, si no fuera por ustedes ahora mismo estaría más hecha picadillo de lo que estoy. Estoy en deuda con ustedes ─intentó hacer una reverencia para demostrar lo agradecida que estaba, no obstante, el Sano la detuvo.

─No hace falta esas formalidades, Ya-chin ─le sonrió amablemente restándole importancia. Desconcertó por un momento a Amaya por aquel apodo que uso para referirse a ella─. Dinos ¿Prefieres que te llevemos a tu casa o a la mía? Necesitas curar esas heridas para que dejes de verte como te hubiera pisoteado unos caballos, mí abuelo tiene un kit de primeros auxilios los cuales te serían de mucha ayuda en este momento.

Amaya pensó por un momento aquella propuesta, la segunda opción era la que más llamaba su atención, podría ser la manera más eficaz de curar sus heridas ya que no quería que sus abuelos la miraran en aquel estado tan lastimoso, no quería ver sus expresiones de preocupación, no después de haber pasado medio año entre sonrisas y paz, además que podría conocer más a fondo a el dúo de rubios.

─¿Tienes un teléfono en tu casa?
─cuestionó a lo que recibió un asentamiento de cabeza por parte del Sano─. Bien, iré con ustedes.

─Has tomando la mejor desición de todas ─con su dedo índice le señaló a Draken que debía agacharse para poder colocar a la ojiazul en su espalda, este mismo suspiro resignado ante tanta insistencia, cuando Manjiro quería algo, lo conseguía.

─No hace falta esto, enserio ─intervinó Amaya en la espalda del chico de tatuaje, sentía que se estaba aprovechando demasiado de su amabilidad, pero su cuerpo estaba demasiado adolorido para caminar decentemente y seguirles el paso, de verdad que sentía mucha impotencia por no poder hacerlo por si misma.

─Tranquila, eso hacen lo amigos.

─¿Ami...gos? ¿Somos amigos? ─Mikey soltó un simple "sí" en respuesta a su pregunta. No vamos a mentir, estaba súper sorprendida y emocionada, no esperaba que tan rápido la considerarán como una amiga, no pudo aguantar más el nudo formando en su garganta explotando en un llanto empañando sus ojos de saladas lágrimas, no lloraba de dolor o tristeza, sino que de alegría.

─Pero no tienes que llorar ─habló Draken con una gota de sudor bajando por su frente al percatarse de los sollozos de la azabache, además de como unas cuantas empapaban su espalda, provocando una gran carcajada al más pequeño en estatura del grupo.

─Sumimasen ─llevó su brazo en dirección a sus ojos para secarlos con la manga de su camisa, succionando los mocos de su nariz para que no cayeran sobre el rubio que la cargaba.

Tal vez no era tan fuerte como deseaba, pero pudo por lo menos ser capaz de mantener a salvo a sus dos preciadas amigas de salir perjudicadas de aquella situación, tal vez había sufrido una derrota que la dejo hecha polvo, pero podría aprender de ella, ya que los logros son satisfactorios hasta cierto punto, sin embargo no lo suficientemente buenos para dejarnos una lección de vida, en esa derrota fue capaz de conocer a dos personas que a pesar de sus apariencias tenían un buen corazón y ahora eran sus amigos.

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MEMES TIME

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❪ଽ ୭̥ 𝐝𝐚𝐧𝐢'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞 ҩ°❫

;; ¡holis mis bellas personitas! nuevo cap en el cual vemos cómo mikey se interesa por amaya, que emoción¡!. a partir de aquí se darán cuenta del como es la relación que llevan y lo importantes que son para el otro <3.

;; gif qlero del principio hecho
por mi 🏃🏻‍♀️.

;; ¡muchas gracias por los
100 votos!. se los agradezco
de corazón, este fic está recibiendo
mucho apoyo, lloro de alegría♡.

;; que tengan un lindo
día/tarde/noche. tomen agua
y cuídense.

Sayōnara 🦋🌾.