⸻ OO5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

• • •







━━ ★ , ,,,
una cabaña para mí y un mocoso molesto.

──────────── ✦

;; NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR. NO LECTORES FANTASMAS.

CAPÍTULO 05.
;;

• • •








Aunque en realidad, sí me habían avisado sobre ello.

Es decir, en pocas palabras, sí que tenía bastante información sobre mi ojetivo. Sabía quién era su padre, sabía que era un niño del mar, que podía controlar el agua y algunas cosas parecidas... Pero y aunque mi madre Caos me comentó algo por encima sobre los caballos, más bien pensaba que me estaba tomando el pelo.

Pero verlo ahora mismo en vivo, dios... Era raro y fascinante al mismo tiempo.

Siempre me había sentido atraído hacia este tipo de cosas, todo aquello que me demostrase ser genuinamente interesante, pero me recordé cerrar la boca mientras el chico del mar se reía a pecho abierto. Aunque estaba sonrojado; me pregunté sí esto sería algo a lo que debía acostumbrarme.

―No te rías, acabo de llegar. Estas cosas me sorprenden, obviamente ―dije, mientras el otro finalmente parecía recomponerse.

―Lo... Lo siento, en serio. Pero es que tenías una cara realmente graciosa. ―Tuve que contenerme todo lo posible para mantener ese rostro fingido de inocentón.

―Bueno, ¿pero es así? ¿Entiendes a los caballos?

El chico de cabellos oscuros asintió, para seguir acariciando el morro del caballo del tal "Zaryon", como lo llamó anteriormente y volvió a conectar su mirada verdosa con la mía.

―Desde que... acepté quién era, bueno, estas cosas me pasan continuamente. Pero creeme, es bastante divertido hablar con ellos. Este se llama Zaryon y lo trajeron aquí hace un par de días. Es... muy reservado y no suele tener mucho contacto con los demás.

Señaló hacia su espalda y pude observar un montón de pegasos y caballos comiendo heno y ser muchos más cercanos entre ellos. Por alguna razón sentí la intensa mirada de este pegaso, Zaryon, con sus profundos ojos rojos y me sentí incómodo.

―¿Todos ellos tienen jinetes? ―pregunté, mientras Zaryon se alejaba del chico del mar para acercarse a mí.

Sus crines oscuras encontraron mis dedos de inmediato y traté de ocultar la sonrisa que me nacía; odiaba esta sensación de comodidad que solía experimentar todo el tiempo cerca de animales. ¿Y encima un pegaso? Estas bellezas podían volar, y nunca había estado tan cerca de uno.

―Algunos..., Quirón suele decir que formar un vínculo con ellos es un regalo. Yo tengo uno, y creo... que este podría ser el tuyo, Cronos. Parece que le gustas ―comentó el chico, y me di cuenta de lo que estaba diciendo.

De pronto la idea de acariciar aquel animal, me quemó por dentro. Alejé la mano de inmediato de solo pensar en qué si mi madre se daba cuenta de esto, sí ponía las manos encima de este precioso animal... No me lo perdonaría. Aparté su morro cuándo intentó volver a tomar cercanía conmigo, pero no parecía entender... Por lo que me decidí a dejarselo claro con palabras.

―Pues yo no estoy interesado en él.

Mi objetivo al instante agarró sus crines negras y lo echó hacia atrás al verme tan reacio. Su rostro se vio decepcionado, pero pronto se reemplazó por una sonrisa cuándo señaló hacia su derecha; cerca de un enorme lago en donde se podían distinguir varias canoas y cosas por el estilo. Alcé una de mis cejas, sin entender qué buscaba sí ya lo habíamos visto.

―¿Quieres dar una vuelta en canoa?

Sin embargo, no pude dar mi respuesta en ningún momento porque una especie de trompeta resonó por todo lo alto. Su sonido era estridente, y resultaba descolocado para mí. El hijo del mar mantuvo su sonrisa a pesar de que sus planes se habían visto interrumpidos, aparentemente. Pronto me explicó de lo que iba aquella cosa.

―Nos llaman para comer. Por supuesto, es opcional pero normalmente, vamos todos. ―Dio un golpecito a Zaryon, que decidió acostarse en el suelo y después la colocó sobre su cadera―. ¿Tienes hambre, Cronos?

No obstante, ahora mismo, la idea de encontrarme, de ser noticia, de llamar a todos en aquel comedor no me llamaba demasiado. Entonces el chico comenzó a caminar hacia aquella cabaña que vimos antes, enorme, sin esperar por mi respuesta. Lo detuve a medio camino, todavía sosteniendo mi mochila.

―Espera, yo... No quiero cargar con esto todo el día, ¿sabes?

Frunció las cejas, como cayendo en qué era obvio y de nuevo, sobrepasando mis límites de contacto, me agarró de la muñeca izquierda. Me arrastró a pesar de que yo no era participe del contacto y a pesar de que lo único que quería era alejarme de su lado. También se me pasó por la cabeza la facilidad que era tenerlo así, de esta forma tan desprevenida, y lo sencillo que sería quitarmelo de encima.

Pero de nuevo, solo lo dejé pasar.

Me llevó corriendo por esos sitios, a pesar de jóvenes campistas que pasaban por mi lado y se me quedaban mirando más que por mucho interés, hasta llegar a la cabaña del dios Hermes, de la mensajería o alguna tontería de esas. Ahí se suponía, que por explicaciones superficiales de este chico, que debía quedarme a dormir. Pero, pensé en lo lejos que estaría del chico y antes de entrar, me detuve en seco. A la fuerza nos hice detenernos.

―Yo... Lo siento, pero... Creo que es demasiado. La idea de dormir con todas esas personas que no conozco y... No podría... ―Iba a soltar una loca idea de último momento que tampoco era que me hiciera demasiada ilusión―, ¿no podría dormir en tu cabaña o algo así?

Se detuvo para mirarme con las cejas fruncidas y los hombros caídos. Pareció estar sopesando algo, algo que seguramente tenía que ver con alguna experiencia pasada y... Mordió uno de sus labios, de repente con un semblante triste y decaído.

―Yo... Cuando era niño, pensaba lo mismo que tú. ¿Por qué quedarse en una cabaña repleta cuándo habían muchas otras más vacías? Pero, pero no te preocupes. Ahora mismo la cabaña de Hermes está bastante más vacía que en otros años, y...

Lo interrumpí a medias, porque al estar lejos de mi enemigo, sus secretos serían muchísimo más difíciles de encontrar. No podía permitirme recibir un "no" por respuesta.

―De verdad, no... no quiero. No puedo. No molesto demasiado, prometo que ni me notarás, yo... ―Agarré una de sus manos, intentando poner una voz sumamente suave y además, me di el lujo de pronunciar su nombre por primera vez―, por favor, Percy.

Decir su nombre en voz alta fue sumamente extraño, normalmente siempre me guardaba el lujo de pronunciar sus nombres hasta el día de su muerte. Ya que, normalmente, era uno de los sicarios principales de mi madre. Mis misiones personales no me mandaban mucho tiempo lejos de casa, unos días y era volver a mi rutina allí dentro. Pero cerca de este tipo, parecía de alguna manera que tenía obligatoriamente que olvidar todo lo que estaba acostumbrado a hacer.

Su expresión se descompuso de repente, como si le hubiera traído malos recuerdos. Sin embargo, sacudió su cabeza y sosteniéndome de la mano con fuerza, asintió muy a mi pesar.

No creía que iba a funcionar tan deprisa, de verdad.

Después agarró mi mochila, sin pedirme permiso y se la puso al hombro. Ni siquiera preguntó por lo pesada que se veía, y yo me alerté porque de nuevo, allí tenía algunas de mis cosas más preciadas: mi máscara, el libro y algunas armas. Pero la mayor parte de ellas las mantenía ocultas en mi sombra, una de las mejores capacidades que heredé de mi tía Nyx.

Digamos que se mantienen en un plano intermedio de ambos mundos, nadie puede acceder a ellas salvo yo mismo.

El caso, que tenerla lejos de mí no estaba en mis planes. De todas maneras el chico volvió a enseñarme esa sonrisa de oreja a oreja y, quise que la tierra se lo tragase. Mi madre.

Apelé a su corazón de héroe a que no investigase dentro de mis pertenencias, porque si no, toda la misión se iría al traste. Y mi madre me odiaría todavía más, sobre todo Gea.

―Está bien, espérame dentro del comedor. Busca mi mesa, la de detalles azules que ahora mismo vuelvo. ―Y sin más salió pitando de allí.

Lo vi marcharse y atravesar más muchedumbres adolescentes y entonces, escuché una voz inconfundible detrás de mi espalda. Me prometí no reaccionar, pero mis hombros se relajaron al sentirme un poco más cercano a mi hogar, que tan lejos estaba ahora mismo.

―¡Oye, chico nuevo! ―Era Cálix, a quien se suponía que no conocía―. Es la hora de comer, sígueme. Probablemente el despistado del chico pez no te lo haya enseñado.

Pero claramente ya lo había hecho, aunque me sentí un poco mejor al tener compañía.

Ahora Cálix vestía una horrible camisa naranja, que en su pecho lucía el nombre de este lugar. Su cabello estaba desaliñado, pero ese color entre blanquecino y oscuro le hacía quedar muy bien. Di una mirada a mi alrededor en busca de Brielle, a quien se suponía que tampoco conocía, pero no había rastro de ella. Entonces mi amigo, casi sin mover los labios, me susurró:

―Está con sus hermanos, hijos de Hécate. Ya la verás dentro.

Decidí no darle muchas vueltas y cuándo ambos caminábamos con una clara distancia y con miles de ojos sobre nosotros, otra voz nos detuvo. Sentí que la sangre se me congelaba de pronto.

―¡Eh, chico nuevo!

No la reconocía, pero al darme la vuelta, me encontré con unos profundos ojos negros devolverme la mirada. Era el chico de antes; de piel oliva, de cabello negro y que traía consigo un ambiente apagado. Sus ropas eran del mismo estilo que su aura, pero acariciaba un anillo con forma de calavera con bastante aprensión.

―¿Sí? ―Sus ojos me escrudiñaron de pies a cabeza.

Traté de no ponerle mala cara, a pesar de que claramente me estaba analizando. Su mirada después siguió a mi amigo, y colocando una de sus manos en su cadera, se dirigió específicamente a mí.

―Parece que acabas de conocer a Cálix, te aviso que no pierde oportunidad en ningún momento de hacerse amigos. ―Extendió una de sus manos, todavía pareciendo inseguro y yo alcé una de mis cejas, acariciandome un hombro, intentando parecer inseguro―. Soy Nicolás Di Angelo, hijo de Hades. Un placer...

Y claramente tenía curiosidad por conocer mi nombre. Estreché su mano sin dar muchos miramientos, mientras le respondía con rapidez: ―Cronos. Cronos Sweeney.

Por supuesto su reacción fue igualita a la del chico del mar. Abrió sus ojos negros con sorpresa y su agarre en mi mano se afianzó por momentos, oportunidad que tomé para separarlas.

―¿Cronos? ¿Te llamas Cronos?

Cálix aprovechó para intervenir, por mala fortuna.

―¡Tu madre debe de odiarte mucho! ―Y por supuesto que lo suelta con segundas intenciones.

Aguanté darle un golpe en el brazo a mi amigo, para simplemente soltar una risilla nerviosa. Totalmente fingida, claro, pero sí que estaba incómodo. Más que nada porque no conocía en nada al hijo de Hades, y no sabía, nada me aseguraba si se había dado cuenta de algo extraño en mí.

―Eh, bueno... Supongo que es un placer ―se limitó a decir, para cambiar de tema de conversación―. ¿Qué tal con Percy? Te parecerá un hablador, ¿no?

Negué rápidamente, intentando tomar una postura relajada. De inmediato supe que este chico iba a ser un dolor de muelas y un mocoso molesto.

―Ha sido muy amable conmigo, hasta me permite dormir en su cabaña, así que tengo mucho que agradecerle. ―Eso lo soltaba para ver claramente su reacción.

Por supuesto, no se hizo esperar.

Su boca se abrió un par de veces, como buscando la manera más suave de decirlo, y entonces, dijo exaltado: ―¡¿Qué Percy te deja dormir contigo?!

Me dejó sordo, pero antes de poder decir algo, el chico del mar se acercó corriendo hasta nosotros, interrumpiendo aquel breve momento incómodo entre el tal Nicolás, Cálix y yo.

―¡Cronos, te dije que me esperarás dentro!

Parecía todavía estar de buen humor, lo que me hizo pensar que no había descubierto mis armas ocultas y que no había descubierto mi verdadera identidad. Venía corriendo y con esa molesta sonrisa que no parecía querer borrarse de su rostro.

Por alguna razón, no ser el centro de atención, me ayudó a relajarme.

ELSYY AL HABLA (!)
muchas gracias por vuestro apoyo a esta historia.

sé que dije que iba a cambiar los gráficos, pero preferí subir este antes de cambiar las ediciones, porque es que no me aguantaba. me ha gustado este final, porque así me deja mucho más espacio para el siguiente. por cierto, lo subí hoy domingo así que de alguna forma he cumplido con mis fechas de actualizaciones que mencioné hace bastante.

nos vemos pronto. <3

🪼🪸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro