chapter 16.

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Kim Taehyung no es tan diferente a su padre, él tiene un particular gusto con la comida, no por nada se certificó en gastronomía. Un día con Kim es como un día en el infierno.

D E E P W E B.
...

— Psst, manzanita.

Pequeños susurros escuchaba Jimin cerca de su oído, un quejido bajito salió de sus labios cuando sintió unas grandes manos apretar sus mejillitas con insistencia.

— Manzanita acaramelada. Si sigues durmiendo así entonces vendrá blanca nieves y te comerá. — Volvió a susurrar de manera juguetona mientras le mordía el lóbulo de la oreja.

En cuanto el chiquillo escuchó la coqueta voz y sintió la húmeda boca de el hombre de sus pesadillas se apresuró a levantarse de golpe. Él creyó por un instante que se trataba de Yoongi pero no era así, él estaba muerto.

— ¿Por qué...estoy aquí? ¿Qué ha sucedido? — Le preguntó temeroso y aturdido por el recuerdo de Yoongi.

— Yo te traje, ¡Es como mi visita conyugal a la cárcel! — Se apresuró a responder Kim con cierto entusiasmo, su cabello azabache estaba oculto debajo de una gorra negra.

— ¿Vas a dañarme, cierto?

Jimin tembló ante la presencia del aterrador hombre, le causaba tantos escalofríos que él lo mirara fijamente. Como un platillo, como algo sublime, casi comiéndolo. ¿Por qué tenía esa extraña sensación?

— Oh no, no. Sería muy maleducado de mi parte, ¿No lo crees?

— Sí, sí. — Le contestó el menor con rapidez sacándole una sonora carcajada a Kim.

— Manzanita, deseo probar lo dulce que eres. ¿Me lo permites? Soy caballeroso.

El pequeño rubio lo miró confundido, ¿Acaso le pedía permiso? Ahora no tiene ni una duda de que el tipo está completamente loco, tiene una obsesión con los modales.

— Supongo que yo...no tengo opción. — Expresó Jimin con una expresión asustada, Kim sonrió satisfecho acercándose de manera tortuosa, el suave aliento dulce del menor se mezclaba casi con el del pelinegro.

El caníbal podría haber probado sus deliciosos y tentadores labios si no fuera cruelmente interrumpido por los gritos de Hoseok.

— ¡Kim imbécil! ¡Quiero que me sueltes ahora!

— Este Jung Hoseok es un grosero, le he alimentado y cuidado. No deja de ser un chico sin modales conmigo. — Bufó con frustración el azabache mientras se bajaba de la cama, salió de la habitación directo al sótano.

Jimin sintió su curiosidad picar, ¿Por qué tenía a Hoseok en este lugar? Inseguro de lo que iba a hacer se bajó de la cama también, talló sus ojitos en busca de ver mejor y comenzó a caminar por los pasillos.

— ¡Vete a la mierda, zombie come carne!

El menor se sobresaltó un poco asustado por los gritos de Hoseok, con el corazón latiendo a mil por hora se apresuró a caminar al sitio de donde provenían tales gritos aterradores. Visualizó la puerta del sótano y no dudó en abrirla, sentía la extraña necesidad de salvar a Hoseok aunque él fuera horrible. Fue el que menos lo dañó así que a pasos lentos bajó por las escaleras observando la extraña escena, Kim se encontraba en el regazo de Hoseok mordisqueando sus labios como si fuera algún tipo de comida, casi le devoraba el rostro. Los quejidos de Hoseok se escuchaban apenas audibles, sangre escurría por su barbilla.

— ¡Déjalo! — Titubeó inseguro y aterrado porque probablemente eso era lo más estúpido que había hecho en su vida.

El caníbal se giró tan rápido en cuanto escuchó la voz del chiquillo, también tenía sangre en sus labios. No obstante, eso no le impidió mostrar una seductora sonrisa para Jimin.

— Has decidido bajar. — Habló sonriente pero su tono de voz era de alguna manera ronca y excitante, se bajó del regazo del estudiante poniéndose de pie. — Le mostraba a Jung Hoseok que no puede decir groserías aquí, eso es tan vulgar.

— Púdrete. — Le respondió el estudiante probando su propia sangre al no poder limpiarse, Taehyung le había atado las extremidades.

— Deberías ser más agradecido, Jung Hoseok. Te dí el maravilloso honor de probar uno de mis platillos.

Hoseok esbozó una mueca, casi como una arcada en cuanto Taehyung le recordó lo sucedido.

— Manzanita prohibida, ¿Tienes hambre? ¿Deseas probar alguno de mis exquisitas platillos? — Le preguntó con entusiasmo, el brillo en los ojos de Kim era como el de un niño pidiendo aprobación de su padre, tan raro.

— ¡No! — Se apresuró a responder Hoseok por el rubio cuando notó que el caníbal se acercaba con un bandeja en manos, la misma bandeja que usó para alimentarlo. Jimin jugó con sus manitas siendo víctima del nerviosismo.

El rostro de Kim se deformó en una horrible expresión de enfado, miraba fijamente a Hoseok.

— Eres un maldito asqueroso, ¿De quién me diste carne? ¿De algún muerto tuyo? ¿De tu padre? — Le cuestionó furioso el estudiante, su atención se dirigió a Jimin indicándole con la mirada que se alejara. — No vas a darle nada a Jiminnie.

Taehyung sintió el coraje en sus venas, la mención leve de su padre le hizo tambalear sus cimientos. Aclaró su voz antes de acercarse nuevamente a Hoseok y apretar su quijada con una fuerza descomunal, el chiquillo rubio se encogió de miedo admirando la escena sin saber que hacer exactamente.

— Tú serás mi próximo platillo, Jung Hoseok. Te sacaré el corazón y se la daré especialmente a la manzanita prohibida sólo para verte sufrir desde la tumba.

Kim Taehyung no bromeaba, al menos no ésta vez.

D E E P  W E B.
...

— ¿Quién ha dicho que tú eres el rey entre tantos peones, hermanito?

Los tres hombres observaron el lugar de donde provenía la voz, Seokjin estaba ahí de pie con su jodida sonrisa marcada siendo aterradora.

— Hijo de puta, ¿En dónde está Jimin? — Le exigió saber Yoongi mientras se acercaba a paso rápido hacia la puerta, Seokjin ni siquiera hizo el esfuerzo por huir o defenderse. Dejó que el gran puño de su hermanastro fuera directo a su lastimada nariz, de nuevo estaba sangrando. Era un desastre la nariz quebrada del sátiro, tanta sangre escurriendo por su rostro.

— El chiquillo ha muerto.

Yoongi le miró inexpresivo, sabía perfectamente que estaba mintiendo. En cambio, JongIn apretaba sus puños con furia ante la declaración de Seokjin, sacó su arma con rapidez y probablemente le hubiera disparado al hombre si Min no lo hubiera detenido negándose a que lo hiciera.

— Está mintiendo. — Declaró el mercenario sin despegar la vista de su hermanastro, Seokjin soltó una risa burlona mientras trataba de limpiarse. — Vamos, Jin. ¿Acaso tengo que quebrarte otra pierna?

— ¿Acaso yo tengo que asesinar a alguien que amas de nuevo?

Las pupilas de Yoongi se dilataron con la mención, estaba más que cabreado. Jacob no lo pensó ni un segundo y lo detuvo tomándolo del brazo, Min le dedicó una fría mirada antes de soltarse con brusquedad.

— Dime en donde está Jimin ahora, sabes perfectamente bien que nunca me importó que fuéramos hermanos así que no tendré problema en terminar lo que comencé con tu cráneo.

— ¿En serio te atreverías a hacerlo, hermanito? — Le cuestionó recalcando burlonamente la última palabra.

— ¿No bastó el que te quebrara la cabeza con el bate?

Seokjin rió tontamente y se negó rotundamente a darle la ubicación.

— Estoy seguro de que él ahora está disfrutando mucho atragantarse de pollas como cuando lo hizo con la mía, no te angusties.

El mercenario respiró con dificultad, apretaba su mandíbula con fuerza por el enojo. De un momento a otro sacó el arma de su pantalón y no dudó en dispararle directo en el pecho, Seokjin cayó al suelo jadeando de dolor.

— La siguiente bala va directo a tu cabeza así que dime donde mierda está Jimin.

El pálido tatuado rió desde el suelo adolorido, JongIn observaba todo con seriedad. Jacob miraba inexpresivo la escena, sólo rezaba porque no hubieran órganos salidos o entonces el desayuno que comió saldría.

— ...JongIn, graba esto. Va directo a la maldita red oscura. — Min le ordenó cuando notó a su hermanastro negarse. — ¿Por qué te niegas a decírmelo? ¿Es para joderme o es porque tienes miedo de que te usen como rata de la red? Sabes que de todas formas yo te sacaré los ojos.

JongIn obedeció sacando su teléfono para comenzar a grabar a detalle, Seokjin miró la cámara fijamente y se tensó. Joder, Yoongi no estaba bromeando, el pequeño niño que alguna vez fue su hermano ahora no era nada más que un hombre fuerte con sed de sangre. Seokjin creyó que él era el monstruo pero todo este tiempo sólo fue la sombra del verdadero monstruo, del verdadero terror llamado Min Yoongi.

— No puedes matarme, ¿En serio lo harás? Soy tu hermano, aunque no lo quieras el pasado siempre te va seguir jodiendo. Eres Kim Yoongi, eres mi hermano.

El mercenario se quitó los rizos oscuros que se pegaban a su rostro y rió cínicamente mientras negaba. Jacob podía descifrar lo que seguía, JongIn grababa con una sonrisa en sus labios.

— No te equivoques, nunca fuiste mi hermano. — Le dijo entre roncas risas, Seokjin respiraba difícilmente por la herida. Tenía un horrible hueco en el pecho, incluso sangre le salió de los labios. Si seguía así probablemente se desangraría y terminaría muerto. — Enfoca esto, JongIn.

El falso estudiante obedeció haciendo lo que le ordenó, Min se acercó a Seokjin presionando el hueco de su pecho con su grande bota, los gritos de su hermanastro resonaron por toda la casa.

— Quiero que vean que no me importa un carajo el lazo familiar cuando alguien toca lo que es mío. Este hijo de perra es mi legalmente hermanastro Kim Seokjin. — Expresó elevando su tono de voz a uno más alto, pisó con más fuerza el pecho del pálido que gritaba desgarradoramente. — Y esto es lo que le sucede por ser un maldito traidor de mierda.

Jin miró directo a los ojos de su hermano, Min soltó la arma que tenía en las manos para esta vez sacar una navaja de su saco.

— ¿Yoongi? ¿Qué vas a hacer con eso? — Preguntó Jacob aterrado con la idea de que probablemente le sacaría los órganos.

— Qué mierda te importa.

El castaño tragó saliva y se giró rápidamente para no observar la escena. Yoongi dejó de pisar el pecho de su hermanastro dejándole respirar pero comenzó a acercar la navaja a los ojos del moreno, JongIn observaba todo atónito.

— Y-Yoongi... — Jadeó atemorizado Seokjin, la navaja comenzaba rozarle por los párpados. Gritó cuando sintió el metal incrustarse ligeramente en su cuenca izquierda. — ¡Está bien! ¡E-Está bien! Sé donde está. ¡Joder, por favor!

El mercenario siguió inexpresivo y le quitó la filosa navaja de la cuenca, sangre escurría por el rostro de Seokjin. Instantáneamente el sátiro se llevó las manos a los ojos y jadeó de dolor.

— ¿En dónde está? — Le exigió saber duramente sin despegar su mirada de él, Jacob seguía volteado para no observar nada y JongIn grababa sin poder ocultar su cierta expresión atónita por lo que acababa de ver.

Kim Seokjin suspiró llevándose una mano al pequeño hueco de su pecho, estaba perdiendo mucha sangre.

— Jeon y Kim...lo tienen.

— ¿Qué puta mierda acabas de decir?

...
D E E P  W E B.

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