🜼𓂃࣪˖ ִֶָ 18

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Jungkook tenía con los ojos vendados a Jimin. Ya se había terminado la cabaña y quería que fuese una gran sorpresa para él. Su hermana y Jin fueron los principales cómplices de Jungkook para llevar todas sus cosas a la cabaña ya terminada.

Jimin reía emocionado porque Jeon no le dejó mirar absolutamente nada sobre lo que quería mostrarle, no dejó ni que le ayudara con las compras, ya que su madre, la señora Jeon con el señor Jeon se encargaron de comprar más provisiones para ambos y que vivieran cómodos ahí mismo.

Aunque les faltaban algunas cosas más.

Todos estaban felices por el gran avance de la pareja, nunca creyeron que ellos dos pudieran enamorarse tan rápido, pero eso los beneficia de alguna manera.

Al llegar a la puerta Jeon dejó a Jimin parado esperando a que su novio le quitara la venda de los ojos. Sentía tanta emoción por querer mirar cómo había quedado todo. Su pelinegro pintó y decoró todo, aunque él había echado una pequeña vista.

—Vamos Kookie déjame ver no es como no supiera cómo quedó, yo estuve ahí mirando, tontito. Quítame esto —refunfuñó con un tierno puchero que Jeon besó.

—Tranquilo cariño pronto te lo quitaré, solo espera un poco más ¿Si? —sonrió por lo muy impaciente que es su novio, quería que todo fuera perfecto y que mejor que con unas hermosas rosas rojas para regalarle a su Minnie para la bienvenida de su nuevo hogar— Listo amor ya puedes quitarte la venda —dice ya listo para que su novio mirara todo y a él con las rosas frente la casa.

El menor con mucha curiosidad y emoción rápido quita la venda de sus ojos, en cuando la quito se llevó sus manitas regordetas a su boca sin poder creer lo que miraba. Miró la cabaña con un cartel que decía "Te amo" con Jungkook con el ramo de rosas en sus manos. Sintió aún más acelerado su corazón por el hermoso detalle que su novio tuvo con él.

Como no podría enamorarse de alguien tan lindo y especial como lo era Jungkook, esto era como un sueño hecho realidad, siempre soñó con un príncipe azul, pero Jeon era mucho más que eso. Tomó el hermoso ramo entre sus manos y abrazó al pelinegro escondiendo su rostro en cuello sintiendo su calor.

—Gracias Kookie, es muy hermoso y el detalle de las rosas es... eres increíble amor —Salió de su escondite mirando al pelinegro quien tenía una sonrisa amplia dejando ver sus bonitos dientes de conejo.

La familia Jeon mirará todo desde una distancia prudente mirando a la hermosa pareja, sintiendo que al fin todo salía bien para ellos y para esos dos.

—Hay algo más que quiero darte cariño, pero hay que entrar primero para que veas cómo quedó todo —Tomó su mano adentrándose los dos en la cabaña.

Jimin pudo admirar como estaba todo, si por fuera era muy hermosa por dentro era otra cosa muy distinta. La pared se conservó de madera de tronco con detalles hechos a mano de Jungkook. Miró la pequeña sala blanca con la mesita de madera en medio, camino hasta la cocina la cual es pequeña pero bonita, muy minimalista, muy al estilo de su novio.

Jungkook abrazó por detrás a Jimin dejando un besito en su mejilla mirando la cabaña donde compartirán estas dos semanas que le quedaban. Jimin no pudo sentirse más feliz que nunca con todo esto que le estaba pasando. Tenía un hombre maravilloso con el que quería pasar el resto de su vida, pero el detalle estaba que él solo tenía dos semanas y se iría. Jaemin se casaría con él y Jimin volvería a su vida normal como siempre.

Pero nada más por estas dos semanas no quería pensar en ello y solo disfrutaría de estar con su amado Jeon Jungkook. Ya después se las arreglaría para pedirles disculpas y obtener su perdón por engañarlo.

Aún con ese pensamiento lo atormentaba, él quería ser feliz por una vez en su vida, y Jungkook era su persona correcta, de eso estaba más que seguro.

Para el rubio, la idea que lo perdonará era fácil, sin embargo sabía de antemano que no sería así, que Jeon no lo perdonara, y menos cuando sabe su historia de tras.

—Es muy hermosa Kookie no puedo creer que tú diseñaste todo esto. Eres increíble, eres talentoso muy guapo —Halago el rubio con sus ojitos brillando mirando a su novio.

Jungkook sonrió y sacó de su chaqueta una cajita negra, el rubio miró atento a sus movimientos.

—Esto es un regalo de mí para ti Minnie —Abre la cajita mirando que era el collar que él miró en aquella tienda, ¡Era el collar de bailarín! —Se que lo querías y no lo compraste, agradezco eso ahora porque yo lo hice por ti. Te amo bonito, y quiero que tengas algo especial de mi parte, algo que cuando lo mires te acuerdes de mí.

El rubio soltó un par de lágrimas por la emoción que estaba sintiendo al ver tan lindo regalo, era algo que jamás se esperó de su parte, sentía que no lo merecía, se sentía tan jodido por mentirle aún buen hombre como él. Se volteó insinuando al pelinegro que se colocara, algo que él hizo sin protestar. Se volteó mirando a su novio y sin pensarlo mucho se colgó de su cuello besando sus labios en un dulce y hermoso beso que les quitó el aliento a ambos.

Se separaron mirándose el uno con el otro con cariño.

—Tus cosas ya están en nuestro armario Minnie, tenemos toda la tarde para los dos.

—¿Quieres hacer algo Kookie?, y gracias por el collar está hermoso —achicó sus pestañas muy adorable ante los ojos de Jungkook.

—¿Qué tal si miramos una película?, la que tú quieras, mientras preparo algo rico de botana. Y no fue nada bonito, te amo.

Jimin asintió.

—Me parece bien Kookie —le da un besito— Iré a cargar mi teléfono y después te ayudo con la botana, vuelvo rápido —Jeon asintió y Jimin fue a su habitación la cual era muy hermosa y acogedora.

Tomó su cargador y lo cargo mirando que tenía un sinfín de mensajes de TaeHyung, mordió su labio sentándose en la cama cruzando de pies marcando a su mejor amigo. Quería un consejo de lo que estaba pensando hacer. Además quería su opinión sobre entregarse al pelinegro. Quería hacerlo porque por más que se lo negara y sé reprimiera, soñaba con ser tomado por el mayor, haciéndolo gemir su nombre.

Sus hormonas no ayudaban en nada, se imaginaba muchas cosas que jamás llegó a imaginarse con nadie. Y lo peor es que ya se había tocado pensando en él. No era un santo, no era un inocente chico, él también tenía sus necesidades.

Espero los tres tonos hasta que escucho la voz gruesa de su mejor amigo.

—Tae ¿Estabas dormido?, lo siento

Descuida ¿qué pasa?, ¿por qué me llamas a las dos de la mañana? —bosteza un poco.

—Lo siento es que mire un sin fin de mensajes tuyos ¿Pasó algo malo? ¿estás bien?

Escuchó un suspiro de parte de su amigo.

Pues pasó algo, ¿recuerdas cuando te dije que estaba saliendo con ese chico el que siempre iba a la cafetería?

—Si lo recuerdo ¿qué pasó con él? ¿te hizo algo malo Tae?

Si, hace unos días fui a una cita. Lo lleve a comer donde siempre íbamos, pero todo salió mal porque los estúpidos amigos ricos de Jaebum me insultaron y me denigraron como una basura pobre. Lo peor fue que Jaebum no hizo nada para defenderme, y ahora no para de pedirme perdón y mandarme rosas a cada hora del día. Me dolió demasiado que no me defendiera, es como si yo le diera vergüenza.

Jimin apretó sus puños hasta hacer sus nudillos blancos del enojo.

—No lo puedo creer Tae, es un idiota no debió hacerte eso ¿que le pasa?

Como sea Chim, no pienso perdonarlo. Yo no doy vergüenza ¿O si?

—No TaeTae, tú no das vergüenza, eres la persona más dulce y buena del mundo, jamás creas que das vergüenza. Él es un tonto por no ver lo lindo y buena persona que eres. Pero déja nada más que vuelva le partiré la cara.

Amenazó y escuchó a Tae reír.

Eso sería increíble de ver. No puedo perdonarlo, aunque lo extraño como tonto, yo no quiero que me humille. Igual si le dejo hablar, hablaremos y arreglaremos las cosas. Pero primero me haré de rogar un poco más —Suspiro— Dime ¿cómo vas cómo el guapo de Jeon?

Jimin trago saliva nervioso por lo que daría.

—Lo que pasa Tae es que... estoy enamorado de Jungkook.

¡¿Qué?! Joder Jimin eso es fantástico —canturrea— ¿Y él lo está de ti?

Jimin asintió aun cuando este no lo miró.

—Si, ya no dijimos te amo y te juro Tae que en serio quiero estar con él, a pesar de la mentira yo no quiero desperdiciar la oportunidad de estar con él de una manera especial ¿Sabes?

—O sea que ¿quieres perder tu virginidad con Jeon? Joder chimmy.

—Si quiero hacerlo con él, Tae. Quiero entregarme a él porque te juro que si lo veo una vez más sin camisa no podré resistirme a él. Suena pervertido, lo sé, incluso me desconozco, pero dormir juntos se me hace muy difícil ahora.

Tae suelta una carcajada.

Ok... jamás me espere eso de ti, pero te apoyo y este es mi consejo. Sé que hay una mentira de por medio, pero eso no importa ahorita ok, lo importante es el gran sentimiento que estás sintiendo por Jeon Jungkook y no deberías dejarlo ir. Yo fui quien te aconsejo que le dieras la oportunidad y deberías hacerlo Jimin, arriésgate ámalo y ámense y si quieres dar este paso solo no te detengas. Vamos Chim hazlo, después veremos como arreglamos lo de Jaemin porque estoy seguro de que él no se querrá casar con Jeon, por eso lo intuyo. Y jamás me equivoco con eso.

Jimin sonrió jugando con la cuerda del pantalón.

—También había pensado en eso ¿sabes?, quería hablar con Jaemin sobre este tema, le quiero confesar que me enamore de Jungkook y no puedo permitirle que él se case con él porque no lo permitiré.

Eso me gusta Chim —bosteza— Me tengo que ir tengo sueño, te mandaré mensajes mañana o bueno al rato en unas horas más tarde.

—Está bien, al rato seguimos hablando, tengo que ayudar a mi Kookie a cocinar.

Si te decides hacerlo con Jeon, rasurate bien uno nunca sabe, lávate bien la boca hasta la garganta por si quiere meter su grande lengua hasta tu esófago. Y perfúmate bien para que huelas rico, no dejes que entre en ti sin prepararte antes no quiero que te lastime. Y usa condón para que no se te olvide el gorrito, o se les arruina la fiesta —Soltó una risa.

Jimin tiñó sus mejillas de rojo por los consejos de su mejor amigo, él sabía que Taehyung ya era un experto en esto y tomaría en cuenta sus consejos, pero era algo vergonzoso escucharlo decir eso.

—Lo haré. Te quiero.

Adiós, nos vemos Chim. Me mandas un mensaje por si paso, quiero todos los detalles de cómo te la metió.

—¡Tae! Eres un pervertido. —Chilló Jimin aún rojo

Lo sé, adiós, te amo bye.

Colgó.

Jimin suspiro dejando su móvil en la mesita de noche, miró su lindo collar con un extraño presentimiento en su pecho. Él quería entregarse al pelinegro ya no podía reprimir las ganas que tenía, verlo sin camisa era una gran tentación se había incluso masturbado pensado en él. Jamás sintió esto por nadie y ahora que está enamorado del pelinegro no tenía más dudas. Quería ser de él y para él. Muy decidido salió de la habitación mirando a su novio cocinar algo.

Lo abrazó por la espalda besando su hombro y el pelinegro se giró para mirarlo.

—¿Por qué tardaste tanto nene? —Besa su frente tomando su cintura.

—Hablaba con mi mejor amigo Tae, pero ya estoy aquí —Le sonríe besando sus labios.

—Tenemos toda la tarde para ver películas y comer estas ricas cosas que prepare, mañana iremos al centro comercial para comprar algunas cosas que faltan... —Noto esa intensa mirada de su novio con las mejillas rojas haciéndolo ver lindo —¿por qué me miras así?

Jimin lo abrazó escondiendo su rostro en el pecho del mayor.

—Te amo Jungkook y estoy listo —musita abrazando al mayor.

Jeon lo miró confuso por sus palabras.

—También te amo nene ¿Y estás listo para qué?

El rubio suspira sin mirar aún al pelinegro. Sentía un poco de vergüenza.

—Quiero... —muerde su labio nervioso por lo que dirá —quiero hacerlo contigo Jungkook, estoy listo para entregarme a ti —Sus mejillas se tiñeron de rosa un muy lindo e intenso, sintiendo su cuerpo caliente ante sus palabras.

Jungkook lo separó un poco del abrazo mirando lo algo de confusión.

—¿En serio quieres hacerlo? No hay prisa de ver... —Jimin lo interrumpió.

—Quiero ser tuyo, quiero me tomes que me beses cada parte de mi cuerpo, quiero que seas tú quien me tome.

El pelinegro trago grueso al oír eso, él si quería tomar a su novio y hacerlo suyo, quería ser el primero en tocar su cuerpo y besarle cada rincón de su cuerpo en sus partes más ocultas. Pero era la primera vez del rubio ojos de esmeraldas, no quería ser un bruto y tomarlo como si nada en un momento caliente, cualquiera.

—Es tu primera vez Minnie, no quiero tomarte como si nada —Acaricio su mejilla con delicadeza—  ¿Estás seguro?

—Muy seguro.

Jeon sonríe.

—Esperemos a mañana. Quiero que todo sea especial.

—Está bien Kookie, con tal de estar contigo es más que suficiente  —Volvió a besar sus labios— Estaré listo para ti —Susurro sobre sus labios.

Jeon beso su nariz.

—Y yo para ti.

Ambos se volvieron a fundir en dulce besó que les quitó el aliento. Después de besitos y mimos los dos disfrutaron de su tarde de películas comiendo todo lo que el pelinegro le preparó.

Mientras tanto un pelirrojo venía rápidamente con el corazón hecho bolita, con un gran resentimiento y con las ganas de vengarse ante el engaño.

Las cosas se complicaran rápidamente y todo se iría al carajo.

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