Risas, abrazos, besos, eran los que se daban Jimin y Jungkook al estar en la hermosa isla Maldivas. Visitaron todos los sitios posibles, además que Jimin cada día que pasaba ahí mejoraba. El médico les dijo que el pequeño mejoró mucho y que el estrés disminuyó.

Jeon se sintió demasiado tranquilo al saber que su hijo y su novio estaban mejor. Moría de ganas por tenerlo entre sus brazos y decirle cuando lo amaba. Claro que también moría de ganas de hacer a Jimin su esposo, ya lo tenía todo planeado el pelinegro, le contó a su hermano que en cuanto Jimin diera a luz a su hijo, le pediría matrimonio como se debe.

Esperaba con ansias aquel momento, moría de ganas por ser el esposo de Park Jimin.

Desde el balcón de su gran casa en el mar, miró a Jimin jugar en el agua, había un pequeño tiburón a su alrededor. Su novio parecía no tenerle miedo, además que los guías le dijeron que eran muy inofensivos y que podrían incluso bucear con ellos.

—¡Amor ten cuidado, por favor! —le grita Jungkook a Jimin.

El rubio seguía riendo nadando con el pequeño tiburón hasta que este fue, sonrió como nunca y giró su cabeza para ver al amor de su vida.

—¡Kookie, ven, vamos a nadar un poco, anda ven! —Le hizo un tierno puchero que por supuesto Jeon no se negó.

Salió de la casa bajando las pequeñas escaleras, las cuales eran tapadas por el agua del gran mar. En un santiamén ya tenía a Jimin abrazado mientras se repartían besos en todo su cuello blanquecino.

—¿Dónde está el tiburón amor?

—Se fue hace unos minutos, creo que se fue con su mamá.

Eso sonó demasiado tierno para Jeon.

—Si creo que sí, me sorprendió que no le tuvieras miedo.

—Era pequeño, si fuera gigante hubiera gritado con todas mis fuerzas. O creo que me hubiese comido.

Suelta una carcajada ante imaginar eso.

—Créeme que lo mataría, si él te hubiera comido, lo haría ceviche.

Jimin seguirá quedando cara a cara con Jungkook, no lo pensó mucho y besó sus labios con amor. El pelinegro se sorprendió un poco, pero no tardó en corresponderle, estaban ellos en su burbuja de amor dónde nadie pudiera hacerles daño.

Eso era lo único que querían ambos.

—Vamos a preparar la comida amor, ya es un poco tarde y el sol está a punto de meterse.

La verdad se la habían pasado todo el día relajándose en el bello lugar, tanto que no se dieron cuenta de que estaba oscureciendo.

—Muy bien, ¿Quieres algo en especial Kookie?

—Mmm... la verdad no nene, sorpréndeme.

—Muy bien vamos amor, te haré una cena rica.

—Te ayudaré no quiero que te sobreesfuerces.

Le dio un pequeño piquito en sus labios y entrelazaron sus manos para salir del agua. Al salir fueron a darse una ducha y salir con sus pijamas para poder hacer la cena.

Como toda una pareja que se aman.

Jaemin picaba su comida mientras su padre hablaba con su hermano sobre negocios, era su tema de siempre entre ellos. Estaban la cena familiar que tanto habían esperado ambos.

Hoy Jaemin le diría a su padre sobre su embarazo, el cual ya se le notaba demasiado, y otra que Yoongi le daría una gran noticia a su padre, además de la Jaemin.

Hoy será una cena de noticias buenas.

—¿Y bien díganme cuáles son las grandes noticias que me tienen ambos? Espero que no sea nada malo porque terminarían con mi vida ahora mismo —ríe el señor Min ante lo que dijo.

Yoongi ríe negando con la cabeza, entrelaza su mano con la de su esposo Hoseok esperando la manera más sutil de decirle al señor Min que querían adoptar.

—Papá, bueno, siempre has querido lo mejor para mí desde hace ya un tiempo, me criaste para bien y no sabes lo mucho que te lo agradezco. Me casaste con un buen hombre al que amo con todas mis fuerzas y soy completamente feliz. —empieza a decir y su esposo tiñe sus mejillas de rojo— Hoy oficialmente te doy la noticia de que Hoseok y yo tomamos la decisión de adoptar un hijo. Lo hemos pensado mucho desde que llegó mi esposo de trabajo en los orfanatos. Ambos nos enamoramos de una hermosa niña, ella es de Japón y queremos darle un hogar.

El señor Min sonrió ante tal noticia, su hijo mayor al fin formaría su familia, eso le hizo levantarse de su lugar para abrazar a Hoseok y su hijo.

—Me alegro por los dos, saben que cuentan con mi apoyo para lo que necesiten. Ya quiero conocer a mi futura nieta.

—Gracias, papá. Muy pronto la conocerás, la vas adorar.

—Estoy seguro que si hijo.

Jaemin desde su lugar miraba tan feliz a su padre, esperaba que con él reaccionara de la misma manera. Sehun tomó su mano entrelazando con la del, ambos se miraron con amor y con esa fortaleza para decir lo que tenía que decir.

—Papá —le llama, su padre le mira.

—¿Si hijo?

—Hay algo que tengo que decirte también, más bien los dos —mira a su prometido, quien no tarda en ponerse de pie junto a Jaemin.

—¿Pasa algo malo?

—No padre es algo más.

Muerde su labio demasiado asustado, pero tenía que decirlo.

—Te escucho.

—Bueno papá, sabes que desde niño siempre fui muy rebelde —empieza a decir. —Nunca fui alguien como Yoongi y siempre pensé que lo querías más que a mí, tenía mis razones para creerlo hasta que comencé a crecer y darme cuenta de que yo era el exagerado. Yo... estaba pasando por la situación más complicada y casi no estabas para mí en ese tiempo.

El señor Min recordó lo mucho que ignoro a Jaemin durante su crecimiento, fue porque también buscaba a Jimin, su gemelo, dejó de lado a su hijo quien necesitaba de él y ahora lo lamentaba mucho, tal vez por el su hijo era tan rebelde y desobediente, solo para llamar su atención.

—Jamás fui buen hijo y todo eso lo he reprimido con fiestas, hombres y viajes —Sehun le dio un gran apretón de manos a Jaemin por lo de los hombres, el menor solo ríe.— A lo que voy a todo esto es que tú querías casarme con alguien que yo no conocía y por coincidencia de la vida me topé con mi gemelo, pero yo ya tenía alguien especial en mi vida y es Oh Sehun.

Todos estaban atentos a lo que decía el menor, el Señor Min temía lo que pudiera decir, pero el ver sus manos entrelazadas y ese anillo de compromiso le hizo entender que su pequeño Jaemin había encontrado su felicidad.

—Papá, hermano... Yo estoy esperando un bebé, sorpresa. —musito lo último con voz aguda.

El señor Min abre sus ojos de par en par totalmente shock por lo que su hijo acaba de decir. Sehun beso su dorso mirando al hombre frente a él, quien los miraba incrédulo.

—Señor Min, yo quiero que sepa que bueno no lo planeamos y que nada de esto fue esperado, pero yo amo a su hijo con mi alma y créeme que si nos da su bendición lo haré mi esposo en cuanto nuestro hijo nazca.

Jaemin sentía sus piernas flaquear y las inmensas ganas de vomitar. Su padre parecía demasiado sorprendido por sus palabras de aquellos dos jóvenes. Suspiro pesado, tres noticias sobre que será abuelo era algo difícil de procesar, pero aquí engañada, estaba feliz.

Se acercó a su hijo y Jaemin se quedó estático en su lugar mirando a su padre, creyó que lo golpearía o algo parecido, pero fue su total sorpresa cuando fue abrazado por su progenitor.

—Felicidades, hijo, claro que no estoy molesto o enojado, te amo eres mi hijo, jamás me sentiría decepcionado de ti Jaemin —el pelinegro abrazo con fuerza a su hijo dándole un dulce beso en su frente.— Tendré tres nietos tan rápidamente, no lo puedo creer.

—Si mi hermano también espera uno, qué coincidencia verdad.

—Y una bendición también. Me alegro por ti hijo y Oh Sehun —este lo miro— Cuida de mi Jaemin, les doy mi bendición a los dos.

—Gracias papá.

—Señor Min, cuidaré a Jaemin y mi hijo con mi vida, gracias por su aprobación.

Tomó la mano de su prometido dejándole un beso en su mejilla, haciendo reír a Jaemin.

—Y bien esto es una celebración, hay que celebrar, ¡Esther!, trae el mejor champagne y jugo para brindar! —le hablo a una de las mujeres del servicio.

Todos ríen ante el entusiasmo del Señor Min, estaba su familia completa, aunque les faltará resolver cierto asunto con cierto rubio. Pero le daría tiempo y cuando quiera venir a saber la verdad, aquí estará su familia orgullosa de tenerlo con ellos.

La pequeña Piper estaba llorando sin parar golpeando la puerta de su habitación pidiendo con súplica que la dejaran salir. Desde hace ya dos días que su madre la encerró en su habitación cuando no quiso comer sus verduras.

Solo le traía agua con sopas instantáneas, era todo lo que la pequeña comía. Estaba demasiada mareada en su habitación, le dolía su pancita y su falta de sueño debido a sus ojitos hinchados por tanto lloraba y pedía por su nana.

Una niña no tenía esperanzas de vivir con su madre, ella era cruel y la niña a pesar de eso aún la quería, no tenía a nadie más.

—Mamá... déjame salir por favor. —suplico golpeando la puerta— ¡mamá... seré buena, mamá!

Mientras tanto, Ashia se acostaba con su amante en su recámara escuchando los golpes en la puerta de su hija, le daba absolutamente igual oírla, no quería saber de ella, y se moría de una vez mejor para ella. Una mujer cruel y horrible.

Mientras tanto, cierto apuesto chico traía un ramo de flores para su ex trabajador, quien no sabía nada de él después del accidente. Esperaba que su sobrino le permitiera verlo por lo menos unos minutos. Entró al lujoso hotel mirando a las personas alrededor, se dirigió a la recepción para saber la habitación de Jeon Jungkook.

—Hola, buenas tardes, ¿sabe cuál es el apartamento del Joven Jeon Jungkook?

El hombre lo mira.

—Si viene a ver al joven Jeon le digo que no está, se fue de vacaciones con su novio, el Joven Park Jimin.

—Oh ¿Cuándo volverán?

—No sé específicamente eso, pero igual aquí no se quedarán. Al parecer los familiares del joven Jeon sacaron sus cosas de su apartamento, tal parece que se mudarán cuando lleguen de sus vacaciones.

Le informa, Jisoo queda un poco sorprendido por aquello, pero bueno, ya daría con la nueva dirección de Jimin.

—Muchas gracias, señor.

—Para servirle.

Hace una reverencia y suspira para luego retirarse o eso iba a hacer, pero sus ojos miraron a cierta mujer quien venía bien acompañada de un tipo, el cual él conocía muy bien. Rápidamente la siguió a escondidas sin perderle la vista.

Se escondió atrás de la pared que daba con la salida, la miró hablar con aquel sujeto y le entregó algunos papeles, los cuales ella tomó sonriente. ¿Qué hacía ella aquí? Y más bien ¿Por qué vive en el mismo lugar que Jungkook? Ahora entendía un poco la mudanza.

Se fue acercando a ellos sin ser visto o sospechoso, se acercó lo suficiente para oír su conversación.

—¿Entonces con esto puedo hacer que Jeon Jungkook se trague el cuento que la niña que tengo es de él?

Jisoo frunció el ceño al escuchar sus palabras.

—Si, ahí tiene todo, incluso la prueba de ADN para que crea que es su hija.

—Muy bien, con esto esperaré a que Jungkook regrese de sus vacaciones, iré mañana mismo con el abogado para que trámite una demanda de abandono contra Jeon Jungkook, por abandonar a su hija y "fingir" que no sabía nada sobre ella.

—Exactamente, señorita Kim Ashia. Además está el escrito de Jeon ahí confirmando que él sabía sobre la niña, pero nunca la reclamó como suya, tiene todas las de ganar, pero mejor espere un poco en lo que consigue su abogado, todo a su tiempo, señora.

La castaña solo asintió

Jisoo no podía creer lo que escuchaba, la maldita no tuvo suficiente con arruinar su vida, sino que también le quería joder otra vez la vida de su sobrino. Negó con la cabeza pensando cómo impedir aquello, lo único que se le ocurrió fue sacar su móvil para tomarles fotos, lo metió de vuelta y se fue de ahí para ir a su ex casa a decirle a su hermano lo que pasaba.

—Ojalá me escuchen porque si no, Jimin sufrirá con esto y mi sobrino también.

Dejó en un basurero las flores y tomó un taxi, esperaba que todo saliera bien.

Cambie lo de Hobi. Espero que les guste esta versión mejor.