Capítulo 9

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"Olvídate de mi. Tengo una mala idea.
Sí, te llamo para adormecer el dolor.
Tengo una mala idea. Olvídalo, sí, olvídate de él, sí. Olvídate de mi. "

Ariana Grande

Taehyung se sentó en el jardín de la mansión de la familia Jung y suspiró sintiendo el sol invernal calentar todo su cuerpo. Los caballos corrían libres por los terrenos de la familia y eran esos instantes los que llenaban su vida de paz, su único escape a la enfermedad se situaba ahí, en el lugar dónde lograba encontrar todo aquello que le gustaba.

—¿Cuándo has llegado? - la voz curiosa de Yoongi lo distrajo, sin embargo Taehyung no abrió los ojos para mirarlo. Se mantuvo con la cabeza echada hacia atrás notando en la claridad de sus párpados el sol.

—Te he visto cabalgando - Yoongi se sentó a su lado, aunque siempre tenían la sensación de ser totalmente diferentes, habían aprendido a apreciarse y a llevarse bien. En ocasiones se encontraban compartiendo esas charlas sin motivo aparente, solo porque sí - ¿Qué tal te va todo con Jungkook? ¿Se está portando bien contigo?

Tae sonrió levemente y finalmente abrió los ojos para mirar a Yoongi. No sabría que decir, Kook no estaba siendo ni malo ni bueno, solo estaba siendo como le advirtió que sería. Ese chico estaba repleto de preocupaciones por lo que era razonable que no quisiese añadir más cosas a su lista de tareas. Taehyung podría vivir bien por sí mismo, no necesitaba la ayuda de nadie incluso si los demás creían que sí. Estaba preparado para enfrentar los problemas que se le presentasen, aunque levemente asustado ante los lugares desconocidos y cambios que podrían presentarse.

—Bueno, Jungkook está siendo Jungkook. Siento que está excesivamente estresado y eso lo hace volverse menos paciente de lo que ya lo es generalmente. De todas formas va mejor de lo que pensaba.

Yoongi sonrió y pasó su brazo sobre los hombros de Taehyung, en ocasiones se sentía mal por este. Había estado presente durante las semanas en las que Tae se mostró depresivo cuando Jungkook se fue sin despedirse hace dos años. A pesar de que su hermano nunca lo admitiría, habían sido buenos amigos y mientras Baekhyun no estaba todavía en Seúl por estudios, Taehyung lo pasó realmente mal encontrándose a sí mismo sólo de nuevo. Habían sido meses duros en los que comprendió que pocas personas podrían amar a su hermano como Jung Taehyung lo hacía. Él realmente era más de lo que Kook merecía. Ese pequeño idiota estaba expulsando de su vida de forma continuada a una persona que había mostrado varias veces un amor incondicional y sincero.

Taehyung no quería tener una relación basada en la superficialidad, por raro que sonase era un muchacho honesto que buscaba una pareja estable que le demostrara cariño, en ese aspecto se parecía a su hermano Hoseok. Ambos soñando con un futuro donde el amor y la felicidad familiar pudiesen contrarrestar cualquier síntoma de estrés.

—No se lo tengas en cuenta, no es alguien a quien se le den bien los sentimientos y en parte es por mi culpa. Me he pasado la vida diciéndole que tiene que ser fuerte para sobrevivir. Ni siquiera me sorprende que no quiera mi dinero para pagar la matrícula de la universidad. Le dije durante mucho tiempo que solo nos teníamos a nosotros mismos y no podíamos confiar en nadie. - Yoongi suspiró - Él… Siempre ha tenido que cuidar de mi incluso cuando yo soy su hermano mayor. Su estrés y poca paciencia vienen siendo parte de él desde que empezó a trabajar. Con quince años estudiaba y se encargaba de poner gasolina durante el turno de tarde en una gasolinera, después llegaba a casa y estudiaba en lugar de descansar. Nunca se relaja, todo lo que desequilibra un poco su balanza lo vuelve loco. Tiene que tener todo controlado.

—Es triste - Taehyung realmente sentía que en el interior de Jungkook había demasiadas cosas aglomeradas. - Sé que él cree que está bien pero dudo que aguante mucho tiempo más así. Voy a ayudarle a relajarse.

Yoongi sonrió incrédulo y le dio varias palmadas en la espalda a Taehyung. Los caballos corrían libremente cuando en la distancia el coche de Hoseok se pudo percibir por el camino que llevaba hasta la mansión.

—Suerte con eso, si lo consigues quizás Jungkook caiga por ti de una vez por todas. Si quieres un consejo… No te hagas pequeño a su lado. Mi hermano tiende a desahogarse con aquellos que no responden a su mal humor. Si te insulta devuelve el insulto sin hacerle sentir que está contra las cuerdas, simplemente hazle entender que no eres un problema más y no tiene que pagar su estrés contigo.

Yoongi se levantó y llevó las manos a los bolsillos.

—¿Vas a quedarte a comer? A Hoseok le gustará verte de nuevo en casa, echa de menos a su hermano pequeño.

Taehyung asintió con una sonrisa.

—Le pondré de comer a los caballos y los moveré hacia los establos grandes antes, si vuelve a llover como ayer necesitarán un lugar cálido y seguro. Después de eso comeré con vosotros.

Yugyeom se acercó a Jungkook con una sonrisa mientras sostenía un papel en la mano. Su amigo parecía tramar algo y eso descolocó a Kook por un segundo.

—El jefe está enamorado de tu chico - dijo mientras sostenía la sonrisa.

—¿A qué te refieres con mi chico? - generalmente Yugyeom era una cápsula de tranquilidad para su vida. Un amigo con el que podía hablar durante horas sin sentir que su tiempo se agotaba.

—A Taehyung, me ha dado esto para él. Al parecer ha pasado por aquí esta mañana, está interesado en bailar y el jefe parece más que interesado. ¿Cómo lo ha llamado? - Yugyeom frunció el ceño tratando de recordar - Belleza fina. Probablemente le gusta que sea un chico rico, dijo que atraerá a las mujeres con su estilo. Ya sabes, lleva el cabello levemente largo y usa ropa que generalmente no se ve por aquí. Las chicas sin duda mostrarán interés, no tiene pinta de chico malo, más bien todo lo contrario.

Jungkook se encogió de hombros, le gustaría decir que no le importaba pero de hecho se sentía decepcionado con Taehyung y levemente enfadado. Le había explicado que ese escenario le servía de terapia, sin embargo este se había metido en su vida de nuevo y casi como lo haría un acosador había logrado estar en su casa y su trabajo. Era patético.

—Está loco - se sentía mal al decir aquello pero había llegado hasta su límite. Tenía que hacerle comprender a Taehyung que hay una gran diferencia entre amar a una persona y perseguir a la misma.

Yugyeom se encogió de hombros, por las conversaciones que habían tenido anteriormente se había imaginado a Tae como un verdadero acosador pero tras conocerlo sólo veía a un chico que buscaba la forma de demostrar fortaleza ante Jungkook. Quizás sus métodos eran equivocados pero no había malas intenciones, aparentemente, en él.

—Dale una oportunidad, dijiste que está cumpliendo con el trato de que sus problemas no son los tuyos. Que ha respetado la distancia… Quizás sea bueno bailando. Y en caso de que no llene el local lo echarán pronto.

Jungkook suspiró una vez nada. Últimamente vivía a base de suspiros de frustración porque no sabía cómo organizar su vida. Se sentó sobre una de las sillas del camerino y miró a su amigo antes de revolverse el cabello frustrado.

—Sé que sus intenciones no son malas pero todavía no sé qué pretende y si me persigue solo logrará que lo quiera echar a patadas.

—En contra de lo que pueda parecer no te estoy persiguiendo - la voz de Taehyung se coló en sus oídos captando la atención de los dos amigos - En realidad me gustó este sitio. Quiero saber como se siente estar ahí, mi mundo no gira entorno a ti Jungkook. No te estoy siguiendo porque me muero de amor. Tube dos años para seguirte y jamás lo hice, cuando coincidimos en la biblioteca ni siquiera me acerco a hablarte. No soy un acosador.

Jungkook levantó levemente la vista hacia Taehyung, realmente se sentía mal consigo mismo cuando decía esas cosas pero los actos de ese muchacho lo hacían sentirse perseguido.

—¿Estás aquí porque te gusta la idea de bailar para viejas con el libido por los aires?

Taehyung sonrió y negó.

—Cuando vine aquí vi a mucha gente disfrutando de las coreografías de varios chicos que parecían divertirse en el escenario. Sé que lo consideras tu lugar pero yo me dedicaré a lo mío sin molestarte, al igual que en casa. No… No quiero que te sientas mal por mi presencia así que he hablado con el jefe y está de acuerdo en que inicie bailando solo hasta que encuentren a más chicos. De veras, no te perseguiré. No hay nada divertido en correr detrás de ti como si fuese un perro.

Jungkook asintió, había algo nuevo en Taehyung que le causaba sensaciones extrañas. Que fuese tan maduro significaba que realmente no lo necesitaba como antes solía hacerlo, le preocupaba que estuviese tratando de ser alguien que no era. Había dicho que no se trataba de su problema, sin embargo no podía evitar pensar en ello.

—¿Empiezas hoy? - en silencio, Jungkook decidió cambiarse mientras Yugyeom interrogada a Tae.

—Sí, hoy actuare por primera vez así que me siento algo nervioso - el sonido de una sonrisa - pero supongo que eso es normal. Me han dado el vestuario y llevaré máscara, además tendré una coreografía sencilla y saldré de último. Eso en cierto modo me tranquiliza, no soy un gran bailarín pero se me dan bien los gestos así que me han dado algo basado en movimientos elegantes más que en un baile concreto.

Jungkook seguía escuchando sin decir nada, no acababa de entender porque seguía preocupándose por Taehyung cuando incluso este sabía que no necesitaba ayuda. No era el chico perdido que conoció dos años atrás e incluso cuando tenía ataques parecía confiar más en Baekhyun. Su sentido de la responsabilidad unido a la continua idea de que podría decepcionar a Hoseok si algo malo le sucedía a su hermano pequeño mientras él estaba cerca empezaba a carcomer su cabeza.

Taehyung era el hermano menor de Hoseok, el hombre que Jungkook amaba y del que todavía no podía olvidarse.

—Suerte - dijo con la voz ronca.

Tae lo observó curioso, podía notar como Kook parecía estar a punto de explotar. Cuando lo veía así las ganas de abrazarlo hacían que por sus brazos subiese un constante hormigueo. Quería ayudarlo a sabiendas de que eso causaría problemas porque para él, pobre masoquista, Jungkook seguía siendo el chico que durante un año entero de su vida durmió a su lado cada noche solo para consolarlo cada vez que la oscuridad plagaba su mirada.

Y Min Jungkook, pobre diablo, no había cambiado ni un poco. Él tan solo se había enterrado más en la doliente idea de que para ser alguien fuerte, para sobrevivir en la vida complicada, debía alcanzar la meta sólo, sin ayuda. Taehyung podría haber dicho muchas cosas en ese instante, también podría haberse callado y fingir que no sabía nada ni le importaba, sin embargo decidió hacer explotar esa bomba que parecía contenerse desde hace tanto eligiendo las palabras más dolorosas.

—¿Sabes una cosa Jungkook? - este lo miró por unos segundos - Me das pena. No tienes vida que vivir mientras te escondes en esa faceta de chico fuerte e intocable. Ni siquiera tienes fortaleza más allá de los músculos.

Jungkook dió un paso hacia Taehyung, su puño se había cerrado con fuerza y sentía el corazón latir con fuerza en su pecho. Los ojos verde esmeralda de Taehyung lo observaron mientras trataba de controlarse y volver a ser él mismo. La cosa es que no podía, porque sabía que aquel chico que ahora se encontraba a sólo un centímetro de distancia de su cuerpo tenía razón. Su vida no era vida cuando se pasaba el tiempo preocupado por encontrar la forma de sobrevivir.

—Si no fuera porque no quiero dar un espectáculo aquí te habrías ganado un golpe Taehyung.

Jungkook observó por un instante las pupilas de Taehyung cambiar de tamaño como si sus palabras tuvieran en este el mismo efecto que una droga, solo cuando noto la respiración pesada del hermano de Hoseok decidió apartarse. Había perdido el control de sí mismo acercándose tanto y hablándole así pero por algún motivo no había ataque de pánico ni cambios en el humor de Tae. Solo un chico muy levemente asustado.

—La diferencia entre el resto del mundo y tú - susurró Jung Taehyung acercándose a él, sus labios se rozaron y ninguno de los dos parecía ser consciente del resto de personas que los rodeaban curiosos - es que me interesa leerte y comprenderte, creo que lo hecho. Mientras, los demás no causan interés alguno en mí. Quizás por eso sé que en el fondo solo eres otro chico roto que busca amor en los imposibles, deja de soñar y agárrate a la realidad. Yo mejor que nadie sé lo mucho que duele caerse de las mentiras Jungkook.

Un simple roce de labios sirvió para que Jungkook abriese sus puños, sus manos se posaron sobre el pecho de Taehyung y lo miró sin saber qué hacer. Había perdido por completo la batalla y el control de la situación pero no le importaba, Tae no era alguien con quien quisiera perder el control. Después de todo su objetivo jamás había sido dañarlo.

—En realidad necesitas a alguien que te sostenga, incluso más de lo que yo lo necesito. - susurró de nuevo Taehyung - No finjas ser alguien que no eres, a mi no puedes engañarme.

Una sonrisa se posó sobre los labios de Taehyung y Jungkook tragó saliva antes de que este se apartara.



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Este capítulo inicialmente iba a ser bastante más largo pero estaba sin tiempo, espero que os haya gustado baes.

Como siempre:

Un beso, Mel 😘

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